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El Mentiroso - por Osvaldo Mario Vela SáenzR.+18
El Arrepentido
Tras una petición de secuestro por los altos mandos de la organización, Félix,” El jefe”, en busca del lugar apropiado para llevarlo a cabo, se ve encerrado en un callejón oscuro.
Acorralado en aquella vía exenta de luz, oye un armonioso taconeo aproximarse, lo escucha tan claro que, lo obliga a buscar un escondite entre la impenetrable penumbra que lo rodea.
ÉL, sin querer ser visto, permanece de pie rígido y se recarga en un muro. Puede sentir y palpar algo, había una grieta en la pared. Amplia fisura que lo semi esconde. En eso, un rayo de luz como venido del Cielo, ilumina de frente el rostro más bello que sus ojos hayan visto jamás. El rayo pierde intensidad. A pesar de las tinieblas, ambos son conscientes de una cercanía ajena. Félix, aprovecha el momento de la tentadora aparición, y une sus labios a los de ella.
El atrevimiento, justifica una reacción, pero tanto el arriesgado como la receptora, permanecen como en espera: absortos. El roce de labios de una tentación se repite. La nueva caricia de mieles distintas se convierte en dulce arrebato de insensatez. Ninguno de ellos consciente de su sentir. Una sensación imborrable de pertenencia nace en ambos protagonistas. Encuentro fortuito que, a él, lo guía a un derrotero de enmienda por siempre. Sentimiento profundo que no conocían y que los colma de algo eterno.
Nuevas voces de unos niños, buscando a Elvira los separa.
“El jefe se convierte, desde ese momento, en el “arrepentido”. Un escenario, que lo lleva a buscar con ahínco su redención. Una historia, donde el destino manipula los guiones de la trama y los entreteje de la misma forma que, aquel rayo de luz de una lámpara parpadeante que de pronto ilumina con intención un rostro único.
A los pocos días el secuestro se llevó a cabo, hecho que cambió su vida. Persecución militar sin tregua. La tenaz acechanza cumple su tiempo junto a un paraje conocido como “las minas” allí en Progreso, Coahuila. Él es el único sobreviviente. El alejamiento, a unos cientos de metros del campamento para meditar sobre su redención, lo salva de La refriega bélica que se da al oscurecer,
Ahí, en lo más tupido de la cañada su corazón late acelerado. Un vacío de mariposas asustadas gobierna sus entrañas. Su conciencia es una tortura. El iniciar del tiroteo, da lugar a una desenfrenada carrera por salvarse y Félix termina en el aterronado cauce de una cañada.
El barro del fondo de aquel arroyo seco y endurecido por el actuar del sol y el aire cala en sus carnes. El panorama que lo abruma es una réplica de las fantasías nocturnas vividas por su mente: terrones que pinchan, tiroteos cercanos y lejanos que lo llenan de pavor, gritos de auxilio de sus hombres, y él, incapaz de prestar ayuda.
Ante la inmensidad del terruño coahuilense se siente solo, como debe ser la soledad de un General sin soldados. Sugerencia interna de fino matiz para cambiar de oficio.
Aprovecha la noche para planear un escape. Escucha y percibe de la naturaleza su comunicar nocturno, nada de eso le asusta- Ni el aullar de los coyotes, ni el cantar de los grillos, ni el croar de los sapos, ni el ulular de los tecolotes, ni el graznido de los gansos, haciendo uso de la noche en su emigrar al sur en busca de climas cálidos.
Agudiza sus sentidos y mira al cielo; ahí, en las alturas, está la “Estrella del Norte” punto brillante en el infinito y guía de su escape en las próximas horas. La noche viene acompañada de la dama más bella del firmamento. La luna Luce esplendorosa, su luminoso vestir baña con brillo plateado los desniveles y abrojos de aquella tierra semidesértica.
Antes del amanecer, alcanza a divisar una iluminación. Luces, que dan fe de un caserío de rancho. Sin saber por qué su imaginación divaga: Qué, si ese rancho es su último aposento. Qué, si el muere en la balacera. Aunque si muere, no debe sentir hambre, pero que olores llegan a su nariz. Definitivamente, ese rancho es el mejor destino para pedir trabajo.
Decidido, cruza el portón de entrada y toca suavemente la puerta. Mientras espera lee un letrero que dice “se solicita vaquero”.
Bella mujer, quien sostiene a dos niños de la mano, Abre la puerta.
—¿Viene usted por lo del anuncio?
Félix, imposibilitado de contestar. El sol chismoso, con sus rayos mañaneros ilumina la misma faz del callejón oscuro.
Comentarios (13):
Osvaldo Mario Vela
18/02/2025 a las 17:23
Hola a todos. Un gusto participar por segunda vez en este nuevo arranque. Quiero aclarar que el título del escrito es el arrepentido.
