<< Volver a la lista de textos
Misterio resuelto - por Ocitore
Web: http://plumalanza.blogspot.com
Se le había atrapado tres veces en el lugar del crimen. No tenía coartada. Era verdad, se podía demostrar que el hombre había sido sorprendido con las manos en la masa, incluso él mismo describía, con lujo de detalle, la forma en que se había llevado a cabo el asesinato, sin embargo un solo aspecto de esa historia demente obligaba al inspector a soltarlo. Era el hecho de que no había una sola huella dactilar de ese hombre y, por el contrario, el arma, el tirador de la puerta, el grifo del fregadero, algunas pisadas y hasta el olor penetrante a sándalo que llenaba la habitación pertenecían a otra persona.
—¿Cómo es posible que pase eso, inspector?—preguntó Paul, el ayudante del inspector Massieu.
—No lo sé, Paul. Es un gran misterio. Seguro que hay una explicación lógica, pero este hombre nos ha puesto en jaque. ¿Has interrogado a los testigos?
—Sí, inspector, las pocas personas que lo vieron dicen que entró al edificio a las once de la noche, que llevaba un capote negro con el cuello alzado y una gorra a cuadros. Aseguran que se escuchó un grito a las once y diez aproximadamente y luego alguien bajó o subió por las escaleras. Luego aparecimos nosotros.
—Es muy extraño todo esto Paul. Es la tercera vez que logramos pillar a este hombre, pero no tenemos manera de acusarlo por falta de pruebas. Tendremos que profundizar más en su vida privada, Paul, es posible que esté actuando con un cómplice.
—Sí, inspector, pero ese doble debe ser él mismo porque todos lo han reconocido y aseguran que es el único hombre que vieron antes de los homicidios.
—Bien, Paul, déjalo ir y luego le seguiremos como una sombra. Vaya a donde vaya y esté donde esté quiero que haya alguien vigilándolo con atención. Bueno, vámonos de aquí.
El inspector Andreu Massieu se fue a su casa a meditar. Antes pasó por un barrio en el que se encontró con un niño al cual le dio instrucciones y unos cuantos billetes. Paul llegó a su casa deshecho. Lo recibió su esposa y cenaron juntos. A la mañana siguiente ante su puerta se posó el señor Montesquieu y le pidió a Paul que dejara de enviarle espías, que había demostrado su inocencia y tenía derecho a gozar de su privacidad. Una hora más tarde Paul encontró al inspector Massieu mirando el calendario en la comisaría.
—Hoy es miércoles diecinueve, inspector, tenemos una cita en la facultad de medicina, ¿lo recuerda?
—Claro que lo recuerdo, Paul. Enseguida nos vamos.
—¿Sabe una cosa, inspector?
—No, Paul, dime de qué se trata.
—Pues que hoy por la mañana ha venido ese loco de Montesquieu a mi casa a decirme que deje de vigilarlo.
—Está bien Paul, le apartaremos a los policías que lo siguen y seguro que se confiará y nos llevará a descubrir a su cómplice.
—Genial, inspector, seguro que ya sabe cómo engatusarlo.
—Sí, Paul. En este mundo de la investigación hay que ser muy astuto.
Llegaron a una sala muy grande en la que el profesor Le Fonte apareció con su aspecto de sabio y comenzó a dar su lección. Paul y el inspector asistían a sus clases para comprender mejor el cuerpo humano e indagar sobre las causas de muerte por envenenamiento u otro motivo. El profesor se disculpó porque iba a exponer un tema diferente. Sus alumnos asintieron y él comenzó:
“Queridos amigos, anoche me sorprendió una pregunta sobre los aspectos hereditarios entre los mellizos y hubo una interrogante que me dio bastante risa, pues sabemos que en apariencia dos gemelos o dos mellizos tienen similitudes, sin embargo, cuáles son las diferencias entre ellos si el pelo, los ojos y el color de la piel son iguales. Me pregunté si tendrían los mismos lunares, las mismas verrugas o las huellas dactilares”.
