<< Volver a la lista de textos
El buen vecino. - por Lidia VillaR.
Como te contaba Martha, aquella mañana mi vecino Luis parecía más nervioso que de costumbre. ¿Recuerdas que te hablé de él?
Hasta entonces pensé que era algo normal, ya que había descubierto que engañaba a su mujer de aquel entonces. Sí, sí, a Mercedes. Y que podría delatarlo en cualquier momento.
Y la estaba engañando, sí, pero ni te imaginas lo que se le venía encima a esa mujer. Qué va, qué va, y menos con el trajín que tiene con los niños.
A ver, Luis era muy amable, pero no sería tan extraño, ¿no? Volvía tarde a casa, le daba dos besos al llegar. Claro que, esto es algo que les pasa a muchas parejas. Mira a los vecinos de la otra calle. Tss, pero entre tú y yo… Eso les pasa por contratar a un piscinero de esos.
Un día decidí espiarlo. Sí, sí, como lo oyes. Una noche de esas en las que llegó de madrugada me atreví a hacer algo más que mirar por la ventana y lo esperé en el jardín.
Como soy tan buena vecina, me habían dejado una llave para emergencias. Y claro, ¿qué mayor emergencia que ser la primera en enterarme con quién se estaba acostando Luis?
Me pareció escucharlo coger algo en la cocina, pero no pude verlo bien desde donde estaba. Cuando dejé de escuchar los escalones de madera crujir, alcé la mirada por la ventana del salón, pero ya no estaba allí.
Descarté trepar por el abeto, porque soy espía, pero no ninja. Por suerte, había una grieta en la pared de la casa que aún no habían arreglado, y me permitía ver hacia el sótano.
¡Ay, esa chica, Martha! ¿Qué edad podría tener? Espero que dieciocho. Si no, más joven, eh. Parecía la típica jovencita de ahora a la que le gusta la fiesta. ¡Seguro que lo conoció en algún tugurio al que no debería ni entrar! Con esa edad, ¡lo que tendría que estar haciendo es estudiar!
Bueno, ¿por dónde iba? ¡Ah, sí! Allí lo vi.
Observando cada detalle del cuerpo de la joven. Vi cómo lo fotografiaba con la mirada y solo de recordarlo me entra un no sé qué por el cuerpo…
Le acariciaba delicadamente las manos, le miraba las uñas, el hueco entre los dedos de los pies, y tras sus rodillas… No pude seguir mirando.
¡Pues claro que llamé a la policía, Martha! ¡¿Quién te crees que soy?!
Por supuesto, tú ya lo sospechabas… Pero bueno, déjame terminar, que esto no se trata de ti.
El caso es que, desde esa noche no volví a ver a mi vecino, pero tampoco se volvió a ver a la chica del sótano.
De Mercedes no sé nada. Creo que se fue a casa de sus padres en Florida con los niños. Pobre mujer, imagínate enterarte de que estás casada con un monstruo tras veinticinco años de matrimonio…
Ahora que lo dices, creo recordar que varias semanas después vi en la tele que aún buscaban a la chica. No la van a encontrar nunca, eh. Ese desgraciado era un mijita. Seguro que la tiene por ahí enterrada o bajo su césped, ¡si no la ha quemado!
Ya, Martha, una pena. Menos mal que no nos tocó a nosotras vivir ese calvario…
Oye, te cuelgo, que se me pasa el arroz. Te veo en la iglesia, y seguimos hablando. Que anoche escuché a Laura y a Matías discutiendo por la custodia del perro, y estaba de lo más interesante.
Bip.
Comentarios (6):
JOSÉ MARÍA
18/02/2025 a las 20:00
un saludo Lidia. Me toca comentar tu texto, la verdad que me deja bastante confundido tu forma de escribir, por que aun que se supone que sea una conversación Telefonica ,en primera persona haces preguntas y contestas y creo que deberías usar el guion del dialogo o comillas, está bastante claro que es un dialogo y no como una carta, no sé si explico es necesario dejar claro cuando contestas al teléfono o te hablan, es un dialogo. Un saludo y nos leemos, tampoco soy un experto ,igual esto equivocado. José María.
Lidia Villa
19/02/2025 a las 13:46
Hola José María,
Gracias por tomarte el tiempo de comentar mi texto. Lo aclaro por si a otros lectores les surge la misma duda. Te confirmo que es una conversación telefónica, pero no lo he señalizado como un dialogo porque solo habla una persona (la vecina). La vecina está hablando con su amiga Martha, pero en ningún momento sabemos que es lo que Martha le responde. Y aunque se den preguntas y respuestas, ella misma se las responde solita o ni siquiera deja a su amiga contestar.
¡Un saludo!
María Jesús
19/02/2025 a las 14:10
Hola Lidia: Una muy original idea de presentar un relato, me he dado cuenta de que era la conversación telefónica entre dos personas, una charla de cotilleo, un tanto peculiar pues hablas de una infidelidad y un supuesto asesinato, como si hablaras de una nimiedad jeje.
Me ha parecido muy entretenido y fácil de entender. Un saludo.
Patricia Redondo
19/02/2025 a las 16:21
Hola Lidia! Eres mi vecina de abajo así que con gusto paso a leerte y comentarte
Pues a mi me ha parecido muy buen relato,entretenido y entendible.
El reto lo cumples perfecto. La vecina cotilla muy bien retratada. Tono coloquial, sin florituras ni excesos, como corresponde. Relato ágil , animado y divertido, se lee del tirón.
Algunas frases antológicas 😊
Como soy tan buena vecina, me habían dejado una llave para emergencias. Y claro, ¿qué mayor emergencia que ser la primera en enterarme con quién se estaba acostando Luis?
O
Descarté trepar por el abeto, porque soy espía, pero no ninja.
Y el final redondo:
Oye, te cuelgo, que se me pasa el arroz. Te veo en la iglesia, y seguimos hablando. Que anoche escuché a Laura y a Matías discutiendo por la custodia del perro, y estaba de lo más interesante.
Bip.
En fin que me ha gustado mucho
Estoy justo encima de ti por si te apetece pasarte.
Nos leemos!
Codrum
20/02/2025 a las 07:32
Hola, Lidia Villa.
!Qué texto tan entretenido!
Me parece que has bordado a una chismosa. La forma que interrumpe y no deja hablar a Martha, la velocidad en querer contarlo todo, las frases y palabras que eliges… Muy bien hecho.
Me agradó mucho ver los puntos divertidos aunque estas contando algo muy serio. No sé que habrá liado Luis, pero seguro que la protagonista resuelve el misterio, y el del perro también. 😉
!Buen trabajo!
Yvonne (María Kersimon)
21/02/2025 a las 18:16
Hola Lidia,
Gracias por tu comentario a mi relato. He disfrutado de la lectura del tuyo porque está bien reedactado y se lee fácilmente. Nos presentas a una arpía chismosa ávida de desgragias ajenas contándole a una conocida o pariente por teléfono cómo ha espiado a su vecino y lo ha visto en el hipotético papel de descuartizador con una joven en el sótano. Está bien caracterizada la actitud morbosa encubierta por una pseudo moral religiosa de este tipo de sanguijuelas. Bien aprovechada también la grieta en la pared.
Un saludo.