Literautas - Tu escuela de escritura

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El teléfono olvidado - por Moldy BlastonR.

La estación de tren de Arroyo del Tiempo bullía de actividad en aquella sofocante tarde de verano. Los viajeros iban y venían, arrastrando maletas y consultando sus smartphones con prisa. En un rincón, casi oculto tras una columna de hierro forjado, un viejo teléfono público permanecía en silencio, testigo mudo del paso del tiempo.

Era un modelo anticuado, de metal gris y con un auricular tan pesado que parecía querer arrancar el cable enrollado. Nadie le prestaba atención, relegado al olvido por la tecnología actual.

Pero aquel día, algo cambió…

El timbre del teléfono resonó de repente, con un sonido metálico y estridente, sobresaltando a los pocos viajeros que estaban cerca. La gente se detuvo, mirando alrededor con desconcierto, buscando el origen de aquel ruido casi olvidado.

Marcos, un hombre de mediana edad fue el primero en reaccionar. Se acercó lentamente al aparato con una mezcla de curiosidad y aprensión. Tras dudar un instante descolgó el auricular.

—¿Diga? —preguntó, sintiéndose extrañamente nervioso.

Al principio, solo oyó unos ruidos metálicos. Luego, una voz femenina, débil y entrecortada, surgió como un susurro del más allá.

—¿Marcos? ¿Eres tú?

El hombre se quedó helado. Aquella voz… Era imposible, y sin embargo, la reconocería en cualquier parte.

—¿Mamá? —susurró, incrédulo, aferrándose al auricular como si fuera un salvavidas en medio de una tormenta de confusión.
—Hijo mío, por fin te encuentro —dijo la voz, cargada de emoción—. He estado intentando contactar contigo tantas veces…

Marcos tuvo que apoyarse en la pared para no caer. Su madre había fallecido hacía cinco años, llevándose consigo una parte de su corazón.

—Esto no es posible —murmuró, pasándose una mano por el rostro sudoroso—. ¿Quién es usted? ¿Qué clase de broma cruel es esta?
—No es ninguna broma, cariño —respondió la voz con dulzura—. Sé que es difícil de creer, pero en el otro lado… las cosas funcionan de manera diferente. Este teléfono es especial, una especie de puente entre mundos, una conexión entre lo que fue y lo que es.

Marcos miró a su alrededor, esperando ver cámaras ocultas o gente riéndose de su reacción, pero todos seguían a lo suyo, ajenos a su conversación.

—¿Por qué ahora, mamá? —preguntó—. ¿Por qué aquí, en este lugar?
—Porque hoy es el día, Marcos —explicó su madre—. Hoy vas a tomar una decisión muy importante y necesitaba advertirte, guiarte como hacía cuando eras pequeño.

El hombre frunció el ceño. Era cierto que iba de camino a una entrevista de trabajo en otra ciudad, una oportunidad que cambiaría su vida de forma radical.

—¿Advertirme sobre qué, mamá? —preguntó, con miedo y curiosidad.
—Sobre las consecuencias, hijo —dijo ella, con voz de preocupación—. Si tomas ese tren, si aceptas ese trabajo, perderás más de lo que ganarás. Tu familia, tus amigos, todo… Todo quedará atrás.

Marcos palideció. Había estado tan centrado en el éxito profesional que no había pensado en el precio emocional de su ambición.

—Pero mamá, es la oportunidad de mi vida —protestó débilmente.—. El puesto con el que siempre he soñado.
—No, hijo. Tu vida está con los que te quieren —respondió su madre con firmeza—. A veces, el éxito no se mide en dinero o poder, sino en amor y felicidad. ¿De qué sirve llegar a la cima si estás solo cuando lo logras?

La voz se fue apagando, mezclándose con los ruidos metálicos, como si la conexión entre mundos estuviera a punto de cortarse.

—¡Espera! —gritó Marcos—. ¡No te vayas aún, mamá!
—Te quiero, hijo mío —fue lo último que escuchó quedando solo un lejano zumbido.

Marcos se quedó inmóvil, con el auricular aún pegado a la oreja, procesando lo que acababa de ocurrir. Lentamente, lo colgó y dio un paso atrás, aturdido por la experiencia.
El altavoz anunció la llegada de su tren, pero Marcos no se movió. Miró su billete, luego al andén donde el tren comenzaba a detenerse, y finalmente al viejo teléfono. Con un suspiro rompió el billete y lo tiró a una papelera cercana. Después marcó un número en su móvil.

