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La lápida sin nombre - por Jose LuisR.
En el cerebro de Virgilio el nubarrón continuaba haciéndose más grande y oscuro. Peor que una china en el zapato, con lo que eso molesta. Se trataba de una metáfora, por supuesto, pero Virgilio lo sentía en el alma porque se desvivía por los clientes. En el hotel donde trabajaba se habían quedado sin suministros suficientes para preparar los desayunos del día siguiente, y la dirección le había ordenado a Virgilio avisar por la tarde a algunos de los huéspedes de la circunstancia, porque tendrían que tomar el desayuno en otro establecimiento. Algunos se lo tomaban bien, pero otros no.
A Leire, en cambio, mientras atendía a una cliente de la boutique, le acababa de llegar por Whatsapp la horrible noticia de que la tumultuosa riada provocada por la ominosa dana en Valencia, en el pueblo de Chiva, se había llevado por delante a su pobre prima, una joven aspirante a actriz. Enmudecida, sintió que los ojos se le hinchaban y que perdía la capacidad de ver. La cliente, sin embargo, no pudo comprender el cambio de actitud de Leire, y enseguida pensó en elevar una queja a la encargada por la falta de profesionalidad.
Varias semanas después, en otro sitio, en la lápida no había ningún nombre. Seguía sin haber ninguno tallado sobre su lisa superficie de piedra, porque los de la funeraria, de manera increíble, se habían equivocado. Las debidas reclamaciones y gestiones tampoco aceleraban los tiempos para subsanar el error. Una metáfora que explica la lenta reacción de las administraciones públicas y la falta de coordinación entre ellas para ayudar a los damnificados por la dana.
Leire y Virgilio se tomaban de la mano, de pie y en silencio. Trataban de recordar a esa persona a la que tanto habían querido. Caras largas, ojos cerrados. No había nada que decir. El cementerio estaba en silencio, y el aire era pesado y húmedo. Amenazaba con llover fuerte en cualquier momento, pero no habían traído sus paraguas. Ambos trataban de evitar ese pensamiento lúgubre, pero ninguno de los dos era capaz de aplacar una extraña presión en la boca del estómago. Tal vez exageraban, es cierto, pero nadie puede juzgar los sentimientos privados. Para ellos era como si la prima de Leire, y hermana de Virgilio, en realidad nunca hubiera existido, y todo por culpa de una simple lápida sin nombre.
Comentarios (6):
Mónica Bezom
18/11/2024 a las 20:34
Hola, José Luis.
Un relato que se desliza sobre las tormentas que sacuden el corazón mientras el trabajo debe continuar así como lo fácil que resulta juzgar con dureza sobre meras apariencias. Tal el caso de tus protagonistas, bien ensambladas sus circunstancias ocasionales frente a la noticia de la Dana. Especialmente, me han resultado poderosas estas líneas: “Leire y Virgilio se tomaban de la mano, de pie y en silencio. Trataban de recordar a esa persona a la que tanto habían querido. Caras largas, ojos cerrados. No había nada que decir. El cementerio estaba en silencio, y el aire era pesado y húmedo”.
Muy logrado relato.
No obstante, tengo algunas observaciones aunque bien puedo estar errada, a ver qué te parecen: a)”En el cerebro de Virgilio el nubarrón continuaba haciéndose más grande y oscuro. Peor que una china en el zapato, con lo que eso molesta. Se trataba de una metáfora…”: Si quien estima que el ejemplo de la china en el zapato es el mismo narrador, me parece que debería decir que “se trata” de una metáfora; el tiempo pasado es de Virgilio y su historia.
b) Advierto algún exceso de comas antes de la “y” que se usa para unir palabras, por lo que la coma, antecediéndola, no correspondería. Ej.:”no pudo comprender el cambio de actitud de Leire, y enseguida…”.; El cementerio estaba en silencio, y el aire era pesado y húmedo”.;Para ellos era como si la prima de Leire, y hermana de Virgilio, en realidad nunca hubiera existido, y todo por culpa de una simple lápida sin nombre” (dos veces); al inicio: “para preparar los desayunos del día siguiente, y la dirección le había ordenado…”.
c) Por último, y capaz no entendí, pero no encuentro metáfora alguna en este párrafo: “Seguía sin haber ninguno tallado sobre su lisa superficie de piedra, porque los de la funeraria, de manera increíble, se habían equivocado. Las debidas reclamaciones y gestiones tampoco aceleraban los tiempos para subsanar el error. Una metáfora que explica la lenta reacción de las administraciones públicas y la falta de coordinación entre ellas para ayudar a los damnificados por la dana”.
