COSAS DEL DESTINO

Abrahán descansaba en una hamaca, en la cubierta del barco al que había ido a reponerse después de la intensa gira que estaba realizando. Su fama como cantante iba en aumento, ya tenía contratados los tres años posteriores y quería tomarlo con calma. Envuelto en un albornoz blanco de rizo americano y el logotipo de Costa Cruceros en un lateral, respiraba la brisa marina del cálido atardecer. El pasar desapercibido le estaba sentando bien. En realidad lo necesitaba.
Fue entonces cuando la vio, al fondo junto a la piscina de a bordo, con un biquini de rayas azules y rojas. El no presumía de tener una buena memoria. Pero a ella imposible olvidarla, y eso que habrían pasado casi diez años desde la última vez que se vieron. En el instituto de la ciudad de provincias donde vivían. Angelina Parra era su nombre.
Tampoco olvidaba todo lo que paso entre ellos, algo que podía haber tenido un futuro y que se trunco en aquella fiesta de final de curso. Se graduaban; al curso siguiente irían a la universidad. Nunca entendió como Angelina se dejo influenciar por gente que la indujo a introducir droga en la fiesta. Lo hacia por sacarse algo de dinero, le dijo.
El problema fue cuando ese chico murió por sobredosis. Más tarde fue victima de un soborno por esas mismas personas para que no dijese nombres. En los interrogatorios nadie sospecho de ella, por lo que calló, no dijo nada y se marchó lejos. Abrahán sabía que ella era tan culpable como quien le había administrado la droga. Pero también calló, guardo silencio y también se marchó. Y ahora la tenía allí delante de él, a diez metros, sin saber que decirle.
En un momento dado ella paso por su lado, y él no pudo evitar decir su nombre:
— Hola Angelina — dijo.
Ella se quedo mirándole y contesto:
—Perdone no le conozco.
El se quito las gafas de sol y sus miradas se clavaron una en la otra. Tardaron unos minutos en reaccionar.
¿ Abrahán? ¿ Abrahán Soto?….¡ No puedo creerlo!. Te veo muy cambiado, pero tu mirada sigue siendo la misma, limpia y transparente. No sabes la de veces que he pensado en ti. Gracias a tu silencio me libre de unos años en la sombra. Supiste guardar bien el secreto. La Angelina que conociste ya no existe.
Olvidemos lo pasado. Fue un error y mala suerte, todos maduramos. ¿ Que fue de tu vida Angelina, cuéntame?
Cuando me marche, estaba muy arrepentida por todo lo ocurrido. No sabia como dirigir mi vida. Conocí a un chico, era naturalista, estuve viviendo en una aldea abandonada, se había rehabilitado todo de forma que se podía vivir pero austeramente, con lo justo, como así era la norma. Elaborábamos de forma natural todo lo necesario y cultivábamos nuestros alimentos. Profecía de la nueva humanidad, así se llamaba esta comunidad. Me hizo bien este modo de vivir, cuando mi relación con aquel chico termino, me marche a buscar otra oportunidad.
¿ Y la encontraste?
Si, ahora soy actriz de documentales. Me fui a vivir con una amiga, ella es realizadora de cine, se dedica al mundo de la producción, por entonces estaban buscando actrices y me lo propuso. Era un mundo que siempre me había atraído. No gano mucho pero para mis gastos me basta.
¿Y que haces por aquí en un crucero? Me sorprende mucho después de lo que me estas contando.
Hace poco recibí una pequeña herencia al fallecer mi padre, y pensé que sería una buena idea, invertir parte en unas relajantes vacaciones. Me las merecía.
Estupendo. Creo que este encuentro no ha sido una casualidad.¿ Que te parece que reserve esta noche para cenar, una mesa para dos y continuamos la charla?
Me parece genial, creo que tenemos mucho de lo que seguir hablando.
Se despidieron hasta la noche. El destino les había vuelto a unir y quien sabe si sería para siempre.