Cristina Otadui
20/02/2025 a las 17:05
Hola Osvaldo,
Tu narrativa es intrigante, rica en descripciones y enfocada en el sentir y las experiencias de tu protagonista Félix.
Creo que el paso de una escena a otra y algunos momentos de la historia puede ser un poco abrupta. Un flujo más suave entre las ideas y eventos podría mejorar la cohesión del texto.
Seguramente por la limitación de palabras no ahondas en la conexión emocional de Félix con la mujer: profundizar en sus antecedentes, en sus motivaciones seguro que podría darte/nos otra historia 🙂
El reto del narrador testigo me parece conseguido: se presenta como un observador de los eventos, describiendo lo que Félix experimenta y siente sin ser un personaje activo en la historia.
Gracias por escribir y compartir, un saludo
¡¡Nos leemos!!
José Torma
20/02/2025 a las 17:19
Compadre Osvaldo.
Te inspiras en una realidad que nos duele a los mexicanos y lo llevas de una manera muy lograda. Tal vez a la gente que no ha vivido las situaciones que aquí hemos tenido, sea un poco raro. Pero el sentimiento está ahí.
De alguna manera logras sacar un rayo de esperanza donde todo era feo.
Yo no diré nada de lo formal, porque yo me lo leí de girón y lo sufrí y disfruté.
Un abrazo compadrito. Nos seguimos leyendo.
Osvaldo Mario Vela Sáenz
20/02/2025 a las 17:53
Hola Cristina, un saludo y gracias por comentar. la lectura te llevó a imaginar lo que estaba tras la cortedad de un detalle al siguiente. El Tener que reducir un texto a veces entrecorta la inspiración. Aquí te envío el inicio dela historia donde el texto rebasaba las mil Palabras:
Tras una petición de secuestro que recibió de los altos mandos de la organización, él, en busca del lugar apropiado para llevarlo a cabo, se ve copado en un estrecho callejón oscuro. Su cautela despierta.
Ante aquel escenario, sus sentidos se agudizan. De pronto escucha un taconeo femenino de atractivo compás, lo oye tan cerca que lo obliga a buscar un escondite entre la penumbra que lo rodea. ÉL, sin querer ser visto, permanece de pie y rígido. Inmóvil, se recarga en un muro. Palpa y descubre que había una grieta en la pared. Amplia fisura que medio lo esconde. De pronto un rayo de luz, como venido del Cielo, ilumina de frente el rostro más bello que sus ojos hubiesen visto jamás. En aquella faz iluminada, los ojos, de un azul intenso se entrecierran y unos labios que prometen, tiemblan. El pavor la inmoviliza y él, ante la tentadora distancia que el momento le regala y sin poderlo evitar, une sus labios a los de ella.
La luminosidad poco a poco pierde intensidad.
La audacia, ante el llamado de una fascinación justifica una protesta, pero tanto el atrevido como la receptora, permanecen como en espera: absortos. El roce de labios de aquella cercanía se repite. La nueva caricia de mieles distintas se convierte en un dulce arrebato de insensatez. El estremecimiento de sus labios fue algo que ninguno de los dos esperaba. La sensación imborrable de entrega y pertenencia que los invadió, los colmó de algo profundo que no habían ni conocido ni sentido jamás.
Como podrás ver, la magia de las letras de un escrito a otro se ve mermada. Agradezco tus palabras y nos seguimos leyendo.
Yvonne (María Kersimon)
20/02/2025 a las 20:18
Hola Osvaldo,
Me gusta tu estilo florido y elegante, la profusión de tus descripciones y la belleza de los sentimientos que expresas.
Saludos.
Maria Carmen
20/02/2025 a las 23:20
Hola Osvaldo, un placer leerte otra vez. Como siempre tu relato original y descriptivo. Buen trabajo.
Un saludo
Codrum
21/02/2025 a las 08:29
Hola, Osvaldo.
Gracias por pasarte por mi relato.
Por lo que leo en los comentarios la rica descripción es algo que te caracteriza. La tensión va creciendo y la atmósfera es muy sombria y solitaria. Supongo que por los conflictos de FElix.
Como viste en mi texto, lo del narrador no lo llevo muy bien, pero creo que aquí es omnisciente, porque sabe los pensamientos de Felix.
Lo del beso lo veo un poco precipitado, pero viendo que tienes descripiones tan largas, el limitar tu texto a un nr de palabras te debe de ser difícil.
Ese es uno de las grandezas del taller, desde mi novato punto de vista; nos ayuda a centrarnos en lo importante y cortar hasta que quede lo necesario, para que la obra sea impactante y llegue al lector.
El cuento más triste que he leido tiene 7 palabras. Creo que era de Hemingway. Así que a veces menos es más.