Impulsado por una fuerza sobrenatural, el inspector se levantó, cogió del brazo a Paul y pidió que los llevaran en coche a la casa de Montesquieu. Lo vieron salir y cuando Paul dijo que lo siguieran, el inspector le ordenó que esperara unos minutos. Salió otro hombre con el mismo aspecto y el inspector dijo que lo siguieran. Llegaron a un edificio y subieron las escaleras sigilosamente, luego se encontraron con Montesquieu que llevaba las manos llenas de sangre. Al verlos opuso resistencia pero lo sometieron y se lo llevaron a la comisaría, le lavaron las manos y le tomaron las huellas digitales. El resultado fue sorprendente.
Comentarios (19):
Galia
17/05/2019 a las 13:48
Buenos días Ocitore: al principio el relato es de un desarrollo un poco lento pero muy buena la resolución. Bien llevados los diálogos.
Saludos.
Galia
Ocitore
17/05/2019 a las 15:45
Gracias, Galia, espero que te haya entretenido y emocionado un poco. Un abrazo fraternal.
A BERUMEN
17/05/2019 a las 16:29
Hola paisano. Como ya te había comentado, me parece muy bueno tu relato. La redacción, como siempre ya es costumbre en tí es excelente. Enhorabuena, Mucha suerte y un abrazo.
Kein V. Raad
17/05/2019 a las 17:00
Hola Ocitore,
El relato me gustó mucho, deja al lector con ganas de saber más acerca del inspector y Paul. Una relación bastante interesante entre ellos, por cierto. Todo un misterio increíblemente condensado en tan pocas palabras. En cuanto a lo formal, pues muy bien.
Saludos.
JUANA MEDINA
17/05/2019 a las 18:35
Hola Ocitore,
Un relato policial y de misterio con todas las de la ley.
Sobre todo en la primera parte el ritmo se hace un poco lento y con demasiadas aclaraciones.Por supuesto se trata de impresiones personales, nada más.
La historia es muy buena y los misterios con explicación científica para su resolución, suelen ser de lo mejor en la literatura policial.
Te felicito.
Ocitore
17/05/2019 a las 20:57
Muchas gracias por los comentarios. Ha sido un honor recibir sus visitas.Un fuerte abrazo
kirjanik Maya
17/05/2019 a las 21:18
Hola, Ocitore.
Buen relato, tienes una forma fluida de llevar la narración, algo que a veces me cuesta mucho.
Te dejo por acá unas sugerencias, que no le quitan para nada lo bueno a tu relato.
En los diálogos donde, inicia hablando Paul. Quien le responde es el inspector, siempre haciendo referencia al nombre del ayudante. Podrías dejar el dialogo sin esa referencia y no cambiaría mucho, por ejemplo:
—Hoy es miércoles diecinueve, inspector, tenemos una cita en la facultad de medicina, ¿lo recuerda?
—Claro que lo recuerdo. Enseguida nos vamos.
—¿Sabe una cosa, inspector?
—No, dime de qué se trata.
Claro que esto es cuestión de gustos, en un relato anterior no te pareció muy acertado esta sugerencia, pero te pido a titulo personal, modifiques todo tu relato con esta sugerencia y pidele a alguien que lo lea en voz alta (así como esta ahora y con esa modificación) es posible que notes alguna diferencia, o tal vez no.
Usaste 749 palabras, lo que te dejo al limite, te sugiero revises este párrafo:
El inspector Andreu Massieu se fue a su casa a meditar. Antes pasó por un barrio en el que se encontró con un niño al cual le dio instrucciones y unos cuantos billetes. Paul llegó a su casa deshecho. Lo recibió su esposa y cenaron juntos. A la mañana siguiente ante su puerta se posó el señor Montesquieu y le pidió a Paul que dejara de enviarle espías, que había demostrado su inocencia y tenía derecho a gozar de su privacidad. Una hora más tarde Paul encontró al inspector Massieu mirando el calendario en la comisaría.
A mi como lector me parece que no aporta nada significativo a la historia, creo que con esta referencia que viene después es suficiente:
—¿Sabe una cosa, inspector?
—No, Paul, dime de qué se trata.
—Pues que hoy por la mañana ha venido ese loco de Montesquieu a mi casa a decirme que deje de vigilarlo.
Con las palabras que te habrías ahorrado ahí, pudiste hacer el ultimo párrafo dialogado, para darle un cierre más dinámico, con un poco más de acción.
Son solo sugerencias, que no le restan al buen trabajo que hiciste, yo solo estoy por aquí aprendiendo, no soy experto en nada y menos en corrección. Igual en mi relato si lo lees seguro encontraras mucho mas por sugerir y corregir que en el tuyo.
