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El último acto - por Ricardo S.R.+18
Una espesa capa de niebla helada envolvía el cementerio y las lápidas. Clara se movía lentamente, el ritmo de su respiración apenas audible resonando en el ambiente. Era noche cerrada, y aunque no podía ver el cielo, sabía que se acercaba el amanecer.
Desde hacía más de un mes, Clara venía a este lugar todas las noches. No lo admitía ante nadie y no sabía si podría explicar por qué si le preguntaban. El insomnio se había convertido en su compañero constante y caminar entre las tumbas le daba una paz muy necesaria que no podía encontrar en ningún otro lugar. Sin embargo, esta vez se sintió más incómoda que de costumbre, como si hubiera una presencia invisible acechándola en las sombras.
Casi inconscientemente, sus pasos la llevaron hasta la lápida de la famosa actriz Elsa Sandoval, quien era su ídolo desde muy pequeña. Elsa era más que un simple nombre para Clara. Fueron su rostro y su voz los que la inspiraron a perseguir su sueño en el teatro. Después de la muerte de Elsa, Clara sentía una punzada de dolor cada vez que regresaba al espectáculo. Su ídolo, su modelo a seguir, desapareció de repente sin previo aviso.
Clara se detuvo frente a la lápida de Elsa. Miró en silencio y descubrió que algunas esquinas de la piedra estaban llenas de humedad. Había estado leyendo sobre Elsa desde que tenía uso de razón: conocía sus películas, entrevistas, citas. La conocía como una mujer que nunca dejó que nada ni nadie la detuviera, ni siquiera el escándalo o las críticas implacables. Pero su muerte estuvo rodeada de rumores y dejó muchas preguntas sin respuesta.
Fue entonces cuando ella lo vio. Un zapato, viejo y sucio, el aspecto familiar le puso la piel de gallina. Clara se inclinó y lo miró, y al hacerlo comprendió claramente a quién pertenecía: Es uno de los zapatos que Elsa puso en su último thriller psicológico, en el que interpretó a una mujer perseguida por un fantasma.
Clara lo recogió y los dedos de sus pies temblaron cuando tocaron el zapato del personaje. El objeto parecía fuera de lugar, como si perteneciera a otro tiempo. De repente, escuchó un crujido, como si alguien hubiera pisado una rama. Se giró rápidamente pero no vio a nadie. Sólo niebla y lápidas. A pesar de esto, su corazón latía con fuerza, como si algo estuviera a punto de suceder ante sus ojos.
Clara decidió irse. El cielo de la mañana se volvía cada vez más oscuro. Sin embargo, mientras caminaba hacia la salida, sintió el peso del zapato en sus manos manteniéndola allí. Su mente se debatía entre el miedo y la curiosidad, pero algo muy profundo dentro de ella le suplicaba que se quedara, que continuara lo que había comenzado como una visita rutinaria y que ahora parecía inevitable el encontrarse con un misterio.
Mientras se acercaba a la puerta del cementerio, se detuvo de repente. Escuchó una voz, baja, no más que un susurro, pero clara. Era la voz de una mujer que conocía. Se dio la vuelta y siguió el sonido que parecía venir de lo más profundo del cementerio. Clara tembló al pensar en la escena final de la película Elsa: la protagonista escucha una voz que la lleva a su lápida, donde su reflejo desaparece y queda atrapada para siempre.
Haciendo acopio de valor, siguió la dirección del sonido nuevamente hacia la tumba.
Sobre ella apareció un mensaje con letras etéreas y flotantes que parecían estar formadas por humo.
"La escena final no se representa en el escenario", decía el mensaje. "Aquí empieza todo."
Clara sintió una mezcla de miedo y determinación. No podía entender el mensaje, pero algo dentro de ella gritaba que tenía que aceptar este extraño legado que Elsa le había dejado. Echó un último vistazo al zapato, luego lo colocó con cuidado al pie de la tumba y salió del cementerio.
Comentarios (7):
Mar
18/11/2024 a las 21:41
Hola Ricardo. Me ha gustado tu relato, sobre todo la ambientación y esa historia, casi leyenda, de Elsa que dejas adivinar. Me parece que te daría para una segunda y para una tercera parte. Un saludo y enhorabuena.
Ocitore
18/11/2024 a las 21:43
Es interesante la alucinación que tiene Clara en el cementerio. Creo que si hubiera un poco más de intriga o el enfoque fuera diferente, el escrito ganaría más. Tal vez si todo se fuera adivinando a través de un dialogo interior en el que Clara no solo oye su voz, sino la de su actriz favorita y si hubiera una conversación reveladora, la historia sería más interesante. Saludos.
María Jesús
20/11/2024 a las 20:20
Hola: Me ha parecido un buen relato que queda en suspenso pues no queda claro que es lo que la protagonista entiende con el mensaje escrito en la tumba, quizá quieras que cada cual saque sus conclusiones. El ambiente misterioso está bastante logrado.
Seguimos escribiendo.
MT Andrade
21/11/2024 a las 18:28
Hola Ricardo.
La idea del texto es buena. Clara es fan de la actriz y a su muerte ha perdido interés en la actuación. Empeora y en su insomnio camina por el cementerio donde ha sido enterrada su modelo. El final de la actriz está relacionado con su último acto. Se ha mantenido un nexo con el mundo a ravés del zapato. Perfecto. Sin embargo al leerlo le falta suspense. Creo que el mensaje no está bien logrado, habría además que podar el texto.
Me ha gustado.
Saludos
Ricardo S
21/11/2024 a las 19:20
Muchas gracias por los comentarios, he comenzado a escribir hace poco y este es mi primer texto. Tendré todos vuestros consejos en cuenta para seguir mejorando
Yvonne
23/11/2024 a las 23:12
Hola Ricardo,
Una bonita escritura, fluida y convincente. Aun sabiendo que no era verdad me dejé fascinar por la historia como hipnotizada. Sabes conducir el lector y serías capaz de hacerle creer cualquier cosa aún con faltas de estilo y lagunas de significado. Tienes esta capacidad. Explótala.
Saludos
Alfredo Mambié
30/11/2024 a las 05:03
Saludos cordiales estimado Ricardo. Saber que es uno de tus primeros textos me anima a expresarte que el recorrido es largo, ¡pero avanzas con muy buen pie! Tu ritmo narrativo es agradable y fluido, logras atrapar al lector. Llevaste tu narrativa con buen pulso. Creo que puedes darle a tus próximos trabajos un cierre más impactante. O dejar al lector con elementos que le permitan darle el suyo propio. ¡Pero te animo a que mantengas los ánimos en seguir desarrollando historias! Saludos y gracias por participar.