<< Volver a la lista de textos
MATA MUA: Érase una vez… - por YsaimaraR.
MATA MUA: Érase una vez…
Me llamo Marlene Brooks. Llevo once meses teniendo sueños repetitivos. Noche tras noche se presentan ante mí tres personas, siempre las mismas. Conozco perfectamente sus facciones, sus gestos, su forma de vestir y de andar. Percibo la textura de su piel, su profunda e hipnótica mirada, el tacto de su cabello, su olor…En sueños no vivimos en esta época, y lo más curioso, es que mantenemos largas conversaciones sin utilizar palabras. Me hablan insistentemente sobre el papel que voy a desempeñar para que se cumpla una antigua Profecía y sobre su importancia para evitar el desmoronamiento de nuestra civilización.
Al principio pensé que eran delirios por agotamiento. En 19 años he estudiado tres carreras y he aprendido cinco idiomas. Toco el violín, el piano, la batería. Soy bailarina. Pinto. Diseño. Soy actriz. Y no recuerdo haber tenido vacaciones nunca. Dicen que nací superdotada, y todavía no tengo claro si es una bendición o un castigo.
*******
Cuando vi el Mata Mua por primera vez me quedé sin palabras. Es un velero antiquísimo, una joya flotante. Acaban de restaurarlo y voy a ser uno de los primeros afortunados en cruzar el océano con él. Me llamo Salvador Tao, soy director de cine y estoy a punto de embarcarme en la aventura de mi vida. Estoy algo asustado, es mi proyecto más arriesgado. Hace 2 meses recibí información sobre unos acontecimientos que van a tener lugar en “Isla Mariposa” en el Caribe. En breve zarparemos para filmar en esos paraísos. No puedo decir nada, pero hay algo muy gordo a punto de suceder. Mi película se va a llamar “Profecía Mariposa”, nadie lo sabe. Es mi gran desafío a nivel artístico y más aún a nivel personal.
********
Desde la distancia observo vigilante cómo Marlene Brooks se aproxima al Mata Mua. Es sin duda una mujer exquisitamente bella y carismática. Sé que con una simple mirada o con una de sus inocentes sonrisas tiene el poder de afectar la vida de otros, de trasladarles a otras dimensiones, a otros mundos. Yo soy totalmente inmune a sus encantos. Será incapaz de rechazar mi propuesta. Voy a seducirla de tal modo, que va a olvidar hasta quien es. Podríamos decir que se trata de un sutil soborno, del que apenas se dará cuenta hasta que sea demasiado tarde. La misión que tiene en su destino profético, no tendrá lugar. Soy Azrael.
********
Marlene cruzó con elegancia el puente. Recorrió el velero con la mirada y se dejó caer sobre uno de los cómodos sofás de Lino blanco, con cojines bordados en tonos dorados, colocados en cubierta.
Confiaba plenamente en Salvador y en su equipo, pero mientras tomaba un refresco y parecía ausente, el ordenador de su cabeza se aseguraba de que todo lo necesario para tener un trayecto agradable y un rodaje exitoso estuviera a bordo. Cuando comprobó que todos los suministros de producción y atrezo estaban a bordo, se relajó.
—Marlene, dile a Marta que te enseñe el barco, te va a encantar. —dijo Salvador apresurado —¡Tu camarote es de película, ya verás! —comprueba que tienes todo lo necesario, zarpamos enseguida.
Marlene se quitó los zapatos. Le encantaba caminar descalza y aquella cubierta de caoba y roble, era una auténtica tentación. Las blancas velas se desplegaron ante sus ojos con inusual elegancia. El cielo azulado coloreaba el mar. Acarició con delicadeza las barandillas de bronce que bordeaban la cubierta. Cada curva y cada espiral de los herrajes susurraba historias del pasado y parecía prevenir sobre algún peligro acechante
Acompañada por Marta, su asistente, recorrió las dependencias del barco hasta llegar a su camarote. Cada rincón del Mata Mua era todo un universo a descubrir. La tripulación, el mar y el viento están listos para zarpar.
—¡Hola Marlene, ¿me recuerdas? —dijo Azrael con tono seductor,y mirándola fijamente.
Marlene sintió un escalofrío que la atravesó de arriba abajo. Con esas breves palabras y una simple mirada, una mezcla de atracción e inquietud la sacudió por dentro. La batalla estaba a punto de empezar…
Ysaimara 14 de Abril 2025
Comentarios (0)