Literautas - Tu escuela de escritura

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El eco de su voz - por SakuraR.

Desde que nos mudamos al solar en Centro Habana, mi hermana Camila insistía que había una grieta en la pared de su habitación, justo detrás de su cama. Nuestros padres no la veían, pero yo sí. Era una delgada fisura que parecía extenderse cada día un poco más, como una herida abierta en la estructura desvencijada de la casa. Al principio no le di importancia, después de todo esa casa tenía más de un siglo, y las grietas eran parte de su vejez.

Pero Camila estaba obsesionada. Pasaba horas mirándola, tocándola con la yema de los dedos y una noche la sorprendí susurrándole. Abrí la puerta de su cuarto y la vi inclinada sobre la pared, murmurando cosas que no alcancé a entender.

—¿Con quién hablas? —le pregunté.

Se giró lentamente. Sus ojos oscuros brillaban a la luz de la luna que entraba por la ventana.

—Con ellos —dijo en voz baja.

Señaló la grieta con una expresión extraña, casi reverente. Me acerqué y pasé la mano sobre la pared, pero solo sentí la rugosidad del yeso antiguo.

—Cami… ¡Ahí no hay nadie!

—Claro que sí. ¿No los escuchas? Dicen que ese es un lugar mejor. Y que puedo ir con ellos si quiero.

Me recorrió un escalofrío. Traté de bromear y le dije que dejara de ver tantas películas de terror. Pero cuando ella volvió a mirar la grieta, sentí un tirón en el estómago. Había algo en su expresión que me hizo sentir miedo.

A la mañana siguiente, la grieta había desaparecido. Y Camila también.

La buscamos por toda la casa, en la calle, en el parque cercano. Nadie la había visto. Mis padres fueron a la policía, pero no había rastro de ella. Le conté a mi madre el episodio de la noche anterior, pero entre lágrimas dijo que no me inventara tonterías, que ella ya estaba bastante alterada. Mi hermana menor se esfumó sin dejar huella y solo yo sabía dónde buscar.

Esa noche, entré a su habitación. Pasé la mano por la pared donde antes había estado la grieta. No había nada. Pero, en el silencio de la madrugada, cuando todos dormían me pareció escuchar un susurro. Un murmullo leve, como si alguien hablara al otro lado.

Mi corazón se detuvo.

—Camila —susurré desesperada.

El murmullo cesó, creí que lo había imaginado. Pero entonces, sentí que algo se movía entre mis dedos como un cosquilleo y al mirar vi la grieta abierta nuevamente. Entonces con una claridad escalofriante, escuché su voz.

—Ale, ven. Aquí es hermoso. No sabes lo libre que me siento.

Mi cuerpo se paralizó. Me acerqué más a la pared, pegando mi oído contra ella.

—Camila, ¿dónde estás? —pregunté, sintiendo un nudo en la garganta —Vuelve a casa, por favor, que mamá no para de llorar y todos estamos muy preocupados.

—En un lugar mejor. No tengas miedo. Diles a mamá y papá que estoy bien. Pero si quieres, puedes venir tú también.

Mis dedos temblorosos recorrieron la superficie de la grieta, estaba suave, como si pudiera hundirme en ella con poco esfuerzo. Retrocedí de golpe. ¡No, esto era una pesadilla, un delirio! Me alejé, cerré la puerta de un golpe y me encerré en mi cuarto sin poder dormir el resto de la noche.

Pasaron los años y nunca volvimos a ver a Camila. La policía cerró el caso por falta de pruebas y mis padres se marchitaron con la ausencia. Yo crecí con una pregunta que nunca me atreví a responder: ¿de verdad se fue a un lugar mejor?

A veces, cuando vuelvo a esa casa, me detengo frente a su antigua habitación. No entro. No me atrevo. Pero en las noches más silenciosas, cuando el viento sopla desde el malecón y las sombras de los faroles juegan en los pasillos, juro que escucho su voz al otro lado de la pared.

