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Tres veces Joaquín - por José TormaR.
Web: http://www.cuentoshistoriasyotraslocuras.wordpress.com
Margarita corre por los oscuros pasillos. Los conoce muy bien, en su mano lleva el papel con la dirección escrita que dejaron en su bolsillo. Sale a la calle y para un taxi. Lo voluminoso de su vestido le impide subir con gracia, pero no le importa.
—Calle Tercera y Fortuito, numero 27. De prisa por favor.
El taxista, acelera y se aleja del teatro. Margarita reflexiona sobre lo ocurrido. ¿Quién era el tipo en el palco? Se parecía a Joaquín, pero no estaba segura.
—Disculpe mi atrevimiento —pregunta el taxista—. Usted es la artista, ¿verdad? ¡Seguro que es! Mi mujer no me lo va a creer… Margarita Izcasalla en mi taxi.
—Preferiría ir en silencio si no le molesta.
—Claro, señorita. Mi nombre es Joaquín Almeyda, para servirle; este viaje va por mi cuenta.
—¿Está bromeando? —pregunta casi gritando— ¿Quién lo manda?
—Tranquila, por favor no se altere. Mire, estamos llegando a su destino —dice mientras ella baja del auto—. ¡Suerte!
Margarita se recoge las enaguas en fútil intento de acelerar el paso. Los números van en ascenso y se da cuenta de que falta el 27. Retrocede, del 26 brinca al 28. ¿Se habrá equivocado? ¿Le habrían mentido?
El tintineo de una vieja campana llama su atención y en la calle de enfrente ve el establecimiento que busca. Atrabancada cruza la avenida y toca con insistencia. Después de lo que le parece una eternidad, escucha pasos. Nerviosa voltea a derecha e izquierda mientras el ruido de las llaves sigue.
Cuando la puerta se abre, entra presurosa.
—Aún no abrimos, señorita —dice un hombre canoso—. Pero reconozco que trae pendiente, así que tome asiento, que ya me encargo yo de que recupere el aliento.
Torpe y sin decoro, se deja caer en un sillón, mientras espera que el camarero le traiga la bebida.
—Llega tarde, Margarita, debo de ser sincero, la esperábamos desde la tarde…
—¿Me conoce? —pregunta preocupada— Conteste por favor.
—Necesito contarle una historia.
—Por favor, ¿quién es usted?
—Le contaré lo que sé y usted decidirás la validez de mi relato —dice mientras se limpia las manos en el delantal—. Veo que no me recuerda, soy Joaquín Altagracia, cursamos dos años en la misma escuela, éramos unos párvulos y claro que no tenía yo tantas canas como ahora.
Margarita ahoga un grito que su interlocutor interpreta como consentimiento.
—La gitana nos siguió nomas abandonamos el teatro —. Inicia su relato. —Préstame tu mano, Payo y te leo tu futuro —Me decía insistente—. Pasa a mi local. No te asustes que la suma de 9 no es de mal augurio, en tu caso —. Dijo riendo.
Susana mi esposa y yo, tardamos un poco en sobreponernos al susto, los callejones oscuros y los gitanos, ya me entiende.
Su risa resonaba en nuestros oídos mientras buscábamos un taxi para regresar a casa. Esa noche el bar estaba cerrado, pero me desconcertó una luz en su interior. Intenté abrir, pero mi llave se quebró en la cerradura. Golpeé con fuerza. A la tercera, la vidente abrió la puerta.
Entré solo; era mi bar, pero a la vez no lo era. Una mesa redonda donde estaba la mesa de billar.
Tomé asiento y extendí mi mano. La tomó entre las suyas, morenas y áridas.
—Tres líneas, Payo. Uno de los tres será el responsable de su muerte, pero no está en ti la decisión. La hembra tiene que decidir en cuál de los tres confiar. Busca a los otros dos y que ella elija.
—Vera, Margarita —dijo regresando al presente—, debo de admitir que iba un poco colocado, pero es muy claro el recuerdo. Mi esposa consiguió un taxi, al leer el tarjetón, me vino a la mente lo dicho por la mujer. Joaquín Almeyda, era el nombre escrito, ¿coincidencia…? Tal vez.
Un suave golpe en la puerta lo hizo detenerse.
—Justo a tiempo.
En la puerta, su silueta dibujada por la luna estaba el taxista.
—Pasa tocayo, parece que tenemos que esperar al tercero.
Ella se pone de pie y corre a escapar por la puerta abierta, solo para ser detenida por la figura de Joaquín, su enamorado. Trastabillando se coloca detrás de la barra, tomo un cuchillo y los amenaza.
—¿Qué quieren de mí, de que va esta estúpida broma?
Los tres hombres se acercan y toman asiento en los taburetes. La rockola, apenas hacía unos minutos en silencio, reproduce la canción de moda.
—Debes elegir ahora —dicen los tres al unísono.
Comentarios (17):
Lupa Sívori
18/12/2024 a las 01:16
Amigo José: ¡Qué bueno que hayas sido mi vecino de abajo porque, igualmente, iba a ir a buscar tu relato! Me gustó mucho el concepto planteado y hay una frase que me recordó a La Torre Oscura, de Stephen King. Un intertexto que, seguramente, fue casualidad:
“Tres líneas, Payo. Uno de los tres será el responsable de su muerte, pero no está en ti la decisión.”
Me recuerda al final del primer libro, cuando El Hombre de Negro le tira las cartas a Roland y le dice: “Muerte, Pistolero, pero no para tí”. JA, no sé por qué me acordé de eso.
En fin, tu texto.
El relato tiene URGENCIA, lo que mantiene al lector interesado. Los personajes están bien delineados, especialmente la protagonista, Margarita, y los tres Joaquines. Cada uno tiene una motivación que se revela lentamente, lo que agrega capas. El relato también pasa de una narración de acción rápida (Margarita corriendo, subiendo al taxi) a un tono más reflexivo e incluso algo filosófico cuando se cuenta la historia del hombre canoso.
Hay un uso divertido del simbolisto. El concepto de las “líneas de la mano” y la predicción del destino genera una atmósfera enigmática. Por último, la ambiguedad del relato nos permite sacar nuestra propia conclusión.
Muy efectivo. ¡Gracias por compartirlo!
Lupa.
@viajarleyendo451
¸.•*´¨`*•.¸Yoli¸.•*´¨`*•.¸
19/12/2024 a las 04:52
Hola José, gracias por tu visita al relato.
El tuyo lo volveré a leer, porque con tanto Joaquín me he liado jeje, luego me parece hay un flashback y regresa, lo de Payo no se que es.
