<< Volver a la lista de textos
El Juicio del Ser Humano - por EbeaR.
Web: https://queliada.wordpress.com/category/menu-principal/mis-proyectos/escritura/escenitas/
Después de vagar perdidos por los túneles sagrados, llegamos a una especie de estancia celestial. Allí, formas de vida distintas a todo cuanto conocía o había visto hasta ese momento se manifestaron ante nuestros ojos.
La primera criatura, tendida sobre un lecho de flores que exhalaban un aroma dulce y embriagador, sollozaba de un modo peculiar que solo un ser de otro mundo podría hacerlo. La luz brillante que emitía su cuerpo dejaba claro que nos encontrábamos ante algo desconocido, y el desasosiego del otro viajero en su presencia era palpable.
El llanto de la criatura parecía generarle sensaciones contradictorias. Aunque el otro viajero mostraba un semblante claramente triste, el sonido del llanto desgarrador de aquel ser parecía provocarle un extraño placer. Aun así, no hacía nada para establecer contacto, ofrecer consuelo o escapar de la situación; simplemente permanecía extasiado, observando a la criatura de luz.
Era inusual en él, como caminante de túneles formado y experimentado, quedarse bloqueado ante una criatura de esa manera. Con toda su preparación, sabía que debía establecer contacto, acercarse y conectar con el dolor de la criatura. Aprovechar ese momento, ya que la empatía humana es vital para establecer lazos con otros seres afectivos, sin importar su inteligencia.
Estaba perdiendo un valioso recurso; el viajero permaneció inmóvil, alienado por la escena, incapaz o poco dispuesto a apartar la vista de la criatura, absorbido por la dolorosa belleza de la misma. Su sonrisa era una extraña mezcla de placer, desconcierto y dolor. Me pareció que debía sentirse profundamente confundido.
La estancia, imposible de olvidar, carecía de otros elementos destacables salvo uno: había una grieta en la pared. La oscuridad absoluta de la grieta destacaba sobre el blanco níveo del resto de la estancia. La negrura de los bordes irregulares y limpios era llamativa y sobrecogedora. Comenzaba en el techo y discurría por la pared de manera irregular, ramificándose y estrechándose hasta perderse tras el lecho. Era como si alguien hubiese intentado abrir la estancia por la mitad con sus propias manos.
Observar la oscuridad de la grieta le generaba una mezcla de vértigo y temor. En contraste, la estancia provocaba sensaciones de paz y tranquilidad, creando una sensación abrumadora. Todo era una mezcla de sensaciones y percepciones que bombardeaban hasta el aturdimiento.
No pasó mucho tiempo hasta que una voz terrosa y áspera, casi un gruñido, provino de la grieta, preguntando qué había pasado. La voz era incómoda de escuchar, como un lamento desgarrador que apuñalaba en la sien.
De la grieta surgieron unos ojos grandes, con pupilas de rojo intenso, que iban y venían, desapareciendo y reapareciendo con inquietud. Era como si la criatura del otro lado también se viese afectada por el llanto de la primera. Mientras el ser de luz sobre el lecho seguía sollozando, la voz preguntaba, cada vez más insistente y agresiva, qué había sucedido.
Finalmente, la criatura brillante cesó su sollozo con determinación, se levantó del lecho y señaló al viajero con semblante serio y dedo firme. —Todo es culpa del humano —sentenció en voz alta.
Una sombra surgió de la grieta y se situó junto al ser brillante. Era una criatura idéntica, pero oscura y aterradora. Mientras una permanecía brillante y triste, la otra era oscura y sonriente.
La visión de esas dos criaturas opuestas, una triste y otra sonriente, una brillante y otra oscura, hizo que el viajero cayera al suelo, sosteniendo sus sienes con profundo dolor. Su colapso sensorial fue total.
El viajero se despertó al día siguiente en la entrada sagrada, cubierto de cicatrices muy antiguas que al entrar en aquella estancia no tenía. Continuó con su trabajo con normalidad, regresando a los túneles sagrados y encontrando estancias nuevas, estableciendo contacto con formas de vida y criaturas distintas cada vez. Actuando como si aquello no hubiese sucedido nunca, como si nunca hubiese conocido aquellas criaturas, como si sus cicatrices realmente hubiesen estado desde siempre.
No recuerdo nada más de aquel viaje, tan solo sé que no quiero regresar a la estancia con la grieta.
Comentarios (14):
Daniel Calleja
18/02/2025 a las 19:11
Ebea, tu relato me ha parecido muy bien escrito. Sin embargo, no soy amante de esta clase de relatos mítico-fantásticos, me resultan muy raros. Lamento la pobreza de mi comentario y te pido disculpas por tan magro aporte. Saludos
Moldy Blaston
19/02/2025 a las 18:13
Hola Ebea. Un placer leerte. Te remito mis comentarios a tu relato:
A mi entender el texto fluye de manera armoniosa, con un buen balance entre descripciones y acción, lo que ha mantenido mi interés, con un lenguaje adecuado para un relato de fantasía. El tono misterioso y melancólico se mantiene coherente a lo largo del texto.
