Literautas - Tu escuela de escritura

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La proposición - por Peter Walley

Permítanme que me presente: Sam Wallis, detective privado. El Wallis obviamente es un apodo, el nombre de mi padre era incluso peor. ¿Qué por qué no elegí otro nombre, puestos a cambiarlo? Wallis era una chica de Nueva York que entró un día en mi agencia buscando trabajo y desapareció una noche con mi agenda, el poco dinero que había y mi encendedor de plata. Nunca entendí para qué quería mi agenda si no contestaba al teléfono y la única fiesta que celebraba era el día del trabajo. Mientras la busco he dejado de fumar.

Estoy en este bar de mala muerte siguiendo a un bombón llamado Jessica Ferguson. Su marido me contrató hace unas semanas porque creía que estaba teniendo un lío con su secretario. Teniendo en cuenta que he visto pergaminos más lisos que ese viejo, al principio no dudé que fuese verdad. Sin embargo, después de investigar al secretario descubrí que sólo se acostaría con Jessica si se dejase bigote y empezase a llevar uniforme de marinero. Y no la he visto acercarse al puerto en todo este tiempo.

-Tiene que…arghh…uggg…seguirla a ella…arghh…y decirme qué es lo que…uggg… hace-me contestó Mr. Ferguson. No sé si les dije antes que el viejo es una flema andante. Calculo que cada día pierde dos kilos de su peso en estornudos.

Así que empecé a seguirla a ella. Me imaginé que pasaría los días poniéndole velas a la virgen a ver si el viejo la palmaba de una vez, pero en lugar de eso se dedica a jugar al tenis, ir de compras y pasear a su perrito. Creo que lo llama Flufy, aunque si yo fuese el perro me iría corriendo antes de responder a ese nombre.

El caso es que la cuenta que le pasaba a Mr. Ferguson crecía sin resultado alguno. Hasta esta noche.

Salió de la casa sobre las diez, sola. Cogió el Buick y bajó desde Santa Monica hacia el parque Bodger. Una zona que una chica de su círculo no debería conocer. Caminó durante más de quince minutos hasta entrar en el Phillies, y se acomodó en la barra. Me senté al otro lado y pedí al camarero un dry Martini.

-Se nos ha acabado la ginebra, señor –me contestó- pero puedo ponerle un vodka Martini, si no le importa.

Como decía, era un sitio de mala muerte.

-Menuda noche-gruñí-. A ver si llega pronto el relevo.

Jessica echó el humo en mi dirección.

-¿Está esperando algo?

-A que Elvis se vaya al servicio militar, los Yankees echen a Stengel y Marilyn recuerde mi número de teléfono. ¿Y tú?

No tuvo tiempo a contestarme porque en ese momento entró un hombre de traje azul. Se acercó a ella y le hizo un pequeño gesto con la cabeza, y le pidió al camarero un café. Deduje de esto que estaba allí por trabajo y que además era ex alcohólico o mormón.

Se quitó el sombrero y observé que tenía apenas veinte años, y que parecía nervioso. Se había puesto tanta gomina que temí que si Jessica le ponía la mano encima no fuese capaz de despegarla. Cogió su café y se fueron juntos a una mesa.

Les miré a través del espejo que había tras el camarero. Jessica se había inclinado hacia adelante y le hablaba muy seria. El chico negaba con la cabeza y se revolvía en su asiento. Al cabo de unos minutos se puso en pie y se fue caminando deprisa, mientras Jessica se echaba atrás y fumaba con los ojos fijos en la pared.

De repente se levantó y vino hacia mí.

-Creo que nos hemos visto antes-dijo, apoyando la espalda en la barra.

-Si hubiese estado con una chica como tú lo recordaría, encanto.

-No me refiero a eso-respondió, echando el humo-. Te he visto merodeando el club de tenis, y estabas tan fuera de lugar como yo lo estoy aquí. ¿Te envía Roger?

-No sé quién es Roger, pero dudo que necesite pagar a nadie para que te merodeen.

Hizo un gesto de irritación.

-Está bien, vamos a hablar claro. Sé que te ha contratado para me vigiles. Te daré el doble de lo que te paga él si haces lo que yo te pida.

-Si esperas que me cargue al viejo por una miseria te equivocas de medio a medio, cariño.

Se acercó a mí y frotó su vestido contra mi brazo.

-Quizá haya alguna otra cosa que pueda ofrecerte.

Maldita sea Wallis por hacerme dejar de fumar.

Comentarios (11):

Josep García

01/05/2013 a las 06:00

Buen relato negro, divertido e irónico.

Eloyzinho

01/05/2013 a las 08:48

Muy buen homenaje al género negro que incluye muchos de sus elementos característicos: detective cínico, el típico tugurio, marido desconfiado, mujer fatal, etc. Y además está muy bien escrito 🙂 Enhorabuena.

Peter Walley

01/05/2013 a las 11:00

Muchas gracias a los dos. Josep, ¿tú tienes alguno?

Olaya

01/05/2013 a las 15:54

Muy bien ambientado y escrito. Tiene muy buen ritmo y es divertido. Felicidades!

Olaya Pérez

01/05/2013 a las 16:10

Muy bien ambientado, con lenguaje propio del género negro. Divertido e interesante hasta el final. Muy buena historia. Felicidades!

Abbey

02/05/2013 a las 15:07

Divertido, sorprendente en tus comparaciones y muy mordaz… ¡Me encanta!. He disfrutado mucho leyéndolo. Me encantaría leer más. Enhorabuena

lunaclara

02/05/2013 a las 22:00

Esta guay, si, es divertido, original,… Esta bien escrito. Pero si me permites bajar un escalon para hablarte desde ahí,… No crees que usas muchos topicos? Aunque la verdad es que yo soy la primera que usa topicos… Muy divertido! Tb me hubiera gustado saber mas!! Si el viejo la palma, si se acuesta con el poli, quien era el jovenzuelo… Su hijo, quizas?

Peter Walley

02/05/2013 a las 22:44

Gracias a todos por los comentarios.

Josep, he estado en tu blog. Me gusta mucho el estilo de tus relatos, y me hizo mucha gracia el de la reunión de todopoderosos. A ver si este mes te animas y escribes uno aquí. Yo no tengo blog, de hecho he empezado hace muy poco con esto.

Lunaclara, sí que hay muchos tópicos en mi historia, aunque en parte eran buscados; me había propuesto imitar el estilo de la novela negra de los años cuarenta, y puse los elementos más reconocibles. Me alegro en cualquier caso de que te haya gustado.

Josep García

03/05/2013 a las 18:43

Gracias por haberte pasado por el blog. No lo dudes y empieza uno. Y sigue escribiendo. Merece la pena.

teresa

25/05/2013 a las 12:13

Me gustó mucho tu estilo, claro y al punto. Me pareció fresco. No sobrecargado y por momentos divertido.
Tiene lo suficiente para atrapar mi atención. Muy bueno!

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