Esta frase no la entendí: En la puerta, su silueta dibujada por la luna estaba el taxista.
En fin, lo volveré a leer, aunque si me parece muy entretenida la trama.
En cuanto a mejorables:
– La mayoría de los guiones de dialogo parece están bien puestos, no algunos al final, como por ejemplo: —…en tu caso. —dijo riendo además que dijo, por ser verbo dicendi (de habla) se escriben en minúscula.
Esto de los guiones de diálogos, aún no los domino del todo, sigo estudiándolos, por lo que si otro compañero quiere aportar al respecto, será de gran ayuda.
– …y usted decidirás (corregir por decidirá)
– …de que va (ese qué va con tilde).
Espero haberte aportado y gracias por permitirme aprender con tu aporte.
Nos seguimos leyendo!
Feliz★* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ •
•。★Navidad★ 。* 。
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˚ ˛ •˛• ˚ | 田田 |門| ˚
Feliz ☆* 。 • ˚ ˚ ˛ ˚ ˛ • •。☆Navidad
Džoker
19/12/2024 a las 05:16
Me sumo a lo que dice Lupa, el texto tiene prisa en las acciones de Margarita y hace un ritmo interesante en la lectura. Por encontrarle una pega, diría que si bien la ambigüedad suma al misterio, y genera intriga, quizás una descripción más concreta en algunas partes sería más amable para la comprensión del lector. Gran trabajo con el texto.
Don Kendall
19/12/2024 a las 14:24
Hola,José.
Me apunto a lo dicho por los comentarios que preceden al mío. No obstante, tal vez mereciese la pena dar un par de vueltas al modo de diálogo utilizado y recurrir al diálogo indirecto :
Diálogo libre
«El diálogo libre prescinde de guiones, comillas y saltos de línea. El diálogo se introduce de forma natural dentro del párrafo, en medio de la narración. Este estilo resulta útil cuando los diálogos son breves o cuando se busca un ritmo más introspectivo y cercano a los pensamientos del narrador».(Nota al final)
Y esta recomendación, casi, casi en todos los lugares donde utilizas la forma tradicional española por el riesgo de introducir algún punto inoportuno.
En mi criterio y dado que hay un narrador con omnisciencia absoluta (ejemplo:«…Lo voluminoso de su vestido le impide subir con gracia, pero no le importa.») en tiempo presente, al meter un cambio de tempo y ritmo señalado por la aparición de personajes y cambios de contexto, podría beneficiar a la trama si se plantea como diálogo libre, es decir : «se busca un ritmo más introspectivo y cercano a los pensamientos del narrador»
Queda claro, que esto EMDO, lo importante es tu trabajo, que te agradezco de antemano
¡Ah!, una duda tal vez la mayúscula en “Payo” no sea oportuna a no ser que tenga un sentido como nombre propio, que desconozco. Si es así, retiro lo escrito.(payo: persona no gitana. No ha de interpretarse en el sentido peyorativo).
Un abrazo y salud
Nota :https://www.literautas.com/es/blog/post-1936/tipos-de-dialogo/</em<
Don Kendall
19/12/2024 a las 14:29
NOTA aclaratoria: El enlace de la página de literautas referido a los diálogos es:
https://www.literautas.com/es/blog/post-1936/tipos-de-dialogo/
Siento las molestias.
Salud
Patricia Redondo
19/12/2024 a las 18:08
Hola Jose! Gracias por pasarte por mi relato y comentar. Con gusto hago lo propio con el tuyo
Poco que añadir , la verdad , a lo que tan bien han dicho nuestros compañeros de letras. El texto bien narrado, interesante y con buen ritmo. Pero al final me lié con los tres Joaquines y no consigo llegar a entender que enredo tienen con Margarita como para llegar a acorrarla de esa manera.Igual es problema mio.
Gracias por el relato
Nos seguimos leyendo!
Kelvin I. Márquez
20/12/2024 a las 01:53
Saludos José
Primero que todo te agradezco tu comentario en mi relato y por tus amables palabras. En cuanto a tu relato…
Me quedé con ganas de saber la elección de Margarita. Me parece bien lograda la forma como muestras la prisa que ella lleva en el principio. Uno lee y siente esa urgencia como si fuera uno quien esta en esa situación. Me parece interesante la cuestión de los Joaquín y me intriga lo que sucederá a continuación. Esta historia puede dar para mucho ya que me imagino que cada uno tendrá su historia para intentar convencerla.
Felicitaciones y saludos.
Nos leemos!
Dante
20/12/2024 a las 03:27
Hola José! He leído el relato anterior y este, para poder entender bien de donde viene la historia.
Adelanto que me han gustado mucho tanto el relato anterior como este..
También te agradezco el comentario que dejaste a mi relato y cuando más compañeros comenten, también dejaré un mensaje para vos ahí en donde me referiré a tu comentario.
Ahora sí, pasaré a hacer el comentario de tu relato y trataré de seguir la guía de Literautas:
I.- FORMA:
I.- 1.- GÉNERO, TONO Y LENGUAJE:
Si bien no creo demasiado en un encuadre en géneros puros, integrando ambos relatos pareciera oscilar entre el realismo y el thriller. Con una adecuada pizca sobrenatural que se ve, por un lado, en la gitana-vidente, y por el otro, en el narrador en tercera persona omnisciente que ya en el anterior relato, en tiempo presente, nos hacía saber que el día de la muerte de Margarita es hoy. Ese narrador omnisciente no lanza una profecía en un futuro más o menos lejano o no tan cercano, sino una afirmación certera de un futuro cercano que está empezando a transcurrir ahora (de ahí el uso del tiempo verbal presente). Por lo que el único modo en que puede lanzarla es si tiene algún don sobrenatural, porque por lo demás, del contexto parece un narrador fiable. Lo que reafirmaría esa hipótesis interpretativa.
Dicho esto, el tono es adecuado. Intermedio, ni grave ni ligero, con algunos toques de humor, con algunos otros de cierta oscuridad, pero siempre intenso. Intenso es un adjetivo clave, porque esa intensidad incide en el ritmo y en la construcción de la intriga y en concitar y mantener la atención del lector.
Ese tono es coherente con el o los géneros en los que podría/n encuadrarse el/los relatos (ambos) y claramente está al servicio de la historia y su recepción en el lector.
El lenguaje, que es rico e interesante, también se corresponde con el tono y el//o los género/s.
En resumen, este punto está muy bien trabajado.
