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Suicidio asistido - por Luis Javier Kendall CallieriR.
Mariola entró al ascensor acompañada por «el ángel exterminador», capador de verracos y matarife ocasional. El contrato había seguido el procedimiento señalado.
—¿Así que usted conduce camiones?
—Eso me dicen.
—¿Podría transportar un dinosaurio?
—Antes tendría que matarlo..
—¿Y a las víboras?
—Para eso, la daga.
—Si pudiese estar segura de que un certero golpe terminará con todo.
—Así va a ser.
Ella abrió la puerta. Él echó mano atrás, a la altura de los riñones, sacó «la vizcaína» y con rápido movimiento de abajo arriba se la clavó en el cerebro pasando por lengua y paladar.
Comentarios (22):
Amilcar Barça
17/06/2019 a las 17:15
Ahggggg!! He leído tres relatos, y en los tres ha corrido la sangre. ¡Cómo sois! salu2
Jose Luis
17/06/2019 a las 20:20
Hola
En un relato tan breve, no se puede ser más explícito y gráfico. Pero es muy entretenido.
Un saludo
IreneR
17/06/2019 a las 20:44
Buenas, Luis Javier.
Un relato muy visual y dinámico. Aunque no me queda claro si los del narrador van junto con el diálogo o son escenas diferentes.
Nos leemos.
Un saludo.
Pia Daría
18/06/2019 a las 00:19
Vaya Javier, que buenas compañías para ir en una ascensor, y como no, tan benefactor de las buenas causas jeje; en este caso ángel exterminador de berracos, castrador, qué bestia, no tú, el ángel jaja. Muy entretenido, tengo curiosidad por saber a donde se llevan el dinosaurio, si hay víboras… Muy imaginativo como siempre. Un abrazo
Mariela Minsoni
18/06/2019 a las 13:20
Hola
Me gustó mucho la historia. Me pareció un relato muy ingenioso, visual y con un uso balanceado de narración y diálogo. Muy bueno.
Saludos
marazul
18/06/2019 a las 20:18
Luis Javier: no me suelen gustar este tipo de relatos, pero este me ha gustado. Está bien llevado. Y ese final a lo bestia digno de Tarantino, menudo tajazo ja,ja…
Además mi mejor amiga se llama Mariola. Pobrecilla.
Me ha parecido un buen micro.
Isabel Caballero
19/06/2019 a las 09:37
Una buena lección de como escribir un micro sin perder la esencia o el estilo personal.
No esperaba menos del escritor Luis Javier kendal Callieri, incluído el genial título.
Un saludo colega.
El Apuntador Mudo
19/06/2019 a las 12:44
Hola Luis Javier.
Terriblemente visual, con un diálogo que te pone el vello de punta. Para qué maquillar el final cuando así, tal cual, te deja sin palabras.
El título de diez.
Me ha gustado mucho el microrrelato.
He disfrutado y he aprendido.
Saludos, nos leemos.
Héctor López
19/06/2019 a las 17:51
buen cuento.
aunque me confundieron un poco los diálogos.
el final genial, directo al riñón.
Marta Navarro
19/06/2019 a las 18:18
Tremendo! Muy buen relato donde es fundamental el título para comprender lo que sucede. Me parece fantástico. Felicidades.
Moldy Blaston
19/06/2019 a las 18:31
Hola Luis Javier. Genial micro. Adecuados diálogos y un final sin miramientos. Una manera original de tratar un tema espinoso y muy controvertido. Me ha gustado muchísimo.
Si quieres puedes darte un paseo por el #108, a ver qué te parece.
Un saludo y nos leemos pronto.
Luis Duque
20/06/2019 a las 00:44
Cordial saludo Luis Javier Kendall Callieri
Relato fluido. Ya en la antesala que hace el titulo uno sabe a que va, no obstante los diálogos y personajes despiertan el interés. Bien logrado.
Carla Daniela
20/06/2019 a las 03:38
Hola Luis Javier! Como estas?
Como siempre, nos regalas un texto de calidad. Me gustó mucho. Esta vez, me pareció muy curioso las palabras que elegiste, para nada “simples”, me parece un gran acierto. Por otro lado, también me llamó la atención que el corte va de abajo hacia arriba… Nunca clavé un cuchillo a nadie, pero creeria que lo haría de arriba para abajo, 😀 es por algun motivo que me pierdo? O solo me estoy enroscando?
Un gran saludo y nos leemos! (N°100)
pepe
20/06/2019 a las 14:31
Hola do Javier Callieri Kendall,
Como siempre un relato sobresaliente, muy visual e imaginativo. Enseguida te pones en escena, y como los buenos micros, al terminar aún te quedan horas para salir de ella.
Coincido con carla en la forma extraña de exterminar que tiene este ángel, es cierto que el mandoble sale de la parte de abajo porque tiene la vizcaína atada a los riñones, pero ¿de ahí hasta el cerebro? Creo que también me estoy enroscando, jejeje.
Un abrazo compañero y nos leemos.
Luis Javier Kendall Callieri
20/06/2019 a las 17:15
Para Carla Daniela y Pepe :
Muchas gracias por vuestro comentario
Los soldados españoles de los tercios solían llevar la daga a la espalda, a la altura de los riñones, para que les resultara fácil de sacar en caso de necesidad.
