Literautas - Tu escuela de escritura

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Descubrimiento - por Patricia Redondo

Web: https://macedoniadeletras.wordpress.com/

Los finales a la vuelta de la esquina y yo no había tocado un libro. El último tramo del mes de Mayo presagiaba el inicio del verano. El sol lucía esplendoroso, los días se alargaban. Olía a piscina, siestas en el verde alfombrado del campus y cervecitas en terraza hasta la madrugada. ¡Como para apetecerle a uno encerrarse en la biblioteca!

Pero no había más remedio, papá había amenazado con retenerme todo el verano en Madrid estudiando si no aprobaba cuatro de las seis asignaturas del curso. Y lo que era peor, retirarme toda asignación si no sacaba el resto en Septiembre. “Dos años haciendo derecho y no has aprobado ni un parcial. Esto se acabó”, había bramado.

Me encaminé de mala gana hacia el edificio y me dejé caer pesadamente en una de las sillas del fondo de la sala de estudios. Había una grieta en la pared. No era muy grande y no había motivo para fijar mi atención en ella más allá del soberano aburrimiento que me provocaba el libro que tenía abierto delante de mis narices.
La grieta me parecía una metáfora. Por su abertura se escapaban los sueños de mi padre de verme convertido en un abogado de pro y los míos de pasar mi juventud y parte de mi edad adulta viviendo del dinero de mi progenitor. Estaba seguro de que hiciera lo que hiciera acabaría trabajando en la empresa familiar ¿Para qué acelerarlo? ¿Acaso iba a desperdiciar mis mejores años y este glorioso cuerpo que me habían regalado los dioses, enterrado entre volúmenes jurídicos y papeles? ¡No señor!

“Se entiende por Código (códex o códice) a todo cuerpo único, ordenado y sistemático de normas jurídicas. Se diferencia de otras colecciones normativas, como la compilación y la recopilación, por su elevado grado de blablablablabla…..”

¡Puta grieta! Ahora semejaba una mueca que, burlona, se mofaba de mi situación. ¡Adios Luisito!¡Adios a la vida loca, los gin tonics , las pirulas, los ferrys a Ibiza, la fiesta perpetua!

Concéntrate Luis, joder.

“Las seis fuentes del Derecho Romano fueron las leyes, los plebiscitos, los senadoconsultores…”

¡Vaya, la pelirroja que tengo enfrente está bien buena! ¿Estará en mi facultad? No me suena de nada

¡Coño Luis!

Vuelta al libro. Vuelta a la grieta. Ahora se había convertido en una sonrisa sensual de labios aterciopelados y dientes perfectos. La sonrisa de Susana.¡Ah Susana! Que hermosa. Esbelta, de piernas infinitas. Pechos pequeños y redondos, insuperables. Tímida, introvertida, delicada, toda ternura.
Justo lo contrario que Clara. Caderas anchas, formas abundantes y rotundas. Todo su cuerpo es una invitación al abrazo. Y ella los prodiga, generosa, reparte besos y caricias. Un auténtico volcán en la cama.
¡Uy! ¿Pero qué está pasando? Algo se está animando ahí abajo, vaya , vaya, mira tú…quien me iba a decir a mi que se me iba a empinar estudiando derecho romano, ¿Eh, pelirroja? ¡Ja ja ja ja! Si es que uno está hecho un toro, y tiene “amor” para dar y regalar.

Bueno basta, así no hay quien estudie. La jodida grieta me ha arruinado la tarde. Vuelvo mañana y me busco otro sitio. Y empiezo en serio. Hoy ya no tiene arreglo, para lo que queda mejor me acerco al Kuay a ver si están los colegas por allí y me meto unos botellines. Lo siento por los telépatas que menudas dos horitas de estudio les he dado ¡Jajaja!

Entonces una voz femenina estalló dentro de mi cabeza: “Tienes razón, eres un auténtico muermo”

Me levanté de un salto, asustado. La silla se volcó con estrépito. Algunos chistaron, otros rieron sin disimulo. Rojo como la grana me abalancé sobre la mesa y recogí precipitadamente mis libros. Mientras devolvía la silla a su sitio observé como la pelirroja me miraba fijamente y me reconvenía moviendo su cabeza a ambos lados.

Comentarios (15):

Ricardo Ramírez

18/02/2025 a las 13:19

A también me da pereza intentar leer un libro cuando el sol brilla hermoso afuera. ¿Qué será más difícil de superar? ¿Aquella grieta necia en la pared o la mirada inquisidora de esa pelirroja? Muy buen relato.

