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Juego terminado - por María Rama
En el silencio de la noche, sólo se escuchaba el golpeteo de sus dedos sobre el teclado. La luz azul suave de la pantalla de la computadora, iluminaba apenas la cocina. Mariana no quería encender otras luces, para no incomodar al resto de los habitantes de la casa, que sí dormía.
La diadema de margaritas plásticas que traía del festejo de cumpleaños de su amiga Inara, comenzó a fastidiarla, pero no atinaba a quitársela, porque el juego la tenía totalmente atrapada y estaba en el momento de mayor tensión. Entonces el tiburón alcanzaba al hombrecito, lo deglutía, acabando con su tercera vida, la última que le quedaba.
¡No podía creerlo! ¡Los chicos se burlarían de su ineptitud, de su falta de destreza! ¡Cuántas horas más debería practicar y cómo haría para que su madre no lo notara! Ella no aprobaba que pasara tantas horas dedicada a esos juegos, ni frente a la pantalla. No era hora de pensar alguna estrategia. Estaba agotada y necesitaba dormir. Hasta el lunes contaba con tiempo para ejercitar y adquirir habilidad. Logró dormirse de inmediato, tal era el cansancio que tenía. Pero su sueño no fue tranquilo.
Comenzaba saltando en un campo de margaritas. ¡Cómo las del patio de la abuela Mecha! ¡Cómo las de la diadema! De pronto aparecía su perro muy asustado, le pedía ayuda y le entregaba una lanza, seguía corriendo en dirección apuesta a la que llevaba Mariana y la dejaba sola. La niña lo seguía con la mirada y al darse vuelta, aparecía el tiburón, saltaba sobre ella y se despertaba sobresaltada. Pero volvía a dormirse. La pesadilla se repitió y volvió a despertar en el mismo momento en que era atacada. Ya era casi de día y se tapó hasta la cabeza para poder volver a dormir. Y así sucedió y otra vez, en tercera oportunidad soñó la disparatada escena, sólo que esta vez, al recibir la arremetida del escualo, lo atravesó con la lanza.
–¡ Justo a tiempo!–, gritó al sentarse ya despierta en su cama.
Comentarios (7):
Galia
17/04/2019 a las 20:52
Hola Carmen: muy bueno tu cuento contextualzado con la adicción que sufren los chicos frente a los juegos. Me gustó el final, logró dar vuelta el destino.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia
El chaval
24/04/2019 a las 09:50
Hola Carmen Rama
es el peligro de la adicción de los juegos, como cualquier otro que te absorven hasta no dejarte descansar. En cualquier caso has plasmado una historia y suerte de que no te comió el tiburón.
Adelante, y hasta el próximo (52)
Mario Fernández
24/04/2019 a las 17:57
Hola, Carmen.
Me ha gustado mucho tu relato. Buen trabajo.
Respecto a la forma, en algunos casos has utilizado una coma para separar el sujeto del predicado. Pero esos detalles con otra vuelta al relato se solucionan rápido.
¡Buen trabajo!
Mario
Mario Fernández
24/04/2019 a las 17:59
Perdón por mi errata.
María. No Carmen.
Lavanda
24/04/2019 a las 21:28
Hola María!
Tu relato me mantuvo atenta.
Una escena bien lograda con los niños como protagonista aficionados a estos juegos.
Muy actual para el momento.
Al final logro cazarlo aunque sea un sueño.
Felicitaciones!
Laura
27/04/2019 a las 23:26
Hola Carmen.
Buen relato, breve pero conciso.Muy buena inserción del tiburón.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.
Carmen Ramarama
28/04/2019 a las 19:16
Muchas gracias a todos por acercarse a mi relato y comentarlo.
Trato de tener en cuenta todos los aportes.
Hasta la próxima