I.- 2.- ATMÓSFERA O AMBIENTACIÓN:
La atmósfera o ambientación es excelente en ambos relatos. Se percibe el entorno de Margarita, su vida de actriz, sus actitudes de diva (en el primer relato), el teatro, la calle, la intervención de la gitana, y claro está, lo que (por ahora) es el clímax: el encuentro con los tres Joaquines.
Da la sensación de que el lector queda atrapado allí. Pero atrapado en el mejor de los sentidos: ve cómo todo pasa ante él o ante ella y quiere saber qué sucederá a continuación. Disfruta de la lectura y de ese mundo en el que has logrado sumergirlo/a.
Excelente también este punto.
II.- 3.- EL RITMO Y LA ACCIÓN:
El ritmo, considerado desde el punto de vista de la acción, es adecuado, atractivo, trepidante. Por más que en algún momento haya escenas (o si no te gusta la palabra para una extensión narrativa tan corta, llamémosle “mini escenas”) más tranquilas o pausadas, cada hecho, cada acción, cada elemento de la trama se va encadenando uno con otro y en el balance general acelera cada vez más hacia el desenlace y en ese “acelerar” se lleva al lector a querer saber más. Y a desear que todavía no termine. La acción hace al ritmo, y el ritmo genera más acción. Y cumple con creces con el objetivo de concitar y mantener la atención del espectador y su goce estético.
I.- 4.- EL RITMO, LA CONSTRUCCIÓN DE FRASES, ORTOGRAFÍA, PUNTUACIÓN Y GRAMÁTICA:
El ritmo también puede ser analizado desde otro punto de vista, puesto que en su conformación también inciden la construcción de las frases, la ortografía, la puntuación y la gramática.
Trataré, en lo posible, de tocar estas cuestiones por separado (aunque no siempre será posible, dada su interrelación o por estar presentes en una misma oración o párrafo).
A) ORTOGRAFÍA:
Hay tres palabras en las cuales, casi seguro por un error de tipeo, se ha deslizado una falta de ortografía:
+ “Payo”: tal como te señala Don Kendall (a quien le agradezco que nos haya compartido el significado de la palabra, para quienes no lo conocíamos) debería ir en minúscula, dado que no es un nombre propio sino una palabra con la cual los gitanos designan la condición común de todos aquellos que no pertenecen a su comunidad.
+ “—Vera, Margarita…”: claramente el narrador usa el verbo “ver”, por lo que debería haberse consignado “Verá” con tilde.
+ “Trastabillando se coloca detrás de la barra, tomo un cuchillo y los amenaza.” El error estaría en “tomo”. Aquí cabe considerar las siguientes posibilidades: si se atiende al tiempo verbal presente, tomo sería la conjugación en primera persona, y aquí Margarita no es la narradora. Si, en cambio, se viera la cuestión desde un punto de vista externo como el del narrador omnisciente, sería “tomó” (pretérito perfecto simple del verbo “tomar”, que lleva tilde); sin embargo esto nos conduciría a una incoherencia de tiempo verbal (ya que el narrador viene narrando en presente). Finalmente, podría ser “toma” -Margarita es la que toma el cuchillo-. En esa hipótesis, que es la que considero más plausible, la falta de ortografía más que falta es un error de tipeo.
En suma: todo lo relativo a la ortografía son minucias, detalles mínimos. Porque en realidad no hay faltas de ortografía salvo estos errores de tipeo. Nada que no se pueda solucionar con facilidad y que en realidad, no le hace mella al mérito del relato.
B) GRAMÁTICA:
La gramática también es en general correcta.
Sin embargo, en unas pocas oraciones hay algunas cuestiones que me llaman la atención y considero que habría que revisar y eventualmente reformular.
“Margarita se recoge las enaguas en fútil intento de acelerar el paso.” No estoy seguro de que sea correcto decir “en fútil intento…”. En mi opinión personal, meramente subjetiva, entiendo que quedaría mejor “en UN fútil intento…” (Perdón por haber utilizado mayúsculas pero es porque no sé si es posible destacar en negritas o de alguna otra manera al utilizar el formulario para comentar).
“El tintineo de una vieja campana llama su atención y en la calle de enfrente ve el establecimiento que busca. Atrabancada cruza la avenida y toca con insistencia.” Aquí hay una cuestión si se quiere “conceptual” y de coherencia. Empecemos por la segunda oración: allí el narrador nos dice que Margarita cruza la avenida. Es decir que cruza a la vereda o acera que está frente a ella. (Lo que también sería conteste con que no encontraba la numeración y saltaba entre el 26 y el 28 porque era la vereda de los números pares y el lugar que buscaba está en la contraria, la de los impares, y obviamente, el 27 quedará enfrente entre los dos edificios o casas o enfrente de una de ella). Por estos temas de coherencia, no puede ver “en la calle de enfrente” el establecimiento de enfrente. No habría una calle de enfrente. Salvo que fuese una avenida de doble mano dividida por un cantero, o que tuviera varias calles (como sucede en la Avenida 9 de julio de Buenos Aires, y es muy probable que en México existan avenidas de configuración similar). Pero como no sabemos cómo era esa avenida y además, el nombre de estas calles parece ser ficticio (a su vez se refiere a ellas como “calle” y no como avenida), es un poco difícil pensar en la situación. Creo que sería más sencillo, más claro para la comprensión del lector y más simple en su formulación decir: “El tintineo de una vieja campana llama su atención y enfrente ve el establecimiento que busca” (También irían en el mismo sentido otras variantes: “enfrente de ella”, “en la vereda de enfrente”, “en la acera de enfrente”, “en la vereda contraria” o “en la acera contraria”)
“Le contaré lo que sé y usted decidirás la validez de mi relato”. Aquí hay un evidente error de tipeo que, lamentablemente, nos lleva a una incoherencia relativa de conjugación verbal. Digo relativa porque la segunda persona del singular se respeta, pero en un contexto de trato formal (usted) se usa la conjugación informal (decidirás). Con eliminar la letra s basta. Es un detallecito ínfimo, pero lo marco al pasar porque muchas veces estos errores de tipeo son los más difíciles de detectar.
“Susana mi esposa y yo, tardamos un poco en sobreponernos al susto…” Más allá de que volveré sobre esta oración al tratar de la puntuación, me parece que el orden de la oración no es del todo correcto. O no me “suena” del todo bien. En mi opinión personal y meramente subjetiva, entiendo que podría mejorar si dijera: “Susana, mi esposa, y yo…” O “Mi esposa Susana y yo…” O “Mi esposa, Susana, y yo…”. O simplemente: “Mi esposa y yo…”
“—Vera, Margarita —dijo regresando al presente—, debo de admitir que iba un poco colocado, pero es muy claro el recuerdo.” Aquí, además del “Verá” que ya apunté, se juntan varias cuestiones.
