Literautas - Tu escuela de escritura

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La sombra del bosque - por Facundo pérezR.+18

Vida efímera
Se disuelve el alma
Noche eterna

Leyó sobre la lápida, que en sí misma era todo un misterio. La encontró María en el medio del bosque. Era de mármol azul con hermosas y brillantes vetas doradas. Tenía algo de musgo verde, un verde oscuro como el de sus ojos que reflejaban el paso del tiempo, y raíces que la estaban abrazando como si la naturaleza la hubiera reclamado.

En la lápida no había ningún nombre, solo una fecha indescifrable y el haikú mal escrito.

« ¿Quién yacía ahí? »
« ¿Quién la dejó? »
« ¿Hace cuánto tiempo? »

Eran solo algunas de las preguntas que se hacía María. Se dio cuenta de que hacía mucho tiempo que el lugar no recibía visitas, porque había unas flores de color rojo marchitas que le daban un aire de melancolía y abandono. « ¿Y si la persona que la trajo también había fallecido? » Ahora era un cuerpo olvidado que se lo comían los gusanos.

A un costado vio, entre un tumulto de hojas, un zapato de cuero reseco con una hebilla de metal oxidado. María tuvo una sensación de melancolía; ese zapato le recordaba cuando era chiquita y jugaba en ese lugar. María sentía que el bosque se cerraba sobre ella, escuchaba aullar a los lobos más de costumbre y cada vez más cerca.

Se dejó caer de rodillas, el rujir de las hojas la puso helada y, con los ojos sollozando, la cámara le hizo un primer plano y el director gritó:

—¡Corte!

—Muy bien, María, lo diste todo en tu última película; fuiste una gran actriz —dijo.

—¿Cómo última película? ¿Qué pasó? —preguntó María.

El director se le acercó con una sonrisa maliciosa, la llevó hacia la tumba, la limpió y le dijo al oído:

—Esa tumba es tuya; tiene la fecha de hoy.

Y le clavó un puñal por la espalda.

—¡No! —llegó a gritar María con la boca llena de sangre, pero sus palabras se perdieron en el silencio. Y sus ojos se quedaron en la oscuridad para siempre.

—Tu última actuación fue la más auténtica —dijo el director y por fin apagó la cámara antes de irse caminando por el bosque con el puñal en mano.

Comentarios (9):

Camila

18/11/2024 a las 15:33

Oscuro pero me gustan las descripciones. Leerlo te hace querer un poco más. ¿Habrá parte dos? Me quedo a la espera.
Buen escrito.

