Literautas - Tu escuela de escritura

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Grietas - por Carmenigne

El cielo plomizo parecía desmoronarse. Me hallaba por casualidad, buscando hierbas y hongos en una de las construcciones abandonadas, testigo de épocas de artistas buscando su privacidad.
A los lejos los vi. Venían caminando en una dirección que acortaba nuestra distancia.
Se trataba de una mujer baja, robusta, con el cabello oscuro y largo. Se veía algo desaliñada, con un vestido hasta los pies, desgastado, que en otras épocas habría sido de colores intensos. Quizás por el contraste, él se veía como un hombre muy delgado, de cabello lacio cayendo sobre su rostro, tapando parte de sus rasgos. Vestido con un pantalón impecable, con una chaqueta que lo hacía parecer más pronto para un casamiento o bautismo, que para estar en el medio del bosque.
Desde donde yo estaba, alcanzaba a ver en ella cierta agitación que traducía en gestos rápidos y frecuentes con sus brazos. El mantenía la calma, haciendo gestos más lentos, moviendo las palmas de las manos hacia arriba y hacia abajo. La mujer miró en todas las direcciones, se tomó el estómago, soltando el contenido del mismo como una catarata. Luego apoyó su frente en el árbol y golpeó su cabeza una y otra vez, con intensidad al principio, para ir gradualmente amainando los movimientos, quizás por el dolor y el cansancio. El hombre se aproximó y puso su rostro debajo del de ella, pero cuando intentó colocar su mano sobre el hombro de su acompañante, esta lo rechazó, alejándose. Se tapó el rostro con las manos, mientras sus hombros parecían convulsionar. El intentó descubrirlo con un movimiento rápido. La mujer volvió a alejarse mientras metía la mano en el bolsillo del vestido. Sacó un objeto que no llegué a distinguir y lo cobijó en los puños. Otra vez él quiso abrirle las palmas de las manos. Con ellas, lo golpeó en el pecho en forma reiterada. Él tomándole los brazos la inmovilizó. La mujer se desembarazó de él y caminó unos pasos para acercarse a una construcción abandonada que le permitió apoyarse sobre los restos de uno de los muros aún en pie.
En un extremo estaban ellos. Yo alcanzaba a verlos, con una muralla detrás, casi derruida, como telón de fondo. La mía me ocultaba absolutamente, pero podía ver porque había una grieta en la pared, que en un tramo de la misma tenía tal profundidad que me permitía colocar mi ojo derecho como si fuera la mira de un rifle. Ambos de espalda y con la cabeza gacha, como protegiendo el objeto en cuestión, entrelazaban ahora sus brazos y aproximaron su cuerpo hasta formar un cuerpo único, que solo podía distinguir los límites entre ambos a través de la ropa, de colores y texturas diferentes. Casi sin moverse, él tomó del piso una piedra fina y angosta que quedó oculta detrás de los cuerpos. Solo podía ver como el cuerpo de él se movía frenéticamente, una y otra vez. Se veía su brazo y parte de su tronco superior agacharse hasta el piso en forma reiterada. Entre sus piernas asomaba la piedra golpeando la tierra, provocando un hoyo que fue profundizando con el transcurrir del tiempo. Ella casi inmóvil, ahora en cuclillas, cubrió con su vestido la escena. Él acompañó el movimiento. Luego de levantarse permanecieron inmóviles mucho tiempo. El cielo cada vez más gris se confundía con los primeros síntomas de la noche. El acto final me dejó perplejo. Ella dio un paso atrás mientras él movió el muro adyacente una y otra vez hasta que estrepitosamente éste cayó sobre el montículo de tierra que cubría el objeto. Una torre de escombros sepultó el secreto. La mujer lloró y esta vez escuché nítidamente sus sollozos, suaves, contenidos que transformó en gritos fuertes y frases incomprensibles, previos al abrazo apretado y las caricias consoladoras.
Se fueron caminando lentamente, otra vez en dirección al bosque de pinos que separaba el conjunto de casas que conformaban el pueblo.
Días después, leí una noticia sobre un asesinato. Luego de describirlo de forma macabra, aludían a los posibles acusados entre los que figuraban un acreedor y un vecino mayor. Por los cortes en el cuerpo de la víctima, la ejecución incluía un arma blanca. Finalmente, la policía concluía que al no encontrar el arma homicida y sin rastros de ADN, era muy difícil lograr la reconstrucción del crimen y la acusación. Todo esto acompañado de una foto del occiso junto a su esposa y su hija, ambas bajas, robustas, de cabello oscuro, largo, algo desaliñadas.

