<< Volver a la lista de textos
Un as en la manga - por Wolfdux
En una vieja mansión se encontraban cuatro hombres sentados alrededor de una mesa de póker. El humo de los cigarrillos se alzaba en espirales. La luz tenue de una lámpara de araña colgada sobre ellos creaba sombras alargadas en las paredes. Había tensión en el aire; sabían que el juego no solo se trataba de dinero, sino de poder.
En el centro de la habitación, una pista de baile iluminada por luces suaves y de colores era el escenario perfecto para un espectáculo. Una mujer, vestida con un traje negro, se movía con gracia. Sus pasos eran tan ligeros que parecía flotar.
Se llamaba Luna, y al inicio de la noche sorprendió a los presentes con una coreografía complementada con el peculiar accesorio que llevaba: un dart-rope, una cuerda que podía lanzar con una precisión milimétrica. Mientras danzaba, movía la cuerda con fluidez, realizando trucos que hicieron que los hombres se quedarán boquiabiertos. El chirrido de la cuerda cortando el aire acompañaba los acordes de la música, como si fueran parte de una misma melodía.
Cada lanzamiento parecía un acto improvisado, pero su precisión era tan aguda que la cuerda nunca fallaba en su objetivo, creando figuras en el aire que no solo fascinaban, sino que también advertían de un poder latente. En ese espacio, entre el juego y el espectáculo, la línea entre el peligro y el arte era difusa.
Uno de los hombres, más nervioso que los demás, se distrajo con un lanzamiento especialmente alto. Sin querer, sus fichas cayeron y se esparcieron por toda la mesa. El ruido rompió la calma y todos lo miraron, sorprendidos. Luna, sin detener su danza, sonrió de forma enigmática. Los hombres se dieron cuenta de algo importante: el juego podía cambiar en cualquier momento, y no solo por las cartas.
La noche avanzaba y el ambiente se volvía más tenso. Luna, con sus movimientos y su cuerda, continuaba observándolos desde el fondo, como una sombra que podría decidir el destino de todos en un solo movimiento. Los jugadores, cada uno más tenso que el anterior, no podían evitar mirarse de reojo mientras continuaban jugando. La partida de póker parecía más una farsa que un verdadero desafío; todos estaban demasiado distraídos, y el brillo de una piedra preciosa en el centro de la mesa era como un faro, una tentación ineludible que ninguno quería perder de vista. La piedra, un lapislázuli resplandeciente que brillaba con intensidad, era el objeto de la apuesta final. Nadie sabía de dónde había salido, pero todos entendían su valor.
Luna había ido acercándose al círculo de hombres. Mientras uno de ellos le lanzaba una mirada furtiva, ella, con una sonrisa apenas visible, ejecutó su siguiente movimiento: un giro vertiginoso y con un solo gesto, lanzó su dart-rope hacia el lapislázuli. La cuerda, con la precisión de una flecha, se enroscó alrededor de la piedra, y antes de que nadie pudiera reaccionar, la joya fue levantada del centro de la mesa.
Los hombres se levantaron sobresaltados, gritando al mismo tiempo. Pero Luna, con la elegancia de una serpiente y con una agilidad asombrosa, dio un salto hacia atrás, alejándose de ellos mientras recogía la cuerda. En un segundo, la joya ya no estaba. Solo quedaba el brillo tenue del lapislázuli en el aire y el susurro de la cuerda deslizándose por las paredes, como si nunca hubiese existido.
Los hombres se lanzaron hacia ella, pero lo único que lograron fue quedar atrapados en su propia desesperación. Luna, sin perder la calma ni la sonrisa, movió la cuerda con destreza, rodeando a los hombres de manera que los inmovilizó uno por uno. La cuerda se ajustaba con firmeza en una danza calculada.
El líder del grupo intentó desenvainar su arma, pero antes de que pudiera hacerlo, Luna hizo un giro rápido, lanzando la cuerda y rodeando su muñeca, impidiendo que pudiera moverla. En cuestión de segundos, los cuatro hombres estaban inmovilizados, mirandola boquiabiertos. Sin prisa, les mostró la joya entre sus manos, antes de guardarla en su escote.
"Un buen espectáculo siempre tiene un final", murmuró Luna con voz suave, como si lo que acababa de suceder fuera solo una parte de su rutina.
Los hombres no pudieron hacer nada más que mirarla, completamente impotentes. Sabían que, al final, ella era quien había controlado todo desde el principio. Con una última mirada a sus víctimas, Luna se retiró, deslizándose entre las sombras con la misma gracia que había traído el caos, dejando atrás aquella vieja mansión.
Comentarios (6):
David Llurba
17/01/2025 a las 16:46
Hola, Wolfdux.
Este mes me has sorprendido con la calidad de la narrativa. La fluidez, el tono, la forma, la longitud. Te ha quedado un relato de mucha calidad, pero… siempre hay un pero.
En la primera lectura quedé contento aunque llegando al final ya tuve la sensación de que algo fallaba. En la segunda lectura entendí el qué: la incongruencia.