Gabriela

18/11/2024 a las 16:47

Me gustó mucho, es atrapante , me hace querer saber más …

Don Kendall

18/11/2024 a las 18:25

Hola, Facundo:
Me corresponde hacer un comentario al trabajo que presentas en este taller (MUE-64).
Lo he leído cuatro veces. La primera llamada de atención para mí, es la estructura imaginativa que presenta. Me parece interesante el comienzo con un kaikü grabado en una lápida que está leyendo uno de los dos personajes del relato. Un comienzo corto (17 moras)que resume lo que va a venir después. En total 364 palabras, algo menos de la mitad de las que disponías en la propuesta. En esas palabras está el universo completo que como autor parece que querías expresar :
1 – Muestras escenas de la naturaleza y de la vida cotidiana (por lo menos para los personajes que ofreces)
2 -Sin duda transmites la impresión que ha causado la contemplación de algo ordinario que se transforma en extrordinario porque cumple la regla en que esa impresión la ha de transmitir más que el autor, la propia escena mostrada.
En resumen estas son algunas de las característicasde de los haiküs y que el relato cumple (EnMiDespreciableOpinión)EMDO con el resultado de ofrecer un texto coherente, con estructura formal conseguida con los parámetros propuestos, con independencia de los gustos y pareceres del lector.
No obstante lo anterior, hay algunas partes del texto que me chirrían, y que tal vez se pudiesen matizar:
1- Repetición confusa y próxima del pronombre “la” : «y raíces que la estaban abrazando como si la naturaleza la hubiera reclamado.».
3- El verbo “rugir” tal vez no sea el más apropiado para la hojas, aunque apurando una de las acepciones se pudiese escribir. De cualquier modo, “rugir” va con g.
4- Me resulta extraña la expresión de “ojos sollozando”. No encontré acepción en el español americano que busqué someramente para encajar a ojos sollozando. Los ojos lloran, no sollozan.En españolde la RAE, sollozar es : Respirar de manera profunda y entrecortada a causa del llanto. Tal vez no sea el gerundio más apropido para “ojos”. Puede ser que afinando con el sujeto, que es María se pueda acomodar la expresión.
5- El penúltimo párrafo con un par de metáforas meritorias como las que colocas, tal vez merezca la pena, darle un par de vueltas. No acabo de ver ese grito. El vómito de sangre después de una puñalada es un reflejo de tos si es que hubo dño en algún vaso sanquíneo y que este haya fluído a una vía respiratoria y trae la sangre hacia la garganta. En el supuesto que sea así, el vómito no permite el habla. Por eso mi propuesta, con tu permiso es que lo pongas así , o parecido :
“María intentó hablar (decir algo, etc) con la boca llena de sangre, pero sus palabras se perdieron en el silencio. Y sus ojos se quedaron en la oscuridad para siempre.”
Eso es todo, podría haber algún detalle más para otro momento, pero siempre habrá tiempo.
Nada más que agradecerte esta propuesta que haces al taller y de la he aprendido bastante.
Un abrazo y salud

Juli Blanco

18/11/2024 a las 18:49

Hola Facu! Me gustó tu relato. Lo leí varias veces y siempre me quedo pensando, si tal vez María está sintiendo una nostalgia real en medio de la escena que graba, con recuerdos propios, o si está tan involucrada en el personaje que llega a sentir la narrativa como propia.
El final, inesperado.
Te sigo leyendo (:

Lola Pena Dovale

18/11/2024 a las 21:17

Buen relato, Facundo; giro inesperado, ritmo trepidante, lectura interesante…

Me sorprendió de manera muy grata la estructura que usas en que relato, empezando con un haiku, las preguntas que se hace María, la introducción del diálogo para introducir el giro en el relato. Todo muy interesante.

Sin embargo, en cuanto a la forma del relato, hay algunas cosas que me llamaron la atención al leerlas:
.- La primera línea del relato después del haiku que resulta un poco confusa: “Leyó sobre la lápida, que en sí misma era todo un misterio. La encontró María en el medio del bosque.” En mi opinión, creo que habría que darle una vuelta para ordenar un poco la información.
.- En el párrafo que hay después de las tres preguntas que se hace María, creo que sobre un “lo”: “Ahora era un cuerpo olvidado que se lo comían los gusanos.” Creo que quedaría mejor: Ahora era un cuerpo olvidado que se comían los gusanos.
.- Donde pone: “escuchaba aullar a los lobos más de costumbre”. Creo que quedaría mejor: más que de costumbre.
.- El verbo rujir es con g: rugir.
.- En el diálogo, el primer ¡Corten!, ¿quién lo dice? Si lo dice el director, que entiendo que sí, no debería ir en una línea aparte de lo que dice después: “—Muy bien, María, lo diste todo en tu última película; fuiste una gran actriz —dijo.”, porque lo dice el director también.

Todos estos son pequeños problemas de forma que no tienen la mayor importancia, Facundo. Con darles una revisión ya está todo listo.

Lo que sí que es una pena, en mi opinión, es que no aprovecharas el número de palabras que nos permiten usar en este taller (750 palabras) porque la última parte del texto podrías haberla extendido un poco más (para disfrute de tus lectores) y no apurar tanto el giro que introduces al final del relato. Cuidado, que no digo que esté mal lo que has escrito, no, todo lo contrario. Se entiende todo perfectamente, y se ve la escena, pero deberías extenderla más para disfrute nuestro.

