Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La Roca del Oso - por Orquídea BlancaR.

LA ROCA DEL OSO
Después de una oscura noche, se levanta el alba, una luz tenue va descubriendo el horizonte y con ello los primeros rayos de sol centelleando en la mar serena, se forman bolitas cristalinas de diamante. En el cielo, el sol en un amarillo ocre y una neblina blanquecina rodeada de un azul turquesa.
Las olas en su ruido blanco, susurran bailado al son de zas, zas. Con espuma blanca corren rompiéndose en las piedras, zas… retrocede la marea y vuelve con energía zas, zas. Y en lo alto está imponente “La Roca del Oso” que los vientos y las mareas han moldeado la roca en forma de oso.
Rodeada esta de guardines plantas, en el ir y venir de las mareas. Así aparece Guillermo con el faro en la mano, para guiar a los barcos que no zozobren con las rocas. El salta de roca en roca sin zapatos cubriendo sus pies con unas alpargatas de esparto.
Un día de tempestad diviso un transatlántico quedando a la deriva varado en la roca del oso.
Guillermo vio a mucha gente descender del barco y sus ojos se clavaron, en una muchacha de piel muy blanca, labios carmesíes, ojos marrones, mejillas color fresa, frente ancha y una cabellera rubia que parecía un manto de reina. Ella también se fijó en Guillermo, le gusto su porte varonil marcando musculatura, de piel morena, de ojos negros, cejas abultadas y labios carnosos de color purpura.
Entrelazaron las manos les inundo el cariño cupido floreció en ellos.
Él le dijo que era el farero de la Roca del Oso. Ella le confeso que era actriz y hacia su viaje a Génova para rodar una película de la que ella era la protagonista. La película trataba de un romance entre ella que era hija de una acaudalada familia italiana, y el afortunado era un militar ascendido a Capitán.
Estuvo el transatlántico varado quince días. Los viajeros recorrieron toda la isla no era muy grande, había todo lo necesario: hoteles, restaurantes, cines, tiendas y todo aquello que pudiera entretener a los turistas.
Guillermo y Juliet que así se llamaba la actriz, hicieron de cada momento de cada lugar su idilio de amor y pasión. Pero ocurrió algo inesperado el caniche de Juliet se escapó, durante horas lo estuvieron buscando, hallándolo ahogado en una de las charcas que había en la isla. Esto entristeció enormemente a Juliet. Lo enterraron en un campo lleno de flores y le pusieron una lápida que decía: “Ron, un caniche muy cariñoso”.
Juliet estaba muy triste. Guillermo se desvivía para aliviar su dolor y su desesperación, más todo fue inútil, hasta que un día al amanecer falleció de tristeza. La familia que estaba al corriente de lo sucedido quiso recuperar el cuerpo.
El transatlántico ya podía navegar de nuevo y partió dejando un recuerdo de tristeza que ellos mismos también sintieron profundamente.
Guillermo quedo muy triste. Cuando le tocaba levantar el brazo, el faro apenas lo movía, no hacía las señales correctas, difícilmente comía, tampoco hablaba con su familia, sus amigos, siempre cabizbajo. Y un día lo encontraron muerto entre las rocas.
Toda la gente de la isla quedo muy conmocionada y triste. Decidieron hacer una torre muy alta y en lo alto de la torre colocaron el faro que Guillermo había guiado a tantos barcos. Alrededor de la torre escribieron su nombre, en señal gratitud y en el suelo al lado del faro situaron una lápida y en la lápida no había ningún nombre.

Comentarios (5):

Ryan Infield Ralkins

19/11/2024 a las 00:20

Saludos Orquídea blanca

La historia de tu relato me parece buena pero que sufre del límite de 750 palabras. No soy experto pero me parece en algunos puntos algo apresurada, como si quisieras decir mas pero hubieses recortado debido al límite. En una parte tuve que leer dos veces porque pensaba que Guillermo era quien murió de tristeza cuando en realidad fue Juliet.

Juliet estaba muy triste. Guillermo se desvivía para aliviar su dolor y su desesperación, más todo fue inútil, hasta que un día al amanecer falleció de tristeza. La familia que estaba al corriente de lo sucedido quiso recuperar el cuerpo.

Fue en este párrafo. Yo le pondría …hasta que un día, al amanecer, ella falleció de tristeza. De esa manera seria más entendible, a mi parecer. Claro que es mi opinión y quizás es que leo muy rápido y me enredo yo mismo.

Otro consejo seria los acentos. Faltan algunos en palabras como divisó, inundó y alguna que otra más. También te aconsejo cuidar las comas pues en algunos lugares hacen falta y en otros sobran.

Vuelvo y reitero, la historia me parece interesante pero víctima de las 750 palabras. Podrías muy bien extenderla pues da para mucho mas e inclusive contar el porque el viento y las olas formaron la Roca del Oso. Me parece que es algo que da lugar a una leyenda interesante y antigua. Tan es así que me recuerda a un cuento que escuché de niño sobre un soldado español que estaba en Puerto Rico y partió a la guerra. Mientras se iba, su perro lo observaba desde las rocas y todos los días iba y se paraba en esas mismas rocas, vigilando al horizonte mientras esperaba el regresó de su amo. Cabe decir que nunca regresó y dicen que el perro se convirtió en una roca que sigue allí esperando todavía.

Perdona por el extenso comentario pero no pude evitar recordar esa leyenda de mi país y te agradezco por eso.

Saludos nuevamente

Maria Carmen

19/11/2024 a las 22:42

Hola Ryan, me parece muy interesante todo lo que me has dicho. Y te lo agradezco. En verdad tienes razón podría haber elaborado más la historia, corrí demasiado, pensé: ¡ya cumpliste!. Voy a contar con estos consejos para otros retos.
La leyenda de tu país me ha parecido muy bonita.
Saludos

CARMELILLA

20/11/2024 a las 19:47

Hola, Orquídea Blanca.
Un relato romántico y triste. Qué poco les duró el amor y que trágico como acabó.
Coincido con Ryan. Da la sensación que el límite obligado en la extensión del relato ha dado lugar a un final quizá demasiado rápido.
Me gusta mucho lo que expresas y cómo lo expresas en los dos primeros párrafos. Lo visualizo y me parece que invita a la meditación y a la relajación.
Hay algunas partes de tu relato que yo expresaría de otra forma: “y en lo alto está imponente “La Roca del Oso” que los vientos y las mareas se han encargado de moldear”.
Ten cuidado con las tildes, faltan unas cuantas, creo que tiene que ver más con el repaso que a veces no hacemos por las ganas de publicar nuestro relato.
Igualmente, cuidado con las comas, hay frases en las que faltan y eso hace un poco rara la lectura de esas partes.
Cuidado también con repetir, en este caso “ella” varias veces en el mismo párrafo.
Me ha encantado que tu final del relato hace suponer como nacieron los faros: “Guillermo tuvo la culpa”.
Hasta la próxima.
Saluditos.

Maria Carmen

20/11/2024 a las 22:33

Gracias Carmelilla

María Jesús

22/11/2024 a las 19:10

Hola: Has creado una historia tristísima, un dramón en toda regla, ojo que no es una crítica, en realidad me ha gustado pues me suelen gustar los textos donde impera el sufrimiento. Yo no sé si te has visto obligada a acelerar la historia para cumplir las 750 palabras, solo te puedo decir que la historia está bien narrada y se entiende a la perfección, como a mi me gustan vamos, por ello te felicito.
Un saludo.

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *