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Un as en la manga - por CARMELILLAR.

Claudia. 25 años. Hija única. Soltera.
Profesión: sin definir.
Hobbies: viajar gratis, comer en restaurantes de no menos de cuatro tenedores — por supuesto gratis—, vivir siempre en casa de sus padres y de los ingresos de estos —quienes económicamente van sobrados—, no madrugar, no encontrar trabajo…
Leyendo estos hobbies, podéis imaginar que tiene más, pero todos de estas características.
Claudia resulta una persona repelente para la gente normal y viceversa. Incluso es repelente hasta para sus padres —ya mayores— que, aunque vayan sobrados, su trabajito les ha costado. Estos ven cómo su hija se comporta como una garrapata, les ha parasitado y al parecer piensa seguir haciéndolo mientras ellos sigan vivos y cuando estos falten seguirá parasitando el legado tan importante que van a dejar, si no pasa nada de por medio.
De manera que tras mucho conversar con Claudia para que entendiera que lo que hace no es el camino; para que viviera las ventajas de tener todo lo que le hace falta y lo que no también, como la oportunidad que le da la vida para crecer como persona y ayudar a los que no son tan favorecidos; para que muestre el respeto que sus padres se merecen por el esfuerzo que han hecho y siguen haciendo para que su legado sirva a su hija y a los demás en lo que se pueda, Claudia les ha respondido: « no me vengáis con sermones que es por ley que lo vuestro es mío, ahora, después y siempre. Y que os quede clarito que cuando no estéis haré con mi patrimonio lo que me de la gana» y al final, han sido ellos los que han entendido que las garrapatas parasitan, pero no escuchan y por lo tanto no cambian.
A pesar de estar apenados — mucho en realidad—, porque a un hijo se le quiere más que a nada en este mundo, los padres de Claudia decidieron intentar hacer entrar en razón a su hija de otra manera, confiando en el concepto de ley que «permite regular las conductas humanas y lograr una convivencia armoniosa en la sociedad» (incluimos dentro de esta a la familia).
A decir verdad, los padres de Claudia reconocían la ignorancia de su hija en todo, ya que no se había molestado ni en acabar la Educación Secundaria Obligatoria. No tenía título alguno, bueno, salvo el de: «Graduada con Matrícula de Honor en Parasitismo», título invisible físicamente, pero que ejercía con sobresaliente capacidad desde que tenía uso de razón. Y esta ignorancia era precisamente el «as en la manga» que sus padres iban a utilizar.
Tras hablar en privado con el abogado de la familia, también amigo de toda la vida, este decidió ayudarles en el intento de hacer entrar en razón a Claudia y que esta diera un vuelco de provecho a su vida. Por ello organizaron una reunión familiar en el despacho del abogado.
Y así con la seriedad que el asunto merecía y con la seriedad que el despacho y el abogado impregnaban, Claudia recibió la peor noticia de su vida: «sus padres la habían desheredado». Esta por ignorante primero y por ansiosa después, no se molestó en comprobar si eso era posible y dio por buena la información. Por supuesto sus padres, al menos de momento, no
tenían esa intención. Su reacción: como si fuera la niña de la película «El Exorcista» en sus mejores escenas.
Tras ese día, parecía que Claudia había reflexionado. Esta se mostraba cariñosa con sus padres y había comenzado su formación para obtener las titulaciones que hacían falta encaminadas a incorporarse al mundo laboral.
De esta guisa, los padres de Claudia volvieron a organizar una reunión familiar con el abogado de la familia para «simular» que volvían a ponerla como beneficiaria en el testamento. Y ese mismo día los tres celebraron la ocasión y el cambio de actitud de Claudia en uno de los mejores restaurantes de la ciudad por todo lo alto, como a Claudia le gustaba.
Y al día siguiente los padres de Claudia no se despertaron. El abogado denunció sus sospechas. Las cámaras del restaurante y la autopsia realizada confirmaron las mismas. Claudia había envenenado a sus padres.
Tan ignorante y ansiosa de no perder «el legado» que envenenó a los dos a la vez.
Además de salir en todas las televisiones, su caso se hizo famoso y quedó como referente para estudiar «El Parricidio».
Su parasitismo la hizo famosa.
Parasitó a sus padres y ahora a la Administración Pública.

