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La última función - por ChosiR.+18
El autor/a de este texto es menor de edad
Marion saludó al público mientras este la ovacionaba. Había sido una función, otra más desde hacía años que no le aportaba ninguna emoción. Los aplausos parecían sinceros pero resultaban sonidos huecos y lejanos sin ningún significado, como el batir de las olas es indiferente para el farero solitario. Se retiró sin ser consciente de las felicitaciones de sus compañeros, en un estado en el que era vagamente consciente de lo que sucedía a su alrededor, tal como le sucedía frecuentemente. Entre las brumas de su mente pareció que una voz decía «¡qué gran actriz eres!». LLegó a su camerino donde se desvistió de cualquier manera. Se calzó uno de sus zapatos, permaneció unos instantes mirando al vacío y terminó de vestirse apresuradamente. Cerró de un portazo y se dirigió a su coche.
Condujo sin pensar hasta que se dio cuenta que estaba en el cementerio. Cuanto tiempo hacía que no iba por allí. No sabía porqué lo había hecho pero tampoco le importó. Caminó entre las distintas tumbas hasta que llegó a un lugar que le había sido demasiado habitual desde hacía mucho. Al llegar cayó de rodillas y lloró, derramó lágrimas silenciosas como hacía años que no hacía , presa de una angustia que la estrangulaba por dentro igual que una anaconda a la inocente presa que será su sustento Una opresión que no se marchaba ni lo haría mientras le quedase una pizca de cordura o un hálito de vida. No era justo. Tenía una buena carrera y reconocimiento, pero no podía disfrutarla. No mientras ella fuese la que estaba allí de pie delante de la tumba cuando merecería estar debajo de ella, o algo mucho peor.
Permaneció allí largo rato, entre lágrimas, recuerdos dolorosos y algunos felices, que terminaban generando un dolor atroz. El cielo azul de tintes rosados dio paso un manto negro que poco a poco se fue llenando de estrellas, testigos silenciosos de una tragedia en un mar de tragedias. El pesado silencio que flotaba en el ambiente solo fue roto por el ulular de un búho y las campanadas de un reloj. Vaporosos jirones de niebla fueron rodeando a Marion, quien poco a poco se fue quedando sin lágrimas hasta que presa del frío y la humedad se puso en pie con movimientos trémulos.
De pronto un relámpago surcó el firmamento, cuya luminosidad le hizo percibir unas formas fantasmagóricas entre la niebla que cada vez era más densa. El trueno que siguió la hizo sobresaltarse y salir corriendo presa del pánico. Un primitivo instinto de supervivencia acudió de pronto, haciéndola mover los
pies cada vez más deprisa a pesar de que pronto el ácido láctico fue invadiendo cada fibra de sus músculos. Una piedra apareció en su camino para hacerla caer y rodar varios metros hasta caer dentro de un agujero. Sofocada y aturdida se quitó la tierra de la cara y se incorporó poco a poco intentando entender lo que había sucedido mientras que su mente era un hervidero de confusión. Cuando parecía serenarse otro destello y se dio cuenta que estaba en lo que parecía una tumba. En la lápida no había ningún nombre, pero en su mente apareció el suyo.
Salió de allí presa del estupor y con paso vacilante abandonó el camposanto. Mientras se acercaba hacia las calles luminosas le pareció notar que el nudo que la oprimía desde hacía tanto tiempo parecía un poco más suelto. Seguía ahí, y nunca se iría, pero quizás pudiera ser una carga menos pesada, como un recordatorio de lo que verdaderamente importaba y lo que debía.
Comentarios (5):
D.J. Llurba
19/11/2024 a las 04:58
Varias correcciones tontas que a todos nos pasan:
“derramó lágrimas silenciosas como hacía años que no hacía , presa” Se te ha colado un espacio delante de la coma
“…a la inocente presa que será su sustento Una opresión que no se…” Seguramente has borrado el punto después de “sustento” sin querer.
Por la mitad del relato hay un salto de línea a media frase.
“…para hacerla caer y rodar varios metros hasta caer dentro de un agujero.” Repites caer en la misma frase.
Me ha gustado. Has sabido transmitir muy bien la psicología y el comportamiento de una persona perturbada por el pasado. En el relato se ha insinuado el motivo, pero finalmente acaba sin que el lector sepa exactamente el qué. Hay buena prosa, buena técnica, buen equilibrio y el reto ha sido bien integrado.
Espero seguir leyéndote en la escena del próximo mes.
IGNACIO
19/11/2024 a las 19:08
Buen relato aunque queda en el aire lo que le pasa a la protagonista.
Esta frase:
“El cielo azul de tintes rosados dio paso un manto negro que poco a poco se fue llenando de estrellas, testigos silenciosos de una tragedia en un mar de tragedias”
es una poderosa imagen poética. Si se te ocurren cosas así puedes escribir grandes cosas.
Wanda
20/11/2024 a las 18:05
Hola Chosi, gracias por leer y dejar un comentario en mi relato. Sobre el tuyo me gustó, en especial tus descripciones que nos ayuda como lectores a imaginarnos las situaciones y sentimientos de la protagonista de una forma muy completa.Nos faltó conocer un poco mas sobre el porque ella sentia tanta angustia, no se si es que ella ocasionó la muerte de la otra por accidente.
Saludos, nos seguiremos leyendo.
Wanda
Ryan Infield Ralkins
29/11/2024 a las 02:33
Saludos Chosi
En tu relato se hace fácil sentir el miedo de Marion en el cementerio como si fuera uno mismo el dueño de ese miedo. No queda muy claro ese miedo pero la intriga hace imaginar muchas cosas. Muy buen relato.
¡Nos leemos!
Alicia Commisso
29/11/2024 a las 15:16
¡Hola, Chosi!
Me gustó tu relato lleno de metáforas poéticas. Tus comentaristas anteriores me parecen muy acertadas con las correcciones, que en definitiva nos ayudan a mejorar cada día.
Queda la duda si la protagonista, por accidente u otro motivo, causó la muerte de esa persona que yace en la tumba ya que expresa tantísima culpa y angustia en su sentir.
Saludos. Nos seguimos leyendo.