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Una grieta en la pared - por Brandon QuirogaR.+18
Inicio de la grabación:
Antes que nada, debo aclarar otra vez que no estoy loco. Los acontecimientos que voy a resumirles sucedieron tal cual los cuento, y desearía, como ustedes piensan, que todo lo que vi fuera solo mi imaginación.
Ustedes saben que nunca he sido muy imaginativo, yo me remito a los hechos. Mi carrera lo atestigua. No necesito mencionar cuántos pandilleros, extorsionistas, abogados y políticos corruptos están en la cárcel debido a mis investigaciones. Y es precisamente por eso que me dieron el caso de Edwin Reyes, de diecinueve años. Les repetiré los resultados de la investigación.
Edwin fue capturado en el Centro de San Salvador después de golpear a Verónica López, su novia, en el Café Cienfuegos que se encuentra en la terraza del edificio Bella Treta. Según los testigos que presenciaron el suceso, de un momento a otro el hombre amable se convirtió en una bestia, le golpeó la cara, y, sobre todo, el estómago. Si las chicas que atienden el local no hubieran intervenido, la habría arrojado por el balcón.
Verónica no entendía lo que había pasado. Atestiguó a la policía que solo le había confesado su deseo de ser madre, y que hacían dos semanas que había dejado de tomar las pastillas anticonceptivas. No presentó cargos en su contra, pero iba a evitar encontrarse con él. Dijo que era un buen hombre…
Edwin, por su parte, solo dijo una cosa, y que está escrita en el informe: Había… había una grieta en la pared que me dijo… que nos dijo…
Y eso es todo. No dijo nada más. Lo tuvieron que soltar. Y desapareció.
¿Quién era este Edwin Reyes? Nació en Mejicanos, pero se mudó a La Unión cuando tenían diez años. Su padre era un borracho que lo maltrataba, y que, además, desapareció cuando cumplió los treinta y cinco años. Edwin tenía quince. Habían realizado un viaje a la capital, y, días después, encontraron a Edwin vagando sin rumbo por Mejicanos. Y, cosa curiosa, repitió lo mismo que nos dijo hacía poco, algo sobre un agujero en la pared, nada más.
Investigué el historial de su padre, Dagoberto Reyes, y encontré que le había pasado lo mismo que su hijo: nacido en Mejicanos, creció en otro departamento para realizar un viaje de regreso a Mejicanos a los quince años para que su padre desapareciera a los 35. Del abuelo de Edwin solo se sabe su nombre, Saúl Reyes. Todos sus registros desaparecieron durante el incendio de la Alcaldía de Mejicanos en los ochenta. Sin embargo, puedo conjeturar, y sin miedo a equivocarme, que Saúl Reyes vivió lo mismo que su hijo; que el padre de Saúl también, y que los padres de los padres sufrieron la misma suerte.
¿Qué había en esa casa? ¿De qué grieta hablaban? Me dirigí a la casa en la Colonia Villa Nueva, que, curiosamente, se consideraría una colonia fantasma de no ser por dos o tres habitantes en las más de quinientas casas que hay.
Entré en la casa, busqué la grieta durante horas y no la encontré. Hasta que, cuando ya me dirigía a la salida pensando que la respuesta al motivo de la rabia de la familia Reyes era solo locura, vi, en el centro de la sala, una grieta en la pared de la realidad. Me asomé a ella y un haz de luz me atrapó.
Y oí todo. Y vi todo. Billones de voces hablaron al mismo tiempo. Se prometieron matarse uno a otro. Acusaron. Se defendieron. Pidieron clemencia. Y el pasado y el presente se mezclaron. Una misma persona nacía, crecía, se reproducía y moría al mismo tiempo. Una misma arma se cargaba y disparaba y mataba a diferentes personas. Y cuando creí verlo todo, vi el futuro. El futuro en el que Edwin a desaparecido, un futuro en el que la vida que conocemos se ha perdido para siempre. Porque su existencia se debe al linaje de Edwin, un linaje que tiene sus raíces en la prehistoria, un linaje de sacrificios a un dios antiguo que se me presentó. Y ese Dios me dijo que Edwin Reyes es un cordero cuya sangre limpiará los pecados del mundo. Y que la criatura que carga el vientre de Verónica López lo es como su padre. Y que si esa línea se rompe… Y la luz desapareció.
No estoy loco, ustedes lo saben. Escuchénme. ¡Escúchenme por favor! ¡Cuiden a Verónica López! ¡Encuentren a Edwin! ¡No me…
Fin de la grabación.
Comentarios (6):
Ricardo Ramírez
18/02/2025 a las 13:08
Muy buena la mezcla de suspenso con terror. Al final piensas que todo pudo haber sido un mal sueño del narrador o que en verdad se volvió loco por culpa de aquella grieta en la realidad o en su imaginación.
juanjohigadillo
19/02/2025 a las 11:10
Buenos días, Brandon:
He leído tu relato un par de veces y me ha encantado ese toque sobrenatural que lo impregna. Por otra parte no he detectado ningún fallo de forma que merezca la pena ser criticado o corregido, así que… ¡Enhorabuena!
Codrum
19/02/2025 a las 13:30
Hola Brandon,
Un buen texto. Melzca de tensión y humor que lo hace muy entretenido.
La historia, aunque tira de un fantasmagórico misterio unido a una grieta en la parez, aborda el tema desde un punto de vista muy interesante.
La descripción y el desarrollo de la historia es muy natural.
Si has tenido algun fallo, no lo he notado. La lectura me ha absorbido por completo.
Enhorabuena por tu texto de estilo muy personal y entretenido.
Irene
19/02/2025 a las 23:00
En general me parece un texto interesante, tuve que regresar al principcio para ver si decía que era una grabación (si lo dice, mi error). En algunos parrafos se repite mucho una palabra, sin embargo creo que por el tono y el tema no resulta mal. A excepcion de un par de errores de ortografía siento que fluye muy bien.
Creo que es muy buen inicio para una novela, adelante con ello!
María Jesús
21/02/2025 a las 16:27
Hola Brandon: La verdad es que me ha resultado muy interesante tu relato que va ganando en intensidad según va avanzando. Lo que se ve a través de la grieta, de corte sobrenatural entra dentro del estilo de literatura fantástica, que no se encuentra precisamente entre mis gustos, pero en general, creo que has hecho un buen trabajo. Un saludo.
Jesusa
22/02/2025 a las 23:04
Hola Brandon, me ha tenido en tensión tu relato, porque quería conocer el final de la investigación. Una mezcla del mundo sobrenatural y actual. Una elección idónea. Me ha gustado el toque final de la grabación del narrador e investigador. Nos seguimos leyendo