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Un as en la manga - por Daniel CallejaR.+18

Web: https://debusquedasylocuras.blogspot.com

Javier García nació con dos habilidades que poca gente tiene: oído absoluto y una voz potente y suave, ideal para cantar. Además de una belleza física que provocaba suspiros de las muchachas hasta que empezaban a hablar con él. Sin embargo, nunca tuvo ni la constancia ni las ganas de trabajar para aprovechar estos tres regalos de la naturaleza. Ya desde muy chico, se acostumbró a los aplausos y los constantes elogios de sus familiares y compañeros de estudio. Cualquier instrumento musical que llegaba a sus manos era un poco tiempo un juguete que le aburría. Sus padres trataron de incentivar sus estudios de música, pero como todo le salía fácil nunca se preocupó por estudiar. Pensaba que con su talento natural sería más que suficiente para seguir alimentando su ego con vítores y aplausos.
Su hermana menor era todo lo contrario a él. Sin esas habilidades naturales, debió esforzarse mucho para hacerse un camino en la música. Con mucha constancia consiguió convertirse en una estupenda vocalista, trabajando su voz día tras día. Aprendió a tocar la guitarra sin llegar a destacarse demasiado, pero su técnica vocal le fue abriendo puertas poco a poco. No le interesaba la fama. Sólo quería compartir su arte con la gente y con un grupo de amigas formaron un coro para hacer covers en fiestas y pequeños eventos. Con los años llegarían a hacerse un nombre en la escena musical local, hasta hacer un recital completo ellas solas.
Javier formó parte de varias bandas menores, pero pronto se aburrió y salió a buscar la fama por su cuenta. Llegó a probarse en una banda bastante conocida. Sus compañeros quedaron fascinados por la potencia de su voz durante la prueba. El mánager de la banda estuvo de acuerdo, pero le mandó con un profesor de técnica vocal. Nunca fue, considerando que su talento no necesitaba ser corregido. Casi nunca iba a los ensayos y cuando lo hacía era para criticar a sus compañeros. No llegó a debutar. Furioso, les gritó que no entendía « como una manga de fracasados como ustedes grabó tres discos ».
Decidió probar suerte en el cine, pese a no tener formación actoral, pensando que con su voz y su facha era más que suficiente. Siempre se iba de los casting furioso, relajando a todos y pronto ya no lo dejaron entrar a ninguno.
No entendía cómo los demás no eran capaces de apreciar su talento. Merecía ser famoso, no cómo su mediocre hermana , avanzando paso a paso. Tenía que ser de un día para el otro, sus dones naturales deberían ser más que suficientes para eso. La fama era su obsesión y él culpaba a la mala suerte de no alcanzarla.
Su padre enfermó y la situación económica familiar se complicó. Su madre le dijo que no podía seguir jugando al artista, que debía colaborar con su familia. Treinta años ya no era edad para «seguir bobeando y viviendo de tus padres».
Ella le dio una tarjeta de un mago bastante famoso que en un par de años se retiraba y andaba buscando un aprendiz. No le alegró la idea, pero fue igual. Le resultó fácil aprender todos sus trucos y dos meses después le sustituyó en una fiesta infantil. Fue todo un éxito.
Ya se creía mejor que su maestro y decidió que se quedaría con su lugar y su hermosa ayudante.
Una semana antes de una importante actuación, empujó al mago por un balcón del hotel donde se alojaban haciéndolo pasar por accidente. No murió, pero se quebró una pierna en tres partes y Javier vio su nombre en letras luminosas al frente del teatro.
—Sé lo que hiciste—le dijo el mago—. Vas a lograr la fama, pero no como tú crees.
—Saber y no poder probar, ¿de que sirve? —ironizó Javier.
—Un mago siempre tiene un as en la manga. No lo olvides. Siempre.
Llegó el día. Periodistas de todo el mundo cubrían el debut del mago Javier, que se puso el frac de su maestro, pese a la advertencia de su ayudante de que era una falta de respeto.
Al otro día fue noticia en todos los portales. Cómo el as de la manga se le había enterrado en el cuello cortando su yugular , nadie era capaz de explicarlo. Cómo todos aplaudían mientras se desangraba creyendo que era parte del espectáculo , tampoco. Y mucho menos, entender la estúpida sonrisa de Javier, famoso al fin por su inédita forma de morir.