Los personajes se presentan de manera clara y con características definidas que los hacen interesantes.
Creo que las descripciones crean una atmósfera que transporta al lector al mundo descrito.
También, como mejora, veo que hay algunas repeticiones de palabras como “criatura” que podrían sustituirse por sinónimos para enriquecer el vocabulario y algunas descripciones son densas y podrían beneficiarse de una simplificación para evitar la sobrecarga sensorial.
En cuanto a imaginación y originalidad la historia presenta un mundo fantástico, con criaturas y situaciones intrigantes, dejando al lector con preguntas y la sensación de que hay mucho más por descubrir.
En general es una historia intrigante y bien escrita. Te felicito.
Si quieres puedes pasarte por mi relato. Estoy en el 49.
Nos leemos!!!!
Ebea
20/02/2025 a las 11:02
Daniel, gracias por tu visita. El caso es que hayas leído mi relato, aunque no seas amante de este estilo. Siempre me han gustado mucho estos talleres porque me dan acceso a otros tipos de escritura, a otros talentos, a otros géneros que, normalmente, no suelo consumir, pero que sin duda me enriquecen.
Un saludo, nos leemos.
Ebea
20/02/2025 a las 11:27
Hola, Moldy Blaston. Bienvenida a mi relato.
Muchísimas gracias por tus comentarios sobre mi trabajo. Me alegra mucho que hayas encontrado el texto armonioso y equilibrado. Aprecio tus observaciones sobre las repeticiones y la densidad de las descripciones; sin duda, son aspectos en los que seguiré trabajando.
Debo reconocer, y creo que se nota, que me ha costado mucho sacarlo adelante. Dudo si he cumplido con el reto adicional porque creo que se inclina hacia el narrador omnisciente, pese a las modificaciones que hice. Me daba la sensación de quedar demasiado impersonal, parecía el informe del Sr. Spock y no quería eso.
He leído ya otros relatos del taller construidos en ficción con el narrador testigo que sí lograron el efecto que yo deseaba… pero bueno, para ser el primero en mucho tiempo, no me ha quedado tan mal. Sé que tengo el problema de intentar siempre construir relatos fuera de mi alcance.
De todos modos, estoy feliz de saber que los personajes y la atmósfera lograron captar tu interés y haber conseguido, al menos, dejar la intriga de qué otras formas de vida se pueden descubrir con los viajes.
Definitivamente, me pasaré por tu relato en el 49 para disfrutar de tu escritura. Nos seguimos leyendo y aprendiendo en estos talleres. ¡Gracias de nuevo por tus valiosas palabras!
Un abrazo, Ebea
Codrum
20/02/2025 a las 12:36
Hola, Ebea.
Creo que tú y yo pecamos de lo mismo.
Hacemos descripciones muy densas que quitan un poco de dinamismo.
No estoy de acuerdo en que el equilibrio se lograse. En ocasiones se me hace muy espeso el texto.
No estoy diciendo que estén mal. Únicamente que hay que dosificarlas
Eso si. Tu imaginación es desbordante. Y gracias a ella nos has metido de lleno en un mundo fantástico nuevo.
! Buen trabajo!
Ebea
20/02/2025 a las 12:54
Gracias por tu comentario, Codrum.
Sí, coincido contigo en que el relato no es dinámico, y si te soy sincera, menos mal que no has leído los primeros borradores, porque eran un completo desastre en ese aspecto. Sé que tengo mucho que trabajar. Me ha costado horrores sacar el ejercicio adelante, lo admito. Se me quedó la sensación de informe de misión del Sr. Spock, pero el tiempo era el que era y ya no pude permitirme esperar más para la entrega.
Confío en seguir participando y mejorando. Nos leemos en futuros talleres.
Codrum
20/02/2025 a las 13:15
!Esa es la actitud!
No lo tomes como una mala crítica, sino como una motivación.
Como dices estas un poco oxidada, yo también.
En mi texto hay muchos fallos que en otra situación habría sabido identificar.
El hecho de que mejoraras los borradores ya habla muy bien de tu trabajo.
Así que, !ánimo!
Ebea
20/02/2025 a las 14:09
No existen las malas críticas, aunque para mí sí depende mucho de las formas de quien te las está dando; hay gente con muy mala actitud por el mundo.
La verdad es que estaba nerviosa de que se me notase demasiado la herrumbre, pero ahora ya parece que empieza todo a rodar.
Quiero volver con mis tiempos, poco a poco, nunca tuve prisa por escribir y ahora todavía menos yo lo que quiero es disfrutar del viaje.
Gracias por los ánimos, espero encontrar tiempo pronto para poder leer también tu relato.
Codrum
20/02/2025 a las 18:41
Muchas gracias por pasarte por mi texto.
Haces unas reflexiones que ayudan mucho.
La sonoridad la intento mirar. Y el intentar cambiar el ritmo también.
Gracias por tus palabras . Algo saco de bueno
Amadeo
21/02/2025 a las 01:38
Ebea.
Primero agradecerte tus comentarios al mío. Revisaré la puntuación.
