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Tiempo no válido - por AmadeoR.

Tiempo no válido

Una madrugada invernal, Marta se siente extraña, como acorralada. No es la primera vez, pero sí la más fuerte. Desorientada deja la cama, se baña y desayuna, pero le continúa dicha opresión similar al desamparo. Repasa las situaciones ya vividas, la última, días antes de cumplir treinta y un años, el peor de sus cumpleaños, hoy con treinta y seis y soltera lue-go de sus novios no merecedores de ella.
En un momento, cuando deambula por la casa, recuerda que Rodolfo, un compañero de la escuela primaria le contaba con cierta frecuencia, su dolor de cabeza al visualizar su propia muerte, en tal vez pocos años más. La premonición fallaba, pero regresaba al tiempo con mayor certeza. Marta decide llamarlo, luego de tres años de incomunicación por temas laborales. Ubica su último número de contacto, toma el teléfono, lo llama, le explica su desorientación desesperante, pues no están claros los pensamientos que giran en su mente y menos aún, los colores y siluetas que los rodean. Luego de minutos de ser escuchada sin interrupciones, Rodolfo propone encontrarse en el bar HGF, dentro de una hora. Ella gustosa acepta, corta la comunicación y genera un suspiro aliviador.

Dialogan sus recuerdos y actualidades. Surgen las premoniciones, los noviazgos y el divorcio de él. Rodolfo menciona que había asistido a varias consultas con Grigit, una viden-te, y que si bien sus augurios continuaban dándole las fechas de su muerte, estas eran más espaciadas y sin cumplir las certezas de la pitonisa. Finalmente convence a Marta que con-sulte a dicha médium.
Días después, cuando Marta la espera en su casa, capta en el espacio que Grigit está cerca, que llegaría en minutos y sorprendida se asusta, cuando la vidente abrió la puerta, la cerró con fuerza y sin saludarla, se sienta en la única silla libre frente a una antigua mesita de mármol algo desvencijada. Marta permanece sentada y muda, con los ojos muy abiertos al igual que la boca.
—Buenas noches —saluda Grigit, vestida totalmente en rojo, de cabello renegrido se-micubierto por una boina blanca.
—Buenas noches —repite Marta con tono de murmullo.
—La escucho —dice la invitada, mientras busca algo en su bolsa verde oliva. Saca una cajita dorada, la posa en el mármol y la acaricia—. La escucho, insiste.
—Me siento acorralada, no reconozco el ambiente, no puedo, no sé, no me animo a pedir auxilio… a pedir nada. Sospecho no ser yo, ser otro… animal. Mi amigo Rodolfo, al que usted conoce bien, me dio su teléfono… ¿Usted me ayudaría?
—Para eso estoy aquí… Déjeme consultar al más allá. Solo un minuto — agrega mien-tras palmea la cajita de oro.
—Hace unos días me sentí oprimida por fuerzas extrañas que me apretaban la…
—¡No me interrumpa! Ya estoy cerca de la verdad! Debo ingresar a su interior profun-do.
—Perdón… Sí…
—Debió haber seguido los consejos de su abuela, los que le daba cuando ambas se sentaban frente a esta vieja mesita. Usted cambiaba de novios cada temporada. Hoy ya casi no dispone de tiempo valido. ¡Un momento! —exclama fuerte y continúa— Mis sentidos, ya muy sensibles me indican momentos de su pasado, presente y futuro.
—¿Entonces? — consulta Marta con alto grado de desconcierto.
—Usted sabrá. Le ofrezco otra reunión, con buenos datos y fechas más concretas. Es-ta
sesión es gratis. Buenas tardes —saluda y sin esperar, abre la puerta y sale dando tal porta-zo que la hace vibrar.
Invadida por la confusión, Marta se repite mentalmente “no dispone de tiempo valido”, “no dispone de tiempo valido” y de pronto llama a Rodolfo para relatarle lo acontecido. Se encuentran en el bar HGF y conversan sobre el tiempo no válido para ambos. Se citan alter-nativamente en sus casas y notan el nacimiento de un cariño desconocido. Avanzan en la relación sin pensar en fechas, solo desean vivir el presente.

