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Desde que te vi partir - por AnaviR.+18
El autor/a de este texto es menor de edad
Aquí estoy, Tom. Acostado en la lancha pesquera de mi papá, donde compartimos tantas aventuras. Solo nosotros convertíamos en supermercado a este pedazo de chatarra varada en medio de nuestro patio. Desde acá veo el techo de tu casa, tan azul como siempre, aunque parece blanco cuando le pega directamente el sol. Me estoy quemando, pero el ardor de mi piel no se compara con el de mi estómago, así que está bien; solo quería pensarte de nuevo y contarte que siempre me acuerdo del día en el que mordimos nuestros pasteles de arena y nos hicieron vomitar hasta la cena del día anterior, siempre que paso por algo así me acuerdo de esa vez, solo que ya crecí, y la razón por la que vomito no es una que me gustaría que vieras. Aunque quién sabe si terminamos igual, tal vez te fue terrible en donde sea que hayas estado estos 9 años, siempre he pensado en eso, pero también siempre he deseado que no haya sido así. Viéndolo de la manera más optimista, solo espero que no hayas sufrido tanto como yo me hice sufrir por ti, solo para acompañarte, o pretender que lo hacía, nunca te abandonaría aún en la distancia. Querido amigo, perdóname por todo, no fui tan fuerte, y me costó demasiado seguir sin ti, mejor dicho, no pude hacerlo.
Sigo vagando en mi mente distorsionada, y solo se me llena el rostro de lágrimas que se evaporan al pensar que solo un día bastó para arrebatarnos todo, solo una persona: una mujer, ¡una malvada actriz haciendo el papel de estúpida! Solo un dulce soborno necesitó para que te fueras con ella, solo un segundo en que te quité la vista de encima, solo una oportunidad tuve para detenerte, y no lo hice…
Siempre imagino cómo hubiese sido una vida juntos, puesto que nunca volví a tener amigos, ni mucho menos otro hermano como tú. Ni la terapia, ni la medicina, ni irme, ni volver, sirvió para aplacar tu recuerdo, así que me resigné a quemar aquellas memorias de cuando teníamos 7 años, ya que el tiempo ha pasado muy lento para mí, regresé a donde todo comenzó. Y como si de una profecía se tratase, aquí me hallo, en el último lugar que compartimos, el que te vió ir y será el mismo que me despida. Espero nos encontremos en otra oportunidad, y que la última gota de sol que me bañe, zarpe con el cantar de los pájaros que vuelan sobre las brasas del mismo árbol que no pudo vernos crecer.
Ccomentarios (1):
Alberto Suárez Villamizar
19/04/2025 a las 18:44
Una linda historia llena de nostalgia donde evocas los años de la niñez, y el compartir con un ser especial: un hermano convertido en un gran amigo. Te felicito por el sentimiento que logras transmitir con tu historia.
Estoy participando con la historia “Brillando con su propia luz” ubicada en el #40, y te invito a visitarla y darme tus comentarios, los cuales te agradeceré