Por un lado, el narrador acota en el diálogo: “dijo regresando al presente”. Este es un error de concordancia de tiempos verbales, dado que, salvo la reproducción del diálogo de la gitana (que trataré en el ítem Diálogos) que está en pasado, el resto de la narración está en tiempo verbal presente (al igual que el relato anterior) y eso es coherente con tu intención narrativa (como quisiste contar la historia). Por lo tanto “dijo” debería reemplazarse por “dice regresando al presente”.
Por otra parte, no estoy seguro que sea correcto usar “debo de admitir”. En mi opinión personal -meramente subjetiva- entiendo que correspondería “debo admitir”.
“En la puerta, su silueta dibujada por la luna estaba el taxista.” Aquí noto que hay dos cuestiones. Cuando el narrador usa el verbo “estar” incurre en una incoherencia de tiempo verbal ya que rompe el flujo narrativo en tiempo presente introduciendo un pretérito imperfecto. Por lo que “estaba” debe ser reemplazado por “está”.
Por otro lado, pareciera faltar algo en la redacción de la oración. O bien está desordenada. En efecto, si se la lee de corrido parece no cobrar completo sentido y en cierto modo genera un “ruido” mental o auditivo que conspira contra la fluidez de un relato que si algo le sobra es precisamente la fluidez. Es posible que convendría revisar la formulación de la oración. En tal sentido, podrían evaluarse alternativas como “En la puerta la luna dibuja una silueta: es el taxista.”
“Ella se pone de pie y corre a escapar por la puerta abierta, solo para ser detenida por la figura de Joaquín, su enamorado.” No estoy del todo seguro de que sea correcta la expresión “corre a escapar”. Puede que lo correcto fuera “corre para escapar”. Pero también puede ser un uso idiomático propio de México. En cuyo caso cabría desestimar esta consideración.
C) CONSTRUCCIÓN DE LAS FRASES:
Es en general correcta, salvo la última oración a la que hice referencia en el punto anterior, respecto de la cual te invito a evaluar si no sería conveniente reformularla.
D) PUNTUACIÓN:
La puntuación es en general muy correcta. Sin perjuicio de eso, haré algunas consideraciones.
D.1) NORMAS OBJETIVAS DE PUNTUACIÓN:
Salvo dos casos, no encontré que la puntuación contravenga normas del idioma o de la RAE en materia de puntuación. Excepto en estas dos oraciones:
“El taxista, acelera y se aleja del teatro.”
“Torpe y sin decoro, se deja caer en un sillón, mientras espera que el camarero le traiga la bebida.”
Estos dos casos, la coma después de “taxista” y de “sin decoro” son supuestos de la llamada “coma criminal”. es aquella que se ubica entre el sujeto y el verbo o entre el verbo y el objeto. Esa pausa no debería graficarse porque nterrumpe la secuencia natural de una oración (Este detalle de la “coma criminal” me lo hizo ver una vez Isolina, una compañera de Literautas de anteriores ediciones, y la verdad prestarle atención me ha sumado mucho, por eso te lo señalo).
D. 2) EL USO DE LA COMA RESPECTO DE LOS VOCATIVOS:
No hay ninguna incorrección formal aquí. Sólo cuestión de preferencias subjetivas. O más bien de cómo preferís que sea el ritmo de las frases respecto de la percepción del lector. Dicho de otro modo, si querés marcar las pausas o no. En caso afirmativo, pondrás las comas (como sucede a lo largo del relato, aunque no estoy del todo seguro de que esa haya sido tu intención narrativa -esto es, que hayas querido marcar esas pausas- o al menos, no en todos los casos; aunque puedo estar absolutamente equivocado al respecto). En caso negativo, podrías eliminar las comas sin que sea incorrecto.
La regla general (que cumplís, y está bien encuadrarse dentro de las reglas generales del idioma) indica que cuando se usan vocativos vaya la coma. Pero si se tiene una intención de conferir un tono o ritmo más urgente, fluido o dinámico, podría suprimirse la coma. Sobre todo cuando va al final de la oración. Serían excepciones a la regla justificadas por el uso intencional y no implicarían una infracción a la regla (distinto el caso de la coma criminal, que sí debe respetarse esa regla de no poner esa coma entre sujeto y predicado).
Las oraciones en las que hay comas y vocativos son las siguientes:
“—Claro, señorita.”
“—Aún no abrimos, señorita…”
“—Llega tarde, Margarita…
“Préstame tu mano, Payo y te leo tu futuro”
Las he reproducido para que si lo considerás pertinente, vuelvas a esas oraciones y evalúes si convendría o no ceñirse a la regla o si tu intención narrativa va por otro lado y querés generar una sensación de mayor urgencia o conferir más fluidez, más aceleración, más dinamismo.
D. 3) CUESTIONES OPINABLES ACERCA DE LA PUNTUACIÓN:
Todo lo que señalaré a continuación es materia opinable. Es algo totalmente subjetivo y, en suma, “cuestión de gustos” o preferencias personales.
El uso de los signos que señalaré puede ser mantenido o cambiado, siempre en función de tu intención narrativa (lo que querés contar y cómo lo querés contar) y en relación al ritmo que querés conferirle al relato. De ahí la interrelación entre puntuación y ritmo que sugiere la guía para comentar de Literautas.
“Margarita corre por los oscuros pasillos. Los conoce muy bien, en su mano lleva el papel con la dirección escrita que dejaron en su bolsillo.” Es posible que aquí sean necesarias tres oraciones y no dos.
Tiendo a pensar esto porque los pasillos y el hecho de que Margarita los conozca bien no guardan una relación directa con el papel, ni tampoco el hecho de llevar el papel se encuentra subordinado al conocimiento de los pasillos. No diría que el uso de la coma es incorrecto, pero eventualmente, si es que estuvieras de acuerdo, podría mejorarse. Por lo que te invito a examinar cómo quedaría la variante: “Margarita corre por los oscuros pasillos. Los conoce muy bien. En su mano lleva el papel con la dirección escrita que dejaron en su bolsillo.” Es posible que aquí sean necesarias tres oraciones y no dos.”
