Literautas - Tu escuela de escritura

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"Henquileth" - por @HenkoSlowLifeR.

En la estación de tren hay un teléfono público que casi nadie usa. Es un modelo antiguo, de esos de metal y con el auricular pesado. La mayoría de los viajeros pasan de largo, con sus móviles en la mano.
Pero un día, suena…
Suena con un eco distinto. No es un sonido más en la rutina. Aun así, nadie se detiene.
Nadie, excepto Olman.
No sabe por qué, pero siente que ese sonido es para él.
Duda un instante, pero sus pies avanzan sin que él lo decida del todo. Toma el auricular y, con el corazón acelerado ante lo que podría suceder, contesta:
– ¿Hola?
Se hace un pequeño silencio hasta que una voz responde:
– Sabía que, algún día, contestarías.
Olman siente un escalofrío recorriéndole la espalda.
– ¿Quién eres?
– ¿Quién crees que soy?
La voz es serena, profunda, como si viniera desde un lugar muy lejano… o desde dentro de sí mismo.
Olman, algo desorientado, contesta:
– No lo sé.
– Sí lo sabes. Solo que has olvidado.
Algo en esas palabras le resulta familiar.
– No entiendo…
– Has sentido esta llamada toda tu vida. A veces como un murmullo, otras como un vacío que no sabías cómo llenar.
Olman siente su respiración volverse más lenta.
– Sí… —susurra.
– Pero el miedo te ha mantenido en silencio. Has buscado en todas partes, excepto donde realmente importa.
Olman cierra los ojos, sintiendo lo que escucha. Sabe que, hasta ahora, ha llenado su vida de excusas, de ruido, de pasos apresurados en direcciones que nunca parecían ser la correcta.
– ¿Por qué ahora?
– Porque ahora, por fin, estás listo para escuchar.
El sonido de la estación se apaga. Por primera vez en mucho tiempo, todo en su interior también lo hace.
– ¿Qué es lo que tengo que recordar?
– Tu “Henquileth”.
La palabra le golpea el pecho con fuerza.
– ¿Mi qué…?
– “Henquileth”. El instante en el que comprendes que no puedes seguir igual. Que el cambio ya comenzó dentro de ti.
Olman se queda en silencio.
– Siempre lo has sentido —continúa la voz—. En cada duda, en cada pregunta. En cada vez que el mundo pareció ir demasiado rápido y algo en ti pedía ir más lento.
Olman aprieta el auricular.
– ¿Y si no estoy preparado?
– Ya lo estás. Has contestado.
Una certeza lo atraviesa. No es una revelación grandiosa ni un golpe de iluminación. Es solo la sensación de que, por fin, ha dejado de huir de sí mismo.
– ¿Y ahora qué?
– Ahora camina. No busques. Solo observa.
El auricular vibra levemente en su mano.
– ¿Volveré a escucharte?
– Siempre.
La línea se corta.
Olman no cuelga de inmediato. Siente una ligereza nueva, como si hubiera soltado un peso que ni siquiera sabía que cargaba.
Finalmente, deja el auricular en su sitio y se aleja.

Tiempo después, en la estación, el viejo teléfono suena de nuevo…
Una mujer de pelo rizado, en un rojo intenso como un atardecer, se detiene.
Ella podría seguir caminando, ignorarlo, como hacen todos los demás. Pero algo en su interior le dice que no.
Se acerca, extiende la mano y toma el auricular.
– ¿Hola?
Silencio.
Luego, la voz.
– Sabía que, algún día, contestarías.
Ella cierra los ojos.
Y escucha.

Comentarios (11):

Silvia

17/03/2025 a las 13:48

Me ha encantado!🥰

Martin C

17/03/2025 a las 23:02

Hola @HenkoSlowLife! Muy bueno el relato! Me gusto mucho la dinámica de tus diálogos. Muy buena historia! Gracias por comentar mi relato nro 26. Abrazo

Carlos Tabada

18/03/2025 a las 12:46

Los personajes, incluida la voz, desprenden bastante fuerza, el pelo rojo intenso también ayuda

Lupa Sívori

18/03/2025 a las 15:24

¡Hola, Henquileth! Acá tu vecino del #51. Debo decir que este es uno de los textos más originales y dinámicos que he leído en este mes. Está bien escrito, con un gran ritmo en los diálogos y tiene un transfondo poderoso.

Disfruté el un tono poético, casi místico, de esta historia que nos sumerge en el viaje interno de Olman. El relato juega con la idea del autoconocimiento y el despertar personal, encapsulado en el concepto de Henquileth: el instante en que el cambio se vuelve inevitable. Quise buscar si es un concepto “real” y no encontré nada, por lo que adivino que te lo inventaste, como hacía Borges en sus cuentos. Eso me parece fascinante.

El desenlace cierra el círculo con una nueva llamada, sugiriendo que este tipo de revelaciones no son únicas, sino parte de un ciclo continuo de despertar y escucha.
¡Felicitaciones!

Aprovecho a invitarte a recorrer mi podcasts donde voy subiendo mis relatos:
https://open.spotify.com/show/1kf01qxrscrZ9EstRmsHhl

Si querés pasar por mi relato, invitadísimo.
¡Saludos!

HenkoSlowLife

18/03/2025 a las 16:52

Muchas gracias por los comentarios.
Lupa, exacto, ese es el relato, mil gracias.
Henquileth es una palabra inventada hace tiempo, junto con @HenkoSlowLife es una forma de transmitir todo lo que cada uno llevamos dentro.
Conocí Literautas hace muchos años y hasta ahora no vi mi momento.

Džoker

18/03/2025 a las 17:29

Saludos, vengo desde el texto #20 a dejarte mis impresiones.

Resulta fácil leerte, y sale fluido el relato. La idea de la voz desde el teléfono que no hace la gran revelación pero que si trata de despertar al personaje de su somnolencia en la vida (por llamarlo de algún modo) me gusta, aunque siento que carece de impacto. Quizá un diálogo más largo entre la voz y del teléfono y quién contesta de más fuerza a la trama. Poco que añadir, un gusto fue un gusto leerte.

Džoker

18/03/2025 a las 17:34

Disculpa las erratas, escribir desde el móvil no es fácil:
*más largo entra la voz del teléfono (sin esa y que se me escapó)
*Fue un gusto leerte (puse sin culpa un gusto al inicio)

Laura

19/03/2025 a las 22:21

Que tan necesaria esa llamada, y que listo el universo para hacerlo en el momento oportuno.

Me llega este relato , el día perfecto y a la hora perfecta.

Continúa…🙏, lectura fácil , impecable y afortunada.Gracias

Mario

19/03/2025 a las 22:33

Me ha encantado, esa llamada, es la que muchos necesitamos escuchar alguna vez, sobre todo cuando se está muy abajo.

María Jesús

26/03/2025 a las 13:21

Hola: Me ha parecido un relato muy intenso y bien resuelto. Sinceramente, lo he disfrutado.
Un saludo.

CARMELILLA

26/03/2025 a las 17:11

Hola, HenkoSlowLife. Gracias por pasar por mi relato.
Cuando leí el título del tuyo, sonreí y me dije:«¡un título tan complicado como el nombre de su autor!».
Tu relato es fácil y ágil leerlo, el diálogo lo consigue, no obstante, coincido con algún comentario que me ha faltado conocer más de Olman y que este tuviera una mayor participación en el texto.
Parece que ese Henquileth tiene el mismo mensaje para todo el que coge el teléfono, será que hace que lo oigan los que tienen la necesidad de ese mensaje.
Buen trabajo.
Saludos.

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