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LA SORPRESA - por EstherR.
LA SORPRESA
Un panteón abandonado en medio del campo, con varias urnas abiertas y algunos restos caídos en el piso de tierra. La vegetación había invadido el lugar. Las paredes con hongos y ladrillos al descubierto hablaban del tiempo transcurrido. En un rincón oscuro se veía una urna de mármol con algunas grietas y una fecha grabada en grandes números: 2 / 7 / 1809. Lo que llamaba la atención era que “en la lápida no había ningún nombre” ni palabra escrita que aclarara aquella fecha.
Martina se detuvo, nunca había visto algo así, su mente buscaba una explicación al hecho.
Ella había heredado el establecimiento y quería recuperar el patrimonio de la familia, renovarlo conservando la tradición y la historia. Era la menor de cinco hermanos, todos fuera del país. Luego del fallecimiento de su madre ella se trasladó a la capital a continuar sus estudios, quedando la propiedad totalmente a su cargo, pasando por varios arrendatarios con el correr de los años.
Ahora pensaba reunirse con el resto del elenco, sus compañeros de trabajo, para hacer una investigación profunda del lugar y los hechos acaecidos en otros tiempos. Así podrían lograr realizar sus proyectos ubicados en la realidad, concretando aquellos sueños delirantes que la invadían cada vez con más frecuencia: crear un centro cultural, donde el teatro fuera el principal motivo de atracción, apoyado por la inmensa biblioteca familiar, instrumentos musicales y la colección de pintura, que durante tanto tiempo han esperado en silencio.
Aquella lápida la había dejado conmovida y a la vez curiosa , intrigada. En su vida de actriz había vivido situaciones muy dramáticas, sintiéndose plenamente identificada con muchos personajes, pero esto era diferente, no era ficción, formaba parte de su familia. Siente curiosidad y a la vez angustia pero también una sensación rara que no sabría definir.
¿Por qué no está escrito ni un solo nombre, y hay una fecha que no se sabe si es nacimiento, muerte u otra cosa?
Al atardecer en la reunión del grupo, sentados en rueda con un buen mate, dentro de la cocina de aquel caserón, donde se oía el silbido de las casuarinas y el grito del vigilante teruteru, Martina narró su visita al panteón. Sus palabras no despertaron el interés que ella esperaba. Atribuían el hecho a la erosión, al tiempo transcurrido y a su degradación natural, no faltando alguno de buen humor negro que los hiciera reír. Todos conocían su gran sensibilidad e imaginación, su capacidad de encontrar fácilmente la respuesta que un personaje le exigía.
Martina , aceptando las diferentes opiniones se fue a dormir con otras ideas en su cabeza.
Al otro día volvió al lugar y resolvió seguir buscando hasta encontrar algún elemento que la ayudara a despejar esa incógnita.
Observó minuciosamente todo el material mencionado. En cada uno de ellos había inscripciones normales es decir con nombres y fechas, unos más visibles, otros no tanto, unos familiares, otros no.
Lejos de acercarse a la respuesta se encontraba confundida, quería comprender lo sucedido y a la vez era imposible, absurdo. Debería investigar a fondo tantas cosas que sola no podría…
Su intriga llegó a tal punto que comenzó a sentirse en escena, en un silencio profundo y con las miradas del público que le daban coraje para levantar la pesada y ennegrecida tapa de mármol que le permitiera encontrar un rastro, algo que calmara su obsesión… Miró hacia dentro, y encima de un montón de huesos había un zapato de mujer…
Esther
Comentarios (6):
Borja
18/11/2024 a las 17:29
Hola!
Bueno, hace tiempo que no comento un texto, así que intentaré hacerlo lo mejor posible y lo más honesto que pueda. Sin olvidarme de decir que lo que diga, simplemente es la opinión de una persona sin más formación que su afición.
Primero de todo, enhorabuena por el texto. Enfrentarse a la página en blanco siempre es un acto de valentía. Me gustaría destacar el tono cálido de la narración. La sensibilidad de la protagonista flota en toda la pieza. Y no cuesta ver cómo podría ser la persona.
La parte que menos me convence puede que sea el final. Tal vez esperaba algo más rimbombante. Aunque supongo que eso solo es culpa mía.
Un saludo
Tavi
18/11/2024 a las 20:32
Hola Esther
Se nota que dominas la redacción. En tu relato hay ritmo, tono y claridad. Se lee sin contratiempo. Tal vez este trabajo formará parte de tus archivos y podrás aclarar, sin estar sujeta a restricciones de palabras, algunas cosas que debieras aclarar para meter al lector en lo que siente el personaje. Por ejemplo: El personaje frente al panteón se detiene, eso es lógico, pero que pasa con él, se sorprende, se asusta, etc.