“—Llega tarde, Margarita, debo de ser sincero, la esperábamos desde la tarde…” En esta oración también sugiero realizar una subdivisión. Además de conferirle un ritmo más ágil -que empalmaría perfecto con el crecimiento de la tensión narrativa que tiene lugar en esta parte del relato, organizaría mejor las ideas y la información que se transmite al lector. Te sugiero que consideres si no se ajustaría más a tu intención narrativa lo siguiente: “Llega tarde, Margarita. Debo ser sincero, la esperábamos desde la tarde” O: “Llega tarde, Margarita. Debo ser sincero: la esperábamos desde la tarde”.
“Veo que no me recuerda, soy Joaquín Altagracia, cursamos dos años en la misma escuela, éramos unos párvulos y claro que no tenía yo tantas canas como ahora.” La formulación de esta oración no me parecería coherente con tu intención narrativa: del contexto surge que querés incrementar la tensión y acelerar el ritmo. Aquí se condensa mucha información. Son muchas circunstancias, relacionadas pero no de manera inmediata y es mucha información que el lector recibe de golpe. De esta manera, la lectura corre el riesgo de “atascarse” y se perdería la fluidez del ritmo que hasta aquí lleva el relato.
Es crucial que cosas tan importantes como las que se dicen aquí llegue al lector con contundencia. Pero por sobre todo es indispensable que A MARGARITA le impacten con mucha fuerza. Es necesario que la palabra, el diálogo, no sea una simple información. Que no sea algo que un personaje le dice a otro a título informativo, sino que SEA EN SÍ MISMA UNA ACCIÓN: que busque modificarla, causarle algo. Tu intención narrativa es clarísima: aquí Joaquín Altagracia quiere algo más que hacerle saber a Margarita que fueron compañeros. Quiere provocarle algo. Como mínimo sorpresa. O quizás es algo ambiguo para el lector pero claro para Margarita: ¿quiere hacerla sufrir? ¿Le pasa una vieja “factura”? ¿Cómo fue la relación entre ellos de niños? Surgen preguntas que generan inquietud en el lector, que incrementan la tensión y que sugerirían distintas intenciones subyacentes. Es claro que este personaje no dice esas cosas gratuitamente.
Por tal motivo, al usar tantas comas es como que “se pierde” toda esa riqueza.
De ahí que te sugiero que consideres si no sería conveniente reformular la oración descomponiéndola en varias y cambiando comas por puntos y seguido y, eventualmente, por algún que otro punto y coma. Por ejemplo: “Veo que no me recuerda. Soy Joaquín Altagracia. C ursamos dos años en la misma escuela, éramos unos párvulos; y claro que no tenía yo tantas canas como ahora.”
“Mi esposa consiguió un taxi, al leer el tarjetón, me vino a la mente lo dicho por la mujer.” Si se presta atención al contexto, se advierte que lo relevante es la predicción de la vidente que luego dispara un curso de acción. Pero para accionar es necesario trasladarse. Por lo que hay dos elementos bien diferenciados. Por esa razón, me parece inconveniente separarlos con una coma y, por lo tanto, tal vez sería mejor subdividir la oración en dos. Te invito a pensar si no sería conveniente la variante: “Mi esposa consiguió un taxi. Al leer el tarjetón, me vino a la mente lo dicho por la mujer”. Esta leve modificación, además, ordena cronológicamente las acciones e introduce una circunstancia de lugar: primero se consigue el taxi y luego, EN el taxi Joaquín Altagracia lee el tarjetón y recuerda lo dicho por la mujer. Con lo que también esto permite relacionar la evolución de la acción con el relato anterior de lo dicho por la vidente.
“—¿Qué quieren de mí, de que va esta estúpida broma? En mi opinión, si estas preguntas se subdividieran en dos, el parlamento de Margarita ganaría en contundencia. Resulta claro, al menos para mí, que tu intención narrativa fue transmitirnos la desesperación de Margarita. Y es ahí donde entiendo que rendiría más esta alternativa: “—¿Qué quieren de mí? ¿De que va esta estúpida broma?
Finalmente, en lo que hace al uso de signos de puntuación cuando no están en juego reglas del idioma o de la RAE y sí lo esté la intención narrativa del autor, te comparto algo que leí hace tiempo (creo que era un libro de escritura creativa de una autora llamada Paula Arenas): el uso de oraciones cortas y de puntos seguidos sirve para incrementar la tensión, la sensación de urgencia, el ritmo, la velocidad y fluidez de la narración. En cambio, el uso de oraciones largas o párrafos largos, con abundancia de comas, sirven para “ralentar” el ritmo. Este es un consejo que me ha resultado muy útil para imprimir o graduar el ritmo narrativo y, a veces, también para la ambientación. Te lo comparto porque quizás pudiera servirte para evaluar si algunas de estas situaciones absolutamente subjetivas y opinables (y que no son incorrectas para nada) respecto de la puntuación se ajustan o no a la intención narrativa que tuviste al escribir el relato.
I.- 5.- SONORIDAD:
Tanto si se considera el relato anterior como este, la sonoridad está bien lograda. Fluye de manera natural, y tanto el narrador como los personajes tienen sus voces. Podría decirse que “todo está en su lugar y en su justa medida”. Es otro punto más que positivo.
I.- 6.- PUNTO DE VISTA:
El punto de vista se relaciona con la clase de narrador elegido. Aunque no estoy seguro de que deba tratarse aquí la cuestión, voy a añadir otra que creo que coadyuva al punto de vista: el uso del tiempo presente en la narración.
El narrador tercera persona omnisciente es atinado para esta historia (y cuando digo historia no sólo me refiero a este relato ni a aquel que lo antecede sino al marco que los comprende y quizás excede a ambos) y, a su vez, narrar en tiempo verbal presente le confiere una inmediatez que hace que también nosotros, lectores, “veamos” y participemos de la trama manera directa, sin obstáculos ni mayor intermediación y que se nos genere mayor inquietud y ansiedad (ansiedad positiva, de la buena) por lo que va a suceder. Hace que “no nos movamos del asiento” y hasta nos agarremos a él y que la inminencia sea cada vez más creciente. Creo que ha sido una decisión brillante usar el tiempo presente.
I.- 7.- DIÁLOGOS:
Con respecto a los diálogos haré dos consideraciones: una sustancial (o relativa a los diálogos en sí) y otra meramente formal.