Respecto a tu cuento, destaco que está demasiado “explicado”, no dejas que el lector imagi-ne y “sienta” las emociones de los personajes. Yo le pondría nombre propio al viajero, para ubicarlo mejor.
Dices: … y el desasosiego del otro viajero en su presencia era palpable. Pregunto ¿Cuál es el otro? ¿Cuántos son?
Encontré varias repeticiones de palabras cercanas y también varios gerundios en el texto.
Espero haberte ayudado
Cordiales aludos
Amadeo (Argentina)
Nº 53
IreneR
21/02/2025 a las 11:09
Buenas, Ebea.
Un relato curioso con una criatura de lo más peculiar. Ha sido interesante de leer, aunque no me ha terminado de enganchar del todo. Creo que hay demasiadas descripciones para mi gusto, y eso me ha hecho perderme de vez en cuando en el texto.
Sobre el reto. No estoy segura de que llegue a ser narrador testigo. Algunas veces el narrador conjetura con lo que piensa o siente el viajero, y eso es algo que en el narrador testigo no es posible. Y este narrador, parece que también está en la misma estancia con el viajero, pero no interacciona de ninguna manera con él… Creo que era un reto muy complicado de realizar por lo peculiar que es este narrador.
Nos leemos.
Un saludo.
Irene
Ebea
21/02/2025 a las 11:32
Gracias por tus palabras, Amadeo. Revisaré todo lo que me estás comentando. Como ya he mencionado, el reto adicional fue el que realmente me costó mucho cumplir y justo lo que mencionas tiene relación con esas dificultades.
En cuanto a cuántos son, pues son dos: el que testifica y su compañero, a quien le sucede la acción. Ambos son viajeros en el espacio a través de túneles. Si tengo que aclararlo, es porque los personajes no están bien presentados en el relato.
Lo del nombre propio del protagonista… La verdad es que ni se me pasó por la cabeza. En ningún momento le puse cara al viajero porque lo que me importaba era el testimonio, no el protagonista. Quizás tengas razón en que darle un nombre hubiese sido una buena herramienta para focalizar la atención en él y eso me hubiese ayudado con el narrador testigo.
La verdad es que no creí que el relato impidiese al lector sentir las emociones de los personajes. Más bien creo que, fruto de tantos cambios de narración, ha quedado bastante impersonal. Pero el dichoso narrador testigo, que está en la escena, tiene conocimiento limitado a lo que observa de lo que le sucede al protagonista, no sabe lo que este piensa o siente y solo tiene acceso a sus propios sentimientos y reflexiones, pero no puede participar en la escena… La verdad, no sé encajarlo. Me salía narrador omnisciente y no testigo; definitivamente no lo sé exponer. Quizás es que el planteamiento de este relato desde el inicio haya sido erróneo. Quizás debería haber planteado otra escena más sencilla de narrar como testigo.
En cuanto a los gerundios, pocas excusas, creo que el abuso se debe a ser nativa gallegoparlante, ya que el uso del gerundio es la característica significativamente más frecuente del idioma, sobre todo en la conjugación del gerundio perifrástico. Aunque realmente soy bilingüe y aprendí castellano en el colegio, y actualmente paso meses sin hablar gallego pues no vivo allí, conservo ciertas costumbres en las expresiones que se terminan por notar.
En fin, te agradezco la ayuda. Me esforzaré en el siguiente taller para ver si consigo un mejor resultado. Un saludo.
Ebea
21/02/2025 a las 11:51
Gracias por tu comentario, IreneR. Sí, realmente creo que el reto opcional no está logrado. El narrador testigo tenía que estar en la escena, pero no formar parte de ella (o eso entendí que debía ocurrir), así que no permití que interactuara con el protagonista.
Del mismo modo, el testigo no tiene acceso a los pensamientos o sentimientos del protagonista, solo a los propios, así que me he hecho un lío a la hora de plasmarlo. A día de hoy, pienso que planteé mal el ejercicio desde el primer momento, ya que este relato pide ser contado en omnisciente para reflejar lo que yo pretendía.
Mi sensación general con el relato es que está mal enfocado. Es demasiado impersonal, es denso y, quizás, el lenguaje no acaba de encajar bien con el tono. Aunque usé ese lenguaje para crear la sensación de “testimonio”. Pero definitivamente sé que no estuvo bien.
Sé que suena a excusa, pero realmente me faltó tiempo para trabajarlo, porque lo modifiqué tantas veces para encajar al narrador que creo que se nota lo oxidada que estaba. La idea y el primer borrador los tuve desde el primer día, pero luego el narrador fue un dolor de cabeza… (Total para que ni siquiera lo haya logrado).
Espero trabajar mejor en el siguiente taller. Tendré en cuenta todos los apuntes que me habéis dado.
Un saludo.
Fernando Rodríguez
21/02/2025 a las 18:51
He sentido en mas de una frase de tu relato el dualismo entre lo bueno y lo malo, entre lo bello y lo menos atractivo, entre el miedo o temor y la esperanza. Todos los textos, que duda cabe, son mejorables, pero estamos entre personas que nos gusta escribir y la libertad que eso nos da, permite dar rienda suelta a la imaginación. Y eso, lo has logrado sobradamente.