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Un as en la manga - por Yvonne (María Kersimon)R.
Sol dejó descansar la cal que preparaba para blanquear su casita y llevó un cubo lleno de pan remojado y restos de cocina al gallinero. Las gallinas salieron en tropel a escarbar en el estercolero. Las dejó en libertad y se sentó en el brocal del pozo. Se sacó del bolsillo la notificación que leyó por enésima vez sin lograr asimilar su pleno significado. Los renglones, que bailaban ante sus ojos, decían así: «Deberá abandonar la propiedad en el plazo de seis meses a contar desde la fecha de recepción de la presente. Su contrato de arrendamiento queda rescindido debido al proceso de expropiación en curso…/… La parcela objeto de dicho contrato forma parte del suelo dónde se instalará la planta fotovoltaica municipal…».
A Sol, le escocía la vista de tanto leer y releer la notificación. Le dolía asimismo la boca del estómago y sentía las piernas de algodón. Su mundo se desmoronaba. Desde la víspera, hacía esfuerzos para entender y se decía «de modo que me van a echar de mi tierra en pro de las energías verdes. Los naranjos, las habas y las coles, los groselleros y los frambuesos, los olivos y las matas de romero, enterrados bajo un mar de placas negras. No puede ser. ¡No tiene que ser! Esto no ha ocurrido aún. Y no va a ocurrir. ¡No va a ocurrir!».
Ahuyentó las gallinas de los brócolis y, desechando el peso en el corazón que no la dejaba pensar bien, se fijó en la entidad emisora y en las fechas, en los números del boletín oficial y de los reales decretos. «Mente fría, Sol. No ha ocurrido aún y tú lo vas a evitar».
Tomó el primer autobús a la capital y fue a encerrarse en la biblioteca de la facultad de derecho, de la que no salió en horas. Leyó los tomos sobre leyes de arrendamiento en suelo rústico y descubrió que su modalidad de arrendamiento databa de 1935. Abandonó la biblioteca con un fajo de manuscritos y fotocopias debajo del brazo y se dijo «¡Lo tengo!». Al día siguiente iría a ver a Tomás que, además de ser su amigo, era ingeniero agrónomo.
Al despuntar el alba, puso las alforjas al burro Clemente. La finca de Tomás quedaba a media jornada de camino.
──Vamos compañero, a defender lo nuestro.
Tomás la esperaba con una tetera humeante y bollos recién hechos. Hablaron a media voz con premura y secretismo como si de un conciliábulo de complotistas se tratase, y en realidad lo era.
──¿Recuerdas las semillas que trajiste de Senegal, Tomás? ¿Aún tienes algunas? ¿Sí? ¿Cuántas me puedes dar?
──En esta bolsa hay para llenar tres terrenos como el tuyo. Te las regalo de corazón y te acompaño a sembrarlas. Ahora en otoño es el momento y además luna creciente.
Un mes después, Tomás volvió a casa de Sol y ambos entrecavaron, abonaron y regaron los plantines.
──Han brotado con fuerza, Sol, es buen augurio. Ahora tenemos que protegerlos para pasar el invierno, con paja sobre el suelo y una tela alrededor. ¿Cuándo es el juicio?
──En marzo. Estoy juntando testigos: los afectados de la zona que están algo concienciados y quieren defender su tierra. Ven, vamos a asar unos boniatos en el fuego.
Llegó el día del juicio. Los testigos y conocidos llegaban a la huerta de Sol. Sobre una mesada, una merienda improvisada, té y café, pan con aceite y ajo. Irían juntos al juzgado, los testigos entrarían, el resto se quedaría en la calle para hacer bulto, con una banderola que rezaba «LA TIERRA FÉRTIL PARA LOS CULTIVOS». Habían avisado a la televisión y a la prensa local. Subieron todos en la combi de Tomás.
Sol, frente al estrado, asumía su propia defensa.
──¿Qué argumento presenta, Señora?
