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la lapida misteriosa - por JOSE MARIAR.
“la lápida misteriosa”
Lucas siempre fue un hombre sencillo quizás con algunos gustos más raros que la gente normal, pero tampoco maldecía su suerte, ni tenía complejos con su nuevo trabajo. Llevaba apenas meses cuando encontró vacante el puesto en la página del ayuntamiento de ese pequeño pueblo y la verdad que se sentía bien.
El pueblo no era muy grande igual que el pequeño cementerio, tenía poco personal y fue fácil aprobar las pruebas para optar al puesto, eso aparte que nadie del pueblo se quiso presentar.
Aquella paz y tranquilidad le vino de momento bien, el mismo cuidaba de la limpieza de muchas lapidas que suponía abandonas en el tiempo por familiares y amigos, también le gustaba conversar con Ramon el albañil que tenía como compañero. un profesional de la albañilería casi analfabeto de niño y que gracias a las clases nocturnas se había convertido en un devorador de libros.
Ese día Ramón libraba y le había dejado como siempre una pequeña nota, con los trabajos o algunas novedades del anterior día que precisamente era cuando libraba Lucas.
“Lucas ayer puse una lapida en uno de los nichos de la sección de levante, la terminé de colocar y la rematé. pero deberías de echar un vistazo por si el viento la movió o necesita un repaso final, fíjate en lo extraño, en la lápida no había ningún nombre, pensé que pudiera ser una equivocación por eso llamé al número de la empresa, estos me aseguraron que no había ningún error”
La nota era como cualquier nota de tantas que le había dejado en otras ocasiones, pensar que ese hombre según le había contado apenas años antes que solo sabia poner su firma en los documentos y poco más.
Se sentó en la silla vieja mientras que sacaba las cosas, para ponerse el mono de trabajo para trabajar, en cuanto pudiera iría a ver esa lapida misteriosa sin nombre.
Después del único entierro que había programado para ese día, recogió todo y se dirigió hacia la zona que le había indicado su compañero.
Mientras andaba reflexionó sobre el personaje que aparentemente afectada con zapatos y vestida toda de negro parecía una actriz de aquellas películas viejas con hasta el sombrero del mismo color.
No tardó en llegar al lugar y comprobó efectivamente que sobre salía una lapida blanca nueva entre todas las de más mucho mas viejas todas. Se acercó curioso a comprobar que efectivamente no tenía nombre, solo unas fechas y curiosamente unas coordenadas.
Volvió al pequeño cuarto que tenia por oficina el cementerio y a la vez de almacén de herramientas y material. Toda la jornada pensó de donde serian esas coordenadas de la misteriosa lapida, sumido en la tranquilidad y la paz del lugar se quedó un momento dormitando y volvieron sus recuerdos de cuando era sargento de operaciones especiales. Aquellas coordenadas le recordaban su papel en su grupo y pensó en sus antiguos compañeros ¿Qué sería de sus amigos de fatigas ahora? La alarma del móvil lo despertó señalando que ya debía cerrar las puertas al público hasta el siguiente día, ya había terminado su jornada de trabajo, momento de desplazarse a su casa y buscar las coordenadas grabadas en su memoria.
Pasó la noche pensando que tenía que ver aquel lugar con la lápida y su contenido, pues le asaltaron las dudas “podría no haber ningún cuerpo en su interior u otro cuerpo de otra persona o un mensaje”
Esa mañana se encontró igual que siempre las puertas del cementerio abiertas y su amigo Ramón ya preparado para la faena.
─¡Buenos días, Lucas! ¿has dormido bien?
¡Buenos días! pues no he dormido mucho, he estado mirando un asunto y creo que me pasé.
─Si a decir verdad yo tampoco logro imaginar que tiene que ver una isla tan remota con nuestra lapida misteriosa.
¿Como había logrado saber que precisamente había estado investigando eso toda la noche? Era curioso como en tan poco tiempo aquel hombre había logrado entenderlo mucho mejor que gente que conocía de toda la vida.
─¿estás pensando en abrir la lápida y ver su contenido? Dijo lucas
─¿tenemos que descubrir el misterio no?
Los dos hombres se miraron y asintieron sonriendo.
Comentarios (4):
Mar
18/11/2024 a las 21:49
Hola José María,
Has escrito una historia que es, en realidad, el comienzo de otra historia más grande. Una de aventuras. Me ha recordado a las primeras páginas de Tintín o a los primeros capítulos de una novela de Julio Verne. Te animo a seguir, a ver qué les aguarda en esas coordenadas.
L. Mor Arcadia
18/11/2024 a las 23:12
¡Hola, José María!
Me agrada la descripción de personajes y atmósfera de tu texto. Puedo sentir el carácter tranquilo de Lucas y su singular comodidad en un trabajo poco convencional.Ciertos aspectos en su construcción como personaje lo hace misterioso para el lector y creo debe permanecer así.
Sin embargo, por otro lado, me parece que el relato puede pecar en sólo quedarse en la descripción de “una puerta misteriosa” que jamás es abierta. El relato parece enfocarse en la relación y trabajo de dos personajes muy interesantes, pero el motivo de interés y suspenso que conecta a esos personajes con el lector (la lápida sin nombre) termina en el aire (a mí parecer).No digo que esté mal un final abierto y el suspenso sin concluir, pero sí que el texto dote de suficientes elementos para que el lector pueda tener su propia verdad fundamentada para tratar de vislumbrar la posible resolución el misterio.
Esta es mí lectura, puede que otro lector no opine lo mismo.
Espero poder leerte en el próximo taller 🙂
Igual te invito a leer mi relato, una entrada justo arriba del tuyo.
jose
20/11/2024 a las 20:12
En este relato he pecado otra vez en el mismo error, ese que cometo una y otra vez corregir en word y no guardar los cambios antes del copia y pega.no comprobando que todo estaba bien, tampoco me castigo por ser un analfabeto en ofimática prácticamente antes no sabía un pimiento de ordenadores espero que me perdonen los errores, aunque tampoco debería ser una excusa. La historia queda abierta a la imaginación de los lectores …
María Jesús
26/11/2024 a las 21:54
Hola: Te animo a que sigas escribiendo pues el relato me ha dejado con ganas de leer más. Creo que con este comentario te lo digo todo. Un saludo