La sustancial o relativa a los diálogos en sí mismos es breve y sencilla: se nota un gran dominio de los diálogos, son abundantes -para la extensión que permite un límite tan pequeño como 750 palabras-, están bien escritos, bien dosificados, cada personaje tiene su voz distintiva, su sello personal, son perfectamente diferenciables. Más de una vez incluso el uso de la palabra constituye una acción, tiene una intencionalidad para modificar a los otros personajes. Excepto en el caso de la línea de diálogo “Veo que no me recuerda, soy Joaquín Altagracia, cursamos dos años en la misma escuela, éramos unos párvulos y claro que no tenía yo tantas canas como ahora.” ya analizada al tratar de la puntuación. Para evitar reiteraciones innecesarias, me remito a lo expresado allí.
En lo estrictamente formal advierto que los diálogos, en general, están bien representados gráficamente.
Solamente esto no sucede, a mi modo de ver, cuando el personaje Joaquín Altagracia introduce el diálogo que, a su vez, tuvo con la gitana-vidente. Este ha sido un gran riesgo porque es un recurso muy difícil, por lo que más de la incorrección formal o de alguna formulación que pueda dificultar la lectura, creo que vale la pena destacar y aplaudir haber tomado ese riesgo, porque tuvo la clara finalidad de enriquecer al texto. Y a pesar de observaciones que se puedan realizar, creo que lo logró.
“—La gitana nos siguió nomas abandonamos el teatro —. Inicia su relato. —Préstame tu mano, Payo y te leo tu futuro —Me decía insistente—. Pasa a mi local. No te asustes que la suma de 9 no es de mal augurio, en tu caso —. Dijo riendo.”
En esta parte, en la que comienza el relato Joaquín Altagracia en relación a los hechos pasados y dichos de la gitana, noto dos cosas que aportan confusión. “Inicia su relato no parece ser una acotación” y además, si bien es correcto usar el pasado respecto de lo dicho o hecho por la vidente, al no ser clara la representación puede no resultar claro.
Lo mismo puede decirse para el resto del relato, en el cual a veces hay líneas de diálogo y a veces no, a veces hay acotaciones de Joaquín Altagracia y otras de la gitana.
Sugeriría que considerases la posibilidad de introducir una frase que haga las veces de “puente”. Por ejemplo:
“—La gitana nos siguió nomas abandonamos el teatro — dice Joaquín.”
“Y seguidamente relata lo que según él ocurriera:
“—Préstame tu mano, Payo y te leo tu futuro —Me decía insistente—. Pasa a mi local. No te asustes que la suma de 9 no es de mal augurio, en tu caso —. Dijo riendo.”
También sugiero que evalúes la posibilidad de utilizar un diálogo indirecto o bien de utilizar el “diálogo dentro del diálogo” pero, eso sí, de acuerdo con las convenciones para cada caso.
En tal sentido, te comparto dos links de Literautas en relación al tema:
https://www.literautas.com/es/blog/post-1936/tipos-de-dialogo/
https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/
En el primero de ellos, se nos aconseja:
“Diálogo indirecto”
“En este estilo, el narrador introduce lo que dicen los personajes dentro de la narración, sin cambiar de línea ni usar signos especiales. Es más complejo de manejar, ya que puede saturarse de conjunciones como “que” si no se aplica con cuidado. Sin embargo, si se usa bien, da mucho juego y crea efectos interesantes.”
“A modo de ejemplo, un fragmento de El beso de la mujer araña, de Manuel Puig.”
“Él dice que ésa es la última pieza, que va a tocar la orquesta, que ya es hora de quitarse el antifaz. Ella le dice que no, la noche debe terminar sin que él sepa quién es ella, y sin que ella sepa quién es él. Porque nunca más se volverán a ver; ése ha sido el encuentro perfecto de un bailse de carnaval y nada más” “[Fragmento de «El beso de la mujer araña», de Manuel Puig]”
Y en el segundo post, se señala:
“Representación del diálogo dentro del diálogo”
“Otra duda frecuente es cómo escribir un diálogo dentro de un diálogo. Es decir, ¿qué pasa si un personaje imita la voz de otro? Pues algo tal que así:”
“Extraído del libro Pedro Páramo, de Juan Rulfo:”
“—Estás segura de que él fue, ¿verdad?”
“—Segura no, tío. No le vi la cara. Me agarró de noche y en lo oscuro.”
“—¿Entonces cómo supiste que era Miguel Páramo?”
“—Porque él me lo dijo: «Soy Miguel Páramo, Ana. No te asustes». Eso me dijo.”
Espero que este aporte pudiera serte de utilidad, ya que creo que es el único punto del relato que ameritaría un relativo ajuste.
I.- 8.- DESCRIPCIONES:
Tanto en este relato como en el que lo antecede, las descripciones son precisas y medidas. No hay exceso ni defecto: su proporción es justa y su formulación es idónea, coherente con los demás aspectos formales y también con el contenido y la trama, tanto de los relatos en sí como de la historia que los contiene.
He aquí otro punto positivo.
I.- 9.- CONFLICTO:
Si algo abunda en los dos relatos es el conflicto. Señal de que la narrativa es buena. Muy buena.
Es imprescindible analizar esta cuestión respecto de los dos relatos, ya que uno procede del otro y en buena medida, el segundo desarrolla conflictos ya presentes en el primero o como mínimo prefigurados en aquel.
Hay un conflicto interpersonal de Margarita respecto de un antagonista que no ve ¿Joaquín? ¿Qué Joaquín? ¿Quién es el hombre del palco? Hay también otros conflictos interpersonales “menores” (con su asistente, quizás con el director, los policías). Esto en el primer relato. En el segundo, este que aquí se comenta, estos conflictos se ven con cada uno de los Joaquines.
Pero como Margarita es un personaje profundo, también hay conflicto consigo misma. Aunque no sea siempre del todo claro ni evidente. Aunque pudiere estar implícito. Está presente.
También hay pequeños conflictos menores de Margarita respecto de objetos.
Queda también la pregunta de si no hay un conflicto “mixto” entre interpersonal y persona vs. ente sobrenatural.
Esta idea me viene a la mente cuando pienso en el comienzo del relato anterior: “Margarita siempre odio su nombre, HASTA EL DÍA DE SU MUERTE, QUE ES HOY, maldijo a sus padres por darle ese apelativo.” (Usé las mayúsculas para resaltar lo que me resuena).
Como ya señalara al hablar del género, el tono y el lenguaje, aquí el narrador no hace una profecía ni refiere a un futuro lejano. Habla con la más absoluta certeza lanzando una AFIRMACIÓN de lo que sabe que está A PUNTO de ocurrir, de lo que es INMINENTE.