—¿Laura? He cambiado de idea. Vuelvo a casa.

Semanas después, una joven llamada Ana esperaba en la misma estación. Estaba a punto de irse cuando oyó un sonido peculiar. El viejo teléfono público volvía a sonar.
Ana dudó un momento, pero la curiosidad pudo más. Se acercó y descolgó el pesado auricular.

—¿Hola? —dijo, con voz temblorosa.
—Ana, cariño, soy la abuela —respondió una voz cálida y conocida—. Tenemos que hablar sobre tu futuro…

Comentarios (21):

IreneR

17/03/2025 a las 14:38

Buenas, Moldy.

Vaya teléfono más especial. Me ha gustado la idea y cómo la has desarrollado. Aunque no sé si yo reaccionaría de esa manera tan tranquila si mi madre, fallecida hace cinco años, me estuviera hablando por un teléfono.

Y bien hilado el final. Aunque los antepasados de los personajes se hayan ido, han encontrado una manera de seguir al lado de sus seres queridos.

Nos leemos.

Un saludo.

Irene

Daniel Calleja

17/03/2025 a las 18:08

Moldy, has creado un hermoso relato, lleno de esperanza y buenos valores. Me ha encantado leerlo. No encuentro nada que corregir, y eso que lo leí tres veces. Solo me queda felicitarte. Adelante. Saludos, espero leer tu relato el próximo mes.

Džoker

17/03/2025 a las 22:48

Saludos, vengo luego del comentario en mi texto agradecido por ello.
Primero lo bueno: la idea muy original, interesante un teléfono que conecte el más allá con el más acá (por así decirlo).
Interesante que dejes al lector con la intriga sobre la historia de Ana, buen gancho para quien quiera seguir leyendo.
Finalmente, la reflexión es tan positiva que me es imposible no estar de acuerdo.
Segundo, lo que no me gustó (que no quiere decir que sea algo malo):Los personajes no suenan naturales. Es difícil de verbalizar lo que quiero decir, pero no suena a la interacción que tendría un hijo que, después de no sabemos cuánto, vuelve a oír la voz de su madre.

En conclusión: un texto correcto que en redacción no le veo pegas, sin embargo, flaquea en la verosimilitud de los diálogos, lo que es una pena dado el interesante uso que le das al elemento del reto, la cabina telefónica.

IGNACIO Zrgz

17/03/2025 a las 23:10

Hola Moldy.
El relato está bien escrito y es muy imaginativo. Por ese lado, bien.
En general no me gustan las historias con mensaje explícito. Creo que es mejor dar a entender que hay prioridades en la vida a que sea tu madre o tu abuela la que te lo diga. Por ese motivo los personajes son un tanto postizos, poco naturales. Seguro que lo puedes mejorar.
Un saludo

Martin C

17/03/2025 a las 23:49

Hola Moldy! Soy nuevo en el taller asi que espero puedas pasarte por mi relato (26) y decirme que te parece. Me gustó tu relato, uno añora que le suceda algo así en la vida después de perder a un familiar tan querido. Yo lo mismo me hubiera subido al tren y hubiera luchado por ese puesto de trabajo pero sin dejar de lado tan valiosas palabras. Y la verdad que me hubiera asustado mucho de escucharla a mi vieja. Que reacciones podes tener si te pasa algo así? Buenísima la idea. Abrazo

Carmen sánchez Gutiérrez

18/03/2025 a las 12:57

Tu estilo es impecable, pero coincido con algunos de mis compañeros y creo que el diálogo es poco creíble. La conversación que mantiene es demasiado normal, demasiado cotidiana par una mujer muerta y su hijo. él no exclama, ni siquiera pregunta por su bienestar o le reclama el haberse ido tan pronto, solo contesta que el trabajo es muy importante para él, <>. una conversación más normal entre personas que se han vista el día anterior, ¿No te parece?. espero que no te ofendas, creo que eres un buen escritor pero que deberías darle una vuelta a la conversación y darle algo más de dramatismo a los personajes.
enhorabuena por tu excelente prosa y nos seguimos leyendo.

Moldy Blaston

18/03/2025 a las 13:04

Queridos compañeros y compañeras, os agradezco enormemente vuestros comentarios, que sin duda me ayudarán a mejorar en próximas ediciones.
Nos leemos!!!!

juanjohigadillo

18/03/2025 a las 13:21

Buenos días, Moldy:
Creo que poco puedo añadir a los comentarios ya hechos por mis compañeros. Eso sí, me gustaría dejar constancia de que a mí también me ha encantado tu relato; no le falta de nada. Ah, y si puedes pasarte por mi relato, el número 40, te lo agradecería.
¡Enhorabuena!