──Es mi única casa, Señoría, mi lugar en el mundo.
──Está en régimen de alquiler.
──Un alquiler agrícola regido por la Ley de arrendamientos rústicos de 1935 que contempla la prórroga automática durante 15 años y, en caso de desahucio por fuerza mayor, un plazo suficiente para que el arrendatario recolecte el fruto de su última cosecha.
──¡Concedido el derecho de última cosecha! ──dictó el juez al golpear el martillo.
Fuera, la gente ocupaba la calle. Un cámara se acercó a Sol que bajaba la escalinata sonriente. El periodista de una publicación local le tendió el micrófono.
──¿Ganó el juicio?
──El desahucio sigue adelante, pero tengo concedido el derecho de última cosecha.
──¿Qué tiene sembrado?
──Baobabs. Tardan 20 años en dar sus primeros frutos.
Comentarios (15):
jose
16/01/2025 a las 20:52
Hola Yvonne, un placer leerte, tu escrito es entretenido y muy realista, a cuantos no le habrán pasado algo parecido, más en estos tiempos de tanta especulación urbanística donde la vivienda está dejando de ser un derecho, ingeniosa forma la de Sol de solucionar el problema.
por lo técnico de tu escrito no soy de corregir a los de más, soy más de los que piensan que todo el mundo tiene derecho a escribir y más si no ha tenido una formación adecuada para ello por circunstancia de la vida como es mi caso, qué saque el graduado en clases nocturnas . Un saludo y espero leerte más veces.
IreneR
17/01/2025 a las 10:45
Buenas, Yvonne.
Un relato muy bien escrito e hilado. Creo que has sabido plasmar la idea que tenías. Es un texto fácil de leer que engancha desde el principio. Y ese as en la manga final… Me imaginaba algo por el estilo, pero ha sido un giro muy bueno.
Un fea realidad a la que mucha gente tiene que enfrentarse.
Nos leemos.
Un saludo.
Irene
Patricia Redondo
17/01/2025 a las 14:29
Hola María
Te suelo buscar entre los escritos por que me gusta tu forma de escribir y tus relatos. Apuntate otro tanto con este porque , como los otros, no defrauda. Entretenido, directo, con las palabras precisas y sin adornos innecesarios. Y con un final que cierra perfecto y encaja con el título como un guante. Ole por Sol y sus baobas!
Nos leemos!
IGNACIO
17/01/2025 a las 15:05
Hola Yvonne. Buen relato. Lo que más me gusta es el final porque es ingenioso y tiene un aire de película americana a lo Frank Capra. Se consigue justicia de una manera un tanto absurda, pero lo que cuenta es el resultado práctico. Además has llenado de pequeños detalles el recorrido de tu historia haciéndola más visual.
Un saludo. Nos leemos.
Cristina Otadui
17/01/2025 a las 15:51
¡Que buena historia! Desgraciadamente tan en boga en los últimos tiempos. Desde luego Sol encontró un gran as en su manga.
Tu relato contiene perfectamente la estructura básica de un relato corto: tiene tema, argumento, conflicto y personajes; muestra los hechos de forma cronológica presentando a la protagonista para luego mostrar el problema, buscar la solución y llegar hasta el desenlace, bien categórico en este caso.
Ha sido un placer leerte.
Un saludo
Mónica Bezom
17/01/2025 a las 19:28
Hola,Yvonne.
Un muy buen relato con trasfondo social y una irónica vuelta de tuerca o as en la manga al cierre, presentada con ingenio y humor.
Un placer leerte.
Antaviana
17/01/2025 a las 21:24
Maravillosa historia Yvonne, súper bien narrada, la he leído muy rápido y me ha interesado muchísimo. Y el final es perfecto.
Mis más sinceras felicitaciones!
Carmen Sánchez Gutiérrez
18/01/2025 a las 11:16
Bonita historia, Ivonne, poco puedo añadir a los comentarios de los compañeros. El final, muy bueno, muy bien logrado.
