<< Volver a la lista de textos
Guiso de Tiburón - por Rosa+18
Para el guiso de tiburón Margarita usó una cantidad catastrófica de ají, como le gustaba a su esposo, Pancho. Normalmente ella va a la cocina antes del amanecer y prepara los rellenos de las empanadas. Pero hoy pasó toda la mañana, desde muy temprano, esperando la llegada de los pescadores. Ellos muy amablemente le ofrecieron la mejor parte del tiburón. Era gigante, nadie dudaba de su capacidad de tragarse a una persona entera.
Mientras dejaba mermar el guiso Margarita puso a hacer el arroz para acompañarlo. Todavía tenía la misma sensación de estar flotando que tuvo al ver por primera vez a aquella criatura monstruosa. Al terminar de montar el arroz, revisó el guiso y corrigió la sal. Tenía ya tres días sin comer o trabajar, pero no importaba, la espera de ese regalo había valido la pena.
Cuando estuvo listo el guiso apagó la hornilla, puso la mesa y sacó el whisky. Había que celebrar. Sirvió dos platos y colocó la foto de su esposo al frente de uno. Al sentarse a la mesa suspiró, dejando entrar todos los aromas de la cocina. Probó el primer bocado y clavó sus dientes en la carne. Margarita no dejaba de imaginar como el tiburón se sentiría al comerse a Pancho. No pudo evitar sonreír mientras los ojos se le aguaban. “Esto quedó para chuparse los dedos”, dijo mientras engullía su plato.
Comentarios (7):
Mario Fernández
17/04/2019 a las 20:21
¡Qué buen relato! Me gusta el ritmo. He tenido que releer la frase “Todavía tenía la misma sensación…”, lo cual que me ha sacado un poco de la historia. Por lo demás, ¡buen trabajo!
Saludos,
Mario
VERONICA
18/04/2019 a las 12:49
Hola Rosa. Me gustó mucho el relato, una venganza sorprendente.
Con respecto a la escritura yo corregiría el tiempo verbal en este fragmento:
“Normalmente ella va a la cocina antes del amanecer y prepara los rellenos de las empanadas. Pero hoy pasó toda la mañana, desde muy temprano, esperando la llegada de los pescadores. Ellos muy amablemente le ofrecieron la mejor parte del tiburón.”
Y lo escribiría así:
“Normalmente ella iba a la cocina antes del amanecer y preparaba los rellenos de las empanadas. Pero hoy había pasado toda la mañana, desde muy temprano, esperando la llegada de los pescadores. Ellos muy amablemente le habían ofrecido la mejor parte del tiburón.”
Saludos
Josè maría
18/04/2019 a las 19:56
Hola Rosa buen relato pero lo veo como una enfermedad psicológica lo de comer tiburones al soportar la perdida de su marido por lo demás dejo a los compañeros que te corrigen como hacen ya algunos.Un saludo y mi relato es el 43
Baxin
19/04/2019 a las 01:58
Coincido con Verónica, en cuanto al tiempo en que está redactado, la mezcla de tiempos hace que uno se pierda un poco. Por lo demás, me encantó 🙂
Beba
21/04/2019 a las 23:33
Buenísimo, Rosa. No sé cómo se te ocurrió una idea tan poderosa y cómo tuviste habilidad para reservarnos la sorpresa final. Excelente.
Noemi
23/04/2019 a las 19:49
Hola Rosa,fantástico el relato con la última vuelta de tuerca y su equilibrio perfecto. Lo único yo acortaría las frases para aumentar la tensión pero ésta es solo una opinión personal.La trama en sí es un modelo de humor negro.Espero volver leerte.
Un saludo
#61
Dama de Bailalunas
29/04/2019 a las 15:40
Hola Rosa,
Tu relato me ha creado tensión mientras lo leía. Y el final ha sido muy sorprendente.
Me ha gustado mucho.