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Había una grieta en la pared. - por Gardenia VerchielR.

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"Había una grieta en la pared"

Yo era el único vecino de Valeria en aquel camino solitario. La vi llegar al caserón de su abuela aquel atardecer lluvioso, con maletas y determinación. "Es temporal", me dijo cuando le ayudé a cargar cajas. Jamás imaginé que presenciaría su descenso al horror.

La primera señal fue la grieta.

—¿Ves eso? —me señaló Valeria una tarde, mientras tomábamos café en su desordenada cocina—. Había una grieta en la pared, del dormitorio. Anoche creí escuchar… ruidos.

La grieta era apenas una línea delgada, pero algo en su textura me inquietó: los bordes parecían quemados, como si algo hubiese roto la pared "desde adentro". Le presté mi masilla para repararla. Al día siguiente, la encontré pálida, con ojeras profundas.

—El cuadro que colgué sobre la grieta… se cayó otra vez —susurró, mirando hacia las escaleras—. Y los rasguños… son más fuertes.

Nunca escuché los sonidos que ella describía, pero noté cambios. El aire en la casa se volvió denso, cargado de un frío que no salía de las ventanas. Una mañana, Valeria me mostró el diario de su abuela. Las páginas hablaban de Clara, una niña que murió en la casa. "Tenía seis años cuando desapareció", leí en voz alta. La última anotación era una advertencia: "No selles la grieta. Es su puerta".

—Son supersticiones viejas —dije, aunque mis manos temblaban—. Deberías irte de aquí.

Ella se negó.

La vi deteriorarse. En una semana, pasó de risas nerviosas a miradas vacías. Una noche, golpeó mi puerta. Llevaba pijama manchada de lodo, aunque no había llovido.

—Está en mi habitación —jadeó—. La vi… tiene un vestido viejo y… ¡Dios, no tiene ojos!

Corrí con ella. La grieta ahora era una brecha negra del ancho de un puño. Un olor a azufre impregnaba el aire. No vi monstruos, pero el cuadro que colgamos juntos yacía destrozado, con signos de uñas en el marco.

—Vete de aquí —supliqué, pero Valeria sacudió la cabeza.

—Si me voy, *eso* seguirá a alguien más.

La última vez que entré a la casa, Valeria estaba sentada en el suelo de la cocina. Su camisón dejaba ver una marca en el pecho: una línea negra y sinuosa, como la grieta de la pared.

—Se está expandiendo —murmuró, tocándose la piel con dedos esqueléticos—. Cuando abra…

No terminó la frase.

Hoy, las ventanas del caserón están selladas con tablas. A veces, veo una silueta tras los vitrales: alta, delgada, con un vestido que no es de este tiempo. Las paredes de mi propia casa crujen por las noches. Y esta mañana, al despertar, descubrí algo en mi dormitorio:

**Había una grieta en la pared.**

Comentarios (3):

Alberto Suárez Villamizar

18/02/2025 a las 18:16

Buena historia, muy bien manejada, que crea el misterio sobre la visita de la niña desaparecida hace algún tiempo, y manifiesta su disgusto cuando buscan sellar la grieta que había en la pared, derribando el cuadro que colocaban para taparla.

Codrum

21/02/2025 a las 07:21

Hola, Gardenia.

Es un texto misterioso y da un giro final poderoso con la aparición de la grieta.
Me parece que podrías profundizar un poco en algunos aspectos.
El texto me parece que corre mucho. Las acciones únicamente se mencionan.
Cuando describes el olor a azufre consigo meterme un poco en el texto. Pero no llego a paladear la angustia ni el temor.
Los textos de miedo, suspense o terror son difíciles por eso. Porque meter al lector en la mente de los protagonistas requiere de su tiempo. Así que se vuelve más difícil en un texto tan corto.

Le gusta mucho como estructuras la obra . Visualmente lo hace muy sencillo de leer.
También creo que usas bien la puntuación.
Únicamente dudo si señalar es un verbo dicendi o no, y por lo tanto el punto debería ir delante o detrás. No lo sé.

Buen trabajo

claudia avila vargas

23/02/2025 a las 03:52

Hola, Gardenia, que historia tan buena, realmente me ha atrapado, llena de misterio. La manera como escribes logra que el lector se atrape en cada una de las líneas. la forma como narras y describes cada escena es sin duda maravilloso.
Me encantaría en algún momento realizar escritos misteriosos, nunca lo he intentado pero me dejaste con ganas de probarme.
Abrazos desde Colombia.

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