Comentarios (8):

Aurora

16/01/2025 a las 18:11

El factor sorpresa del final es la guinda de la narración.
Me ha encantado.

Otilia

17/01/2025 a las 16:49

Hola, Daniel, gracias por tu relato. He hecho una lectura rápida y me ha gustado la historia.
En cuanto a cosas mejorables, en la frase “Tenía que ser de un día para el otro”, yo suelo decir para otro sin articulo.
Como iba a terminar siendo mago, hubiera puesto al principio entre sus habilidades la de prestidigitación, solo es mi opinión y el relato es tuyo.
Al final, ese tampoco suelto, lo entiendo, pero te saca de la lectura. daría una vuelta a la frase.
Nos leemos. Saludos.

Amilcar

19/01/2025 a las 23:03

Cierto, el final toda una lección. Un botarate con un final merecido. salu2

María Jesús

20/01/2025 a las 13:43

Hola Javier: Me ha gustado mucho tu relato sobre todo el inesperado final, por decir algo, creo que la introducción de la hermana en la trama queda un poco en suspenso, es como un poco de relleno que no va a ninguna parte, por lo demás la historia me ha parecido muy lograda. Un saludo.

Daniel Calleja

20/01/2025 a las 20:28

Ja,ja,me cambiaste el nombre María José. Soy Daniel, pero no importa. Lo de la hermana es para dar contraste entre sus personalidades. De un día para el otro es común en el lenguaje coloquial nuestro, quizá literariamente no quede bien.
No me molestan las críticas, al contrario, todas ayudan a crecer. Saludos

Brandon Quiroga

21/01/2025 a las 03:07

Hola, he leído tu cuento y me ha encantado.
La construcción del personaje y su final me parece muy bien logrado. Te felicito, espero con ansias leerte el siguiente mes.

Mónica Bezom

23/01/2025 a las 17:56

Hola, Daniel.

Acabo de leer tu relato y me ha gustado mucho la narrativa firme y descriptiva con la que vas perfilando tanto la personalidad del protagonista como la de su hermana, devenida en una suerte de antagonista positiva, dotada de las virtudes de las que Javier carece. También encuentro un contrapunto original e interesante en el detalle de los talentos que lo adornan y su auto boicoteo a través de la soberbia. Muy bien plasmado, a mi ver.

Te marco unos detalles menores: en el cuarto párrafo, si no me equivoco, que inicia con: “Javier formó parte de varias bandas menores…”, la palabra “banda” se repite tres veces, tal vez podrías considerar su reemplazo por algún sinónimo como “conjunto” o “grupo”.
Y en la parte del desenlace, el inicio de estas líneas: “Cómo el as de la manga se le había enterrado en el cuello cortando su yugular” lo cambiaría por: “Cómo fue que el as de la manga se le había enterrado en el cuello cortando su yugular…”. Ello, para que la frase sea menos abrupta, no sé si me explico y ojo, puedo errarle; como te apunté, son detalles menores. La historia es estupenda y me ha encantado.
Ha sido un placer leerte.

Pilar (Marazul)

24/01/2025 a las 20:38

Hola Daniel, bien descrito el personaje: la naturaleza le regaló dones pero también mal carácter, poca constancia y mucha soberbia. Que describas la personalidad de la hermana no hace más que resaltar los defectos de carácter de Javier. Un relato con moraleja, ya que de todos es sabido que de nada sirve haber nacido con talento si no se trabaja con tesón y constancia.
No me esperaba que también tuviese inclinaciones asesinas. Eso ya son palabras mayores. Le salió el tiro por la culata con ese “as en la manga” inesperado.
Encantada de leerte, Daniel
Saludos

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