Me disculpo si te señalé algo desacertadamente, desde ya ha sido con la mejor intención.
Nos seguimos leyendo.
Pepe
19/11/2024 a las 09:55
Hola, José Luís.
Me ha gustado mucho tu relato, más por la forma en que está escrito. Es sencillo, es decir, parece sencillo, y esa apariencia le da una fluidez constante. El balance de frases largas y cortas está en su justa medida, y la sonoridad de un vocabulario sin florituras ni sobrecargas de adjetivos, adverbios o detalles que nada aportan a la lectura, es un plus que ayuda a que la lectura avance atenta a la trama.
A pesar de lo corto del relato, te has atrevido con un relato coral, de varios protagonistas, con un narrador omnisciente, pero desde el punto de vista de los protagonistas, los cuales tienen una carga emocional que se transmite a la perfección. Aunque el tema tan recién y la cercanía a ello también ayuda.
En cuanto a forma, coincido con los detalles que te comenta la compañera Mónica. Es más, decir que una cosa es una metáfora le quita parte de esa esencia. Así que yo me replantearía un poco ese tema.
Por parte del reto, creo que la frase está introducida de una manera un poco forzada. Tenías una oportunidad muy buena de encajar esa ausencia de nombre con la gran cantidad de desaparecidos; es decir, que la ausencia estuviera más relacionada con la enormidad de la situación en vez de utilizarla para revindicar una injusticia, ya que, como te digo, queda algo forzada. Es más, un narrador omnisciente no es personaje, así que tampoco suele compartir opiniones o juicios; si lo hace, es más cosa del autor que de la historia en sí. Mejor que esos juicios que los exprese un personaje, ya sea de viva voz o con actos. Aunque todo esto es una opinión, la mía, que solo quiere aportar y, si no es así, es desechable.
Felicidades por este relato, es duro, con mucho sentimiento, y con una fluidez que atrapa desde el inicio.
Un abrazo y nos leemos.
Vespasiano
21/11/2024 a las 21:24
Buenas tardes José Luis:
Me toca comentar tu relato y lo hago con agrado después de leer tu historia.
Paso ahora a relatar algunas cosas que he visto y que con la mejor intención te transmito:
“En el cerebro de Virgilio el nubarrón continuaba haciéndose más grande y oscuro. Peor que una china en el zapato, con lo que eso molesta. Se trataba de una metáfora, por supuesto, pero Virgilio lo sentía en el alma porque se desvivía por los clientes”.
“Se trataba de una metáfora”. En mi opinión esta frase no es necesaria escribirla, ya que se sobreentiende.
Con relación a la historia he sentido sin protagonismo a Virgilio, a pesar de ser hermano de la fallecida. Solo conocemos de él, que se trata de una persona responsable en su trabajo.
Con Leire te explayas un poco más y describes su impacto emocional al conocer la noticia de la tragedia, y como bien apunta Mónica Bezón, en ese párrafo das a entender “las tormentas que sacuden el corazón mientras el trabajo debe continuar, así como lo fácil que resulta juzgar con dureza sobre meras apariencias”.
“Varias semanas después, en otro sitio, en la lápida no había ningún nombre. Seguía sin haber ninguno tallado sobre su lisa superficie de piedra, porque los de la funeraria, de manera increíble, se habían equivocado. Las debidas reclamaciones y gestiones tampoco aceleraban los tiempos para subsanar el error. Una metáfora que explica la lenta reacción de las administraciones públicas y la falta de coordinación entre ellas para ayudar a los damnificados por la dana”..
En este párrafo tan largo veo que tratas de explicar el motivo de porqué la lápida está sin nombre.
“Dana” debe ser escrito en mayúscula al tratarse de un nombre propio.
Creo que en este párrafo te adelantas diciendo: “en la lápida no había ningún nombre” para volver a repetirlo al final, cuando a mi entender este podría haber sido otro impacto emocional negativo para ambos durante la ceremonia del sepelio.
