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La playa - por Rocío RecousoR.
Tocó su malla humedecida. La tela tenía impregnada la sal del chapuzón de la tarde y eso hacía que le picara un poco la entrepierna. Miró el celular. María le había dicho que a las ocho se encontrarían. Antes, ella iba a ir a comprar unos zapatos.
La esperó sentado en el escalón de cemento de entrada al parador de playa y abrió el celular para pasar el rato. Faltaban pocas horas para año nuevo.
Al fin la vio. La remera blanca le llegaba justo al final de la cintura. Le rozaba el principio de las piernas largas y tostadas y le hacía sombra como el tutú de una bailarina. Cuando ella lo vio suspiró, le regaló media mueca de sonrisa.
María se agachó y se sentó al lado de él. Le dio un beso en la cornisa de los labios y lo miró en silencio. Con el movimiento, la remera se le caía un poco por el hombro y dejaba ver la línea blanca que la bikini había tapado y el sol no había llegado. Era una piel brillante y deseada, quién no desearía besarla.
—¿Todo bien? — preguntó distraído.
—Sí. —Respondió fastidiosa, mordiéndose el labio de abajo insistiendo en sacarse una piel seca. Felipe siempre deseaba ese labio, era el más seductor, el más caliente.
—¿Entramos? ¿Pedimos algo para tomar?
—No. No compres nada. Mirá, Felipe, hace rato que yo quiero decirte algo. Es una mierda. hablarlo acá, en la playa, tan cerca del mar. No sé, pero necesito decírtelo ahora. —Sentía la boca empastada, de arena y de sal, de transpiración y humedad.
—Mirá, yo… yo no. —Balbuceó y se acomodó el pelo como hacía cuando estaba nerviosa. —Me da la sensación de que no estamos remando para el mismo lado. —Hizo un gesto exagerado; el de una persona remando y se acomodó la tirita de la bikini.
—Yo no sé cómo explicarte lo que siento, lo que me pasa. Y me adelanto a tus preguntas, si tenés alguna. No, no tengo respuestas. Quizá no sepa por qué. Pero quiero alejarme un rato.
—¿Ahora? ¿Acá, en medio de esta playa?
—Felipe… Vos no querías venir hasta acá. Yo con vos… no sé… yo sin vos… No te quiero lastimar dos veces.
-¿Dos veces?
-Sí, dos veces. Me voy. Te dejo las llaves del auto, y del hotel. Miró su celular. Ya casi era año nuevo.
Un gusto pastoso sintió en su boca, como de arena y sal; de transpiración y humedad.
La veía alejándose a la orilla acomodándose el pelo. La imagen parecía de final de un episodio en una serie: Una actriz dejando huellas en la arena sin mirar atrás.
Las olas le traían el último suspiro de la noche vieja arrastrando un final disimulado, pero anunciado.
Mientras sus pies se enterraban en la arena, miró el mar. Se acomodó el pelo y la tira de la bikini que volvía a caerse de su hombro. Ya casi eran las doce. Miró fijamente las olas. La oscuridad sobre el agua se reflejaba como una lápida. Se mordió el labio y pensó en Felipe. ¿Qué estaría pensando él?
Antes de morderse el labio, sintió su boca empastada, de arena y de sal; de transpiración y humedad. Miró su celular.
Ya era año nuevo.
Comentarios (8):
Juli Blanco
18/11/2024 a las 20:48
Hola Rocio! Me gustó el relato, sobre todo el contraste entre el esplendor del mar y de cómo él la observa, y lo frío y duro de la escena en sí.
La llegada del año nuevo en ese contexto le añade el toque melancólico ideal.
Me gustó el ritmo de la narración, y los detalles. El ir y venir de la tirita de la bikini te hace sentir cómo él no puede quitarle los ojos de encima. Me deja pensando, habrá salido a buscarla?
En fin, tal vez nunca lo sepamos.
Mario Carballo
18/11/2024 a las 20:53
¡Hola, Rocío!
Lo primero de todo, enhorabuena por no caer en cementerios ni rodajes de película, como muchos hemos hecho. Ha sido en la relectura cuando he encontrado las palabras del reto, y eso también es de valorar.
