Literautas - Tu escuela de escritura

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La llamada del bosque - por EbeaR.

Web: https://queliada.wordpress.com/

Sofía permanecía apoyada en un antiguo teléfono público, pensativa, observando a los jóvenes viajeros apurados que pasaban por la estación. Mientras reflexionaba sobre su nueva situación, esperaba el aviso del tren que la llevaría de regreso a casa tras la universidad. Estaba hecha un lío; odiaba sentirse así, pero realmente no veía futuro en su vida. Sentía que la Generación Alpha, a la que pertenecía, enfrentaba problemas que sus mayores jamás habían experimentado, y no sabía cómo transmitírselos.

De repente, la cabina sonó con un timbre antiguo y característico, sacándola de sus pensamientos. "¿Todavía funciona esta antigualla?", se preguntó en ese momento.

Al principio, intentó ignorar el sonido y se alejó de la cabina con unos pasos. Los otros viajeros pasaban de largo, absortos en sus smartphones, sin prestar atención al timbre insistente que, inexplicablemente, atraía a Sofía y la urgía a responder. ¿Qué tenía aquella vieja pieza de museo urbano que la impulsaba a contestar?

Mirando a su alrededor con curiosidad, finalmente Sofía entró bajo la pequeña cubierta de metal de la cabina y levantó el pesado auricular.
—¿Hola? —preguntó con voz temblorosa.

Del otro lado, una voz suave y anciana respondió:
—Hola, Sofía. Te estaba esperando desde hace mucho tiempo.

Sofía alejó el auricular, mirándolo sorprendida. ¿Cómo sabía la voz su nombre?
—¿Quién eres? —quiso saber, intentando mantener la calma.
—Yo soy de otro tiempo y lugar. Soy la que sabe, la que planifica, la que guarda, la que guía. Simplemente, soy la única que puede hablar contigo. Este teléfono es un portal a medio camino entre lo que ha sido, lo que es y lo que será… o podría ser. Hay algo que debes hacer.
—Señora, por favor, no tengo tiempo para esto…
—Efectivamente, no tienes tiempo.

El mundo a su alrededor comenzó a desaparecer. La estación de tren se transformó en un bosque encantado, con árboles de cristal, altos y majestuosos, cuyas hojas titilantes desprendían una luz tenue y mágica. El bosque estaba atravesado por un río de aguas rápidas y lecho de piedras de vivos colores. En algunos tramos, el agua formaba remansos de paz; en otros, rápidos turbulentos. El aire de aquel lugar era suave, casi sedoso, y dejaba un regusto agridulce en el paladar, como si el tiempo mismo tuviera sabor. El suelo que pisaba se sentía blando e inestable, como una fina capa de hielo sobre nieve: lo suficientemente mullido para amortiguar una caída, pero tan inconsistente que costaba mantener el equilibrio. Sofía todavía sostenía el auricular, pero ahora parecía hecho del mismo cristal translúcido que formaba parte viva de aquel bosque extraño y fascinante.

—Tu misión es encontrar —dijo la voz.
—¿Encontrar qué? —Sofía, frustrada, sintió cómo el pecho se le agitaba.

El teléfono se había evaporado, dejando un polvo de arcoíris en su lugar. Miró su mano, incrédula. Estaba sola. No sabía dónde o cómo había llegado allí, tampoco cómo salir. Pero sí sabía una cosa: si permanecía quieta, no podría hacer nada. Sería imposible salir y encontrar nada ni a nadie. Debía avanzar, siempre hacia adelante, hacia la salida del sol, como le solían decir sus padres.
La única manera de conseguir algo sería marcando su propia dirección y caminando hacia ella. Se detuvo a pensar, buscó alguna referencia, pero no encontró ninguna más útil que el reloj analógico que le habían dado sus padres. Marcaba la hora y tenía una brújula.
Decidida, dio el primer paso de muchos hacia el oeste, justo en dirección al río, sintiendo que el suelo se volvía ligeramente más firme bajo sus pies a cada paso que daba.