Comentarios (17):

Alicia

18/02/2025 a las 13:16

Hola
Que historia! Un relato de suspenso y misterio.
Bien llevado todo el acontecer. Me gustó.
Felicitaciones,Carmen
Un abrazo

José Torma

19/02/2025 a las 01:31

Hola Carmenigne.

Tu relato es mi vecino hacia abajo, así que mi primera lectura del ciclo.

Te voy a ser sincero. Me perdí. Lo he leído un par de veces y no me queda claro. Entiendo la pareja que viene caminando que pelean discuten y aparentemente matan a un tipo al que cubren con los escombros de un muro que estaba cerda del derrumbe.

Por un momento pensé que se estaban deshaciendo de un bebe. La nota final de las dos mujeres robustas que son madre e hija y el muerto era el marido, me mandó a volar. No di pie con bola.

En el aspecto formal, me parece muy bien escrito y fluido. Yo no encontré fallas ortográficas.

Creo que tienes un excelente dominio del tema, tu estilo tiene una cadencia muy rica, no tiene desperdicio. Me hubiera gustado leer el borrador inicial, tal vez en el ajuste a las 750 palabras, se perdió algo que a mí me faltó.

Una simple opinión, de normal no soy tan despistado, pero en esta ocasión, me ganaste.

Un abrazo y nos seguimos leyendo.

Carmenigne

19/02/2025 a las 22:04

Gracias Alicia. Gracias José. Gracias por el tiempo y los señalamientos. Podría explicar, pero me parece que es importante quedarme con que no se entendieron algunas cosas y sobre eso es sobre lo que tengo que seguir trabajando.

Carmenigne

19/02/2025 a las 22:05

Con respecto al reto opcional no entendí si es uno el que pone que se participa en el mismo. Yo en esta oportunidad intenté hacerlo desde un narrador testigo, no tengo idea si lo logré, pero en esta oportunidad puse el énfasis en eso.
Agradezco si alguien me puede aclarar este punto. ¿Uno debe especificar si incluye el reto opcional o eso es algo que evalúa Iría, acerca de si se ha logrado o no? Entendí que si no aparecía la R es que no se logró. Lo planteo porque me quedo con la duda y me sería muy útil saberlo.

Mónica Bezom

19/02/2025 a las 22:32

Hola, Carmenigne.

Leí la historia con interés y de un tirón a fin de descubrir de qué o quién se estaban desembarazando esos dos; dado que no llegaron tres personas sino los mismos dos que luego se alejan, al igual que José Torma, pensé que ella había dado a luz y estaban eliminando un bebé. Pero el final me desconcertó, ya que de matar allí en el descampado al marido, este debió previamente llegar con ellos o encontrarse allí.
Coincido con José Toma en la pulcritud de tu prosa y el buen manejo de la misma, donde estableces con acierto la intriga… Pero me quedé sin comprender el final.
También has logrado un excelente manejo del narrador testigo.
A tu pregunta sobre la R que señala que el relato participa en el reto, lo tienes que poner vos al subir el texto al formulario. Allí verás la opción.

De todas formas ha sido un placer leerte.

Carmenigne

19/02/2025 a las 23:34

Gracias Mónica. El objeto intentaba ser el arma homicida. Creo que la palabra cobijó no hizo más que aumentar la confusion. La asesina era la mujer, el hombre intentaba sostenerla y acompañarla. Las dos mujeres en la foto era para que generara cierta duda acerca de quien era la asesina. Claramente, la intención narrativa no se vió reflejada en el relato, por eso me resultaron útiles los comentarios.
Te agradezco que me hayas aclarado lo del reto opcional. Gracias!