Tal como está presentada la trama, en la escena del cementerio, me ha cogido de sorpresa la relación de ambos y el parentesco que los une a la fallecida, pues inicialmente creía que fueran pareja en vez de primos.
Veo acertado haber resaltado el conflicto emocional y la tristeza que tiene la pareja durante el entierro.
Tu historia me ha gustado, como bien dice Pepe, por su sencillez y por la humanidad que transmiten ambos personajes.
Nos seguiremos leyendo.
Ryan Infield Ralkins
22/11/2024 a las 22:10
Saludos Jose Luis
Al relato estar motivado por un desastre natural, le da mas fuerza y hace que mientras se lee, uno piense en las tantas personas que perdieron la vida en tal situación. Es un relato que impacta y mas por la forma en la que lo has escrito. Me parece un relato triste pero bien logrado.
Saludos nuevamente y nos leemos!
D.J. Llurba
24/11/2024 a las 13:06
Buenas Jose Luis.
La verdad es que has tomado decisiones durante el relato que me han dejado un poco picueto. Supongo que eso es la prueba de que no todos pensamos de la misma manera.
Virgilio está preocupado por su negocio porque no tiene suministros. ¿Por qué no tiene suministros, por la Dana, o no tiene nada que ver? Si no tiene nada que ver, vaya oportunidad perdida de no enlazarlo. Y si tiene que ver ¿No le debería preocupar más la muerte de su hermana?
Parece que haya una cronología en la que él no se haya enterado y luego Leire se entere después, pero antes que él, cuando él se debería enterar primero por cercanía de sangre.
Sería más normal que se enterara antes del incidente de su hermana que sufrir las consecuencias de la falta de suministro por la riada (Si es que está ligada una cosa con la otra, que yo mucho estoy suponiendo)
Otra cosa que me ha sorprendido es el vínculo de Leire y Virgilio. En el momento que los unes, la primera suposición que te viene a la cabeza es que son pareja, pero luego se revela que en realidad son primos entre sí. Y sí, tienen suficiente cercanía con la víctima como para apoyarse mutuamente y llorarla; pero dada esta situación me faltarían más familiares en la escena final para darle credibilidad.
De ser así, también te hubiese sido útil para añadir un personaje más al relato. Porque, siendo ágil de leer (La forma y la ortografía son correctas en general), resulta acelerado y corto.
Huelga decir que el tema que has escogido es sensible por lo fresco de la herida.
Por lo tanto me ha surgido una duda. ¿Ha pasado? (Me refiero a Leire y Virgilio, no a la Dana)
Me da la sensación que las peculiaridades son tan concretas, que parece que no te hayas querido salir de ellas porque realmente ocurrieron así.
Un saludo y nos leemos.
Wiccan
25/11/2024 a las 17:41
Buenos Jose Luis,
Considero que tu relato tiene una buena idea, plasmar la vida de dos personas afectadas por la Dana de forma simple y cruda en los días posteriores a la tragedia. Teniendo en cuenta que has hecho un texto mucho más corto del permitido entiendo creo que has dado mucho trasfondo a los personajes lo que no deja de ser un mérito. Leyéndolo lo que más veía a mi cabeza era la palabra injusticia, injusticia por lo que ha pasado, injusticia por los problemas de gestión que en esta historia se traducen en la lápida, injusticia por la pérdida de vidas pero también pequeñas injusticias que todos provocamos con mayor o menor conocimiento, como que en esa situación los empleados afectados por todo eso tenga que soportar el no entendimiento de los clientes del hotel por no poder desayunar o los de la boutique porque quién lo atienda se encuentre desubicado por una cuestión personal. Es como si en estos casos la empatía se ampliase en unas personas pero se redujese en otras, y precisamente eso es lo que necesitarían los protagonistas sobre el tema de la lápida, empatía para que una situación de por si dura no se ampliase.
A nivel formal creo que te han comentado las cosas que yo vi, en cuanto al fondo me parece que el texto está muy bien, incluso el considerar a los protagonistas pareja o no dar trasfondo sobre ese tema antes yo no lo considero un error, las personas sufren de manera independiente y que al final los relaciones como primos, pareja o amigos no hace el dolor o la unión por ese dolor menos fuerte. Muchas gracias por compartirlo. Un saludo.