En cuanto a las referencias más o menos ocultas en texto tan breve como en esta ocasión :
1 – Hamlet,Acto I, escena 7,(El famoso monólogo 😉
.
2 – En cuanto al “golpe” eficaz, os sugiero la lectura de un relato de Julio Cortázar titulado “La daga y el lis” (*), es un placer la lectura de este maestro. En él :
.
Un abrazo.
Enlaces aprovechables:
1 – http://aix1.uottawa.ca/~jmruano/hamlet.ruano.trad.pdf
2 – https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-5121347
R.J. Esperanza Pardo
20/06/2019 a las 18:31
Hola, colega,
No se puede escoger ambientación más apropiada (si se quiere ser original) para un “suicidio asistido” que el espacio reducido de un ascensor, cargado de simbolismo (claustrofobia, tensión…) para contrastar el tema que nos ocupa.
El final es impactante. después de leerlo, me pregunto el porqué, los motivos por los que la protagonista contrata su “suicidio asistido”. Pero, qué más da, no es éste el tema, me digo una vez me ha respondido esa daga vizcaína, llamada también de la “caridad” o “de mano izquierda” (se usaban en los Siglos XVI-XVII y cumplían la labor de auxiliar a la mano derecha, portadora de la espada en un combate; haciendo la “caridad” de evitar sufrimientos a los moribundos enemigos al asestarle la estocada definitiva” (qué alegría haberlo encontrado en la web!). Porque el tema es una idea tan controvertida que parece difícil lanzar con tanta gracia y salero. La “libertad”, pura y dura, de elegir sobre la vida de uno mismo. Esa “vizcaína” da sentido al título y a todo el micro, sin ella, éste se quedaría huérfano. Al igual que si no estuviera esta frase: “El contrato había seguido el procedimiento señalado”, que es importante y necesaria, pero estoy pensando si podría cambiarse el tiempo (“estaba siguiendo” o “seguía”) y colocarse en punto y aparte (para destacarla más) pues parecen las preguntas del dinosaurio y las víboras un santo y seña, ¿no?, entonces, el contrato no es una acción acabada sino que sigue vigente, no se consuma hasta el final con la última frase (al menos por parte de una de las partes contratantes).
Sugerencias:
* “acompañada por el Ángel Exterminador”
* “sacó la Vizcaína y, con rápido movimiento de abajo arriba, se la clavó HASTA el cerebro pasando por lengua y paladar.”
https://www.fundeu.es/recomendacion/apodos-y-aliasescritura-correcta-559/
Me ha encantado. Gracias.
Un abrazo.
Luis Javier Kendall Callieri
21/06/2019 a las 12:40
Querida colega y maestra R. J. Esperanza ,
He disfrutado como gorrino en lodazal, leyendo tu comentario. Así es y así fue escrito. Por supuesto que las recomendaciones que haces son leyes para mí.
Ya comentando tu apunte, a la vizcaína también la llamaban “quita penas” por eso que tan bien señalas. Y lo del “suicidio asistido” en España tiene su guasa, porque el suicidio solo, no es delito. Sin embargo la ayuda o asistencia a ese “no delito” está en el Código Penal .
Es un placer verte por estos lares y aprovechar tu conocimiento.
Un abrazo y buenas vacaciones y escrituras
Beba
21/06/2019 a las 20:09
Hola, Javier:
La dinámica de tu relato es tan impactante como la daga. Entiendo que traduce “víboras”, como lengua y cerebro; y “dinosaurio”, como arcaico. Rebobino comentarios y veo en tu respuesta a Pepe y a Daniela, que no anduve muy errada.
Como siempre, un relato muy bien trabajado y original.
Charola
22/06/2019 a las 06:34
Wow! Qué directo don Kendall.
Es un placer leerte.
Saludos.
De vuelto.
23/06/2019 a las 12:04
El final del relato se me hace afilado y perforante, como la daga. No sé si serán referencias locales o me estoy perdiendo de algo, pero no puedo entender por qué transportar un dinosaurio, por ejemplo. Me gustaría ver (o entender) la justificación.
Luis Javier Kendall Callieri
23/06/2019 a las 12:40
Estimadas y estimados colegas.
Amílcar Barça, José Luis, IreneR, Pía Daría, Mariela Minsoni, marazul, Isabel Caballero, El Apuntador Mudo, Héctor López,Marta Navarro, Moldy Blaston, Luis Duque, Beba, Charola
Gracias a todas y todos por vuestra atención para este trabajo. Ha sido una satisfacción compartir vuestros trabajos. Hago esta respuesta colectiva, en la medida en que las inquietudes o manifestaciones que habéis hecho en vuestros comentarios pueden tener un común denominador.
Para el caso de Carla Daniela, Pepe, R. J. Esperanza Pardo he individualizado más la respuesta, en la medida en que pensé eran dudas o apreciaciones más concretas o necesarias de aclaración, eso sí EMDO.
En resumen, un abrazo y hasta la próxima vez, si es que la hay 😉
Luis Javier Kendall Callieri
23/06/2019 a las 19:56
Hola vuelto,
En comentario 16, hay una buena explicación. A mí me gusta. Ya me contarás. Un saludo