Lo que me hace pensar en que tiene un tinte sobrenatural. Y me sugiere este conflicto de naturaleza “mixta” en el cual ese antagonista es la MUERTE, si se quiere algo personificada porque tendría voz. El narrador sería, según esta hipótesis, la propia Muerte. Algo similar a la película “Conoces a Joe Black” donde el film comienza con la voz en off de la propia Muerte, que luego aparecerá encarnada en un humano.
No estoy seguro 100% de esta interpretación, pero la encuentro posible, y dentro de lo posible, probable. El único punto débil que tendría esta teoría es que, al menos por ahora, habla en tercera persona y no introduce la primera en alguna sutil observación. Pero hacer esto podría causar que algún lector o crítico que no esté demasiado atento suponga que hubo un error de incoherencia de narrador (que se pasó de tercera a primera persona) o bien que en primera persona se afirmó algo de lo que no se tendría certeza porque no se podría ingresar en el fuero íntimo de los personajes… Lo cual por REGLA es cierto. Pero si el narrador fuera este… Bien podría usarse, con extremo cuidado, ese recurso. Y vos sos un escritor prolijo, muy técnico. Así que puedo sospechar que esta posibilidad existe…
Como sea, hay varios tipos de conflicto, algunos macro y algunos micro, y esto es lo mejor que le puede pasar a cualquier tipo de texto de escritura creativa, pertenezca a la narrativa o a la dramaturgia: si hay conflicto siempre habrá interés del lector/espectador.
Este aspecto es excelente, sobresaliente en ambos relatos.
I.- 10.- INTRIGA:
La intriga es indisoluble del o los conflictos. Y en base a la conclusión anterior podemos obtener otra: el hecho de tener conflictos “macro” o centrales para la trama y otros pequeños que se van encadenando entre sí y no están disociados del general o los generales, causan el efecto de que la tensión narrativa crezca, concitan la atención del lector y le generan, renuevan constantemente y acrecientan la necesidad imperiosa de saber qué va a pasar después, y de cuando en cuando, aparece algún que otro giro ingenioso pero plausible y coherente con la trama, que reinicia y refuerza ese ciclo.
Otro punto altísimo de ambos relatos.
I.- 11.- PERSONAJES:
Los personajes son vivos, atractivos, interesantes. Como dije al referir a los diálogos, cada quien tiene su propia voz, su propio color, su sello distintivo.
Margarita es un personaje muy pero muy sugerente y atractivo y los tres Joaquines no le van a la zaga. También son coloridos y simpáticos los secundarios, cada cual a su modo, y eventualmente funcionales los más “secos” (ej. los policías del primer relato).
Dentro de lo que permite el estrecho límite del taller (750 palabras) están muy bien construidos y delineados.
Sólo me quedó una duda: Joaquín Altagracia es canoso, trasluce (de sus palabras) tener cierta edad y dice haber ido a la escuela con Margarita. Pero a ella todos le dicen “señorita”. ¿Es coquetería típica de actrices de cierta época? ¿Es un toque de humor como cuando en El Chavo, “la Bruja del 71” reacciona cuando le dicen “señora” y corrige enérgicamente “señorita”, es decir que sería una “defensa” que Margarita ha instalado socialmente para “quitarse años” y “permanecer joven”? ¿O simplemente Joaquín Altagracia está algo avejentado para su edad? Ese punto no queda claro, al menos para mí, pero el hecho de que no lo esté ya me genera más intriga.
Por lo que la construcción de los personajes queda perfectamente imbrincada con los demás aspectos formales, reforzándose recíprocamente todos y cada uno de ellos.
II.- CONTENIDO:
El contenido me gusta mucho, porque considero que es una trama muy entretenida y muy rica.
Leyendo el final del primer relato siento como que habría una elipsis o algo no muy claro en la transición al segundo, aunque puede ser por los estrechos límites de cada edición del taller haya habido que sacrificar algo. Lo que no me queda claro es que se menciona a una daga y que a Margarita la atan, el narrador dice que no volverá al camarín y la policía la busca. Pero en el segundo sale del teatro y toma el taxi y sigue una dirección que alguien ha dejado en su bolsillo. Por lo que claramente algo sucedió en el interín.
Como sea, percibo que Margarita y los Joaquines y quizás algún que otro personaje más (y ni que hablar si la posibilidad de que el narrador sea la mismísima Muerte personificada) forman parte de una historia mucho más grande.
Considero que, con todo derecho, de estos dos relatos puede salir un relato extenso, una nouvelle o novela corta o incluso una novela.
El sólo hecho de detenerse en Margarita y los Joaquines hace pensar también en el background o pasado de cada uno de estos personajes y no sólo a nivel formal de construcción de los personajes, sino en lo que hace a la trama, a lo que les sucede durante el desarrollo de la historia, y en relación a lo que sienten, piensan, deciden y actúan.
Respetuosamente y con admiración hacia el trabajo que has hecho hasta aquí, te invito a que consideres contar la historia entera. No importa si como relato más largo, si como novela corta o novela.
Volviendo al contenido, es excelente la intervención de la gitana/vidente y su incidencia posterior, aunque por razones de espacio no se aprecia del todo su aparición ni las motivaciones de cada Joaquín ni por qué hay un Joaquín sin apellido, que es el enamorado. Ni queda claro si es sólo un admirador obsesionado y si Margarita le corresponde. Todo esto no es una crítica ni un señalamiento de un aspecto negativo ni una observación: todo lo contrario. Es la reafirmación de que estos personajes merecen que su historia total sea contada, y que lo sea dentro del marco en que lo consideres apropiado.
III.- COMENTARIO PERSONAL:
A manera de conclusión general y de comentario personal puedo decir que me gustaron mucho tanto el relato anterior como este.
Los aspectos formales y el contenido se encuentran indisolublemente ligados y en todos los ítems encuentro una puntuación alta. Todos los aspectos están muy bien trabajados, la mayoría de las cuestiones que he señalado son pequeños detalles o cuestiones opinables y sólo un par de cosas podrían requerir cierta atención o un pequeño ajuste.
Por lo demás, y no creo ser el único, me he quedado con ganas de más. De conocer la historia “grande” o total de estos personajes. Quisiera conocer más de ellos. De dónde vienen y qué otras andanzas memorables han tenido o tienen. Por lo que nuevamente te animo a continuar y profundizar en la narración de esa historia, siempre que estés de acuerdo con ello.
Felicitaciones. Gran trabajo.
Borja
20/12/2024 a las 18:26
Hola!
Bueno, lo primero decir que es un texto entretenido. Se hace un poco lioso tanto Joaquín pero, leyendo con calma se entiende. No le encuentro grandes pegas en ortografía y gramática y poco puedo añadir después de los comentarios anteriores.
