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Ni loco que estuviera - por Daniel CallejaR.+18

Web: https://debusquedasylocuras.blogspot.com

—Había una grieta en la pared —afirmó el comisario Enzo Flores. De eso puedo dar fe.
El forense se rascó la cabeza y pasó la mano enguantada por la pared.
—Eso es imposible —replicó el perito—. Esta pared está demasiado perfecta. Ni siquiera tiene pintura descascarada ni retoques frescos.
—Mi ayudante también la vio.¿No es así, cabo?
—Sí, señor comisario —contestó veloz como el rayo.
El forense me hizo apagar la luz y revisó todo con el foco ultravioleta.
—Nada en la pared, nada en el piso,nada de nada en ningún lado. Como broma ya es suficiente —protestó Julio, el perito forense. Me hacés venir hasta acá en el medio de la peor tormenta en años para tomarme el pelo. ¿Qué hay del otro lado de esta pared?
—Supongo que el patio trasero. No hay más habitaciones para allá —informó el comisario.
—Deberías salir a ver y confirmarlo.
—Cabo Reyes, vaya a ver —ordenó Flores.
El cabo fue presto a cumplir la orden y volvió empapado y tembloroso.
—No hay nada señor comisario —apuntó. Puros yuyos y barro.
—Supongo que revisaste la pared del lado de afuera.
El cabo no contestó y salió corriendo. Volvió un minuto después.
—La pared está muy mojada, pero no tiene grietas —dijo al regresar.
El pobre cabo temblaba de frío. El forense se volvió hacia mí.
—¿Y usted qué hace acá?
—Solo observo —contesté lacónico. Soy el cerrajero.
—¿Vio la grieta usted también?
—La vi. Iba de abajo arriba ensanchándose.
Julio caminó de un lado a otro de la pieza.«No entiendo que hacemos acá» dijo a modo de protesta.
—Llamó una vecina —aclaró el comisario—. Ruidos, golpes, luces y la familia que desapareció. Según ella. Pero la mesa está servida.
—Pueden haber salido de apuro —sugirió con timidez el cabo. No hay ningún auto en el garaje.
—Y la grieta, ¿desapareció de golpe? —preguntó Julio.
El comisario se rascó la cabeza.
—Puede ser. Salimos a hablar con la vecina que vino corriendo apenas llegamos. A los pocos minutos entramos y ya no estaba.
—Capaz que la grieta era un portal interdimensional —dijo el imberbe cabo.
—No diga pavadas muchacho. Tanto leer esos libros raros le hacen creer cualquier cosa.
—Las grietas normales no se cierran solas—apuntó con firmeza el cabo.
El comisario abrió la boca pero no llegó a decir nada. Tomó una manzana de la mesa y le clavó los dientes.
—¡La puta madre, me arranqué un diente! —gritó molesto.
El cabo Reyes se acercó a la mesa y revisó la comida.
—Parecen ser de utilería señor comisario.¡La grieta, apareció de nuevo!¡Ay mamita!
Luego todo pasó demasiado rápido. El comisario disparó contra la grieta haciendo un agujero en la pared. La puerta principal se abrió y un nuevo disparo pasó zumbado junto al recién llegado, que se tiró al piso. Yo no podía creer lo que veía. Tarros de pintura y pinceles rodaron por el suelo frente al hombre. El pobre no entendía nada.
—¿Quién es usted?¿De donde viene? ¿Qué hizo con la familia López? ¿Adonde lleva esa grieta? —preguntó Flores mientras le apuntaba.
—Si guarda el arma le cuento. Por favor. Se le va escapar un tiro.
Enzo Flores guardó la pistola y tomó asiento. El cabo estaba revisando la grieta.
—Caray, es una….. ¿proyección?—preguntó rascándose la cabeza.
—Lo es —respondió el recién llegado —. Y esta casa es un set de cine por un par de semanas. La familia está en un hotel pagado por la productora. La proyección no queda bien en cámara, así que voy a pintar la falsa grieta de verde para crearla después. Con la computadora —aclaró.
—Mirá vos —dijo Flores—. Casi te pego un tiro. El bobo del cabo me puso nervioso con sus inventos. Portales dimensionales. Familias secuestradas.Pero, espere, la mujer que llamó dijo que vio luces raras y escuchó gritos.
El hombre apretó un botón en lo que parecía ser un control remoto y la habitación fue un caos de luces y gritos durante unos segundos.
—Efectos especiales—dijo dándose aires de superioridad.
—Bueno, es hora de irnos—dijo aliviado el comisario—. Julio, cabo, cerrajero. Ni una palabra a nadie de esto. No quiero ser el hazmerreír del pueblo. ¿Está claro, no?
No respondí y procedí a colocar la nueva cerradura mientras el hombre de los efectos pintaba. Lo que no le dije a nadie era que además de cerrajero era un periodista en ciernes. Y no iba a desperdiciar una historia tan jugosa. Ni loco que estuviera.

Comentarios (8):

Džoker

19/02/2025 a las 02:15

En general, es un relato muy entretenido. Con unos pequeños ajustes en la fluidez y la dosificación del misterio, podría brillar aún más. Al inicio incita a la especulación ¿es la escena de un crimen? ¿se trata de una misterio de ultratumba? ¿quizá sea ciencia ficción y se trate de viajes interdimensionales? por eso el final tirado a lo cómico, aparte de ser poco plausible, termina por decepcionar. Aún así, fue un placer leerte.