Todavía me está llamando.

Comentarios (9):

Vespasiano

18/02/2025 a las 21:48

Buenas noche, Sakura:
Estoy de viaje, ocupado con un familiar hospitalizado.
En unos días haré un comentario más detallado.
De inicio te puedo decir que tu historia me ha encantado.
Hasta pronto.

Mónica Bezom

18/02/2025 a las 21:54

Hola, Sakura.

¡Guau, qué buen relato!
Más que leerlo, lo devoré. Y en el párrafo final sufrí un atisbo de piel de gallina.
Dado el modo voraz de mi primera lectura y, recordando que esto es un taller, lo releí dos veces más. Me ha parecido excelentemente escrito, dotado de una narrativa sin fisuras (o sin grietas¡jaja!) con el ritmo inquietante y el suspenso justo. Te felicito.

Le he encontrado un par de peros menores:
-La coma que precede la “y” en el primer párrafo entiendo que no va;
-“Retrocedí de golpe. ¡No, esto era una pesadilla, un delirio! Me alejé, cerré la puerta de un golpe”: “de golpe”; “de un golpe”, ambas expresiones tan cerca me chirriaron apenitas…

Ha sido un placer leerte.

Amilcar

18/02/2025 a las 23:46

Casi se me ha puesto piel de gallina. Esta noche dormiré con la luz encendida. salu2

Codrum

19/02/2025 a las 15:59

Hola 👋,
Muy bue. Relato. Al igual que Mónica, lo devoré .
El nr 41 si no recuerdo mal, plantea casi lo mismo. Allí la atmósfera es más siniestra. Pero aquí se disfruta cada palabra. No puedo decir nada más. Simplemente enhorabuena. Un gran relato que se lee con facilidad y se empatiza genial con la protagonista.

Un único fallo que veo. Es el hecho de que el narrador es el protagonista indiscutible de la obra y por tanto, no puede ser un narrador testigo. O al menos eso me parece a mí.

Quitando eso, reitero mi enhorabuena por tan buen texto

Daniel Escobar Celis

20/02/2025 a las 00:33

Saludos, entré a leer este relato gracias a la persona del comentario anterior. Pues, debo decir que tiene toda la razón. La idea general es muy parecida solo que mi historia es mas siniestra y la tuya está mejor escrita. Además de la misma observación respecto al reto, ya que la narradora si es protagonista en tu relato más que solo un testigo.

Saludos, espero seguir leyendonos.
Sería bueno que pasaras por mi relato el 41 y me dieras tu opinión.

Yvonne (María Kersimon)

20/02/2025 a las 22:44

Hola Sakura,
He disfrutado mucho la lectura de tu cuento. Es sencillo el argumento pero elaborado a la vez. Le sacas mucho jugo a la grieta en sí, dándole un significado más profundo que el que aparenta. En los relatos que llevo leyendo, la grieta tiene cargas simbólicas diversas que van desde canal de evasión, acceso la lujuria, clave de transformación… tú, además de otra persona, la hacéis lugar de tránsito entre mundos. Y resulta creíble. El colmo es que tal cómo lo escribes resulta la única opción posible. Así que fantástico. Un cuento fantástico.

Sakura

22/02/2025 a las 09:51

Hola Mónica, muchas gracias por tu comentario, tienes razón en los dos errores, me gustan las criticas que son estrictas porque son las que nos ayudan a mejorar. Lo editaré y mejoraré.

Sakura

22/02/2025 a las 09:54

Hola Codrum… Ummmmm, creo que tienes razón… no conseguí el narrador testigo y no me había dado cuenta. Mi intención inicial fue poner a la hermana como protagonista, pero obviamente no lo conseguí… me has dejado pensando… Muchas gracias.

Sakura

22/02/2025 a las 09:55

Hola Daniel, voy a tu relato ahora mismo a leerte, muchas gracias

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