Comentarios (6):

Carmenigne

17/12/2024 a las 23:52

Hola Amadeo! Es un cuento ágil, fácil de leer. Me parece interesante que apelas a descripciones sensitivas, a través de los colores, el tacto. Es un recurso que tanto al leer como al escribir, me parece que enriquece mucho y aporta a hacer la lectura mas próxima.
Hay unos guiones que aparecen en algunas palabras que al leerlo por primera vez no sabía si tenían alguna intencionalidad como darle acento o un ritmo particular al relato o era una cuestión de tipeo. Me inclino por lo segundo. Me distrajo un poco la primera vez que lo leí.
A la expresión “tiempo valido”, me cuesta asignarle un significado preciso, quizás esa es la intención, pero hizo que me preguntara, ¿válido para qué? Puedo suponer, pero la palabra válido a mí me hace ruido, con toda la subjetividad del caso.
Me gustó la historia, sobre todo porque me lleva a pensar, que quizás la preocupación por la muerte tiene que ver mas con el miedo a la vida y la historia me muestra un poco eso. Me gustó como lo contaste.

José Luis Gava.

18/12/2024 a las 20:49

Hola compañero. Soy tu vecino de arriba. Me toca a mi hacer un comentario del texto.

Empiezo diciendo que lo he leído en voz alta un par de veces.

Me gusta como describes en pocas palabras la situación en la que se encuentra la chica; retratas muy bien su sensación de opresión y desamparo en el inicio.

“En un momento”, “con cierta frecuencia”, “en tal vez pocos años más”, “ubica” “desorientación desesperante”, yo las sustituiría por otras que se adapten mejor.

Hay alguna más…

He podido imaginar esa llamada de teléfono a su amigo Rodolfo y su encuentro con él en el bar. Lo has descrito muy bien.

En general todas las escenas se “entienden bien”, y utilizas un lenguaje claro.
Los signos en los diálogos están muy conseguidos.
Antes de enviar el texto asegúrate de que todas las palabras están bien escritas y en su sitio.

Un abrazo amigo.

Amadeo

19/12/2024 a las 13:05

Muy agradecido a ambos comentaristas.
La falla de haber palabras entrecortadas, es un error mío al copiar y pegar el cuento para su envío.
No volverá a suceder. (Espero)
Nuevamente gracias por vuestros aportes.
Amadeo

Yvonne

19/12/2024 a las 21:17

Hola Amadeo,
El tema me gustó porque viene a describir, en el fondo, una mujer en crisis por acercarse a los cuarenta, soltera después de varios noviazgos frustrados. Digamos que describes un mal de muchos por estos tiempos y así como lo resuelves, vienes a decir que la relación bien vivida cura el miedo a la edad, el miedo a la muerte. Es un buen tema. La pitonisa es un personaje estrafalario que de hecho sólo sirve de enlace para que los protagonistas forjen una relación.
En cuanto a la forma, a mí personalmente me chirría la preposición “luego de” que has usado dos veces. Me parece más adecuado “después” o “tras” seguido del infinitivo.
En este pasaje, fijate como manejas los tiempos:
la espera en su casa, capta en el espacio que Grigit está cerca, que llegaría en minutos y sorprendida se asusta, cuando la vidente abrió la puerta, la cerró con fuerza y sin saludarla, se sienta en la única silla libre frente a una antigua mesita de mármol
Saltas del presente al pasado de repente sin venir a cuento. Resulta disruptivo. Te aconsejo que revises el uso y la concordancia de los tiempos verbales que es muy importante para edificar la estructura del cuento y apoyar en ella tus buenas ideas.
Espero no haber resultado pesada. ¡Nos leemos!
Saludos.

IreneR

20/12/2024 a las 12:06

Buenas, Amadeo.

Me ha gustado el relato, se lee con facilidad. Aunque debo estar un poco espesa, porque no he entendido muy bien cuál es el papel que juega la pitonisa. No veo que aporte algo relevante en la historia.

Nos leemos.

Un saludo.

Otilia

20/12/2024 a las 12:52

Hola, Amadeo, gracias por leer y comentar.
Tu historia se lee con fluidez, aunque hubo un momento en el que no sabía en qué casa estaba Marta porque dices que la pitonisa abrió la puerta.
Otros mejorables como “luego de” y el tiempo de los verbos ya te los han señalado.
Nos leemos. Saludos.

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