Literautas - Tu escuela de escritura

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Un eco del pasado - por Ana Tirado (Anoide hace años)R.

La puerta se abrió sola, haciendo que el tintineo de la campanilla resonara en la pequeña tienda. Hugo se quedó pasmado, con la mano en alto.

«La vidente abrió la puerta», pensó. Tal y como le habían dicho, «si la puerta se abre, es porque ella te está esperando».

—Adelante —dijo una voz grave.

El interior olía a una mezcla de hierbas secas, especias e incienso. Las estanterías, llenas de plantas y frascos polvorientos, formaban un curioso paisaje. Hugo avanzó con cautela, pues solo unas pocas velas hacían un esfuerzo por diluir la penumbra, lanzando sombras danzantes contra las paredes.

La mujer se sentó junto a una mesa pequeña al fondo de la tienda, señalándole el asiento contiguo.

—Tienes preguntas.

—Muchas —confirmó Hugo.

Apenas se sentó, ella le tomó las manos y le clavó la mirada. Hugo tragó saliva. Aunque nunca creyó en esas paparruchas, llevaba demasiado tiempo intentando cerrar la misma herida. Estaba desesperado por pasar página.

Pero los surcos que enmarcaban sus ojos grises dejaban ver que ella ya sabía qué le atormentaba.

—Espera. —La vidente alzó una mano.

El tintineo de la campanilla anunció la entrada de alguien más.

Un hombre de su misma edad entró en el local. Llevaba un viejo abrigo gris y una bufanda que le tapaba parte de la cara. Solo cuando se acercó hasta la mesa pudo ver el rostro de Leo. Iluminado por la tenue luz de las velas, hizo que todo a su alrededor se desmoronara.

Había pasado tanto tiempo buscando, esperando… Y ahora Leo se presentaba allí con tal facilidad, como si lo hubieran planeado. Como todos los viernes a las seis de la tarde en la tienda de la esquina.

Solo que habían pasado veinte años.

—Hugo —dijo el hombre, sin rastro de sorpresa. Más que un saludo, parecía constatar un hecho.

—Leo… ¿Qué haces aquí?

El contacto de la vidente con sus manos era lo único que aún le unía a la cordura. Estaba seguro de que si le soltaba, todo a su alrededor se desvanecería.

—Lo mismo que tú, supongo… Necesito respuestas. —Su voz quebrada traicionaba la calma que intentaba aparentar.

La vidente carraspeó.

—Ambos buscáis lo mismo, es evidente.

Hugo estaba paralizado. Tantos años deseando un reencuentro y, ahora que lo tenía frente a él, no había lugar para la alegría, ni siquiera para el enojo. Solo sentía un desconcertante vacío.

Por su parte, Leo parecía buscar su apoyo con la mirada, de la manera en que solía hacerlo cuando tenían 14 años.

—Llevo meses soñando con este lugar —dijo—. Y contigo, Hugo. Y cada vez, tú estabas aquí. Al principio pensé que solo era un sueño más, pero se repetía tanto, que tenía que descubrir si significaba algo.

—Lo que os ha unido ahora, en el presente, es un eco del pasado. Algo que ocurrió y no se resolvió. —Ante la mirada sorprendida de Leo, la mujer sonrió ligeramente—. No hace falta ser vidente para saber que tenéis mucho de qué hablar. Mi papel hoy solo es el de facilitar vuestro encuentro.

—¿Por qué ahora? —Hugo por fin salió de su estupor—. Ha pasado tanto tiempo…

—El pasado tiene sus propias formas de encontrar el momento adecuado —respondió ella.

Tomó la mano de Leo y la juntó con las de Hugo. Este cerró los ojos con fuerza, respirando hondo para controlar la presión que sentía en su interior.

—Es raro, ¿no? Que volvamos a encontrarnos de esta manera —dijo Leo, tratando de aligerar el ambiente.

Hugo asintió en silencio. Estaba lejos de sentirse ilusionado, o tan jovial como Leo parecía. Le había costado años superar su ausencia, años de búsqueda frustrada. En la etapa más frágil y confusa de su vida, había tenido que aprender a vivir sin alguien que lo había sido todo.

No estaba preparado para asimilar su vuelta justo cuando ya había dejado de buscarlo.

Hugo supo que la reunión había terminado cuando la vidente soltó sus manos. Al cruzar la mirada con Leo, vio en sus ojos emoción contenida. Se levantó sintiéndose torpe, como si llevara años sin moverse, y siguió a Leo al exterior.

Cuando Leo se dio la vuelta para mirarlo, su rostro resplandecía. El aire frío de diciembre parecía absorber todo a su alrededor, dejando solo su imagen, como si le hubiera estado esperando allí todo el tiempo.