Como ves yo también me enrollo mucho.
Resumiendo: me parece una obra que plantea una evolucion del personaje muy interesante. con una atmosfera oscura y que tiene una base de angustia fuerte.
.
Como puntos a mejorar, una mayor claridad en algunos momentos, y balancear la descripcion y la accion.
!Buen trabajo!!
Otilia
22/02/2025 a las 14:19
Hola, Osvaldo:
El título de tu relato me ha llamado la atención porque hace tiempo escribí uno relato titulado así.
Ante todo, gracias por compartir tu historia. Te diré que me ha resultado algo confusa. Yo suelo leer en voz alta y así noto algunos fallos.
Como mejorables te diré que los apodos no necesitan comillas quedaría Félix el Jefe, el articulo en minúscula.
Soy novata en utilizar narrador testigo por lo tanto no te lo puedo asegurar, pero no lo veo en tu relato.
Felicidades y nos leemos.
Patricia Redondo
22/02/2025 a las 17:36
Un bonito relato Osvaldo. Tienes un estilo elegante, preciosista, un poco recargado para mi gusto, pero dominas la técnica , escribes muy bien.
De la trama decir que me ha parecido el principio de algo más grande. Anímate a escribirlo y lo leeremos encantados.
Estoy en el 22 por si te apetece.
Nos leemos!
Osvaldo Mario vela saenz
22/02/2025 a las 20:44
Gracias Patricia por TU visita y si es una novela que SE titula El jefe arrepentido. Despues me paso por TU texto del me
Vespasiano
22/02/2025 a las 22:21
Hola, Osvaldo:
Gracias por leerme y dejar tu comentario.
Tu historia me ha gustado. he sentido para cada situación narrada, la atmósfera del entorno y la angustia del protagonista en cada una de ellas.
Dices: “Encuentro fortuito que, a él, lo guía a un derrotero de enmienda por siempre. Sentimiento profundo que no conocían y que los colma de algo eterno”.
Preciosa metáfora, sin duda, que refleja el poder de un beso- Aunque sea prematuro hablar de amor en esta ocasión y circunstancia.
Probablemente ante ese peligro inminente a Félix le daba igual perder la vida arriesgándola por un beso deseado. Beso que sin querer le salvó la vida indicándole el camino de la regeneración, de ahí que acertadamente el título de la historia la nominaras como: “El arrepentido”. Y es que un beso correspondido mueve y conmueve a un ser humano.
Un plazer leerte y sentir esa forma poética de expresarte-
Seguiremos leyéndonos.
Mónica Bezom
23/02/2025 a las 08:07
Hola, Osvaldo.
Encuentro tu relato dotado de una escritura firme y delicada a la vez; de una atmósfera abrumadora en la que la esperanza se abre camino aboliendo la violencia del corazón del arrepentido, contado desde una narrativa aterciopelada, resuelta y de fino lenguaje, pródigo en descripciones poéticas realmente encantadoras -como por ejemplo: “Un vacío de mariposas asustadas gobierna sus entrañas.” O el delicado tratamiento que le das a la luna “La noche viene acompañada de la dama más bella del firmamento”; los ruidos nocturnos de los animales, por citar algunas-, conforman una historia en la que se abre paso un proceso de crisálida, pasando de la oscuridad a la plenitud del amanecer.
Como pero, me parece advertir algunas comas inoportunas en frases que quedan como cortadas, restándole fuerza a la idea.
Por ejemplo: “oye un armonioso taconeo aproximarse, lo escucha tan claro que, lo obliga a buscar un escondite…”: en vez de la coma luego de “aproximarse” te quedaría mejor un punto y coma; la coma luego de “que”, debería suprimirse.
“En eso, un rayo de luz como venido del Cielo, ilumina de frente…”: la coma luego de cielo no iría y cielo va con minúscula; “tanto el arriesgado como la receptora, permanecen como en espera…”; “Félix, aprovecha el momento de la tentadora aparición, y une sus labios a los de ella.
El atrevimiento, justifica…”; “Nuevas voces de unos niños, buscando a Elvira los separa.” (agrega la “n” a separa: separan); “Un escenario, que lo lleva a buscar…”; “Una historia, donde el destino…”: quitaría todas esas comas. Bueno, fíjate tú leyendo en voz alta a ver qué te parece.
Huelga decirte que la historia de “El Arrepentido” me ha encantado.
Nos seguimos leyendo.
Osvaldo Mario vela saenz
25/02/2025 a las 04:36
Hola Monica, quiero agradecer tu comentario a mi texto, usaste un lenguaje exelso. Me gusto la expression” huelga
decirte”, que viene de holgar to que significa de gran tamanyo.
Disculpa los errores El movil es texano y nomas no entiende. De acentos y otros defectos.