Lo que te voy a decir quizá es hilar de más, pero si hay una incongruencia que para mí sí es importante es la verosimilitud del contexto de la escena.
¿En qué situación están cuatro señores jugando solos en una mansión y una coreógrafa haciendo un espectáculo? No suena creíble.
Tendría más sentido que estuvieran en un estilo de club y que hubiera más gente, camareros sirviendo copas. Por otro lado, tiene más pinta de partida clandestina, por lo tanto, la presencia de Luna debería ser de confianza para alguno de los presentes. Tal como está planteado parece que han quedado cuatro y ha aparecido Luna de la nada y a nadie le ha extrañado. Falta contexto.
Otra cosa que no me acaba de convencer es la utilización del dart-rope o dardo de cuerda. Valoro su peso como elemento exótico, pero no sé si termina de funcionar para la escena. Hay que ser muy artista para pescar una piedra con eso, si en vez de una piedra fuera algo en lo que se pudiera clavar, como un tótem de madera, por ejemplo. Luego, cuando empieza a anudarlos a todos, tendría más sentido que tuviera varios dart-ropes porque sino no sé cómo lo hace.
“El chirrido de la cuerda cortando el aire” Cambiaría en esta frase chirrido por zumbido.
“Un buen espectáculo siempre tiene un final” Con esta frase supongo que se pretendía ser ingenioso, pero no me lo parece.
El narrador omnisciente creo que no es el más adecuado para la historia. Hubiese usado a uno de los hombres como narrador subjetivo. A ella la presentas, pero no sirve para mucho más que para referirte a ella en la narración, no queda claro si es la protagonista.
Y nada, ¿qué hará esa piedra lapislázuli que atribuye tanto poder deseado?
Una vez más nos deleitas con una escena de acción. En esta edición he decidido participar con tu estilo, espero haber estado a la altura.
Por último, me ha gustado la extensión del relato y estoy bastante convencido de que ha sido el típico texto al que se le ha tenido que aplicar tijera, así que supongo que gran parte de mis “peros” se deben a eso.
Un saludo y espero leerte en la próxima.
Ocitore
18/01/2025 a las 07:57
Completamente de acuerdo con David que ha sido muy exhaustivo en el análisis del texto. Creo que con otra estructura y otro narrador la trama podría ser más interesante. Hay bastantes películas y una infinidad de textos policiacos de los que se podría sacar un modelo. Los estilos pueden ir desde Agatha Christie hasta Raymond Chandler. Saludos
Carmenigne
18/01/2025 a las 20:55
Hola Woldlulf! Me resultó un relato muy fluido. Desde el inicio logras un clima de expectativa, que engancha. Muy bien logrado el personaje de Luna, se ven sus movimientos, a través no solo de la descripción de los mismo sino del ritmo que le imprimes al relato. Luna y sus movimientos me hace reflexionar acerca de la vida, y de sus vicisitudes. Como un acto de magia, la atención esta en un lado y el juego en el otro. Me gustó leerte.
Amadeo
23/01/2025 a las 13:52
Wolfdux
Muy bien ambientada la viejamansión. Me gustó el cuento por su lectura fluida, aunque al final, no encontré el as en la manga o es ¿ el dart-rope (Rope Dart) que estaba a la vista de los personajes?
Algunas observaciones como lector:
Dices: Nadie sabía de dónde había salido, pero todos entendían su valor. ¿No preguntaron antes? Es raro.
Dices: movió la cuerda con destreza, rodeando a los hombres de manera que los inmovilizó uno por uno. Diría que es imposible o ¿la cuerda se dividió en cuatro?
Por lo demás… Muy bueno
Cordiales saludos
Amadeo
Tavi
25/01/2025 a las 00:52
Hola Wolfdux
Ya han opinado sobre el tema los compañeros,que en general, esta bien redactado. Solo unas cositas:
Revisa este verbo “quedarán” que al colocarle el acento pasa a tiempo futuro.
A este verbo “mirandola”, falta el acento,
A mi por lo menos, me suena mal eso de “elegante serpiente”. Tal vez buscar otro adjetivo que sea más particular en ella. Eso.
Saludos
José Torma
11/02/2025 a las 23:33
Mi estimado Lobo, viejo amigo.
Amén de lo que te comentan, yo me dejé envolver por la escena, imaginé cada detalle, desde los tipos jugando en total concentración, ignorando a la dama que tenia su plan hecho. Si me descolocó el famoso “dart-rope” del cual asumí su significado y mas cuando describes como lo utilizaba. Dominar a 4 con este método denota mucha agilidad y talento de la dama.
A mi me gusta cuando la descripción me atrapa y me hace cerrar los ojos y “ver” lo que me estas contando. A mi me parece que la atmósfera y descripción de escenarios es algo que tienes muy logrado. Me gusto este cambio en ti, diferente siempre es bueno.
Un gusto leerte y perdón por la demora, pero la vida real me ha tenido muy ocupado estos últimos días.
Un abrazo.