—Gracias —escuchó al otro lado del auricular, trayéndola de golpe al lugar de partida—. Gracias por entender el verdadero viaje que debías hacer.

Sofía miró el auricular en su mano, luego alzó la vista, aún aturdida por lo que acababa de vivir. Nadie en la estación parecía haber notado su ausencia. Para ella, habían pasado días, quizás meses, en aquel bosque mágico y delicado. Sin embargo, todo a su alrededor permanecía igual, inmutable. Solo algo en ella había cambiado, algo profundo, que jamás podría explicar.

Regresó a la estación una y otra vez, intentando discernir si lo vivido había sido real o no. El teléfono antiguo continuaba sonando para otros, ya no para ella, seleccionando viajeros al azar. Algunos regresaban; otros, sencillamente, desaparecían.

Esta vez fue un joven quien levantó el auricular. Sofía, observando desde lejos, vio claramente cómo se desvanecía en un parpadeo. ¿Quién usaba un teléfono público en aquellos días?

Comentarios (9):

Berundgaar

17/03/2025 a las 14:14

Hola. Soy tu vecino de más abajo. El del 50. Es curioso, pero hemos tenido ideas similares. No quiero hacerte “spoiler”, lee mi escrito si te apetece.
El tuyo me ha gustado, sinceramente. Describes muy bien los escenarios. Casi he podido oír la corriente del río del bosque encantado.
Encantado he quedado yo, tras leer tu relato.
Te seguiré leyendo.
Saludos.

Jose Luis

17/03/2025 a las 16:58

Hola
Soy tu amigable y vecino Jose Luis
Pasaba por aquí para intentar hacer una pequeña reseña.
Del mundo real pasamos a un mundo de fantasía. Y la descripción está bien, y el ambiente está muy bien. ¿En qué consiste la historia? Echo de menos un verdadero conflicto, un problema, un algo que debe ser resuelto por el personaje principal o los personajes principales.
He notado un poco de incoherencia, hay un salto un poco ilógico desde el momento que el personaje se encuentra en ese mundo de fantasía, hasta que vuelve a la realidad. Pero no hay mucho que contar, porque no se explica nada con más detenimiento. Ocurren cosas porque sí.
Quizá se debe a la brevedad, a las pocas palabras de que disponemos para narrar un cuento.
Pero bueno, es solamente mi opinión personal, nada más.
Un saludo

Ebea

18/03/2025 a las 18:21

¡Hola a todos! Gracias por sus visitas y comentarios. Ando un poco corta de tiempo, así que no he podido dedicarme a los análisis como me gustaría. Espero poder retomarlos con más calma a partir del día 20.

Primero, quiero agradecer a Berundgaar por su comentario. Ya pasé por su relato para dejarle mi respuesta. Es cierto que nuestros relatos tienen similitudes, aunque quizás el suyo esté mejor ejecutado que el mío.

También quiero agradecer por su análisis a José Luis del relato número 46. Prometo devolverle la visita pronto, después de ponerme al día con las visitas pendientes. Aprecio mucho su análisis y procedo a responder:

Tal vez me excedí un poco con la ambición. La historia buscaba reflexionar sobre los desafíos de las nuevas generaciones, la búsqueda de identidad y la importancia de la acción y la decisión en el futuro individual. También intenté abordar la influencia de la crianza en todo este proceso usando como metáfora la brújula de los padres y el suelo demasiado blando.

Reconozco que traté de combinar demasiadas referencias, lo que quizás afectó la claridad del resultado final. Definitivamente, si tengo que explicar el significado del relato, es señal de que no se entiende el mensaje.

El momento en que la protagonista recibe la llamada del bosque es justo cuando duda sobre el futuro, siente incapacidad para afrontarlo y dificultad para comunicárselo a sus padres. El regreso es cuando toma la decisión de avanzar hacia lo desconocido, guiada por la “brújula” que le dieron sus padres. La brusquedad de la ida y del regreso es intencional, ya que mi objetivo era resaltar la importancia de la actitud en un entorno desconocido, más que el viaje en sí. ya que, todas las generaciones nos hemos enfrentado a futuros nuevos y desconcertantes, distintos a las de nuestros padres y abuelos pero al final es la actitud y las enseñanzas de nuestro entorno (nuestros padres) la que nos ayuda a guiar.

Me hubiera gustado desarrollar más el viaje en sí y hacer tanto la llegada como el regreso más gradual, pero el número de palabras era limitado y quería que el mensaje llegase. Cometí un error, Asumí que el mensaje se entendería puesto que yo sí lo entendía, pero me doy cuenta de que mi perspectiva como autora no siempre coincide con la de los lectores. y lo que a mí me resulta evidente, igual no lo es tanto para otros.

Siempre agradezco sinceramente todos los análisis y las opiniones personales, incluida la tuya Jose Luis, ya que todo me ayuda a mejorar. Me gusta dar buenos comentarios y que me los den (a quien no), pero eso no significa que no acepte las críticas.

Un saludo, nos seguimos leyendo.

Brandon Quiroga

18/03/2025 a las 21:03

Hola, he leído tu relato y voy a comentar un par de cositas.
Primeramente lo bueno: me gusta tu forma de escribir, es bastante sencilla y clara. Sabés describir muy bien los escenarios y crear imagenes precisas cuando se están leyendo. El mundo mundo fantástico me parece tan bien logrado que me habría gustado leer más sobre él.
Sin embargo, como dijeron en los comentarios anteriores, tanto los de los compañeros José Luis, Berung y vos misma, sentí que faltó desarrollo.
La primera lectura que hice fue bastante centrada en lo que estás contando. La historia de la chica que recibe una llamada de alguien que dice conocer absolutamente todo de ella y que es transportada a un mundo de famtasía para luego regresar cambiada y ver que hay otros, como ella, que se enfrentan a ese mundo (y algunos no regresan). Pero ahí dentro no pasó nada más que iniciar un camino en un lugar realmente hermoso. ¿Qué fue lo que pasó ahí dentro para que cambiar algo en ella? ¿Por qué algunos no regresaban? ¿Qué pasaba en realidad?

Realicé una segunda lectura con la intención interpretativa con la que lo dotaste, sin embargo no logro identificar dentro del relato ningún elemento que me dé la claridad suficiente para alcanzar tu interpretación. Porque ¿qué relación existe entre los problemas que tienen la generación Alpha con el mundo fantástico que describes?
Si ese mundo de fantasía existe como una alegoría sobre el camino desconocido que todo jóven debe transitar (¿qué tipo de camino?), ¿por qué es un mundo hermoso? Si ahí se enfrentan a la falta de identidad, recalco, ¿por qué es un lugar bonito? ¿Por qué algunos se pierden para siempre?
Como te digo, el cuento está muy bellamente escrito. Sabés describir muy bien, sin embargo, te sugiero que lo reescribas, lo extendás para que el mensaje que quieras transmitir quedé muchísimo más claro. Y sé que podés lograrlo. Felicidades por tu relato.
Nos leemos.

Moldy Blaston

19/03/2025 a las 11:08

Hola Ebea, te paso mis comentarios.

Me ha parecido un relato original y potente, con una dinámica emocional verosímil y un final abierto intrigante. Tu relato fusiona muy hábilmente la fantasía onírica y la crítica generacional, usando el teléfono público como símbolo de conexión entre la alienación tecnológica y la búsqueda interior. La construcción del bosque de cristal tiene una gran riqueza sensorial (suelo inestable, aire agridulce), creando una atmósfera mágica que refleja la fragilidad emocional de la protagonista. El viaje de Sofía creo que funciona como metáfora de madurez. Todo ello en conjunto me ha maravillado.
Por ponerte un pero, que quizás no lo merezcas, creo que el clímax pierde algo de fuerza al resolverlo con un cambio interno abstracto (“algo profundo había cambiado”). Me refiero a concretar ese cambio interno, mostrar, no solo enunciar, ese “algo profundo” (ej: decisión de abandonar redes sociales, reconciliación con sus padres).
Te felicito por tu excelente trabajo y pienso que es un acierto acercarme cada mes a tus escritos.
Si quieres te invito a pasarte por el mío (*17) y darme tu opinión.