Carlos Tabada

18/03/2025 a las 14:04

Un relato ilusionante, no por la moraleja o buenos sentimientos sino porque compruebo que varias de las ideas que contemplé para escribir el mío se pueden resolver con brillantez, la incredulidad del que coge el teléfono o introducir elementos sobrenaturales.
Por poner algo que me gusta menos, una de estas ideas era acerca de cual de los viajeros respondería, lo que me lleva a 2 puntos del relato que veo relacionados entre sí, quizá sean los únicos puntos débiles para mí.
Me refiero al hecho de que sea Marcos y no otro el que contesta, y la frase al final “soy tu abuela..”.
Que habría pasado si en vez de Marcos contesta otro?, imagino una cola de madres y abuelas en el más allá para ver quien lo coge. Creo que por eso cuando contesta la abuela de Ana el resto del relato hace que esa frase yo la perciba como rutinaria, algo así como “ya está otra vez la pesada de la abuela”

Mónica Bezom

19/03/2025 a las 05:38

Hola, Moldy.

Un relato movilizante que se desplaza a través de una narrativa ágil y directa en la que la naturalidad de Los diálogos reluce. Por su parte, el recurso del teléfono como elemento de enlace entre dos mundos resulta efectivo.

Me ha gustado leerte.

Alicia

19/03/2025 a las 18:45

¡Hola, Moldy!

Aquí estoy como buena vecina contestando tu relato.

En primer lugar, agradecerte tus observaciones. Es cierto que aflojé y no mantuve el suspense hasta el final del relato.

Tu relato me hizo reflexionar sobre cómo a Marcos, por medio de una llamada, le avisaba su madre que iba a cometer un error eligiendo ese trabajo. A menudo intuimos que algo no nos da buena espina y persistimos.

El relato muy ameno y me gustó mucho. Es verdad que en algo coincidimos.

Encantada de leerte. Hasta la próxima.

David Llurba

20/03/2025 a las 07:19

Hola, Moldy, un gusto leerte.

Solo corregiría juntar el primer y segundo párrafo. No veo razón para que estén separados.

Respecto al relato, un texto muy fluido, lleno de diálogos bien puntuados. A diferencia de otros lectores, que leo en los comentarios, sí veo la conversación creíble. La temática del más allá un poco manida, supongo, pero bien llevada. La propuesta de este mes creo que ha encorsetado las ideas de la mayoría. El tema que he propuesto yo también está manido.

Gracias por comentar mi texto. Un saludo.

lady_p

20/03/2025 a las 10:55

Hola Moldy, me llama la atención que hayamos construido relatos tan parecidos. Un sentimiento de respeto y conexión con el más allá flota en el ambiente. Buena aportación.
Saludos!

PROYMAN1

21/03/2025 a las 17:01

Muy bien Moldy Blaston me gusta en el relato como planteas algo irreal, fácilmente en el final del relato se llega a ver la irrealidad.
Esta por ver si la decisión que toma Marcos es la acertada haciendo caso al mas allá de su madre.
Como siempre tus relatos son grandes dentro de los grandes.
Los compañeros que te han leído ya aportan sus ideas y yo estoy de acuerdo con ellas.
te doy las gracias por haber leído mi relato y si te ha gustado como me dices es señal de que lo escrito transmite lo que tuve en mi cabeza.

Moldy Blaston

21/03/2025 a las 19:04

Queridos compañeros y compañeras de viaje.

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que os habéis tomado la molestia de leer mi relato y compartir vuestros comentarios conmigo. Vuestras palabras son un gran estímulo para seguir adelante con mi pasión por la escritura. Me alegra enormemente que hayáis disfrutado del relato (unos más, otros menos) y que hayáis encontrado algo, por pequeño que sea, que os haya conmovido o inspirado. Vuestra retroalimentación es invaluable para mí, tanto los defectos encontrados como las fortalezas y os aseguro que cada mensaje me llena de energía y motivación. Gracias por seguir participando en este proyecto tan maravilloso y por ser parte de este viaje creativo. En la medida en que las fuerzas me acompañen seguiré compartiendo historias. Muchas gracias nuevamente por vuestro apoyo y … Nos leemos !!!.

