Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

Vivencias recursivas - por Andrés Scribani

Abrió los ojos lentamente mientras la luz que la envolvía y cegaba momentos antes se hacía cada vez más pequeña hasta desvanecerse por completo. Pasaron varios segundos antes de que su visión se aclarara, permitiéndole observar las paredes blancas, las máquinas que pitaban monótonamente y percibir el característico olor a desinfectante. No recordaba su nombre, su pasado, ni nada más que aquella luz intensa.
Los médicos, intrigados, no dejaban de observar los resultados del examen. Su actividad cerebral era completamente anómala: no seguía un patrón conocido ni una lógica convencional. Las ondas cerebrales mostraban una sobrecarga nunca antes documentada y se comportaban como si los caminos neuronales se crearan y destruyeran al mismo tiempo. El dolor de cabeza que sentía era inclemente. Escuchaba las consultas de los médicos incluso antes de que movieran los labios, y acto seguido revivía los mismos cuestionamientos que ya había oído en sus recuerdos. Su percepción estaba fragmentada entre el momento presente y recuerdos de eventos que aún estaban por suceder. Era como vivir dos vidas en paralelo a través de un déjà vu constante.
A pesar de sus intentos, no logró explicar satisfactoriamente a los demás lo que sucedía en su mente. Durante los primeros días, solo lograba sobrellevar el insoportable dolor cuando le suministraban sedantes. Sin embargo, con el tiempo se fue acostumbrando a revivir los recuerdos del futuro, como quien prueba dos veces el mismo bocado.
Un familiar la reconoció como Paulina y la llevó a casa después de que, en las noticias locales, las autoridades solicitaran apoyo para identificar a una mujer con amnesia y sin documentación. Había sido encontrada a orillas del lago Mawey y parecía tener unos treinta años.
La habilidad de Paulina fue progresando: podía recordar cosas que sucederían más allá de unas pocas horas, a veces incluso días o semanas. Sin embargo, cada vez le resultaba más complicado entender dónde o cuándo ocurrirían esos hechos. Los recuerdos del futuro eran nítidos pero escurridizos, como un sueño lúcido. La carga mental que implicaban estas visiones era tan intensa que solía descansar con frecuencia.
Eventualmente encontró refugio en un foro de internet, donde comenzó a compartir fragmentos de sus visiones más lejanas. Al principio eran historias inconexas, detalles aparentemente sin sentido. Poco a poco, empezó a ganar seguidores que confirmaban sus aciertos. Su comunidad en línea creció, transformándose gradualmente en algo más que un grupo de internautas curiosos. Un culto comenzó a formarse a su alrededor. La consideraban una profeta, un conducto entre lo conocido y lo desconocido. Algunos la adoraban, otros la seguían por temor a que pronosticara el fin del mundo, pero todos deseaban desterrar la incertidumbre a través de ella.
Entre sus predicciones más angustiantes estaba la visión de una tragedia inminente: un tiroteo que acabaría con decenas de vidas. Esta visión siempre aparecía misteriosamente acompañada de otra en la que ella simplemente abría la puerta de su casa y todo se convertía en un vacío infinito. Cada vez que recordaba estos eventos del futuro, el miedo se apoderaba de Paulina.
El tiroteo finalmente ocurrió en el centro de la ciudad, pero Paulina nunca logró precisar los detalles cruciales: lugar exacto, perpetradores y motivaciones. Aunque la predicción se cumplió tal como la describió, no trajo consuelo, sino mucho dolor y un asfixiante sentimiento de culpa. Entre las víctimas estaba la madre de uno de sus seguidores más devotos. La imagen idealizada de enviada divina se quebró, junto con el último vínculo de cordura que quedaba en el mundo para este seguidor. Ahora, enloquecido por su pérdida, la veía como un fraude, alguien que pudo haber prevenido la muerte de tantos, y especialmente la de su madre, pero no lo hizo.
La desilusión actuó rápidamente como un veneno oscuro. Este seguidor decidió que Paulina debía pagar por su aparente indiferencia. Tras mucho esfuerzo, logró obtener la ubicación de la falsa profeta. Se presentó en su casa y tocó la puerta furiosamente. En ese momento, el punto de interrupción en las visiones de Paulina se hizo realidad: la vidente abrió la puerta y, antes de ver quién golpeaba con tanta exasperación, recibió un disparo en la sien.
A años luz de distancia, en un laboratorio más allá de la comprensión humana, el flujo de datos se detuvo, marcando la conclusión del experimento. Otro procesador orgánico había completado su ciclo.