Codrum

19/03/2025 a las 16:24

Hola,
Por falta de tiempo, no he podido leer los comentarios anteriores, así que pido perdón si me repito.

De primeras te diré que tu texto me ha gustado mucho. El del mes pasado tenía opciones de mejoría, y con este creo que has dado un paso muy grande.
Aunque las descripciones son muchas, están muy bien balanceadas con el resto del relato. Así que consigues mostrar un escenario bellísimo, sin agobiar al lector.
Mezclas diálogo y pensamientos internos para enriquecer el texto y hacerlo más variado.
Está muy bien estructurado.
La duda de la protagonista , la llamada, un viaje, el recordar las enseñanzas de sus padres -marcadas por la frase y el reloj- , atreverse a tomar sus decisiones y avanzar decidida hasta lo que ella ve como una solución enfrentándose y tomando la responsabilidad .
En un texto tan pequeño la protagonista evoluciona mucho.

Los diálogos son naturales.
La frase de: —Efectivamente, no tienes tiempo. Crea un mundo de expectación en el lector. ¿ Qué va a pasar? Y al releer el texto deja una interrogante filosófica en el lector. ¿ Cuánto tiempo disponemos?

Importante la función de los diálogos para dejar un poso de pensamiento y reflexion en los lectores.
Dado a que te gusta mucho describir – y lo haces muy bien- te queda poco espacio para que sucedan cosas, pero aquí creo que con pinceladas has llenado un cuadro paralelo en la mente del que les el texto y se detenga a pensar.

Así que te felicito.
Noto un avance muy grande del anterior.
Si puedo volveré y leeré los comentarios

Buen trabajo

Ebea

21/03/2025 a las 13:39

Hola Brandon, Moldy y Codrum,

Muchísimas gracias por vuestros comentarios. De verdad valoro mucho el tiempo y la atención que le habéis dedicado a mi relato, y vuestras opiniones me ayudan un montón a seguir mejorando.

Este texto lo trabajé desde otra perspectiva diferente, pero, como siempre me pasa, pretendo hacer más de lo que mis capacidades me permiten. Quise cargar de simbolismo todo el relato, pensé en lo que quería contar y cómo encajarlo simbólicamente en el puzzle para que quedase bien. Creo que me he pasado porque hay lectores que no han entendido el mensaje y, lejos de que sea más o menos bonito, no cumple demasiado bien la función que yo le quería dar.

Y mis excusas inexcusables: la limitación de palabras… ese será siempre mi problema. Da igual que nos pidan un texto de máximo 2500 palabras, estoy segura de que me seguiría quedando pequeño. Es un problema, lo sé, lo acepto. Me gusta escribir, pero me quedo siempre a medio camino entre lo que quiero y lo que puedo.

Brandon, te agradezco especialmente que hayas destacado lo visual que te ha parecido el mundo fantástico y cómo he descrito los escenarios. Me alegra mucho que te haya gustado, y entiendo que te hubiera gustado más desarrollo en la conexión entre el bosque y los problemas de la Generación Alpha. Como ya se dijo, la limitación de palabras hace que tenga que decidir qué es lo que quiero contar, y aunque el mensaje no es lo suficientemente claro como para que todos lo entiendan, la ambigüedad puede ser un recurso poderoso también. Al no explicar todo de manera explícita, estoy intentando que el lector reflexione y encuentre su propia interpretación. Intentaba que la historia fuese más personal y significativa para quien lo lee. Obviamente, no está logrado tal y como quería.

Moldy, me ha hecho muy feliz que entendieses las referencias que he puesto. Has entendido la construcción, el objetivo y la metáfora de la llamada del bosque. Has visto la mezcla entre fantasía y crítica generacional, y que el bosque de cristal te haya parecido tan rico en sensaciones me hace sencillamente feliz, pues es lo que quería conseguir.