Otilia

19/02/2025 a las 13:00

Hola, Daniel, gracias por compartir tu historia. Me gustó.
Los diálogos le dan un buen ritmo, aunque no sé si el primero está bien escrito. Yo creó que el segundo está bien por lo tanto el primero y alguno más, no. Ya me dirás.
En cuanto al reto, soy principiante con el narrador testigo y el tuyo, el cerrajero, no sé si cumple.
Saludos. Nos leemos.

Daniel Calleja

19/02/2025 a las 19:57

Džoker: Lamento que el final te decepcione. Quería salir de los lugares comunes a los que me llevaba la grieta y la familia desaparecida. Son fan de la ciencia ficción y las primeras ideas disparaban para ahí.
Otilia: Gracias por marcarme el error en los diálogos. Es una de las cosas que por más que revise siempre se me escapan. Yo no suelo usar el narrador testigo, pero estoy seguro de que el cerrajero lo es. Cuenta lo que ve y su participación es mínima. No es el protagonista.
Gracias a los dos por sus opiniones. Todas ayudan a mejorar. Confieso que yo mismo no quedé muy conforme con el relato. Saludos

Codrum

20/02/2025 a las 12:11

Hola, Ampagore.

Pues a mí me ha parecido muy original y fresco.

El toque de humor iba ligado a la obra. Es un poco “el camarote de los hermanos Marx”, mezclado con “Mortadelo y Filemon”. Es todo caos y acciones atropelladas. Por lo tanto el final me pareció genial. Deja en muy mal lugar al cuerpo de policías, pero eso es otra cosa.
Le has dado una intensidad caotica muy única.

!Buen trabajo!

PROYMAN1

24/02/2025 a las 17:58

Saludos Daniel, me ha gustado el sentido del humor que reflejas en tu escrito, nada mejor para un relato describir a un investigador que anda despistado como lo estaba este. Mucho dialogo entre personajes lo cual hace que la lectura sea amena.
te doy las gracias por haber leído mi relato y tomo nota de tus observaciones, lo leeré una vez mas y aplicare tus consejos que seguro serán muy valiosos para próximos escritos.
Seguro que nos seguiremos leyendo.

Hilda G.M.

26/02/2025 a las 08:37

Hola, Daniel.
Me ha gustado tu historia, es amena y divertida. Y el final, cómico por un lado y prometedor por el otro, me ha encantado.
Ya te han dicho algo de los diálogos, pero como has respondido que siempre se te escapan, he decidido dejarte algunos ejemplos, espero que no lo tomes a mal. Tienes varios de ellos en los que el inciso explicativo queda enmedio del parlamento del personaje y en tales casos es necesario “encerrar” el inciso con dos rayas:
—Había una grieta en la pared —afirmó el comisario Enzo Flores—. De eso puedo dar fe.
—Nada en la pared, nada en el piso, nada de nada en ningún lado. Como broma ya es suficiente —protestó Julio, el perito forense—. Me hacés venir hasta acá en el medio de la peor tormenta en años para tomarme el pelo. ¿Qué hay del otro lado de esta pared? (Después del signo de interrogación no es necesario añadir punto, por eso lo he quitado.)
—No hay nada, señor comisario —apuntó—. Puros yuyos y barro.(Aquí hay que añadir además una coma antes del vocativo.)
Hay algunos más, pero como son similares, no creo que sea necesario ponerlos todos. Solo añadiría que la raya va separada del parlamento con un espacio y pegada al inciso. Lo tienes así:
—Las grietas normales no se cierran solas—apuntó con firmeza el cabo.
—Lo es —respondió el recién llegado —. Y esta casa es un set de cine por un par de semanas.
Y debería ser de esta manera:
—Las grietas normales no se cierran solas —apuntó con firmeza el cabo.
—Lo es —respondió el recién llegado—. Y esta casa es un set de cine por un par de semanas.
Si me permites, te comento otros detallitos que he notado.
La falta de coma antes del vocativo (que ya te había mencionado arriba):
—No diga pavadas, muchacho.
—Parecen ser de utilería, señor comisario.
Se te han pasado las tildes en los interrogativos dónde y adónde.
“¿De dónde viene?”
“¿Adónde lleva esa grieta?”
Y me parece que en la frase “La puerta principal se abrió y un nuevo disparo pasó zumbado junto al recién llegado…” debería ir el gerundio “zumbando” en lugar del participio.
En la actualidad para los puntos suspensivos es bastante con poner tres (…), aunque antes efectivamente era un número indefinido de puntos, según aclara la RAE.

Bueno, perdona si te he aburrido con mis correcciones. De cualquier forma, repito que me ha gustado tu relato y te agradezco que lo hayas compartido.
Saludos.

Daniel Calleja

26/02/2025 a las 19:30

PROYMAN1, gracias por pasearte por aquí.
Hilda, gracias por tus observaciones. Lo más triste que son todos errores cometidos por distracción y te agradezco que me los hagas notar. Me doy cuenta que a veces (demasiadas veces) me concentro tanto en la historia que se me escapan esos importantes detalles. No me has aburrido para nada. De nuevo gracias por tomarte el trabajo de revisar y corregir el texto con tanto detalle.Saludos

Mónica Bezom

27/02/2025 a las 23:52

Hola, Daniel:

Tu relato me ha encantado; construyes una historia original donde supiste conjugar la intriga con el humor en dosis perfectas para arribar a un final con doble vuelta de tuerca.

Los compañeros ya te marcaron detalles; me queda felicitarte por un estupendo y entretenido texto.
Ha sido un placer leerte

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