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“ TRABAJO “ EFÍMERO. - por LinzanoR.
Curro no tiene desperdicio…
Lo primero que te viene a la mente, sin conocerlo, es ¡ vaya pieza !
Con sus cabellos ensortijados de rutilante dorado y su celeste atrayente en la
mirada, te embelesa a las primeras de cambio.
Todavía se recuerdan aquellas búsquedas interminables cuando acudíamos
de veraneo a la playa.Para él, se convertía en una obsesión perseguir al paisano
que vendía las consabidas patatas fritas al grito de…” a las ricas papas fritas, un
duro el paquete “. En alguna ocasión, esa manía persecutoría era una verdadera
angustia para su familia; sobre todo para Charo, su madre, por quien desde
pequeño había sentido cierta predilección.
Al niño, muy pronto, afectó a sus pulmones una rara afección que nunca pudo
ser diagnosticada fehacientemente. Eso provocó que fuera una criatura débil y
enfermiza en su infancia.
Cuando comenzó su adolescencia, la repentina separación de sus padres,
ocasionó que marchase al extranjero y permaneciese internado durante unos
años.
Su padre, Marek, era de origen checo. Con apenas dieciséis años, se enroló
en las Fuerzas estadounidenses al concluir la Segunda Guerra Mundial.Se
especializó en mecánica de automóviles y gozó de prestigio a lo largo de su
vida profesional.El destino le condujo a España, donde conoció a Charo.El
enlace matrimonial fructificó con cinco churumbeles, siendo Curro el tercero
del quinteto.
El “ destierro “ de nuestro protagonista en Ostrava, supuso un cambio radical
en su comportamiento; se rodeó de malas compañías y se adentró en aficiones
poco saludables. Aquel cervatillo entrañable dió paso a un león montaraz.
El súbito fallecimiento de su progenitor, facilitó su vuelta con los suyos. Tuvo
un tiempo de acomodación, y sus estudios de hostelería le posibilitaron diversos
trabajos.
El flamenco le entusiasmaba, y no era difícil que te sorprendiera entonando
alguna soleá o zapateando un acorde de Sabicas. Pero, para el destino…Curro
no tenía coartada.
Una fatídica enfermedad irrumpió en su organismo y sus risas, ya a destiempo, se fueron convirtiendo en payasos…inducidos. Una medicina tras
otra eran su dogma diario; su degradamiento físico era sorprendentemente
ostensible y las páginas de su calendario vital esprintaban amenazadoras.
Pasado un período crítico que se prolongó casi medio año, Curro expiró el
veintiséis de Mayo de 1.996 a la edad de veintiocho años.
Las almas que lo acompañan en su aposento eterno murmuran que, a veces,
al anochecer, perciben un leve “ quejío “ acompañado de un repiqueteo sobre
la mortaja de cerezo.
“ como tributo a mi hermano, allá donde esté “
Comentarios (6):
JUANA MEDINA
17/05/2019 a las 18:24
Hola Linzano,
Primera vez que leo algo tuyo. Me corresponde. Parece ser un relato autobiográfico, por la línea final. Es prudente y bastante distanciado con lo cual consigues que el lector se conduela más. Eso está muy bien logrado.
Encuentro que el primer párrafo en tiempo presente no se condice con el resto del relato. Confunde.
1996 como fecha no lleva el punto.
A la última línea no sé si le corresponden las comillas o si hubiera sido más correcto ponerla en paréntesis y le falta la mayúscula al”como…”
Todo esto es pesado, y hasta puede parecer tonto ante la historia misma y tu propia pena. En general no me gusta señalar esa clase de descuidos, pero es verdad que desmerecen la historia.Un saludo y hasta la próxima.
Baxin
17/05/2019 a las 18:41
Me temo que en la palabra “persecutoría”, no lleva acento. Quedaría “persecutoria”. Además, sería lindo conocer más de las emociones de Curro, para identificarnos con el personaje. 🙂 😛
Escritores Anónimos
18/05/2019 a las 15:29
Hola Lizano!
He venido porque, como a Juana, me corresponde este relato. Así en primera impresión y, sin haber leído de momento el texto, te doy un consejo, ten muchísimo cuidado con los títulos, en este caso contiene un errorcito en vez de: “” TRABAJO “EFÍMERO” debería ser: “”TRABAJO” EFÍMERO”, es decir las comillas van con trabajo, así que sin espacio. Y es que lamentablemente el título es nuestra carta de presentación, y si ya chirría echa para atrás.
El texto en sí está bien, el único problema que encuentro es que parece que lo has escrito rápido y lo has enviado, sin darle un segundo vistacillo porque hay errores de puntuación que en realidad son muy tontos, pero que sacan al lector del relato, perdiéndole en cuestión de segundos. Por ejemplo:
*”¡vaya pieza!, sin espacio entre los signos de exclamación
*”…veraneo a la playa. Para…” espacio tras el punto
*”…al grito de: ¡a las ricas papas fritas…!”
*”Al niño, muy pronto, afectó a sus pulmones una rara afección que nunca pudo
ser diagnosticada fehacientemente. Eso provocó que fuera una criatura débil y
enfermiza en su infancia.” Yo evitaría palabras tan similares juntas”afección/afectó”, usaría “esto” en vez de “eso” porque te refieras a algo que acabas de decir. La primera parte suena muy rara, yo la reorganizaría diciendo: “El niño sufrió, muy pronto, una rara afección en los pulmones, que nunca pudo ser…”
*”…Mundial. Se especializó…” “…profesional. El…” “…Charo. El…” Espacio tras el punto
*”destierro” y “quejío” con las comillas pegaditas.
*”en Ostrava supuso…”
*”dio” sin tilde
*”Pero, para el destino, Curro no tenía coartada”
*”…diario. Su derramamiento físico…”
*”mayo” ya que los meses son con minúsculas.
*”Como tributo a mi hermano, allá donde esté” Con mayúscula.
Todas las correcciones son en el ámbito formal, ya que la historia en sí, es original, transmites bien lo que querías decir, e introduces las palabras del reto sin problema. Es fácil sentir lástima por Curro, por lo que está bien llevado. Lo dicho, solo le faltaba una última revisión. ¡Espero leerte en próximos meses!
Si te apetece pasarte soy tu vecina de dos relatos más arriba
Josè maría
20/05/2019 a las 13:53
Hola Lizano.que comentarte está claro lo que apunta los compañeros,pero también es verdad que describes en tan pocas palabras la vida de un hermano hasta su muerte tan joven,es difícil hacer un homenaje a un ser querido. Como consuelo nos queda que no sabemos lo que hay tras la muerte quizás sea otra vida…
Laura
27/05/2019 a las 13:00
Hola Linzano.
Creo que lo que relatas es más adecuado para una historia con mayor desarrollo que tan sólo 750 palabras.
Concuerdo con quienes me preceden, y en el sentimiento por la pérdida, si es ese tu caso.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
ortzaize
29/05/2019 a las 14:48
hola
o tambien creo que sera para escribir un buen libro.
saludos.