Comentarios (6):

jose

17/01/2025 a las 15:41

Hola ,Carmellia mucho gusto en leerte, me ha costado mucho entender tu texto, primero porque hay frases demasiado largas, mi consejo es que las revises e intenta dejarlas más reducidas y por su puesto otra cosa son el gran número de palabras repetidas, también hay adverbios acabados en mente si puedes eliminarlos mejor. Utilizas los guiones en vez de paréntesis o comillas, pero sobre todo hay frases tan largas que cuesta entenderlas, en el apartado de ortografía no voy a entrar pues no suelo reparar en eso, ya que tampoco soy un experto, pero en resumen tantas repeticiones de palabras y frases tan largas cuesta entenderlas,un saludo José María

Carmen Sánchez Gutiérrez

18/01/2025 a las 10:30

Hola Carmelia. Me gusta el relato, muy entretenido y buen ritmo, aunque quizás he echado de menos algo más de profundidad en los personajes. Enhorabuena y nos leemos

Auxi M.A

19/01/2025 a las 01:02

Hola Carmelilla!

Soy tu vecina del relato 44, este mes me ha tocado comentar tu relato y me ha gustado mucho la premisa. Aunque creo que sería mucho mejor para el lector y haría más brillar la historia si revisaras un poco la estructura del texto. Es un poco desordenado, se ayudaría de estructurar mejor los párrafos y faltan signos de puntuación.
Son solo comentarios para poder mejorar entre todos.
Muy buen trabajo en general. Nos leemos!

Kelvin I. Márquez

19/01/2025 a las 03:31

Saludos Carmelilla

No abundaré en ello pues ya Jose te lo mencionó pero coincido con él: las frases largas dificultan la lectura. Creo que podrías reordenarlas para que tengan mayor impacto y que la lectura sea mas fluida.
El inicio me pareció curioso y acertado. No recuerdo haber leído nunca un relato que comenzara de una forma parecida y eso me sorprendió para bien.
En cuanto al tema que tratas, muy triste que en realidad hay personas así. Es ese realismo lo que hace que impacte más.
Felicitaciones y nos leemos!

María Jesús

19/01/2025 a las 21:47

Hola Carmelilla: Heces un retrato de un Nini soberbio, un personaje odioso, como muchos que debe de haber por ahí pululando. Ahora bien, el final me ha desconcertado y yo le daría una vuelta para hacerlo un poco más redondo. Pese a todo tu narrativa me ha gustado bastante.
Un saludo.

Yvonne

20/01/2025 a las 10:52

Hola Carmelilla,
Gracias por tu comentario a mí texto. Ha sido un placer leer tu relato pues la idea es buena y te lleva por derroteros inesperados, con su doble rebote y final sorprendente. Con ello cumples a la perfección con el doble requisito de esta edición pues la chica se hace famosa ( por lo negativo). Veo un relato muy trabajado, que te has pensado mucho pues no era tan fácil como otras veces encontrarle la vuelta de tuerca. Además se aprecia el trabajo por mostrar la escena.
Cómo mejorables, ya que en esto consiste el taller, quizás hubieras podido, además de explicar cómo era la protagonista, o en su lugar, mostrarla en acción, por ejemplo malgastando grandes sumas en tonterías, menospreciando a compañeros, mal contestando a sus padres.
También hubieras podido mostrar a los padres en acción mientras creaban un monstruo: alguna escena en la que ceden a las presiones de la hija y le consienten lo indebido… en vez de explicarlo, que lo haces muy bien. Pero mostrarlo hubiera añadido viveza al texto y al ser más visual, hubiese multiplicado el interés del lector.
Dicho esto, en conclusión, encuentro que la idea es muy buena, hay un buen trabajo de reflexión que se nota y está bien planteado en sus diferentes partes.
Saludos. Nos leemos.

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