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Los tres chiflados - por SilvinaR.

Los tres chiflados
Me recosté pensando en mis compañeros de aventura, intentando que el dulce en mi estómago dejara de girar. Lo que más nos gustó siempre fue comer galletitas del Kiosko. Nos acabábamos de comer unas que quedaron de hace como un mes, y cada uno se fue a su casa.
Pedro, Mopinni y yo fuimos buenos amigos desde chiquitos. Éramos de ésos que siempre estaban en alguna actividad curiosa, investigando baldíos, pateando pelotas al tejido de la vecina, trepando en árboles que después no sabíamos cómo bajar, en fín lo normal. Pero un día fuimos más allá de lo de siempre.
En el final de la calle vivía una señora de la cual nadie sabía el nombre, solo su actividad, era adivina, y nosotros valientes y con demasiado tiempo libre decidimos hacer una prueba, íbamos a pedirle una predicción. Juntamos el dinero que nos pareció una fortuna, si alcanzaba para el paquete de galletitas grande del kiosko, tenía que alcanzar para pagar los servicios de ésta doña.
Ni bien nos acercamos al portón de la casa, la vidente abrió la puerta, y por su sonrisa y su saludo nos dimos cuenta que “nos vió venir”, entusiasmados de que la cosa iba a funcionar, entramos como grandes clientes. Nos sentamos en su oficina, consultorio, o como se llame, y esperamos que traiga su bola de cristal, que se ponga un pañuelo en la cabeza o que las luces parpadeen,pero lo único que se escuchaba era a las gallinas cacareando por comida en el patio.
Como Pedro era tímido y Mopinni estaba aterrado, me tocó a mí consultas, pero ni bien empecé a hablar, levantó una mano y me hizo callar, nos miró a los tres y dijo que sólo tenía dos cosas para decir: una, que hasta que no paguemos nuestra deuda no íbamos a poder salir, y para hacerlo teníamos que hacerles entender que no son todos los que están, ni están todos los que son.. Y dos, que el precio de la galletita de paquete grande iba aumentar a la tarde.
El primer dato no nos cambió la vida en nada es más ni lo registramos, pero el segundo era tremendo, había que salir de allí lo más rápido posible y así lo hicimos, nos levantamos y enfilamos para la puerta cuya parte inferior estaba totalmente rota, y notamos que se veía el portón…
Fuimos corriendo al kiosco y compramos la galletita, y mientras comíamos estábamos satisfechos con nuestra hazaña, nos reíamos sin parar, descubrimos que la vidente en realidad no “veía” nada, que no le habíamos pagado y que el resto no nos importaba.
Muchos años después de aquel día, por cosas muy inexplicables de la vida la semana pasada los tres terminamos en un psiquiátrico muy extraño. Mopinni fue el primero, había terminado con su novia tóxica, ella al no poder aceptarlo le hizo un payé, y él empezó a ver cosas, a reaccionar de forma exagerada a todo, incluso quería fabricar armas para protegerse, Pedro intentó defenderlo para que no se lo lleven, y como empezó a los gritos, y forcejeos con videntes signos de un brote psicótico, lo llevaron como compañero de habitación de Mopinni, Como el único cuerdo de la situación, me presenté al día siguiente para explicar la situación y me puse tan nervioso, que empecé con la galletita, las gallinas y la deuda, y así terminamos en una habitación de tres, cada uno con su camisa de fuerza. Estaba todo oscuro y yo gritaba, hasta que Mopinni, tuvo una revelación, no son todos los que están… empezó a decir, y los tres por fin entendimos que no son todos locos los que estàn en un psiquiátrico, y ni están todos los locos encerrados ahí…. y de golpe la luz se encendió.
Mi mamá estaba gritándome que me levanté porque me buscaban los otros dos chiflados, y yo no entendía nada, me vestí y cuando llegué a la sala ahí estaban Pedro y Mopinni llorando porque no querían ir al psiquiátrico, Mi mamá nos mandó a comprar al kiosko, y al volver con las bolsas pasamos frente a la casa de la doña, ella abrió la puerta de repente, salió y sonrió… espeluznados tiramos las bolsas, corrimos y nos prometimos nunca más comer galletitas.

Comentarios (4):

Maria Carmen

20/12/2024 a las 01:18

Hola Silvina, Tratas dos temas muy peculiares; que todos hemos padecido en la vida más de una vez. Las pesadillas y el miedo los dos van de la mano. Y al final nos vence el miedo, es el arma que a veces nos delata y a la vez nos hace ser mas cautos. Gracias por el relato.

IreneR

20/12/2024 a las 08:33

Buenas, Silvina.

Un relato muy curioso que nos sumerge en ese extraño mundo de las pesadillas y la locura.
Me ha parecido fácil de leer, pero he echado de menos algún dialogo. Quizás, las predicciones podrían haber sido dadas de esa forma, y podrías haber puesto incluso más tensión con eso.

Hay algunas comas que están puestas en el lugar de un punto.

Un saludo.

Doralú

21/12/2024 a las 16:48

Hola Silvina,
Me gustó tu texto, me hizo recordar lo travieso que somos cuando niños. Es fácil de entender, me pareció muy gracioso y fácil de imaginar las situaciones, por tal motivo, disfruté leerlo.

Lo que voy a decir, es tan solo una opinión, que puede estar equivocada. El siguiente párrafo me costó entender, tal vez sea el estilo de la redacción. La adivina dijo que SÓLO tenía DOS cosas para decir: “una, que hasta que no paguemos nuestra deuda no íbamos a poder salir, y para hacerlo TENIAMOS QUE HACERLES ENTENDER que no son todos los que están, ni están todos los que son.. Y dos, que el precio de la galletita de paquete grande iba aumentar a la tarde.”

Nota: disculpa que intervine tu texto con las mayúsculas, pero es para hacerlas notar en el contexto real. Según mi cuenta fueron TRES COSAS: 1-que debían pagar para poder salir; 2-ellos tenían que hacerles entender que no son todos los que están, 3- que el precio de la galletita iba a aumentar.
Me llamó la atención que inicia en la época de la adolescencia temprana o finales de la niñez, luego va varios años después con cuento de novia toxica incluida y culmina nuevamente en la niñez. Al final se descubre que todo es un sueño o pesadilla.
En el último párrafo hay una coma en vez de punto en una de las líneas.
Seguiré leyéndote

Wanda

23/12/2024 a las 04:38

Hola Silvina, el relato tiene buen ritmo, me gustó la forma de la narracion y las palabras utilizadas nos hacen entender bien que el narrador es un niño. Hay partes que me resultaron algo confusas que luego se aclararon al final pero en la primera leida me dejó algo perdida.
Saludos

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