Buen trabajo
Mónica Bezom
21/12/2024 a las 22:18
Hola, José.
Antes que nada, agradezco tu visita a mi texto así como tus palabras.
Leí atentamente tu relato y encontré muy logradas las transiciones del ánimo de Margarita; de urgida y con prisas a la curiosidad, desconfianza y finalmente al temor liso y llano. También encontré logrado el ritmo, que hace que el lector quiera saber más. Pero me hice lío con los tres joaquines y el final me ha dejado en ascuas. Igualmente, resultó una lectura placentera.
Saludos y nos estamos leyendo.
Wolfdux
22/12/2024 a las 00:20
Hola José,
que alegría volver a saber de ti. Una historia que te lleva de la mano hasta el final, si que es verdad que confunde tanto Joaquin, pero nada que empañe el resultado final. Iba a comentarte algo del texto en si, pero con el magnífico comentario de Dante (que envidia me das…) no hará falta reptir lo ya antes dicho. Una abrazo. ¡Nos leemos!
Pilar (marazul)
22/12/2024 a las 19:21
Hola José, he leído “tres veces Joaquín” y me ha parecido un relato muy entretenido. Es ameno por lo ágil y engancha. El personaje de Margarita, la diva, muy bien definido. La trama con intriga y expectación final.
Nuestro compañero Dante te ha hecho un análisis tan exhaustivo que no me atrevo a decir nada más. Un lujo tener un compañero así. Espero que en alguna ocasión le toque comentar el mío y me lo destripe ja,ja…
Encantada de leerte nuevamente, José
Un abrazo
Pato Menudencio
23/12/2024 a las 21:55
Wena shoro.
Me gustó el toque de intriga y misterio que envuelve el relato. Dan ganas de más.
En líneas generales está bien escrito, todo en orden. Buen ritmo y personajes interesantes y bien mostrados. Se nota una evolución respecto a tus relatos de años antyeriores.
Saludos y nos seguimos leyendo.
Vespasiano
23/12/2024 a las 23:06
Hola, José Torma, compañero de escritura:
Me ha gustado leer tu relato que me ha parecido enigmático y me ha dejado con ganas de conocer el desenlace. Pero tendré paciencia.
Después de los comentarios y apuntes de Don Kendall y Dante, ¿Que se puede hacer? ¡Pues nada! Afilar el lápiz y para no decir que no dije nada “buscarle tres pies al gato”, con la mejor intención y respeto.
¿Quién era el (aquel) tipo en el palco? Se parecía a Joaquín, pero no estaba segura.
—Tranquila, por favor no se altere. Mire, estamos llegando a su destino —dice mientras ella baja del auto. (Si está “llegando” no puede bajarse del coche. Podría ser: “Mire, “ya hemos llegado” a su destino”).
Margarita se recoge las enaguas en (un) fútil intento (ya te lo ha señalado Dante) de acelerar el paso.
El tintineo de una vieja campana llama su atención y en la calle (y en la “acera” de enfrente) de enfrente ve el establecimiento que busca.
—Aún no abrimos, señorita —dice un hombre canoso—. Pero reconozco que trae “pendiente”, (extrañado por el uso de esta palabra en este contexto, voy al diccionario y veo que en Méjico esta palabra significa “preocupación”).
—Llega tarde, Margarita, debo de ser sincero, la esperábamos desde la tarde… (Repite dos veces en corto espacio la palabra: “tarde”.).
Susana mi esposa y yo, (Escrito de esa manera parece que sean tres personas. Muy importante el uso de la coma aquí, tal como apunta Dante).
—Tres líneas, Payo. (Ha quedado clara la definición de “payo” y su escritura correcta después de las explicaciones de Don Kendall y Dante. Aunque para los españoles esa palabra es familiar y bien conocida.)
La hembra tiene que decidir en cuál de los tres confiar. Busca a los otros do. s y que ella elija. (Aquí me asalta la duda. ¿Confiar en él para bien morir? ¿O para que le ayude a escapar?
—Vera, (Verá,) Margarita —dijo regresando al presente.
En la puerta, su silueta dibujada por la luna estaba el taxista. (Aquí debería haber una coma: (“En la puerta, su silueta dibujada por la (luz de la) luna (,) estaba el taxista.
—Pasa tocayo, parece que tenemos que esperar al tercero. (Para enfatizar, aquí podría emplearse signos de admiración: (—“¡Pasa tocayo! Parece que…”).
Ella se pone de pie y corre a escapar por la puerta abierta, solo para ser detenida por la figura de Joaquín, su enamorado. Trastabillando se coloca detrás de la barra, tomo (toma) un cuchillo y los amenaza.
“¿Será el tercer Joaquin el que le salvará de la muerte?
Como estamos en Navidad quiero pensar en positivo.
Un fuerte abrazo. Nos seguiremos leyendo.
Feliz Navidad.
Osvaldo Mario Vela
25/12/2024 a las 21:55
Hola querido compadre, un texto lleno de exclamaciones controvertidas, pero en la misma dirección. al personificarme como el personaje de margarita me sentí como torero, que en una tarde d toros al salir el ruedo le acechaba un peligro mortal. después de capotar al primer ejemplar y estudiarlo con detenimiento me doy cuenta de que no era el que me tocaba. y decido ir en busca del segundo. solo para darme cuenta de que tampoco ese tampoco era, aunque se llamaba igual que el primero “Quino”.
Así es que, al ir por el tercero me encuentro en el redondel con otro de igual nomenclatura y me encuentro el porqué, justificar el miedo del porque mi vida iba a terminar allí en el ruedo.
Un trabajo intenso el cual no pare de leer. tu buen dominio de la escritura me inclinaba a no detenerme.
Feliz Navidad
Carmenigne
27/12/2024 a las 21:04
¡Hola José! El relato es ágil, convoca. La prisa de la protagonista arrastra. Lo leí sin parar.
Los personajes se van presentando para sostener la historia, a mi entender no hay de más ni de menos. Margarita
Con una atmosfera por momentos onírica, nos vas introduciendo en una historia que concita interés desde el primer momento. Me gustó leerte.
Dante
31/12/2024 a las 11:54
¡Hola José! Quería decirte que entre los comentarios de mi relato, te he dejado un agradecimiento personal por tu comentario y también he efectuado uno general para todos, que, obviamente te incluye.
Gracias por haber leído y comentado mi relato.
Aprovecho también para desearte que termines bien el año y tengas un muy feliz Año Nuevo.
Saludos.