Literautas - Tu escuela de escritura

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Llamada a 2025 - por Kelvin I. Márquez

Eran las nueve y media de la mañana del martes 4 de marzo de 2025. La estación del tren había sido remodelada unos años atrás y contaba con cabinas telefónicas modernas, más por decoración que por otra cosa pues las personas pasaban con la mirada fija en sus propios móviles. Por esa razón me llamó la atención un viejo teléfono de metal en un solitario cubículo, justo en medio del pasillo. Fue tanta mi impresión que me detuve a observarlo. Haruko, que en un principio no se percató de mi ausencia, retrocedió hasta llegar a mi lado.
—¿Qué te sucede, Israel? ¡Nos va a dejar el tren!
—Ese teléfono —respondí señalándolo. Haruko miró el viejo artilugio de metal y en su rostro se asomó una expresión de sorpresa que instantes después se convirtió en una carcajada—. ¿Por qué te ríes?
—Es que ese teléfono siempre ha estado ahí.
—¿Pero por qué? —pregunté, sin poder contenerme.
Haruko suspiró. Se acercó al teléfono y lo tocó. Los números apenas se distinguían, como borrados de tanto ser marcados.
—Dicen que hace mucho tiempo ese teléfono sonó. El sujeto que contestó la llamada dio la alerta de un supuesto atentado que estaba por ocurrir —respondió e hizo una pausa—. Resultó ser cierto y se logró evitar la tragedia.
—¿Por eso lo dejaron a pesar de remodelar toda la estación?
Haruko asintió.
—Dicen que volverá a sonar algún día, anunciando otra tragedia.
Ante su explicación no pude más que volver a mirarlo. ¿Quién sería capaz de contestar cuando todos caminaban concentrados en sus móviles, como zombis? El sonido de sus pasos en el suelo de mármol era la única prueba de que estaban vivos. «¿Suelo de mármol en una estación de tren?», pensé al tiempo que echaba un vistazo a mi alrededor. Las paredes blancas estaban cubiertas de carteles con fotos de paisajes y destinos turísticos.
—¿Nos vamos? —preguntó Haruko, regresándome a la realidad.
—Sí, vámonos.
Nos habíamos alejado unos pasos cuando el teléfono sonó. Durante una fracción de segundo pensé que era mi imaginación pero volvió a sonar una y otra vez. Haruko, pálida como la cera, no podía moverse. Con el corazón latiendo a mil por minuto, contesté.
—Israel Meyer, usted y Haruko Nishimura deben buscar a Julián Crowell.
—¿Quién es usted?
—Deprisa antes de que…
La llamada se cortó. El teléfono cayó de mis manos y después de dar un golpe sordo en el suelo, quedó colgando del cable. Poco a poco comencé a recordar. Un portafolio lleno de documentos sobre un escritorio gris, los planos incompletos de una máquina extraña, una habitación en penumbras, Haruko vestida con un traje negro muy elegante en lo que parecía ser una fiesta. ¡La fiesta del décimo aniversario de la jefa Walters en la agencia! Pero era imposible porque había sido el año pasado y ese año era…
—¡2083!
—¿2083? ¿Estás bien? —preguntó Haruko, preocupada.
—Debemos irnos.
Agarré a Haruko de la mano y nos dirigimos a la salida. No habíamos caminando mucho cuando apareció una luz verde unos metros delante de nosotros y de la misma surgió una criatura humanoide. Era de un color pálido tirando a blanco. Carecía de ojos. Una enorme boca llena de dientes amarillentos y afilados le daba un aspecto terrorífico. Dos orificios en su frente actuaban como nariz. Las piernas y las manos eran delgadas, largas y con enormes garras negras.
Nos detuvimos al instante. La criatura dio unos pasos tímidos hacia nosotros y se detuvo, olfateando el aire. Intenté calmar mi respiración, evitando hacer ruido alguno. A mi lado, Haruko parecía a punto de desmayarse. De repente las bocinas de la estación anunciaron la partida del tren. La criatura rugió y corrió en dirección al tren que se alejaba.
Sin pensarlo dos veces, corrimos hacia la salida.
—¿Adónde vamos?
—¿No recuerdas nada? —pregunté. Haruko negó con la cabeza—. Estamos en 2025.
—¿2025? ¿Quieres decir que…?
—Sí —respondí antes de que terminara—. Nuestro viaje funcionó.
Fuera de la estación una decena de personas caminaban por la acera. Algunos vehículos estaban aparcados en la orilla. Por la carretera solo transitaban un par de autobuses rojos.
—¿Y esa criatura de donde viene? —preguntó Haruko.
—No tengo idea pero debemos encontrar esos planos antes de que ella nos encuentre a nosotros.
Haruko asintió.
—Tomemos un taxi antes de que regrese.

Comentarios (14):

Luciana

17/03/2025 a las 21:22

Hola, Kelvin.
La historia es atrapante: viajes en el tiempo, criaturas humanoides y un peligro que asecha a la humanidad.
De todas formas creo que es confuso que por un lado sea tan preciso el narrador con el día, mes, año y hora, mientras que para el protagonista sea una incógnita al principio (y de eso el lector se entera avanzado el relato).
Nos leemos.
Saludos.