Te felicito por tu relato, Facundo. Te seguiré leyendo.

Ryan Infield Ralkins

19/11/2024 a las 00:59

Saludos Facundo

Me gustó tu relato. La ambientación esta genial y ese giro al final me sorprendió. En cuanto a la puñalada, además de lo que Don Kendall te menciona, me recuerda a sir Christopher Lee en una conversación con Peter Jackson. En la escena donde Grima apuñala a Saruman, el hace un gesto como de quedarse sin aire. Peter Jackson le pregunta por qué no gritó y sir Christopher Lee le dice que así es como reacciona la gente al ser apuñalada pues el lo vió cuando estuvo en la guerra.

En resumen, intrigante tu relato y esas descripciones de la lápida, incluido el haiku, me gustaron mucho.

Saludos y nos leemos

Facu Pérez

20/11/2024 a las 02:08

Hola Don Kendall, Lola Pena Dovale, Ryan Infield Ralkins.

Gracias por los comentario, las criticas y sugerencias, soy nuevo en esto y más nuevo en mostrando escritos, se me hace medio difícil por que a veces no me gusta leerme. Pero tendré en cuenta lo que me dijeron para ir mejorando día a día.

En tanto la palabra “rujir” fue un error de tipeo que quedó gramatical, el verbo era crujir, que va más acorde a lo que quería expresar. Seré más cuidadoso la próxima vez antes de enviar algún texto. Muchas gracias por la ayuda, los leo!

Lupa Sívori

21/11/2024 a las 13:44

¡Hola, Facu! Ya somos amiguis en redes, ja. Ayer estuve con Juli Blanco y me enteré de que también sos de Bahía Blanca.
Gracias por leerte mi relato. Disfruté de tu texto. Otros comentaristas te dieron algunos buenos tips para potenciralo. Yo sólo quería darte mi opinión general. Me parece que explora eficientemente la tensión entre lo real y lo ficticio. La atmósfera es melancólica y sombría. La narrativa genera inquietud, especialmente al encontrar un viejo zapato que evoca recuerdos de infancia.
Me gustó el giro inesperado cuando la escena, que parecía real, se revela como parte de una película. Este final transforma la historia en una tragedia macabra, con el director como una figura siniestra que controla el destino de María, en una reflexión sobre la manipulación y la fragilidad de la vida. Es interesante el cierre.
¡Nos seguimos leyendo!
Saludos.

Wiccan

23/11/2024 a las 02:07

Buenas Facundo,
Me ha gustado la idea para la historia que presentas, incluso te diré que tiene mérito que la desarrollaras con tan pocas palabras porque presentas muy bien dos ambientes: la añoranza de ella frente a lápida, sea fingida o no; y el crimen posterior. Teniendo en cuenta esto aún así se lee sin problemas y se entiende a la perfección.
En cuanto a cosas que revisar, ya te han dicho muchas de las que yo pensé mientras leía el texto pero te comento tres cosas, dos sobre la forma y una sobre el fondo, que me parece que podrían ser revisables (o no, hay veces que los temas de forma son culturales por nuestros países de origen y si es el caso no me lo tengas en cuenta):
– La palabra melancolía se repite muy cerca en el texto, yo reemplazaría una por un sinónimo (nostalgia, tristeza, etc…)
– La frase “el crujir de las hojas la puso helada” me suena rara (ya asumo esa corrección de crujir), a mi me sonaría mejor “el crujir de las hojas la dejó helada”.
– En cuanto a la historia, no soy ningún experto e igual es más normal de lo que parece, pero me extraña mucho que solo se encuentren el director y la actriz rodando una escena, quizás me parecería más creíble si al terminar la escena dijeses que se fueron los demás miembros de la grabación y se quedaron ellos dos, además tenías margen de palabras.
Como puedes ver son unas apreciaciones muy personales (y un tanto puntillosas, no te lo niego) que creo que podrían ayudarte a mejorar el relato. Muchas gracias por compartirlo.
Un saludo.

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