<< Volver a la lista de textos
Amigo mío - por Camila ForesiR.
Era viernes por la noche. Franco quería relajarse después de una ardua semana de trabajo. Como siempre, había ido a tomar un trago al bar de costumbre.
Estaba cansado. Incluso esa tarde había sentido fuertes palpitaciones debido al estrés. Al llegar al bar, buscó su asiento junto a la barra y se sentó. Fue justo en ese instante que oyó una voz detrás de él que lo llamó por su nombre. “Franco” le había dicho. Al darse la vuelta se encontró a su amigo de la infancia.
-¿Román?
-¿Cómo estás viejo amigo?
-¡Qué sorpresa! –dijo -¡Sentate por favor! ¿Qué estás haciendo por acá?
-Te estaba buscando –respondió.
-¿Para qué?
-Solo quería darte una sorpresa.
El segundo hombre tomó asiento en la banqueta justo al lado y comenzaron a charlar. Franco llamó al bartender y le pidió dos cervezas; pero al hacerlo notó cierta extrañeza en su expresión. Así que volvió a solicitar los tragos levantando dos dedos para que los sirviera.
-Dos cervezas por favor.
-Si… claro –dijo el bartender y las sirvió.
-La última vez que supe de vos fue cuando… -le dijo Franco a su amigo que terminó de decir lo que él no había podido.
-Cuando me diagnosticaron cáncer. Sí.
-¿Y cómo estás?
-Fue una pelea larga. Pero ahora estoy en paz.
-Me alegro por ti amigo. De verdad
La charla se volvía animada y Franco notaba las miradas de las personas a su alrededor. No entendía cuál era el motivo de ser el centro de atención, ya que solo hablaba con Román muy a gusto. Las personas parecían incómodas.
Notó que su compañero aún no había probado su cerveza, entonces pidió una nueva ronda solo para él. Volvió a decirle al hombre detrás de la barra que quería una cerveza y otra vez esa mirada en el sujeto. “¿Te sientes bien?” le había preguntado, a lo que él respondió “Sí. Solo quiero otra cerveza”. Creyó que su cansancio se veía reflejado en su cara y que por eso la pregunta. Así que le restó importancia y siguió hablando con su amigo.
Minutos más tarde, la vidente abrió la puerta y se acercó a la barra. Algo inusual ya que siempre se sentaba en las mesas del fondo donde podía leerle la suerte a los clientes. Sentada junto a Franco, la mujer – de piel morena, vestida en tonos brillantes y con un turbante en la cabeza- le dijo sin más.
-Él no está ahí.
Los amigos se miraron extrañados por el comentario y la observaron mientras iba a sentarse a su lugar habitual. Un rato más tarde, Román se despidió de su amigo diciendo “pronto nos volveremos a ver” y se marchó del bar.
Extrañado, Franco observó que Román no había tomado su cerveza. Pero de igual modo pagó por ella. Dejó unos billetes debajo del vaso lleno y caminó hasta la puerta. Fue entonces cuando al pasar por el umbral, el hombre se desplomó en el suelo y, atónita, la gente presente comenzó a gritar que alguien llamara a una ambulancia. El bartender se acercó al cuerpo del hombre y buscó su pulso en el cuello. Negó con la cabeza y se puso de pie.
Franco estaba muerto.
Comentarios (10):
Diana T
18/12/2024 a las 18:16
Hola Camila.
Tu historia es interesante y llamativa. Me gusta como describes el lugar y las caras de los demás, creo que logras captar muy bien esa sensación de incomodidad, de que algo está fuera de su lugar.
Me gustaron también los diálogos, que se leen bien, sin confusiones, y sobre todo, naturales.
En lo personal, el final me pareció predecible porque habían muchas pistas a lo largo del texto. Quizás una recomendación es soltar esas pistas con un poco más de sutileza, o un poco escondidas.
Otra recomendación es recortar algunos trozos de diálogo que son un poco obvios. Un ejemplo es cuando Franco pide las cervezas, primero describes que las pide, y luego entregas el diálogo. Probablemente es cosa de estilo, pero me parece que es un poco más fluido si omites el diálogo.
Por todo lo demás, muy bien. La interacción entre los amigos, la mirada extraña del bartender y la interrupción de la vidente me parecen muy buenas. Y en general, me gusta como escribes.
Sigue escribiendo y no te desanimes 🙂
Gabriela
20/12/2024 a las 12:18
Que buen relato , me encantó, es la primera vez que leo algo tuyo así ame
Wolfdux
22/12/2024 a las 00:02
Hola Camila,
Me gusta el estilo y me gusta como cuentas la historia. Pero me faltan datos, estoy en un bar y de repente aparece de la nada una vidente… Al parecer casi todos habéis tenido problemas con el limite de palabras. Por lo demás un texto muy correcto.
¡Nos leemos!
Carmenigne
22/12/2024 a las 23:24
Hola Camila! me gustò tu relato. Es aceitado, el final se desprende del transcurso del mismo. Buena historia.Seguramente se encontraron mas rápido de lo que él anticipó.Saludos
Otilia
23/12/2024 a las 15:31
Hola, Camila, gracias por presentarnos tu historia.
Me ha gustado y se lee con fluidez. Por aportar algo, explicaría más la entrada de la vidente, para ello ahorraría palabras en otras frases. Por ejemplo, en la última frase: Levantándose, negó con la cabeza.
Nos leemos. Saludos.
Facu Pérez
23/12/2024 a las 20:58
Hola Cami hermoso relato. Me gustó mucho. Yo no me esperaba ese final. Me gustaron también las descripciones. A seguir escribiendo! Nos leemos
PROYMAN1
26/12/2024 a las 17:24
Cami he leído tu relato y me deja un poco frio ya que el salto en la narracion que describes con la entrada de la vidente por lo menos es inquietante,se puede pensar que si a la vidente no le caes bien te fulmina y punto.
Pero me ha gustado como escribes las escenas.
Te doy las gracias por haber leido el mio y tomo nota de tus observaciones.
No me imagino a un supercantante como el de la historia que no tenga un Maserati y alguno mas que no describo.
A veces escribes,lees,relees,vuelves a releer y se pasan cosas la vida del escritor es asi.
Confio en seguir leyendonos enlos proximos relatos.
Amilcar Barça
26/12/2024 a las 20:10
Me ha parecido ver la Sombra Blanca que me persigue al ver escrito tu nombre. Pero solo ha sido un espejismo. salu2
Amilcar Barça
26/12/2024 a las 20:12
Por cierto, sí. Hará cincuenta años el próximo year.
Amilcar Barça
27/12/2024 a las 08:59
Con toda seguridad, hablamos idiomas diferentes.