Kelvin I. Márquez

19/03/2025 a las 01:53

Saludos Luciana

Primero que nada gracias por tu comentario. Es cierto que es confuso eso de la fecha en el principio. La realidad es que este relato se me hizo bastante complicado. En un inicio mi idea era que la estación fuera una especie de simulación pero no encontré la forma de que fuera entendible con el límite de palabras así que me decidí por el viaje en el tiempo. Es por eso que el año 2083 se menciona en la conversación.
Ademas de eso, el final se que no es muy bueno pero se me complicó demasiado. Tanto así que estuve a punto de no participal. Lo mas seguro la continue algun día.

De nuevo gracias por tu comentario.
Nos leemos!

María Jesús

20/03/2025 a las 13:54

Hola Kevin: La trama de tu relato me ha parecido un poco confusa, pero gracias a tus explicaciones he logrado captar la idea. No soy muy dada a relatos de ciencia ficción, aunque este que has escrito tiene su puntillo.
Un saludo.

Jose Luis

20/03/2025 a las 15:32

Hola Kelvin
Gracias por tu comentario.
Al final resulta que es un cuento de ciencia ficción, o de fantasía.
Tengo que unirme a los compañeros que opinan que la trama es un poco confusa. O sea, lo narras muy bien, le das ese aire de misterio, de suspense, y la ambientación te mete en la historia, pero lo que te saca y te confunde es ¿de dónde sale la referencia al año 2083? Que aparezca una criatura extraña de repente para mí es lo de menos, pero he notado algunas otras inconsistencias.
Puede que sea porque no hay espacio para dar suficientes explicaciones. En los relatos de ciencia ficción hay que dar detalles y contexto antes de meterse en harina (el “lore” que lo llaman) así que me parece muy difícil hacerlo con solo 750 palabras.
De todas formas creo que escribes muy bien.

Raquel

20/03/2025 a las 17:25

Hola
En mi opinión, creo que el relato incluye muy bien las descripciones (los personajes, el lugar…) y da muchos detalles (como la fecha). Me parece destacable que la historia se relate en dos momentos diferentes ya que en un texto corto es difícil de incluir.
¡Buen trabajo!

Lidia Villa

20/03/2025 a las 18:21

Hola Kevin, aquí te dejo mi opinión sobre el relato:

1. La forma
La forma en la que está narrado me parece correcta e intrigante. Te felicito, porque con este tipo de relatos, es un reto enfocarse en tan pocas palabras. Que puede quedar más claro, quizá, pero yo no lo hubiera hecho mejor.
¡Me gustó mucho que añadieras la pregunta sobre el suelo! Justo me estaba preguntando lo mismo en ese momento, y pude conectar con el personaje.
Te recomiendo que fuera del reto, le des una vuelta. Creo que trabajando mejor los conceptos de tiempo quedaría más claro.
2. El contenido
El argumento me ha gustado, pese a que no soy mucho de ciencia ficción. Me ha gustado que los personajes fueran interraciales, y quizás lo que me ha podido faltar (por decir algo) es desarrollar más el contexto. ¿Dónde esta la estación? ¿Qué son esos planos? ¿A qué se dedican? Aunque entiendo que no ha sido posible responder a estas preguntas, debido a la extensión de palabas.

3. Comentario personal
Me ha gustado, y gracias por explicar un poco más tu punto de vista en los comentarios. Espero que te sirva el mío. ¡Nos leemos!

Kelvin I. Márquez

21/03/2025 a las 03:15

Gracias a todos por sus comentarios.

María Jesús creo que el problema que tuve es que intenté abarcar mucho en poco espacio. Como dice un dicho en mi isla: el que mucho abarca poco aprieta.

José Luis la referencia al 2083 fue un cambio de último momento que confieso ni a mi me convenció mucho. Debido a eso tuve que comenzar el relato diciendo la fecha en especifico pues pensé que al mencionar la máquina en los recuerdos mas los planos al final, ayudaría a entender la cuestión de que viajaron en el tiempo y los planos son de la máquina. Tienes razón, creo que debo dar mas detalles y me parece que sin el límite pueda ahondar un poco mas en ello.

Raquel, Lidia, me alegra que les gustara. En cuanto a lo del suelo de mármol se debe a que mi intención al principio es que fuera una simulación virtual imperfecta de una estación. En cuanto a los planos, son de una máquina del tiempo y ellos trabajan en una agencia que busca alterar la historia por así decir. En cuanto a donde esta la estación en un principio pensé Japón pero creo que es mas acertado decir Londres.

En fin, nuevamente les agradezco a todos. Nos leemos!

Osvaldo Mario Vela Sáenz

21/03/2025 a las 03:55

Hola Kelvin. Buenas tardes.

Entiendo lo que te paso, pues todos hemos pasado por eso. Lo que si descubrí con tu redacción y forma de contar es que eres dueño de recursos muy necesarios para un escritor. solo tienes que aprovechar la gran imaginación que posees y tu escritura y tendrás una historia para empezar y terminar.

los párrafos, antes de escribir el año 2083, tienen adhesión fuerza y fluyen con entendimiento, así es qué, no abandones el barco de las letras que no se va a hundir.