Ebea

22/03/2025 a las 19:44

¡Hola, Moldy Blaston! Aquí tu vecina y amiga del 49, devolviendo la visita.

Mis más sinceras felicitaciones por tu trabajo, me ha encantado leerte.

El relato combina realismo mágico con una reflexión profunda sobre las decisiones que definen nuestras vidas. La atmósfera que creas es envolvente: la estación de tren, con su bullicio y ese teléfono público anticuado, funciona como un escenario perfecto para introducir un elemento mágico en medio de lo cotidiano. Ese contraste entre lo moderno (los smartphones, la prisa de los viajeros) y lo antiguo (el teléfono) refuerza la idea de un puente entre dos mundos, tanto físico como emocional. El realismo mágico está bien integrado, y el género se siente coherente y atractivo. El teléfono como puente entre mundos es una idea fascinante, y es algo que muchos en este taller hemos explorado en sus diferentes versiones.

El tono del relato es un tanto melancólico, pero sin duda esperanzador, lo que encaja perfectamente con la temática de las decisiones vitales y el peso del pasado. Usas un lenguaje claro y fluido, con descripciones precisas que ayudan a visualizar la escena sin resultar recargadas. Frases como “el auricular tan pesado que parecía querer arrancar el cable enrollado” o “una voz femenina, débil y entrecortada, surgió como un susurro del más allá” aportan una sonoridad y musicalidad que enriquecen la lectura. ¡Me ha encantado la lectura!

El conflicto central del relato —la decisión de Marcos entre su ambición profesional y su vida personal— es universal y fácil de conectar emocionalmente. La aparición de la voz de su madre fallecida añade un giro intrigante que genera expectativas y las cumple de manera satisfactoria. El mensaje final sobre el valor del amor y la familia frente al éxito material es conmovedor y bien transmitido. Al final, tanto tu relato como el mío terminan respetuosamente cerca, sin llegar a tocarse.

Aunque el tamaño del relato es corto, Marcos está bastante bien perfilado. Su reacción, su nerviosismo y su eventual aceptación de la situación son, hasta cierto punto, creíbles y humanizan al personaje. La voz de la madre, aunque aparece brevemente, tiene una presencia emocional fuerte, lo que refuerza el vínculo entre ambos y la importancia de su mensaje. Si bien, coincido con lo que dicen otros compañeros en que quizás no resulta muy creíble la intervención de la madre y la aceptación así tal cual del protagonista de lo que le plantea… pero bueno, es que the show must go on, y tú sencillamente resuelves y sigues adelante, lo cual tampoco está mal. Si hubiese más espacio de escritura, seguramente resolverías de otro modo. Para ser sincera, hay guiones demasiado famosos con un planteamiento similar.

El ritmo, entiendo, es adecuado para la extensión del relato. La acción avanza de manera fluida, desde el sonido del teléfono hasta la decisión final de Marcos. El clímax emocional, cuando Marcos rompe el billete y decide volver a casa, está bien construido y resulta impactante.

En mi opinión, los personajes secundarios, como Laura o Ana, aparecen de manera muy fugaz y carecen de profundidad. Sería interesante explorar más su papel en la historia, especialmente el de Ana, cuya aparición al final sugiere que el teléfono tiene un propósito más amplio. ¿Es necesario presentarla? ¿Hubiese sido más útil un personaje inespecífico que diese continuidad sin presentación? Presentar a Ana podría abrir la puerta a una historia más extensa o incluso a una serie de relatos interconectados, pero con la extensión que teníamos, no sé si termina de funcionar.

El final, aunque creo que es efectivo, podría ser más impactante si se explorara un poco más la reacción de Marcos tras su decisión. Tal y como me pasó a mí también, el final resulta un poco abierto. ¿Cómo se siente Marcos al volver a casa? ¿Qué impacto tiene esta experiencia en su vida? Además, como dije antes, la aparición de Ana al final es intrigante, pero queda demasiado abierta. Creo que o bien profundizas con Ana, dándole algo más al personaje, o la dejas como un personaje sin nombre ni futuro. Eso podría cerrar el círculo de manera más satisfactoria, ya que le daría continuidad sin implicar la presentación de otro personaje. Al final, pienso que se trata de estilos de escritura también, y es importante que tú sepas qué sentido debía tener Ana en el conjunto de lo que querías contar.

