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Supervivencia - por wbeckyR.

No se sabe cuándo ni cómo pasó, pero “ellos” aparecieron. Quizás, siempre estuvieron entre nosotros acechando en la oscuridad a la espera de una oportunidad, o quizás, fuera el resultado de una caprichosa evolución de la naturaleza, nadie lo sabe, lo que sí es cierto, es que tras su aparición, el mundo cambió para siempre.

Las noches se volvieron infiernos y los días una angustiosa carrera en busca de comida y un lugar donde cobijarse. No existía un mañana, el mundo se reducía a sobrevivir y el futuro no solía ir más allá de las siguientes 24 horas. Aquel que soñará en un mañana mejor era un iluso que terminaba muerto.

A “ellos” les apodaron Los Tiburones. Su aspecto humanoide de piel oscura azulada les permitía camuflarse por la noche. Eran ágiles y fuertes y estaban especialmente adaptados para nadar y respirar bajo el agua, aunque también podían correr y respirar en el exterior. Por ello, al poco tiempo de su aparición se corrió el rumor de que su existencia se remontaba a los dinosaurios, una especie humanoide que había tenido que recluirse a vivir a la profundidad de los océanos tras la caída del meteorito que terminó con su extinción. Esa era la única explicación plausible para justificar su único punto débil: sus ojos. Tanto tiempo viviendo a oscuras había provocado que fueran especialmente sensibles a la luz solar y por ese motivo era muy extraño verles durante el día.

Al principio hubo solidaridad, todo el mundo ayudaba a protegerse. Pasado un tiempo, el poder de los Tiburones aumentó, la solidaridad se perdió y la verdadera naturaleza humana afloró.

Se construyeron refugios en edificios públicos: las Cocinas las llamaron por el inmenso calor que hacía siempre dentro. Pasábamos las noches encerrados escuchando como los menos afortunados caían en sus sanguinarias fauces. Al poco tiempo, los gobiernos fueron corrompidos y las Cocinas pasaron a controlarse por milicias locales sin escrúpulos. Solo aquellos que podían pagar podían protegerse.

Los recursos empezaron a escasear, el dinero era papel mojado, solo las cosas tenían valor y el coste de poder descansar en una Cocina empezó a duplicarse. Primero cada mes, después cada semana y finalmente el precio aumentaba cada noche. La supervivencia se convirtió en la nueva burbuja inmobiliaria.

Los Tiburones eran seres sanguinarios. Su agresividad y su poca compasión mermó nuestra población en pocos meses. Solo éramos carne de presa y nos cazaban sin compasión, incluso crearon granjas donde los pobres desgraciados que no habían muerto en sus fatídicas cacerías, vivían hacinados en espera de ser sacrificados, despedazados y empaquetados para su distribución.

Finalmente llegó El Gran Pacto y algo parecido a un equilibrio se estableció. Nos necesitaban para subsistir y estaban aniquilando la especie, así que unos pocas élites elegidas a dedo controlarían a la población para asegurar su banco de alimentos. Cualquier delito por insignificante que fuera seria castigado con la reclusión en las Granjas, con lo que eso conllevaba, y una vez al año deberían sacrificar a 100 jóvenes de 18 años recién cumplidos para un rito de iniciación de los Tiburones.

Y así era desde hacía tantos años que ya había perdido la cuenta. Una vez al año se celebraba La Primavera del Sacrificio coincidiendo con la propia estación. Una preciosa ceremonia repleta de Margaritas como símbolo de inocencia y pureza que rememoraban aquel Gran Pacto. Se elegían a los 100 jóvenes inocentes que que serian cazados sin compasión por los Tiburones más jóvenes como rito de iniciación a su madurez.

Un alto precio a pagar por la supervivencia de la especie

Comentarios (5):

Mario Fernández

17/04/2019 a las 19:59

Hola, Wbecky:

Me encanta la atmósfera que transmite tu relato. Me gusta la idea general y como explicas la degeneración de la sociedad ante el nuevo orden.

En el último párrafo (“Y así era…”), la historia me pide un cambio de tiempo de narración. De pasado a presente. Me explico:

Has puesto en escena una situación desesperada y aterradora. Has narrado los acontecimientos desde la aparición de los Tiburones hasta que se llega a una “estabilidad” con el Gran Pacto.
Y este último párrafo yo lo hubiese escrito en presente (narrando la ceremonia como si estuviese ocurriendo en este momento, por ejemplo). Pienso que el golpe final del relato sería más contundente.

Espero haber sido de ayuda.

¡Saludos!

Mario

Laura

18/04/2019 a las 12:05

Hola wbecky.
Tu relato me resultó atrapante. Muy buena la explicación de los Tiburones.
Me resulta apabullante la cantidad de veces que utilizas la palabra Tiburones. Tal vez se le puede buscar otra forma para nombrarlos menos veces reorganizando los párrafos.
¿Por qué son protegidos al principio? Más con ese aspecto algo peligrosito, pero puede ser sólo cuestión mía.
¿Y el calor de las Cocinas? ¿Cuál es su causa para ser aceptado sin más?
En síntesis, la historia está muy buena, pero creo que merece una extensión mayor para desarrollarlo adecuadamente.
Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.

VERONICA

20/04/2019 a las 12:41

Hola. me pareció muy interesante tu relato, pienso como dice Laura que la historia está para una extensión mayor.
Saludos

wbecky

23/04/2019 a las 12:50

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios

@Mario Fernández Interesante propuesta. Sería un buen punto, no lo había pensado pero es verdad que ganaría fuerza. Gracias

@Laura @Veronica. Tenéis razón. En realidad, me emocioné escribiendo y el relato resultó un poco más largo de lo que debía, así que recorté y algunas cosas quedaron en el tintero.

Auxi Morata Alegre

30/04/2019 a las 13:19

Hola Wbecky,

Primero, muchas gracias por tu comentario y siento no haber podido devolvértelo antes, este mes ha sido un auténtico caos.
Segundo, me ha gustado muchísimo tu relato y me ha recordado a una buena serie llamada “Falling Skies” te la recomiendo si te gusta este tema :), coincido con Mario, es último golpe de efecto en presente habría funcionado mucho mejor, el relato cae un poco en la monotonía.

Muy buen trabajo!
Un beso! Nos leemos!

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