JOSÉ MARÍA

18/02/2025 a las 19:44

Buenas patricia. un placer leerte, me toca comentarte .me ha resultado algo complicado entender tu escrito, entre otras cosas quizás, porque no resulta fácil escribir en primera persona si no estas acostumbrado, a mí me pasa eso, creo que faltan algunas comillas para dejar claro cuando hablas, aunque sea en tu mente, tampoco me hagas caso igual soy yo el que está equivocado. un saludo José María.

María Jesús

19/02/2025 a las 12:08

Hola Patricia: A mí tu relato me ha parecido redondo, como tu apellido. Me ha encantado la manera en que has metido la grieta en el texto convirtiéndola en un personaje más. Y las reflexiones del protagonista, dispersándose constantemente. Lo he disfrutado realmente. Un saludo.

IGNACIO

19/02/2025 a las 16:28

Hola Patricia.
Si lo he entendido mal me lo dices. Hay un “figura” en la biblioteca y se comunica por telepatía con su entorno, seguramente de manera inconsciente, con lo que las tonterías que se le ocurren son conocidas por sus vecinos de pupitre.
Escribes bien, describes bien, pero nos has puesto el argumento un poco difícil de entender. No es una crítica, porque está bien hacer que la gente se esfuerce.
Saludos

Mónica Bezom

19/02/2025 a las 20:29

Hola, Patricia.

¡Caramba! Una historia pícara y desenfadada -o los pícaros pensamientos de Luis “este glorioso cuerpo que me habían regalado los dioses”¡jaja!- contada con un ritmo ágil y descontracturado que facilita la lectura y que, además, divierte. !¡Muy buena!

Me ha pasado como a Ignacio; deduzco que la grieta establece telepatía entre Luis y la pelirroja, pero no estoy segura.

Me gustó -y encuentro acertado- el collage que propones entre el derrotero de los pensamientos de Luis y los textos que debería leer. Muy gracioso además.

Ha sido un placer leerte.

Yvonne (María Kersimon)

19/02/2025 a las 21:35

Hola Patricia. ¡Me encantó! por su frescura, su desparpajo y su toque erótico. El contraste entre los aburridos grilletes del deber convencional y la ligereza de la libertad proporciona el conflicto necesario para que el cuento funcione. El binomio represión-transgresión te sirve bien como motor del relato. Me ha gustado la sinceridad de la expresión, lo directo del estilo y la sorpresa final, que buen susto si dio el presumido galán.
Párrafos cortos, uno para cada ida y venida del monólogo interior del protagonista. Todo transcurre dentro de su cabeza incluso la voz de la pelirroja. Parece confirmarse que se ha comunicado telepáticamente con la pelirroja y que quizás comparta con otros este don. En tal caso, sería materia para otro cuento o una historia más larga. Una buena idea por cierto.
Ha sido agradable leerte como siempre. Hasta la próxima.

Codrum

20/02/2025 a las 07:24

Hola Patricia,

Qué texto más inquietante. Yo creo que la grieta es la que habla al final, ?Verdad? Y la peliroja le reprocha el tirar la silla.
La broma de los telepatas es símplemente una broma. ?No?
Tal vez, cómo han comentado la grieta interactua tanto con la peliroja como con el protagonista.

Me parece que tienes una muy buena imaginación.

El vocabulario que has elegido es perfecto para un adolescente salido. Es muy fresco y natural.

Tienes algunas cosillas de puntuación que seguro se pueden mejorar como te han comentado ya, pero en rasgos generales, me parece un gran acierto lo que has escrito.

El modo en el que el protagonista habla internamente y se reprimenda a si mismo es muy genial.

!Buen trabajo!

Patricia Redondo

20/02/2025 a las 19:10

Buenas a todos! Muchas gracias por pasaros por mi relato y comentar. Tomo nota de todas las observaciones y no aclaro nada porque no quiero condicionar a futuros lectores , si es que alguien más se deja caer por aqui…
Dejo un tiempito y ya explicaré (si tengo que hacerlo es por que el texto no ha funcionado como debiera, cachis!!)

Patricia Redondo

20/02/2025 a las 19:15

RICARDO RAMIREZ quiero devolverte la visita pero no te encuentro ¿ ?