Saludos y con gusto volveré, en el próximo taller a visitar tu relato.
Josè maría
18/05/2019 a las 12:04
Buen relato y como soy gemelo …un saludo
Ocitore
18/05/2019 a las 21:21
Kirjanik Maya, te agradezco mucho tus comentarios y el tiempo que has empleado para el análisis de mi texto. Un abrazo muy fuerte.
Beba
19/05/2019 a las 00:22
Hola, Ocitore: A mí me da la sensación de que el cuento se te “trabó” a mitad de camino Y buscando salidas te enredaste con la historia del niño y los billetes y la cena de Paul con su esposa. Finalmente, la solución al enigma me parece demasiado fácil para menester una clase magistral. Bueno. Está bien escrita. Un saludo.
Escritores Anónimos
19/05/2019 a las 08:19
Hola Ocitore!
Me ha tocado tu relato porque estoy dos o tres posicioncillas por encima, aunque he llegado ya con diez comentarios!!
En el aspecto formal del texto no tengo nada más que añadir, solo que me ha llamado la atención que en una intervención del inspector utilices hasta en dos ocasiones el vocativo “Paul”.
En mi caso el hecho de que la resolución sea “predecible” no es ningún problema, quiero decir, estamos tan acostumbrados a la sorpresa a la novedad que hay veces que no nos damos cuenta que, en ocasiones, lo mejor es ser realista. El hecho de que hayan ido a una clase magistral lo encuentro curioso, así nos presentas unos policías que, a pesar de ser una respuesta “fácil” lo del asesinato, no lo ven: son humanos también cometen errores.
Me ha dejado impresionada la facilidad que tienes para meter diálogos y todos correctamente escritos, volviendo de nuevo a parte narrativa sin problema.
Me ha gustado mucho, un abrazo
Ocitore
19/05/2019 a las 08:22
Hola, Beba, te agradezco mucho tu observación. Si recuerdas alguna de las historias de Watson sabrás que Holmes siempre se relacionaba con niños de la calle para que le pasaran información, es por eso que, gracias a un chivatazo, se entera de que hay dos asesinos, pero son gemelos. Un abrazo muy fuerte.
Sebas A
19/05/2019 a las 14:47
Hola Ocitore:
Me gustó mucho tu relato. Admiro tu capacidad para crear relatos creíbles y adecuados para tus personajes.
Saludos
Ocitore
19/05/2019 a las 17:00
Gracias, Sebas A, hago lo que puedo. Por desgracia, el trabajo me está quitando mucho tiempo y ya no le puedo dedicar a la escritura tantas horas como quisiera. En fin, me ha dado mucho gusto recibir tu visita. Un abrazo.
Baxin
19/05/2019 a las 18:51
Me encantan el género policiaco, y los diálogos son fluidos y naturales. Sin embargo, en mi opinión personal le sobra la escena donde cena junto a su esposa, pues no tiene relevancia con algún descubrimiento; y se pierde ritmo. 🙂 😛
Pia Daría
19/05/2019 a las 20:28
Hola Ocitore, un género complicado de escribir compañero y has conseguido hacer creíble cada escena, con un ritmo de película de Holmes, puf, genial esos dos gemelos haciendo de las suyas.
Ocitore
19/05/2019 a las 21:58
Baxin, lo de la cena es solo para la ambientación y evita tener que describir después que Paul estaba casado y que recibió por la mañana la visita del asesino. Se puede quitar, por supuesto, y no afecta en nada la historia. Un abrazo y suerte.
Linzano
21/05/2019 a las 17:04
Hola Ocitore:
Algo tarde, pero no por ello sin el debido interés, me dispongo a darte mi opinión.
Fluye convenientemente tu historia y se lee con facilidad.Dominas los diálogos y
dan ganas de seguir porque el ritmo es dinámico.
Muy buen relato, te felicito.
Ocitore
21/05/2019 a las 18:26
Gracias, Pia Diaria y Linzano por vuestras opiniones. Siempre vienen bien las palabras de aliento, sobre todo cuando estás en una fase de re-invención. Estoy tratando de organizar material para una novela, pero hay demasiadas cosas que tengo que estudiar y analizar. Un abrazo y suerte