Codrum

20/02/2025 a las 08:52

Hola, Carmenigne.
Si no entiendo mal, lo que están enterrando no es el cuerpo, sino el cuchillo.

En cuanto al texto debo decir que el uso del narrador testigo ha jugado en tu contra. me explico: Es un gran texto, pero creo que podría ser mucho mejor si le das al narrador los nombres de la pareja. Tanto uso de él y ella me enturbian mucho el texto.

La expresión ” vació su estómago” me deja también un poco con la cara torcida. La mujer vomita después de lo que acaba de suceder: han matado a su marido.

A mi me cuesta mucho extructurar los textos y dividirlo bien en parrafos. Creo que tu texto podría verse mucho mejor si hubiera alguna separación más.
Como te han comentado mantienes una tensión durante todo el texto que hace que no dejemos de leer hasta el final.

La forma de cerrar con la descripción de las mujeres que aparecen en la foto, me parece genial. Haces que no quede duda de lo que ha pasado.

!Buen trabajo!

IreneR

20/02/2025 a las 10:47

Buenas, Carmenigne.

Uy… Ese final… me da que la madre no le tenían mucho afecto al padre…
He leído que tienes dudas de si tu relato cumple con el reto. Cada autor debe decidir si su relato participa o no en el reto, Iria no decide nada. Si crees que tu relato cumple con el reto, marcas la casilla, sino lo cumple, no lo marcas.
Personalmente creo que no cumple el requisito de narrador testigo. El narrador testigo es un personaje que aparece en la historia, que participa en la acción, pero que cuenta lo que le pasa al protagonista. Bien es cierto que aquí se narra lo que hacen las mujeres, pero el narrador no participa, no es parte de la historia. No sé, al menos yo lo veo así.

He visto algunos fallos:

-“buscando hierbas y hongos en una de las construcciones abandonadas, testigo de épocas de artistas buscando su privacidad”. Hay dos buscando demasiado cerca.

-“El mantenía la calma, haciendo gestos más lentos”. Falta la tilde de él.

-“se tomó el estómago”. Nunca había escuchado esa expresión. ¿Significa que se agarró la barriga? No es posible agarrarse el estómago, está dentro del cuerpo…

-“El intentó descubrirlo con un movimiento rápido”. Falta la tilde de él.

Tantos “ellas” y “él” me han dificultado un poco la lectura y los párrafos tan largos me han agobiado un poco. Ver tanto texto seguido cansa la vista y hace que uno se pueda perder entre las líneas.

Nos leemos.

Un saludo.

Irene

Patricia Redondo

20/02/2025 a las 17:07

Hola Carmenigne! te debia un comentario para agradecerte tu paso por mi texto del mes pasado y aquí estoy 🙂

Me pasó como alguno de los compañeros que al final no consiguieron entender muy bien que se tramaban aquellos días y la noticia posterior en los diarios no me aclaró , sino que me embrolló aún más. Torpe que es una!

Creo que Codrum dio con la clave.

Por lo demás , coincido con el resto un relato bien tramado y detallado. Para mi impecable en la forma que mantiene vivo el interés hasta el final .

Estoy en el 22 por si te apetece.

Nos leemos!

Saludos!

Carmenigne

20/02/2025 a las 21:44

Hola Irene. Si, ahora me quedó claro que debemos marcarlo nosotros si participamos del reto. Con el apuro no lo vi.
Me quedan dudas con respecto al narrador testigo. De acuerdo a lo que leí en Literautas : no es el protagonista, lo cuenta desde sus percepciones, no explica, sugiere lo que cree que pasa, lo cuenta desde su punto de vista, sin ver ni saber todo lo que pasa. Desde ahí lo intenté. No tengo del todo claro haberlo logrado, pero tampoco lo contrario. Veo que es un tema que genera dificultades, que por lo que leí en otros textos y por lo que plantean algunos compañeros me siguen quedando dudas. Me gustaría profundizar un poco más en esto.
Mi apuro y las tildes no van de la mano. Con respecto a los otros aspectos que señalas lo agradezco y lo reviso. Saludos