—Bueno… Hola, Hugo —dijo con un anhelo al que Hugo no podía corresponder.

Tras ellos, se oyó el repiqueteo de la campanilla al cerrarse la puerta.

Comentarios (8):

Trinity

18/12/2024 a las 22:58

Hola Ana, me ha gustado mucho la descripción del lugar, he sentido el olor del incienso y el tintineo de la campanilla, respecto al encuentro de los dos amigos en ese mismo lugar después de tanto tiempo, me ha parecido demasiada casualidad, quizá la vidente ha sido premonitoria para que el encuentro se realizase de esta forma tan casual. Enhorabuena por tu historia tan original, nos leemos, un saludo

CARMELILLA

19/12/2024 a las 06:43

Hola, Ana. Primero, muchas gracias por pasarte por mi relato y por tu comentario, por supuesto.
En el principio de tu relato me gusta mucho la atmósfera de suspense, misterio que has mostrado. Cierto que cuando ha llegado leo, a quien nadie le ha recibido, me ha parecido un poco extraña su entrada en la escena, precipitada quizá.
La lectura es ágil y comprensible.
Un final abierto que quizá te da para otro momento.
Buen trabajo, Ana, seguimos leyéndonos.
Saluditos.

Kelvin I. Márquez

20/12/2024 a las 00:36

Saludos Ana

Concuerdo con los compañeros en que la llegada de Leo ha sido bastante extraña. Incluso llegué a pensar que era un fantasma que la vidente había invocado. Aun así la forma en como describes el lugar hace que sea fácil de imaginar la escena y hasta ponerle rostro a los personajes. Y también me quedo con la intriga de que pasó en el pasado de ambos.

Muy buen relato.
Nos leemos!

IreneR

20/12/2024 a las 13:16

Buenas, Ana.

Me ha gustado tu relato. El reencuentro entre los dos personajes me ha parecido muy acertado. Al principio pensé que podría ser un espíritu, pero que sea alguien real lo hace también muy interesante.

No parece que los dos estén en el mismo momento de la vida, uno ilusionado, el otro no tanto, pero me gustaría saber cómo continuará su historia.

Nos leemos.

Un saludo.

Pilar (marazul)

21/12/2024 a las 21:29

Hola Ana, te recuerdo como Anoide. Lo primero decirte que me alegro mucho de encontrar ¿”caras”? conocidas ja,ja,ja… De tu relato lo que más destaco es la forma tan correcta en que está escrita. Se agradece leer algo de un tirón, sin errores. La ambientación, los diálogos…todo anima a continuar leyendo. El contenido es importante, si, pero es verdad que lo más difícil, creo yo, es cómo se escribe y no lo que se escribe. En fin, sobre este tema habría mucho qué hablar pero cualquier nimiedad bien contada —que no es el caso de tu relato— puede ser un éxito.
Nos seguimos leyendo.
Saludos

ESther

21/12/2024 a las 21:30

Hola Ana he leído varias veces tu relato para poder interpretar bien tus palabras.
Estoy de acuerdo con los que opinan sobre la descripción del ambiente. Me parece adecuada, convincente, pero luego el relato no continúa armando la intriga necesaria para enganchar al lector. La historia queda como detenida en ese encuentro casual que no resuelve ninguna situación. Es una pena porque daría para un desarrollo interesante.

Ana Tirado

22/12/2024 a las 14:03

¡Hola, compañeros! Me alegra leer vuestras opiniones. Agradezco mucho que os hayáis tomado el tiempo de pasar por aquí y dejar vuestro feedback. Tomo nota, a ver si puedo mejorar lo escrito. La intención era dejarlo abierto para seguir desarrollándolo, pero comprendo que no funciona igual de bien como relato y se queda corto de intriga y resolución.

Pilar, ¡qué alegría que me recuerdes! Me hizo ilusión verte a ti también.

Un saludo y que tengáis felices fiestas ❤️

Borja

22/12/2024 a las 20:27

Hola!
Bueno, he de decir, en primer lugar, que a grandes rasgos la historia me parece buena y sólida. En particular me parece muy buena la descripción del lugar y el ambiente. Se me hace creíble y auténtico. El lenguaje es claro, sencillo y preciso. El ritmo es adecuado, fluido. Y las voces de cada personaje suena diferente, con su propia personalidad. En general bien escrita. (Digo en general por que yo no tengo una gran formación. Solo opino por mis gustos)
Igual la parte que menos me gustó es la resolución del conflicto. En sentido de que la historia está completa, pero parece que me hace falta algo más por parte de Hugo para comprenderlo. Pero bueno, son 750 palabras dan para lo que dan. Y bueno, yo que tan solo soy un aficionado opinando.
Buen Trabajo. Nos leemos.
Un saludo.

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