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Hay que escuchar las dos campanas - por NoemiR.+18
« No tenía coartada, preverla es cosa de criminales, sólo ellos cuando realizan sus planes la tienen en cuenta. Yo soy decente, derecho como un palo. No, no tenía coartada».
La mujer que estaba en el piso agonizaba, sus ojos estaban todavía abiertos pero ya sin mirada. Hasta hacía más o menos una hora antes, Rita había sido una muchacha hermosa.
«Atractiva…deseable. No había más que mirarla y querer llevársela a la cama. Para que fuese mía, habría sido capaz de hacer cualquier cosa que hiciera falta».
Rita tenía un aire soñador que la volvía todavía más interesante; le gustaban la música, los atardeceres púrpura y las novelas románticas.
Él copiaba poesías de amor y se las mandaba diciendo que las había escrito para ella de propia mano. Porque la amaba. La llevaba a conciertos: de música clásica y de los otros, los populares, donde la gente se mata gritando. Detestaba todo ese ruido, la única música que él conocía era la de los avisos publicitarios. Estar con Rita era lo que le importaba y darse tono en su compañía, aunque los tímpanos se le reventaran. Era un león tenaz ese muchacho.
«A mí me gusta el fútbol, la tele, charlar con los muchachos y jugar a los últimos "games". Por ella lo dejé todo de lado, me colgué a internet para saber algo de las cosas que ella me hablaba y de las que yo, aunque disimulara, no entendía una palabra».
Él le regalaba libros de novela rosa, con héroes de grandes músculos y heroínas frágiles, ariscas y graciosas; juntos leían páginas de besos, lágrimas, encuentros y separaciones. Suspiraban al mismo tiempo y ella se convenció de haber encontrado su alma gemela, el príncipe anhelado subido a una moto. Por fin se emparejaron y alcanzaron la gloria. Ella deseaba morir en sus brazos, a él, que conseguía todo lo que había deseado, ni se le cruzaba por la cabeza tamaña gansada.
El calendario continuó su marcha, los meses pasaron.
«Bueno, a mi siempre me gustó ver las noticias en la tele; y una vez que ya vivíamos juntos no íbamos a seguir paseando como idiotas, a las seis de la tarde ».
Rita, la mujer despatarrada en un charco de sangre, parecía mirar algo pero en realidad ya no veía nada.
«Para leer, yo, las deportivas; ella que siguiera con sus baboserías. Yo nunca se lo impedi; a mí qué me importaba»
Rita no leía, los muertos son analfabetos, no pueden leer .
«¡Basta de ruidos!, me tenía loco, terminé tirándole los putos auriculares a la calle porque no soportaba que no me oyese cuando la llamaba. No lo quería entender la muy lerda ¡Se acabó el tiempo de la pavada! Ahora tranquilos y a joder cuando caiga!»
A Rita le quedaron entreabiertos los labios, en una sonrisa triste como de vaga nostalgia por la vida malgastada. Pero los muertos no se arrepienten; saben que llorar no sirve de nada.
«La primera bofetada se la di sin intención, lo juro; es que me había rebalsado. Uno también es humano, llega un momento en que ya no se aguanta. Después, bueno, se me fue la mano -lo reconozco- los nervios me traicionaron cuando me vino con aquello de que “Ya no podía más”, de que se iba y me dejaba ¡Pedazo de desgraciada!, como decía mi abuela: ¡¿adónde has de ir que más valgas?!»
Rita le sonríe a la muerte porque la vida le cortó las alas. Los muertos no ríen ni lloran ni sueñan con dulces abrazos. No hay medicina que cure un corazón destrozado.
«Por todo eso, cuando la policía ─llamada por los vecinos que oyeron el escándalo─ tiró la puerta abajo, yo no tenía coartada. Solo la tienen los criminales.»
Comentarios (6):
Pia Daría
16/05/2019 a las 23:04
Hola Noemi, eres mi primer relato, mi primera autora para comentar, o sea, que voy antes que tú en este listado, obvio ¿verdad? así que intentaré dejarte todas aquellas impresiones que he sacado de esta historia, ainss, que cuesta, cuesta leer, sobre todo, si eres mujer…
No sabía bien a que se refería el título, hasta que en la segunda lectura lo he intuido; creo que se refiere a esas dos voces “dos campanas”, podría ser la del protagonista masculino y la del narrador que da la mano a la protagonista femenina, casi habla por ella, porque me imagino que ella no puede hablar, ya no está viva. Muy bueno ese ritmo y el tono que va cogiendo el asesino. Es un tema muy difícil de contar y tú lo has logrado; el mensaje está claro para mi como lectora, con esas palabras adecuadas para ir provocando esa ira, esa rabia del hecho en si.Tal vez por destacar alguna cosilla, esas dos voces: narrador y protagonista al principio cuesta seguirlas, hay que leer despacio y seguir las comillas angulares para saber quién es quién. No soy muy experta así que no sabría como mejorarlo.
Otra aspecto que me ha gustado es abrir la historia y cerrarla igualmente, pero con distinta voz, primero la de él y cierras con la voz de ella. Aquí te aporta una sugerencia. El primer párrafo es potente, solo con terminarlo en decente, lo demás sobra, resulta excesiva la repetición.
No mucho más que aportarte, salvo algunas apreciaciones de puntuación, como la coma antes de pero o alguna cosilla con algún porque después de punto.
Felicidades Noemi, el tema es muy difícil de llevar para un relato y lo has hecho estupendamente. Un abrazo
John Doe
20/05/2019 a las 02:09
Hola, Noemi muy buen relato, engancha al lector gracias a que tiene buen ritmo y el tono adecuado, se logra percibir la voz y el carácter del personaje-narrador. El final es bueno y logra cerrar la trama. Algunas cosillas menores como: “habría sido capaz de hacer cualquier cosa que hiciera falta” creo que la última frase sobra un poco, también algunos problemas con la puntuación pero con una relectura te darás cuenta. Gran relato. Estoy en el #40 por si quieres pasarte por allá.
pajesur
20/05/2019 a las 22:08
Me he entretenido el relato. Algunas repeticiones deberían cambiar la frase o el verbo. Lo demás bien lo que te han comentados estos compañeros.
Continua con tu esfuerzo.
Laura
21/05/2019 a las 11:11
Hola Noemí.
Algunos detalles te han señalado, pero no desmerecen el relato.
Mi simple opinión: me ha encantado!!! Es magnífica la forma en que tu protagonista se quita la culpa.
Muy bien llevado desde la primera persona, ¡vaya reto!
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Raimundo Velazquez
25/05/2019 a las 05:10
Hola Noemi.
Los comentarios de los que me antecedieron sin duda alguna te ayuda a mejorar tu trabajo. Me gustó la manera de contarnos la historia. Muestras muy bien el perfil sicológico de ambos personajes. Felicidades.
ortzaize
29/05/2019 a las 14:29
hola me ha estremecido saber que el culpable no es culpable
que el psicologo tratara diariamente a personas con ese perfil.
¡que locura de vida!.
Las correcciones las dejo para los compañeros que saben muy bien aconsejar.
saludos.