Carmenigne

20/02/2025 a las 21:51

Hola Codrum! Lo entendiste bien, pero no fue tan claro porque generó confusión. Entiendo lo que me planteas con respecto al uso de “él” y “ella”, la idea era generar distancia y cierta neutralidad de observador, pero comparto que puede molestar. Gracias por tus aportes. Saludos

Carmenigne

20/02/2025 a las 21:55

Hola Patricia! gracias por tu tiempo. La torpeza no es tuya para nada, es un punto común que da cuenta de que debo revisar y buscar otra forma de contarlo para lograr una buena traducción de mi intención. En esta oportunidad no logré hacerlo, pero las devoluciones me ayudan a verlo, revisarlo y modificarlo. Pasaré por tu relato. Saludos

María Jesús

21/02/2025 a las 16:37

Hola Carmenigne: Tu relato está muy bien escrito, yo también creí que estaban matando a un bebé, menos mal que luego lo aclaras. Mantienes la tensión a medida que avanza el texto aumentando el interés del lector. He disfrutado bastante leyéndolo. Un saludo.

Sabas Efrain bou

23/02/2025 a las 09:16

Buenos días Carmenigne. Me toca comentar tu texto. La idea me gustó. Se trata de describir un asesinato, con su grado de suspende que le aporta interés al texto creando en el lector esa sensación de incertidumbre que hace que no puedas abandonar la lectura. En cuanto al narrador testigo, no puedo decirte nada porque me asaltan las mismas dudas que a tí. Pero no obstante, pienso que lo has conseguido, pues que mejor testigo que el personaje que lo está contando en directo. En cuanto a lo demás tengo que decirte que me ha pasado lo mismo que han comentado otros compañeros. Yo también pensé en un principio que se trataba de un bebé, pero eso no me parece mal pues el final paradógico creo que es un buen final. Sin embargo el desarrollo de la trama es confuso para mí en algunos tramos del texto, y mi impresión es que abusas de la coma. En general te felicito por tu texto.

Pilar(marazul)

25/02/2025 a las 20:33

Hola Carmenigne:
Acabo de leer tu relato que me ha mantenido en tensión hasta el final. Esto significa que la descripción de la atmósfera y las actuaciones de los personajes están muy logradas. Buen ritmo.
Es verdad que el final es confuso. Yo también pensé que iban a deshacerse de un bebé. Sin embargo creo que consigues lo más difícil: mantener el interés del lector. Lo demás, habrá que trabajarlo.
Yo si creo que has conseguido el reto, puesto que lo narra un testigo ajeno, que no es el protagonista.
Encantada de haberte leído. Saludos

Psicolochimpun

25/02/2025 a las 22:28

¡Muy buenas, Carmenigne! Gracias por pasarte por mi relato a comentar. Respecto al tuyo, me ha gustado mucho tu forma de crear desconcierto, desde la posición de un narrador ajeno y confuso ante lo que está viendo, y cómo lo has mantenido hasta el final, saciando la curiosidad. Es cierto que coincido con otro compañero en que en cierto momento la acción resulta incluso un poco confusa, desde el punto de vista de la incomprensión de lo que está pasando. No me termina de quedar claro ese “golpe” final en el que se desvela todo, como si me hubiera perdido algo. Puede que sea cansancio, que igual yo misma no he tenido la percepción muy fina. Con esto y todo, la descripción de la acción es fantástica, porque cuentas tal cual se ve la escena, sin un solo diálogo, e consigues transmitir emociones igualmente.
Por otro lado, sí es cierto que he visto alguna tilde rebelde y algún signo de puntuación mejorable (en un momento, al principio me ha parecido ver una coma que separa sujeto de predicado, por ejemplo, pero nada importante).
Con todo y esto, me ha gustado leerte. ¡Cuánta tensión en tan pocas palabras!

Carmenigne

26/02/2025 a las 23:59

Muchas gracias Sabas, Pilar y Psicolochimpum!!! Agradezco mucho el tiempo y los aportes. Los tendré en cuenta. Saludos

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