Aunque las descripciones visuales son muy buenas, también creo que se podría enriquecer el relato con más detalles sensoriales (olores, texturas, sonidos ambientales) para sumergir aún más al lector en la atmósfera de la estación y en la experiencia de Marcos.

Los diálogos son efectivos, pero en algunos momentos siento que podrían ser más naturales. Por ejemplo, la frase “No es ninguna broma, cariño” de la madre me suena un poco formal. Un tono más de madre podría reforzar la conexión emocional entre los personajes. Igualmente, será que no concibo a mi madre hablándome así.

En resumen, tienes un relato conmovedor y bien construido que combina con acierto el realismo mágico y la reflexión emocional. Demuestras una habilidad notable para crear atmósferas y desarrollar conflictos universales que resuenan en el lector. Con algunos ajustes, este relato podría alcanzar un nivel aún más alto del que ya tienes.

¡Enhorabuena por esta historia! Espero seguir leyéndonos en el futuro.

Yvonne (María Kersimon)

22/03/2025 a las 21:07

Hola Moldy,
Gracias por tu visita y muy generoso comentario. Tu texto me ha impresionado, porque está muy bien escrito y por el paralelo que guarda con el mío, sólo que en tu caso, la madre es una madre buena de principio a fin. Ambas van hasta el último recurso y harían lo que fuera para salvar al hijo. El mensaje viene a ser el mismo: priorizar el amor y el compartir sobre el éxito profesional. Dos personas que viajan hacia un desierto emocional apostándolo todo a la carta del éxito profesional. ¡Increible el paralelismo!
Describes muy bien las emociones encontradas de reconocimiento e incredulidad, la lucha entre razón y fe, el miedo a ser diferente y al ridículo, todo ello resultando en una tormenta perfecta que le hace asirse del auricular como de un salvavidas.
El texto se va desplegando a ritmo apacible, sin estridencias. Las emociones están bien descritas y se adivina la profunda conexión entre madre e hijo pues éste no se resiste. Ya venía visualizando él el mal paso en su subconsciente.
Me ha gustado leerte.
Saludos.

María Jesús

23/03/2025 a las 19:54

Hola Moldy: Muy interesante la propuesta que has presentado, ojala hubiese teléfonos así, que nos adviertan de las consecuencias de las decisiones que estamos a punto de tomar. Me ha parecido que estaba muy bien escrito y su lectura ha sido fácil. De los que me gustan, vaya.
Un saludo.

CARMELILLA

24/03/2025 a las 13:40

Hola, Moldy. Gracias por leerme y tu enriquecedor comentario.
Muy buena descripción de lo que ocurre en la estación así como del viejo y pesado teléfono.
Para mí el diálogo entre la madre y el hijo es, precisamente, la presentación de cómo es este. Diálogo que me parece bien llevado.
Creo que el conflicto en tu relato es la ambición con la que Marcos envuelve su vida, y ahí está la madre salvadora, porque hay muchas madres salvadoras, eso yo lo tengo claro.
Presenta ritmo y lectura ágil. Bien escrito. Quizá a mí me hubiera gustado que el final tuviera un giro intrigante, pero es tu relato, no el mío.
Muy buen trabajo, Moldy.
Saludos.

Vespasiano

25/03/2025 a las 00:23

Buenas noches, Moldy Blaston:
En primer lugar agradecer la lectura y los comentarios que haces de mi relato.

El tuyo me ha parecido una idea muy bien enfocada hacia la posibilidad de “vida” después de la muerte y de la custodia que algunas almas buenas puedan ejercer sobre sus seres queridos desde el infinito.

Me queda la duda de si Marcos acertará o no con la decisión que ha tomado; pero seguir los consejos de su madre que se ha tomado la molestia de “mover Roma con Santiago” para hablar con él merece la pena seguirlos.

A mi me ha gustado lo que has escrito, y a la vista de la segunda llamada a ese teléfono le debian de poner un cartel que diga: “Teléfono de la esperanza”.

Nos seguiremos leyendo.

Moldy Blaston

25/03/2025 a las 19:45

Muchas gracias Ebea, Yvonne, María Jesús, Carmelilla y Vespasiano por vuestra visita y sobre todo por vuestras alentadoras palabras. Creedme que todo lo que aportáis me llena por dentro de una energía suplementaria, imprescindible para seguir avanzando en este mundo de la escritura.
Gracias de corazón y deseando ya que pasen estos próximos días para volver a leeros.
Un fuerte abrazo.

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