Por otro lado, el tipo de narración me ha dado que pensar. ¿Es omnisciente? ¿Vas alternando con una limitada entre ambos personajes? Confieso que en algunos momentos no estaba seguro de quién decía qué (Solo en la primera lectura. Durante la segunda todo estaba más claro).
Me encantan esos pequeños detalles que dicen tanto… Todos están muy bien buscados y puestos de manera que transmiten muchísimo, mostrando sin contar, aportando subtexto. Para mí el ganador es María mordiéndose la piel del labio.
Me ha gustado también el detalle de las repeticiones y sensaciones compartidas utilizando la sensación en la boca, y el simbolismo del fin de año como cierre emocional funciona muy bien.
Enhorabuena.
¡Saludos!
Mario
Otilia
20/11/2024 a las 12:17
Hola, Rocío, gracias por tu comentario.
Tu historia de ruptura me ha gustado. No soy experta, pero creo que tienes que trabajar los diálogos. Por ejemplo,-Sí -respondió fastidiosa… Respondió es un verbo de habla como decir, contestar… y se escriben con minúscula.
Año Nuevo y Nochevieja con mayúsculas por ser nombres propios de festividades.
Hasta la próxima. Saludos.
Menta
20/11/2024 a las 20:34
Buenas tardes Rocío RecousoR. Me ha gustado que el encuadre de la escena sea a la orilla del mar. Pero ha perdido toda su belleza cuando María, comunica a Felipe su decisión de separarse. No le da ninguna explicación clara y válida, sólo explica que está hecha un lío.
Es bonita la escena de cuando ella se aleja andando por la arena de la playa.
Me gusta este detalle: que los dos sientan el mismo gusto en la boca, es como si la ruptura sentimental tuviera un gusto específico.
Que todo transcurra en la noche de fin de año es simbólico y fácil de recordar.
Conocía las palabras: remera, malla, pero nunca había oído: Cornisa de los labios ¿Se dice así en tu país?
Gracias Rocío por compartir tu relato, Menta
Rocío Recouso
20/11/2024 a las 22:47
Muchas gracias por todos los comentarios. Me encanta recibirlos y aprovecho para leer sus cuentos también.
El ida y vuelta de este taller es maravilloso y siempre enriquecedor para todos.
(En relación a tu pregunta, Menta, usé la palabra “cornisa de los labios” buscando una imagen distinta para la comisura de la boca del personaje, pero la palabra cornisa, puntualmente, en Buenos Aires se usa por su significado común.)
¡Saludos a todos y a todas!
Mónica Bezom
23/11/2024 a las 05:13
Hola, Rocío.
Me he encontrado con un relato romántico y algo melancólico, sazonado sutilmente con señales y toques poéticos aquí y allá, con gran acierto, estimo yo.
Me ha gustado leerte.
Saludos.
María Jesús
26/11/2024 a las 21:47
Hola: Tu relato tiene intensidad, y haces algunas frases dignas de reseñar como “Le besó la cornisa de los labios”, yo valoro mucho estos pequeños detalles en un texto. La historia en sí daría para más, al final no se sabe porqué rompe con Felipe y le hace daño dos veces, ni el propio Felipe lo sabe pues hasta él se lo pregunta. Creo que sería un gran relato si lo extendieses un poco pues, como te he dicho, es intenso.
Un saludo.
Alfredo Mambié
28/11/2024 a las 14:39
Mis saludos cordiales y un gran placer leerte, Rocío. Paso por acá porque tengo la constumbre de dejarme atrapar por el título de la obra. Aleatoriamente. Me parece que tu texto es estupendo. Crudo, visceral, agridulce. No aspiro más que decirte que con estas 3 palabras del reto te llevaste la palma ,porque creaste un texto que lleva al lector a muchas reflexiones profundas y con ese «sabor intenso» de las emociones que nos impulsan a dejar atrás cosas que en apariencia y superficialmente son bonitas, pero que únicamente quien las vive y siente, puede elegir y decidir si en verdad lo son. ¡Felicitaciones!