Enhorabuena
Otilia
18/01/2025 a las 11:42
Hola, Ivonne, gracias por leer mi relato y por los mejorables.
Tu historia me gusta, bien escrita, estructurada y definidos los personajes. Se ve claramente el motivo del título “Un as en la manga”.
Creo que por vivir en una ciudad me chocan frases “…como blanquear su casita”, “Las gallinas salieron en tropel a escarbar en el estercolero”, “Al despuntar el alba, puso las alforjas al burro Clemente”, y de pronto, la protagonista va a la universidad y es capaz de defenderse ante el juez. Me recuerda el ambiente de películas americanas.
De todas formas, ¡Enhorabuena! Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Auxi M.A
19/01/2025 a las 00:52
Hola Yvonne!
Soy tu vecina del relato 44, este mes me toca comentar tu relato y me alegra mucho pues creo que ha sido muy entretenido y con un mensaje muy bueno. Plasmas las ideas principales de forma muy correcta y es fácil hacerte una imagen mental de como es la escena.
Tan solo un pequeño comentario, ten cuidado con los signos de puntuación, guiones y demás. Eso puede ayudar a que pulas más este buen relato.
Nos leemos!
Kelvin I. Márquez
19/01/2025 a las 03:24
Saludos Yvonne
Primero que nada, gracias por tu comentario a mi relato.
En cuanto a tu relato, me pareció fácil de leer y entender. Como Sol evitará el desahucio,luchando hasta el final resulta bastante inspirador, aunque triste al reconocer que muchos casos así suceden en realidad.
Felicitaciones y nos leemos!
CARMELILLA
19/01/2025 a las 17:14
Hola, Ivonne.
Me gusta mucho el inicio de tu relato, con un primer párrafo dónde describes muy bien la tarea de Sol y con ello es fácil imaginarse el lugar dónde vive y que quiere mantener a toda costa. Creo que introduces muy bien en dicho párrafo el conflicto.
A partir de ahí tiene el ritmo necesario para que el argumento avance con agilidad e interés, aunque a mi parecer en el inicio del diálogo con Tomás, la protagonista satura la frase con muchas preguntas.
Has usado un lenguaje sencillo y claro, mostrando a los personajes de manera que es fácil imaginárselos en su vida diaria así como imaginar su entorno.
Has llevado muy bien el título al contenido del relato.
Muy buen trabajo, Ivonne.
Saluditos.
Osvaldo Mario Vela
19/01/2025 a las 21:53
Hola María, buenas tardes. de nuevo en este taller, un abrazo-
Ingenio, tenacidad, conocimiento, esfuerzo y además sagacidad. Augurio de un gran futuro en los redactares que nos atañen. Que más se puede pedir para un principio de año y un paso firme al reinicio del taller. solo participación.
Tu texto muestra todas estas cualidades que nos serviran de guía. Gracias.
Pilar (Marazul)
23/01/2025 a las 20:22
¡Qué delicia de relato, María! El sentido de la historia es muy real, el “as en la manga”, ingenioso. Pero lo que más me ha gustado es cómo lo cuentas: con una redacción impecable, en un tono amable, a pesar del tema que tratas y con ese toque tan familiar que consigues con buenas descripciones.
Te felicito
Verso suelto
25/01/2025 a las 11:42
Hola María, lo primero agradecer tu lectura y aportaciones a mi texto, que tendré en cuenta.
El tuyo está pero que muy bien. Sabes generar intriga desde el principio, ¿Qué irá a hacer Sol en la biblioteca? Tiene muchos términos que suenan muy bien, escarbar en el estercolero por ejemplo. Y el personaje me gusta porque no asocia el hecho de trabajar el campo con la poca cultura, lo que ha podido ser hasta ahora un estereotipo, sino que Sol es una mujer culta e inteligente.
Me encanta el burro Clemente.
En fin un relato fresco y muy bien escrito. Te felicito.