Carmenigne

20/02/2025 a las 22:09

Hola Patricia! Tu relato me pareció ágil, fresco, lo cual hace que la lectura sea amena, divertida.
Me parecen acertadas las descripciones de los personajes que van generando un clima acorde a la edad del protagonista, lo cual se deduce también de cómo piensa, como siente, etc. Es interesante como aparecen los fragmentos de texto que “debería leer” luchando con el “puro placer”. Ahí se me generó una duda con respecto a la voz femenina que aclaré con una lectura mas detenida. Bien logrado. Saludos

IreneR

21/02/2025 a las 13:05

Buenas, Patricia.

Ese giro final ha sido apoteósico. No me lo esperaba y me ha parecido sublime. No sabía muy bien a dónde nos iba a llevar el relato, pero lo has terminado de una manera muy original. Creo que está muy bien trabajado, aunque creo que hay algunos fallos. Los meses del año se escriben en minúscula, faltan algunas comas de vocativo e igual un par de comas:

-“papá había amenazado con retenerme todo el verano en Madrid estudiando si no aprobaba cuatro de las seis asignaturas del curso”. Diría que estudiando tendría que ir entre comas.

-“Bueno basta, así no hay quien estudie.”. Basta diría que también va entre comas.

-“Dos años haciendo derecho y no has aprobado ni un parcial. Esto se acabó”, había bramado.” Si brama lo que dice tendría que ir en exclamaciones, ¿no?

Buen relato, me ha gustado leerlo.

Un saludo.

Irene

Osvaldo Mario Vela Sáenz

22/02/2025 a las 23:24

Hola Patricia, vaya que tienes ingenio, un poco mas desviado a los sentidos y muy poco a lo obligatorio, pero con un desparpajo que convence e ilustra. tu personaje principal se me reflejaba un espejo. Yo queriendo ser abogado, médico o escritor y mi padre exigiendo ingeniería.

En un patriarcado solo hay una voz que manda. Así es que, yo tomé el ofrecimiento de mi padre, promesa que era, una abundancia de bienes para un árbol genealógico de cuatro generaciones por venir. y lo cumplió. Solo que, mi jubilación a los sesenta y tres años, me llevó a participar en dos talleres en letras porque con números no podía escribir la historia de mi padre. se necesitan letras para ser claros.

Por tu participación puedo decir que la claridad es parte de ti y tu contar, la seda de un capullo esperando que, la belleza que lleva dentro logre salir coqueteándole a tus lectores- Enhorabuena.

Literautas y mis compañeros que nunca me han abandonado, han sido algo grandioso en mi desempeño.

Así es que solo puedo decir lo primero que me dujo mi padre cuando partí a Texas a estudiar. “en la vida solo tendrás tres amigos verdaderos, uno es tu padre y los otros dos búscalos con ahínco y escógelos bien.

Osvaldo Mario Vela Saenz

23/02/2025 a las 04:18

Patricia sin saber hice uso de un termino que mi hijo Osvaldo me corrigió. Crisálida en lugar de capullo. Mil disculpas.

Hilda G.M.

24/02/2025 a las 12:32

Hola, Patricia.
Me ha gustado leer tu relato y me ha encantado la forma cómo introduces la grieta en la pared y las transformaciones que va sufriendo. Ya te han hecho algunas sugerencias de lo mejorable, así que por mi parte no añado nada. Para mí la telépata es la pelirroja, pero también espero tu aclaración acerca de eso que no hemos entendido 🙂
Saludos y gracias por compartirlo.

Carmelilla

26/02/2025 a las 12:22

Hola,Patricia.
Me ha encantado tu relato, he disfrutado y me reído. Qué personaje o tipejo más simpático que has creado.
Párrafos cortos y con un lenguaje y tono muy divertidos me has hecho pasar un ratito estupendo.
Me gusta mucho la atmósfera que has creado: una biblioteca con una grieta y encima una grieta tan polifacética y
Creo que en algún momento te han faltado las comillas que se utilizan para expresar pensamientos.
Creo que el conflicto de tu historia lo tiene el personaje consigo mismo y la intriga desde luego es como terminarán sus andanzas estudiantiles.
No creo que sea telépata, ni él ni ninguno de los estudiantes que están en la biblioteca, es otra de sus historias que tiene en su propia cabeza y efectivamente en una biblioteca, un estudiante que se levanta de repente, que tira la silla con estruendo y que además los de alrededor se han dado cuenta que de estudiar nada, pues es despedido de aquella manera.
Muy buen trabajo, Patricia.

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