Un abrazo y adelante.

Yvonne (María Kersimon)

23/03/2025 a las 16:37

Hola Kelvin,
Hasta que sonó el teléfono te seguí con intriga ya que deseaba averiguar si sonaría de nuevo y cual sería la ocasión. La catástrofe anunciada por Aruko me parecía a punto de ocurrir y todo me parecía congruente, Aruko japonesa era la conocedora de la historia y me situaba en Japon. Me esperaba un terremoto, maremoto o algo por el estilo y cuando la voz por el teléfono les llamó por el nombre y les ordenó que buscaran a una tercera persona, me quedé descolocada, y aún más cuando apareció el monstruo. Creo que mezclaste demasiadas cosas que no tenían mucho que ver entre sí para que te dé el relato para establecer vínculos. El tema del viaje en el tiempo, sí se hubiese podido mantener dentro de una coherencia suponiendo que tratasen de regresar a tiempo a 2083 para salvarse de la catástrofe y tuviesen que luchar para conseguirlo, superando varios obstáculos. Pero la historia de tener que localizar a alguién y encima la aparición del monstruo humanoïde, ha sido ¨too much for my body¨, lo siento, y me ha parecido que quebraba la dinámica. A lo mejor me falta un gen para la fantasía, pero no te pude comprar lo del humanoïde saliendo de la luz verde, perdóname. Reconozco que escribes bien, con un estilo ágil, diálogos bien agenciados y talento para el suspense y la intriga. Te seguiré leyendo.
Gracias por leerme y comentar. Saludos.

José Torma

24/03/2025 a las 19:28

Mi estimado boricua.

Te voy a decir algo. Tus relatos son preámbulos o capítulos que a veces, como en este caso, nos dejan un poco mareados y buscando una esquina de donde agarrarnos.

A pesar de lo tijereteado, la historia es congruente. Un poco confusa, claro. Pero es fantasía y ciencia ficción y en eso como en el amor, todo se vale.

No sé si es gusto personal, pero tienes dos protagonistas y creo que es fácil identificar cual habla sin necesidad de repetir tanto el nombre de Haruko, que al final te podría haber dado unas 15 palabras mas para desarrollar el viaje.

Queremos que regrese Lady C.

Un gran abrazo y un placer leerte como siempre.

CARMELILLA

25/03/2025 a las 12:45

Hola, Kelvin. Gracias por leer y comentar mi relato que por otra parte me ha animado bastante.
Coincido en los comentarios en relación a lo bien que escribes, la imaginación con la que cuentas y sin faltas gramaticales.
Desde que comencé a leer tu texto, me gustó y me mantuvo intrigada de principio a fin. Tiene un ritmo ágil y usas muy bien las descripciones.
Cierto que me sentí algo confusa con las fechas, el mármol, la criatura…y pensé que tu relato era alguna escena de otros anteriores, aunque parece ser que no.
Cuando tengo en mente un relato que finalmente supera el límite establecido de palabras, lo rehago eliminando frases que finalmente son adornos y además me sirve para ajustar la trama si es necesario, aunque me lleve más tiempo.
Me gusta cómo escribes, Kelvin. Muy buen trabajo.
Saludos.

IreneR

25/03/2025 a las 18:25

Buenas, Kelvin.

El inicio es muy bueno. Engancha mucho. La explicación de Haruko y que la intriga de si el teléfono volverá a sonar. Hasta esa parte me parece que está muy bien escrito y llevado. Pero una vez que el teléfono suena me pierdo. Es intrigante que la voz les llame por su nombre y tengan que buscar a alguien, pero después todo se vuelve muy confuso. La aparición del ser no la entiendo y el viaje en el tiempo me ha descolocado del todo. Creo que son demasiadas cosas y lo de la búsqueda no vuelve a aparecer. Yo me concentraría en una de ellas y desarrollaría más el relato, ya sin la presión de las 750 palabras.

Gracias por pasarte por mi relato.

Un saludo.

Irene

Wanda

27/03/2025 a las 00:42

Hola Kelvin, gracias por comentar mi relato perdona me tardara tanto en pasar por el tuyo. El relato me pareció bien escrito con las descripciones me pude imaginar bien lo que estaba sucediendo,me gustó lo del monstruo que apareció lo que en un texto mas extenso les dará a los chicos algo que haga avanzar la historia pues hay que huir, talves cuando ya esten por encontrar algo vuelve a encontrarlos, etc. Me parece una buena historia que ojalá continues pero creo que para las limitantes de palabras era muy difícil desarrollar.
Saludos

Daniel Escobar Celis

01/04/2025 a las 13:52

Saludos, no había podido escribir hasta ahora. Me alegra haber leído tu relato. Ha estado lleno de intriga y giros. En realidad me recuerda un tanto a esos animes con argumentos estrafalarios.

En general, considero está bien escrita y es fácil de leer. Aunque queda uno picado porque parece el inicio de una historia mayor.

Aunque es tarde, gracias por pasarte por mi relato

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