Usas términos genéricos como: establecimiento, elenco, que son poco definidos.
Por último, en esta frase: era diferente, no era ficción, se puede eliminar una de ellas y evitas la redundancia.
Mu gustó el final abierto.
Espero seguirte leyendo
Saludos
María Jesús
20/11/2024 a las 20:52
Hola: Me ha parecido un relato interesante y bien escrito, entiendo que la protagonista quiere convertir ese lugar abandonado en un centro cultural pero al encontrarse con esa misteriosa tumba, su curiosidad aparca de momento ese proyecto. El final abierto es una gran idea, supongo que Martina querrá saber a quien pertenece ese zapato…como cualquier lector que se anime a leer tu texto, jeje.
Seguimos escribiendo.
Pilar
22/11/2024 a las 00:17
Hola Esther!
Creo que has metido demasiada tijera en tu relato, dejando frases tipo telegrama que suenan frías… Es muy difícil, lo sé! Me ha faltado cercanía en la historia, recursos literarios, un poquito de emoción… No sé cómo se puede montar un teatro en un lugar tan sagrado como un cementerio… O no he pillado la idea?
Podrías haber quitado paja y desarrollar más el nudo para llegar a un desenlace que, si bien puede ser abierto, nos dé una sorpresa. Tal vez la protagonista reconoce esos zapatos como suyos y la tumba sin nombre está destinada a ella…?
Espero que no te moleste mi comentario, lo hago sin ánimo de ofender, sabiendo que se aprende muchísimo en este taller. Espero poder leerte otro mes. Este no me ha dado tiempo a participar, pero espero que el próximo sí.
José Torma
23/11/2024 a las 03:29
Hola Esther.
Tu relato es el segundo en mi lista obligada y me alegra mucho, me obliga a comentar de manera edificante, tomando en cuenta de que los niveles de los escritores aquí son altos y todos aspiramos a tener un buen escrito.
A mi el texto me ha parecido confuso, brincamos de una prota, totalmente fría y sin compromiso en un negocio familiar que entiendo pueda ser un panteón, pero ¿cómo renuevas un panteón? ¿Qué haces con las osamentas que están descansando ahí? Tantas preguntas y no me diste una rama para agarrarme.
De ahí cambiamos a una reunión con amigos en una casa, donde discuten sobre el cómo llevar a cabo tal empresa y, curiosamente, muestras a los amigos parcos y con ningún interés en el asunto. 5 hermanos, una madre muerta, ella se muda. No me quedó claro donde estaba el cementerio, si en su lugar de origen de donde emigraron sus hermanos y murió su madre, o en la ciudad a donde se mudó.
El final me ha parecido demasiado abierto, cuando tuve tan poco con lo cual engancharme en el inter. Pienso puede ser un exceso de edición. Un zapato, una fecha. Tal vez sea el inicio de algo grande, tal vez no, pero me comprometo contigo a leerlo si decides continuarlo.
¿Qué rescato? El ritmo, creo que esta muy bien escrito y fluye, se lee sin demasiados altos, simplemente, creo que falto tiempo. Lo que intuyo es mucho potencial.
Como siempre, mi comentario viene desde el punto de vista de lector, ya que no puedo criticar sin tener yo el domino del asunto. A mí no me pareció ver ninguna falta ortográfica, pero no te confíes en mí que, en esto de las faltas, me pinto solo.
Un gusto leerte en este tan ansiado reinicio de Literautas.
Esther
30/11/2024 a las 21:18
Hola compañeros de grupo, lo primero es agradecer la lectura y los comentarios de Borja,Tavi, María Jesús y José Torma, a la vez que pido disculpas por comenzar tan tarde este trabajo,pero, compromisos ineludibles no me permitieron hacerlo antes.
En cuanto al relato en si veo que hay mayoría de acuerdo en la estructura, el desarrollo, eell conflicto.Lamento que los compañeros Pilar y José no captaron bien el relato.Esto pudo suceder por falta de información o explicación sobre el lugar, cosa que en un cuento breve suele suceder,donde el exceso de información también es peligroso. El lector debe participar, pero no cansarse o aburrirse. Acepto lo de las palabras genéricas y la redundancia.
El final abierto creo que fue lo más acertado de acuerdo al desarrollo de los acontecimientos, a pesar de que interrumpió los planes soñados por la heredera, aunque pienso que el sorpresivo hecho no lo detendrá sino que dará mayor impulso al proyecto.
Saludos y mañana sigo leyendo.