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Sombra y luz - por Moldy Blaston+18
En el corazón de un pequeño pueblo, envuelto en brumas y leyendas, rodeado de bosques oscuros, se encontraba una casa antigua y misteriosa. La cabaña, escondida entre robles centenarios pertenecía a una vidente llamada Helena, conocida por sus habilidades sobrenaturales y su capacidad para ver el futuro. Los habitantes del pueblo acudían a ella como un imán en busca de consuelo, de respuestas a preguntas que los atormentaban.
Una noche de luna llena, un joven llamado Marcos decidió visitar a Helena. Había oído las historias sobre su poder y estaba desesperado por encontrar una solución a la desaparición de su hermana, Lucía.
Al llegar, la casa parecía aún más siniestra bajo la luz de la luna. Las sombras danzaban en las paredes y el viento susurraba secretos antiguos. Marcos respiró hondo y dio dos golpes de aldaba. Después de unos momentos, la vidente abrió la puerta. Su figura alta y delgada se recortaba contra la luz tenue del interior, y sus ojos, profundos y oscuros, parecían ver a través de él.
"Te estaba esperando, Marcos", dijo Helena. "Pasa, tenemos mucho de qué hablar".
Marcos entró, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. La casa estaba llena de objetos singulares: velas encendidas, cristales brillantes y libros antiguos. En el centro de la sala, una mesa cubierta con un mantel de terciopelo rojo y una bola de cristal reluciente.
"Siéntate", dijo Helena, señalando una silla frente a la mesa. Marcos obedeció; sus manos temblaban ligeramente. La vidente se sentó frente a él y colocó sus manos sobre la bola de cristal. Cerró los ojos y comenzó a murmurar palabras en un idioma desconocido para él.
La bola de cristal comenzó a brillar con una luz azulada. De repente, la imagen de su hermana apareció en la bola. Lucía estaba en un bosque, rodeada de sombras que parecían moverse y susurrar.
"Tu hermana está atrapada en el mundo de los espíritus", dijo Helena, abriendo los ojos. "Fue llevada allí por una fuerza oscura que habita en estos bosques. Pero hay una manera de traerla de vuelta".
Marcos sintió una mezcla de alivio y terror. "¿Qué debo hacer?", preguntó, con una voz que apenas era un susurro.
"Debes ir al bosque y encontrar la lápida de una bruja que fue enterrada allí hace siglos", le explicó. "En la lápida, encontrarás un símbolo. Dibuja ese símbolo en el suelo y recita las palabras que te daré. Solo entonces se abrirá un portal y podrás traer a tu hermana de vuelta".
Helena le entregó un pergamino con las palabras necesarias y un amuleto para protegerlo. "Ten cuidado, Marcos. Las fuerzas oscuras no se rendirán fácilmente".
Con el pergamino y el amuleto en mano, Marcos se dirigió al bosque. La noche era fría y cada sonido parecía amplificado por el silencio. Después de lo que pareció una eternidad, encontró la lápida. Estaba cubierta de musgo y casi oculta por la vegetación, pero el símbolo era claramente visible.
Marcos lo dibujó en el suelo y comenzó a recitar las palabras del pergamino. El aire no le llegaba apenas a los pulmones y una luz brillante surgió del suelo, formando un portal. De repente, Lucía apareció, corriendo hacia él con lágrimas en los ojos.
"¡Marcos!", gritó, abrazándolo con fuerza. "Pensé que nunca volvería a verte".
Marcos la sostuvo con fuerza. "Estás a salvo ahora", dijo, mirando el portal que comenzaba a cerrarse.
Pero cuando pensaban que todo había terminado, una sombra oscura emergió del portal, lanzándose hacia ellos. Marcos levantó el amuleto, y la sombra se desvaneció con un grito ensordecedor. El portal se cerró, y el bosque volvió a su silencio inquietante.
Un tiempo después Marcos regresó a la cabaña de Helena. La vidente lo miró con una sonrisa cálida. "En tu cara veo que has encontrado la paz, joven." Marcos asintió. "Gracias a ti, Helena. Gracias por mostrarme el camino." En ese momento, una ráfaga de viento sacudió la cabaña y una sombra se deslizó por la ventana, proyectándose sobre la pared. Era la misma sombra que se había abalanzado sobre él, pero esta vez parecía más débil, como un fantasma agonizante. La vidente sonrió enigmáticamente y le dijo: "La oscuridad siempre regresa, pero la luz también. Y mientras haya quienes luchen por ella, la esperanza perdurará."
Y así, esta historia se convirtió en una leyenda, en un recordatorio de que incluso con las sombras más profundas, siempre hay un rayo de luz esperando a ser descubierto.
Comentarios (4):
Mónica Bezom
19/12/2024 a las 03:44
Hola, Moldy.
Leí de un tirón tu relato, me dio gusto desplazarme por una prosa ágil y directa sorprendiéndome gratamente con la inesperada moraleja final: la luz siempre acabará imponiéndose sobre la oscuridad, aun en la noche más profunda.
Un placer leerte.
Saludos.
IreneR
20/12/2024 a las 08:40
Buenas, Moldy.
Una historia llena de misterio y oscuridad. Me ha gustado ese final con mensaje esperanzador.
Solo un apunte, diría que los diálogos están mal señalizados. Nunca vi comillas para marcarlos, sino los guiones de diálogo.
Un saludo.
Silvina
20/12/2024 a las 14:42
Hola ¿Cómo estás?
Me gustó tu historia, ojalá tuviéramos mas palabras para utilizar, quiero saber que es ésa sombra! y que pasa si se queda dando vueltas!
Todavía no puedo comentar mucho sobre sugerencias, gramaticales, o de redacción porque estoy aprendiendo de a poco.
Pero espero leer muchas cosas tuyas en éste taller.
Saludos.
La Blasa
31/12/2024 a las 18:08
Hola Moldy, muy buen relato. Enhorabuena. Me ha recordado a los libros de rol que leía hace unos años.
Una historia muy bien ambientada, con mucho detalle. Consigues describir con mucho acierto ese ambiente tétrico y místico que envuelve la adivinación así como el ambiente lúgubre del rescate.
Una cosa que también me ha gustado mucho es que están muy bien puestos los signos de puntuación, lo que ayuda a darle una entonación el algunos puntos solemne y dramática a la lectura.
Por si te apeteciera, mi relato es el 57.
¡ Enhorabuena y nos leemos!