Literautas - Tu escuela de escritura

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Un sueño truncado - por AlexplaR.

Era el día de Todos los Santos. Como cada año fui a poner unas flores sobre la tumba de mi esposa fallecida hacia tres años.
No me gustan los cementerios, no me gusta ir. Me trae tantos recuerdos de una felicidad que presiento inalcanzable e irrepetible, pero aquí vuelvo a estar cada año con el corazón encogido por el remordimiento de no haber venido más veces, a renovar esas flores que la lluvia y el viento han arrancado de la lápida.
El camposanto era un hervidero de gentes afanadas en limpiar y adecentar las sepulturas adornándolas con flores, cestas o tiestos, en el deseo por encontrar la forma más duradera de mantenerlas engalanadas.
Me llamó la atención una sepultura nueva al lado de la de mi esposa. Cubierta con una lápida de piedra blanca e inmaculada. Enseguida me di cuenta de que en la lapida no había ningún nombre, solo una fecha de defunción y muy reciente. Me extrañó tanto que puse más atención.
En la sepultura contigua a esa vi a un hombre sentado sobre la piedra, de aspecto enjuto arrebujado en un viejo abrigo de paño, los brazos apoyados en las rodillas y las manos finas y amarillentas cubriendo su rostro. Pensé que se encontraba indispuesto y me acerque a él.
—Perdone, ¿se encuentra usted bien? –le pregunté mientras apoyaba mi mano suavemente en su hombro.
Note como hacía una inspiración profunda. Retiró las manos y levantó su cara con una mirada acuosa. En su rostro el tiempo había escrito toda una larga historia con trazos profundos y finos. Movió la cabeza en un gesto negativo. Tras un momento de silencio se decidió a hablar
—Gracias joven. –Tenía una voz grave aunque algo cascada–. No, no me encuentro mal, solo la infinita pena de siempre y el remordimiento.
Mientras le observaba me percaté de que junto a él había un zapato de mujer, de fino y alto tacón tronchado y casi despegado de la suela. El se dio cuenta de mi mirada y dibujo una triste sonrisa.
—Está es la razón de que ella y yo estemos aquí —hizo un gesto para que me sentará a su lado en la sepultura junto a él—. Se lo contaré porque necesito contarlo.
Inicio el relato presentándose. Me llamo Alfredo, aunque eso no tiene ningún interés en la historia. Quedé viudo hace tres año y la soledad es muy mala, al menos para mi. Así que hará un año, más o menos, busque una mujer sudamericana, de esas que se dedican a cuidar ancianos. Conocí a una venezolana, al menos eso me dijo, de unos sesenta años, muy bien llevados, guapa y bien plantada.
Llegamos a un acuerdo de convivencia amistosa algo peculiar, nunca me quiso decir su nombre. Según ella era muy difícil, así que me dijo “Llamame como a ti te guste”.
Alfredo hizo una pausa, como si buscará como seguir.
Era muy presumida y un día parados ante el escaparate de una zapatería se quedó prendada de unos zapatos de tacón aguja. “siempre quise tener unos como esos”. Salió de la zapatería con ellos puestos. Riéndose de ella misma con los equilibrios que hacía.
Alfredo dejó escapar un suspiro y cerró los ojos como si quisiera rememorar la escena. Tras una larga pausa reanudó su relato.
No se si pensár que fue la casualidad, la fatalidad o el destino. Al cruzar la calle trabó uno de los tacones en una rejilla del Metro, con tan mala fortuna que troncho el tacón del zapato, cayendo de espaldas y golpeando la cabeza contra el bordillo de la acera.
La unidad de emergencias nada pudo hacer.
La sorpresa fue al tramitar la documentación para el entierro. Descubrí que había sido una consumada actriz, era una inmigrante sin papeles. Una desconocida sin identidad.
Alfredo hizo una pausa. Tras un largo suspiro dijo en un lamento.
¡Y aquí estoy!. Todos los días vengo sin decidir qué nombre poner en la lapida.

Comentarios (6):

Patricia Redondo

19/11/2024 a las 08:58

Hola! Soy tu vecina de arriba y es para mi un placer (y una responsabilidad) comentar tu relato.

Está bien llevado y cuenta una historia interesante. Muy inteligente como has metido la frase del reto y muy bien hilada con el resto de la historia, la de aquel que encuentra una mujer pero no sabe como llamarla y por tanto su lápida queda vacía.

Por poner alguna crítica creo que le falta un poco de tensión dramática, algo de conflicto, no sabría muy bien como explicarlo. Y pulir un poco los signos de puntuación, tildes… algo en lo que por cierto yo suelo fallar muy a menudo 🙁

Lo dicho : buena historia, muy inteligente.

Pásate por el mío si te apetece.

Gracias por el relato, nos seguimos leyendo!

María Jesús

19/11/2024 a las 19:09

Tu relato es sencillo y bien llevado, me ha gustado. Has sabido administrar las setecientas y pico palabras que nos dejan para contar la historia central haciendo una breve introducción. Buen trabajo.
Seguimos escribiendo.

LectVerd

22/11/2024 a las 11:48

Saludos. Pasé a leer este relato de forma aleatoria. Aunque planeo leerlos todos. Cuentas una historia interesante y fácil de llevar. Eso es muy bueno. La idea de me hace muy buena para llevarla a un relato corto, y se nota que tienes buenas bases para escribir. Aunque como dicen arriba, faltó revisar un poco antes de publicarla, aquí todos estamos para participar y aprender.
Mucha suerte.

Alexpla

22/11/2024 a las 19:19

Patricia, ¡que impacto! Cuando dijistes soy tu vecina de arriba. Menos mal que enseguida vi la lista. Muchas gracias por tus acertados comentarios, se nota oficio, algo que me falta. Procurare ir mejorando y aprendiendo de vosotros, que para eso he venido.

A ti María Jesús también muchas gracias por tu aliento y ánimo. Seguire tu consejo: participar y aprender.

LectVerd gracias por tu opinion positiva y llena de razón. Meter el relato en ese cajetín me costó dos días de pelea al límite del tiempo. Tendré que esforzarme en aprender y releer. Muchas gracias-

MOT

28/11/2024 a las 18:43

Hola Alexpla.
En primer lugar, disculpa si he tardado en comentarte, pero unas cuestiones de fuerza mayor han sido las culpables.
Bonita y tierna historia, me ha gustado y me ha entristecido al mismo tiempo, cosa que valoro mucho en cualquier relato, pues soy de la opinión de que si la lectura te produce alguna sensación, sea mala o buena, ya es un buen escrito, y ese es tu caso.
Si se le puede poner algún “pero”, es que quizás deberías revisar la puntuación, los acentos, los signos de diálogo… Pero sin contar esos minúsculos detalles, te doy la ENHORABUENA. He disfrutado mucho de leerte.
Recibe un cordial saludo… Nos leemos.

Miriam

28/11/2024 a las 23:51

Hola Alexpla,
Como ya he visto en comentarios de arriba, toca pulir un poco la acentuación y la puntuación.
Por lo demás, me parece que es un buen relato. Es ligero, lo cual hace que su lectura sea sencilla y entretenida.
Un saludo

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