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Tumba número cinco - por Kirjanik MayaR.+18

Desperté desorientado con manchas de sangre en mi camisa, un moretón en el brazo, la camisa rasgada y solo el zapato de mi pie izquierdo, por más que busqué no encontré el otro.
No tenía la más mínima idea cómo había llegado al parque, me incorporé como pude y caminé a mi apartamento, al llegar noté que las llaves debajo del macetero estaban sucias de tierra, alguien más las había usado ¿o había sido yo y no lo recordaba?
En la mesa de centro encontré una nota de mi puño y letra, que no recordaba haber escrito, en la que pude leer “Cementerio central, sector F, quinta tumba” ¿Qué demonios pasaba o que droga me habían dado y con qué fin?
Deambulé varios minutos por el apartamento tratando de encontrar sentido a todo ese lío, mi último recuerdo era del lunes saliendo rumbo a mi trabajo, el calendario de mi teléfono marcaba que era viernes y por la fecha habían pasado doce días.
Cuando encendí la tele, el noticiero confirmó la fecha y de paso la brecha de doce días perdidos de mi memoria, la noticia del momento era la desaparición de Marta Ceballos, la actriz famosa que hace apenas un mes se había mudado al conjunto residencial.
Cuando abrí el closet, noté que había un bolso de mujer, un vestido rojo largo y el otro zapato que había dado por perdido, lo que significa que había salido con un pie descalzo y que una completa extraña había estado en mi apartamento.
El ruido de golpes en la puerta me hizo saltar del susto, era mi vecino German, bastante molesto porque según él entre los gritos de placer de la mujer que tenía en mi apartamento y la música a alto volumen no lo había dejado dormir la noche anterior, eso era más preocupante todavía.
Me deshice de él de inmediato y fui a darme una ducha, pero la situación no mejoró para nada, además de moretones en todo en el cuerpo tenía un mordisco a la altura del cuello, ningún trauma era reciente porque no sentía dolor.
Pasada las tres de la tarde me llamó mi jefe, muy molesto porque no asistí a la cita programada con los proveedores, dijo que habíamos quedado el día anterior que lo iba a reemplazar en esa reunión y en la junta de gerentes regionales, cosa que tampoco recuerdo. La conversación iba muy bien hasta que dijo “Eso te pasa por andar de loco, anoche te dije que no te fueras con la rubia del vestido rojo” intenté preguntarle que más había pasado, pero me dijo que ya iba a comenzar la reunión de gerentes y colgó la llamada.
Pero si eso había pasado la noche anterior ¿Por qué no recordaba nada de lo sucedido casi dos semanas antes?
Recordé la nota en la mesa y no pude más con la intriga, así que tomé un taxi hasta el cementerio, mientras caminaba por el estrecho sector F, escuchaba las sirenas de policías ingresando al cementerio, al rato un oficial me apuntaba con un arma y me gritaba “señor, coloque las manos en la cabeza, arrodíllese y lentamente acuéstese boca abajo en el piso” mientras yo veía fijo la tumba número cinco, pero en la lápida no había ningún nombre.

Comentarios (4):

Marto

19/11/2024 a las 02:39

Hola.
Tiene buen clima y tensión, pero el final no está claro. No sé entiende.
Parece más el comienzo de un Texto más extenso.

L. Mor Arcadia

19/11/2024 a las 16:01

¡Hola, Maya!
Concuerdo con Marto, tu cuento tiene una tensión tan envolvente que te hace querer leer hasta el final. Es muy aplaudible. Al final me parece deducir que el protagonista fue autor de un homicidio, lo que le da un toque muy interesante.

Sin embargo, también me da la impresión de que se le da al lector interrogantes de las cuales no obtendrá respuesta y al final parece no tener relevancia con el hecho medular de la intriga: ¿porqué doce días sin memoria si sólo el día de ayer parece ser ocurrieron todos los hechos?

Espero tener el gusto de leerte el próximo mes del taller.

Sí tienes curiosidad de leerme, estoy en la entrada 55.

¡Saludos! 🙂

jose

20/11/2024 a las 20:40

hola Kirjanik Maya. Tú relato me cuesta entenderlo lo he leído varias veces y aun en estoy en dudas de algunos detalles, como el moratón en el cuello, el vestido largo rojo y sobre todo la causa de la perdida de conciencia que no concuerda con la cita de trabajo del día anterior, aunque no se puede pedir tampoco demasiado en tan pocas palabras en una historia incluso es lógico dejarla abierta, como es el caso de mi historia. Un saludo y espero leerte en otras ocasiones. José Maria. un fuerte abrazo desde España

kirjanik Maya

23/11/2024 a las 15:56

Marto, L.Mor y José, saludos y gracias por tomarse el tiempo de leer mi relato.
Mis disculpas si los mareo un poco la historia, soy amante de la ciencia ficción y fantasía, también trato de escribir algo de suspenso o terror (aunque no se me da tan bien) pero siempre me dejó llevar y termino dejando rastros de ficción en los relatos, al menos esa fue mi intención, el relato deja entrever que el prota es culpable de algo, pero la ausencia de días en su memoria queda abierto a interpretación. ¿Drogas, abducción, fisura temporal..? Pero está claro que aún no tengo la capacidad de transmitir esas ideas, gracias por los comentarios, ese es el objetivo del taller, así me ayudan a mejorar en los próximos escritos, saludos.

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