Lo de concretar más el cambio interno de Sofía es una sugerencia buena pero con matices. El no concretar el cambio de la protagonista era intencional, pues tenía como objetivo dejar a la imaginación del lector cuál ha sido ese cambio, proyectando sus propias experiencias y emociones en la protagonista. El énfasis del relato debía estar en el proceso de transformación, no en el resultado concreto; esa era mi idea, al menos. Lo importante es que ella ha tomado la decisión de avanzar, de enfrentar la incertidumbre y de buscar su propio camino. Este mensaje es universal y no necesita ser concretado para ser poderoso, pero también reconozco que sencillamente me paso con el mensaje y quizás sí es necesario ser un poco más específica para ayudar un poco al lector, porque está claro que no consigo que todos lleguen al mismo punto. Voy a pensar cómo puedo darle una vuelta sin perder la esencia. ¡Gracias por la idea!

Me siento muy honrada de que me visites mensualmente; hace que me sienta responsable de mis lectores, además de mis relatos, y que me quiera esforzar una pizquita más todavía, si cabe, en mejorar.

Codrum, me hace mucha ilusión que hayas notado la evolución en mis relatos. Me está costando, y creo que también depende mucho del reto mensual. La diferencia entre el mes pasado y este es que el narrador testigo me hizo sufrir mucho. El tiempo que dediqué a la revisión del relato anterior para (no) cumplir el reto adicional ha sido el mismo que a este le dediqué cargando de simbolismos las descripciones. No sabía si había logrado en esta ocasión que no fuesen tan agobiantes como en el reto de enero o el de febrero.

También me alegra que hayas notado el trabajo en los diálogos y las descripciones, y que hayas captado la frase de “no tienes tiempo”, que para mí era clave en el relato. La plasmé de unas cincuenta veces distintas y la modifiqué y toqueteé hasta encontrar la manera que, para mí, funcionaba como debía.

Sí, trabajé mucho en este relato, quizás un poco menos que en el anterior, aunque con mejores resultados, al parecer. Si bien es cierto que no todos los lectores captan lo que yo pretendía, qué le voy a hacer, soy demasiado ambiciosa y no conozco el límite de mis capacidades.

Que el relato te haya dejado pensando es lo mejor que me podías decir. Me siento muy orgullosa de que captaras la pregunta implícita de cuánto tiempo tenemos y las enseñanzas de nuestros padres al tomar decisiones. ¡Así que mil gracias por eso!

En resumen, chicos, vuestros comentarios me han dado mucho en qué pensar y me han hecho muy feliz porque, al menos, sé que, aunque el mensaje no llegase del todo bien a todos los lectores, sí se puede captar. Sé que siempre hay cosas que puedo mejorar, como equilibrar o concretar un poco más algunos aspectos, pero soy feliz porque mi relato funciona (no del todo bien para todos, pero lo hace al menos para algunos).

¡Aprecio vuestras críticas con sinceridad y vuestro apoyo! ¡Un abrazo y nos leemos!

Carlos Tabada

24/03/2025 a las 15:37

Hola Ebea.

Es mi primera participación en el taller, he comentado como 10 relatos y empiezo a pensar si no me estoy haciendo pesado, pero leí tu comentario en uno de ellos y me pareció acertado y enriquecedor así que voy a arriesgarme a comentar aquí.
Bueno, es curioso que reconozcas haber repensado la parte de “no tienes tiempo” porque has usado la palabra “efectivamente” de la forma más apropiada que recuerdo haber leído. Es autoritaria en la justa medida, didáctica, maternal, concisa y lo más impresionante, no desentona con el polvo arcoiris.
No voy a sugerir mejoras porque creo que el relato cumple sus expectativas, había pensado mencionar partes que pueden sonar poco maduras, “bosque encantado”, “portal a medio camino”, pero igual tratabas de reflejar un tipo de pensamiento.

Ebea

26/03/2025 a las 12:39

Gracias por tu comentario Carlos Trabada.

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