Comentarios (6):

Maria Carmen

18/12/2024 a las 19:13

Hola Andrés. Es un relato muy bien escrito y original.
Ha sido un placer leerte.

José Torma

19/12/2024 a las 00:29

Andrés

Felicidades por este pedazo de relato. Llamar a las premoniciones, “recuerdos del futuro” habla de tu gran habilidad para contar.

Hace mucho tiempo escribí un relato que se llama “El experimento”. Donde toco el tema de los eventos generados por terceros en experimentos locos. Esta en mi blog por si te llega a interesar.

De tus vivencias solo puedo decir que están muy bien llevadas y para mi no tiene pega, el giro final, no por conocido (para mi), esperado, demerita nada.

Me ha gustado bastante.

Felicidades.

Doralú

21/12/2024 a las 01:38

Hola Andrés Scribani,
Me gustó tu relato. Es fluido, intrigante, me atrapó desde el inicio. Me enredé un poco con el hecho de “revivir los recuerdos del futuro”. En el texto, logré visualizar la vida angustiante que llevaba la pobre Paulina. Estas líneas me golpearon: “Este seguidor decidió que Paulina debía pagar por su aparente indiferencia. Tras mucho esfuerzo, logró obtener la ubicación de la falsa profeta.” Pobre Paulina, morir incomprendida y de esa manera.
No tengo nada que decir en cuanto a ortotipografía.
Seguiré leyendote.

David Llurba

22/12/2024 a las 02:22

Buah. ¡Me ha flipado!

Es el mejor que he leído, de momento.
No parece que hayas tenido que sintetizar nada, no sé cómo te ha cabido toda la trama en un relato de 750 palabras. Muy bien traído. Te animo a que escribas algo tocho si no lo estás haciendo ya.

Un saludo.

Nadia

22/12/2024 a las 13:57

Hola Andres. Soy Nadia. Un gusto leerte. ¡Me apasiona el género! El flujo de lectura es correcto. Se comprende claramente y me lleva a imaginarlo. Solo puedo decirte que cuando pasas de describir el despertar de la vidente a la accion de los médicos quizas podrias agregar algo así como “mientras tanto, en la sala” porque tuve que volver a leer la última oración para confirmarlo. Después en el momento que usas el reto, la vidente “abrio la puerta” quizas me hubiera asegurado de llamarla asi con anterioridad para que no se preste a confusión. Gracias! Nos leemos

Moldy Blaston

23/12/2024 a las 20:21

Hola Andrés, encantado de leerte. La historia me ha parecido cautivadora y me ha mantenido enganchado hasta el final. La combinación de lo sobrenatural con un toque de ciencia ficción crea una atmósfera única y emocionante. El giro final en el laboratorio añade un elemento inesperado que enriquece la trama. Paulina y su capacidad para ver el futuro y las dificultades que enfrenta debido a ello la hacen un personaje interesante y complejo. La inclusión del seguidor devoto que se vuelve contra ella añade una dimensión trágica y aterradora. En mi opinión tu historia es intrigante, bien escrita y presenta un buen equilibrio entre el misterio, la tensión y el elemento sobrenatural. Me ha gustado mucho.
Si quieres darte una vuelta estoy en el 47.
Nos leemos pronto…

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *