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Leyenda - por Carlos G Esteban

Web: http://barrenau.blogspot.com

El hombre se transformó en leyenda. A su muerte, la vida que antes calificaban de ordinaria pasó a ser una aventura repleta de acontecimientos épicos. Sus escritos, carentes de éxito tanto a nivel comercial como social, encontraron hueco en las revistas y publicaciones que tantas veces le habían rechazado. Por toda la ciudad, se presumía de cualquier contacto, por casual que hubiese sido, con su persona. Los camareros contaban las copas que le habían servido. Los bibliotecarios, los libros que le habían prestado. Incluso sus enemigos se jactaban de habérsele opuesto, elogiando su figura humana para atacar después sus ideas como siempre habían hecho.

Su hija, que hasta entonces había combinado varios microtrabajos y sufrido jornadas tan largas como absurdamente distribuidas, pasó a administrar una fortuna de derechos de autor, entrevistas en exclusiva y costosos regalos de empresarios que buscaban su favor. Se mudó al barrio bueno de su ciudad. Cambió colarse en el metro por dejar propina en los taxis. El bocadillo de supermercado comido en un banco por los platos de nouvelle cuisine de los restaurantes de moda.

De plató en plató, fue contando cómo su padre había escrito tal o cual libro. Los viajes que habían realizado juntos, adornados por pequeños detalles familiares, enternecían al gran público que buscaba conexiones que uniesen su aburrida vida de calientasofás con la de aquel mito cultural. Las lágrimas solían hacer acto de presencia cuando denunciaba la soledad y falta de reconocimiento que había sufrido en vida. El presentador de turno le acercaba el pañuelo con la lentitud precisa para que la cámara retratase bien el húmedo surco que llevaba del lagrimal a la barbilla. Se hacía entonces un silencio solamente roto por los lloros y la música que el técnico hacía sonar para conmover al espectador. Una vez conseguido el efecto deseado, el ritmo de la entrevista giraba completamente hacía una serie de agradecimientos a los lectores, editores y medios de comunicación que, ahora sí, habían dado a su padre la dimensión que merecía.

Visto con el tiempo, tal vez haber contratado un gestor para su patrimonio fue su primer error. Quizás el final era irremediable, pero fue aquel el primer escándalo que le salpicó. La fundación que había creado para difundir su obra y su nombre estaba implicada en un caso de blanqueo de dinero. Ella se enteró bajando del avión que le traía de un viaje por las mejores playas del Pacífico. Se maldijo cada noche por no haber estado al tanto de los tejemanejes de sus contables. Por haber dejado su herencia en manos de burócratas y abogados. Muy pocos creyeron en su inocencia.

La prensa comenzó a seguir sus pasos, a buscar otros asuntos sucios que hubiese podido tener. Parejas pasadas, antiguos compañeros de trabajo, estudiantes que habían compartido aula con ella… formaron un elenco que llenaba horas de emisión con cualquier anécdota que la dejase en mal lugar.

Culpándose por lo que pasaba, se refugió en la extensa área que ocupaba su casa en la sierra. Solo un pequeño grupo de personas de confianza la visitaron en los días que precedieron al comienzo del fin del sueño que había vivido. En aquella mansión rodeada de uno de los mejores encinares de la zona, vio cómo surgió la primera mancha en el expediente de su padre. Una tontería. Una simpleza. Un ligero resbalón en la trayectoria vital de cualquier persona, devino en imperdonable error de una vida hasta entonces inmaculada.

De todo el resto de truculentas historias que fueron apareciendo desde aquel momento, su hija no tenía ni noción. Algunas tenían cierto grado de verosimilitud. Otras parecían sacadas de los programas de conspiraciones que se emitían por la radio de madrugada. En cualquier caso, el nombre de su padre fue arrastrado por el lodo en toda emisora, cadena y página web. Sus libros dejaron paso en las estanterías de las librerías a los del nuevo gurú de masas que algún ente invisible había designado. Los caros abogados que le habían salvado de la cárcel no pudieron librarle del escarnio contra ella y su ahora odiado progenitor.

La vida de su padre pasó a ser simple e incluso sucia. Su obra literaria, calificada de menor y desautorizada por la crítica. Todos los que habían tenido algún contacto con él, lo negaban completamente. Solo sus enemigos siguieron sosteniendo el vínculo que compartían, con la autoridad que les otorgaba haber visto antes que nadie el mal que parecía haber escondido. Y así, la leyenda volvió a transformarse en hombre.

Comentarios (4):

John Doe

16/03/2019 a las 22:28

El ocaso de un efímero ídolo de barro. Buen relato. Bien escrito y con buen ritmo y tono.

Soy tu vecino de arriba por si quieres pasar. Éxitos.

Sergiodammerung

19/03/2019 a las 18:31

Me recuerda a la vida de ciertos políticos, de ciertos Icaros que han volado muy cerca del sol y se han quemado, personajes que vemos a diario en los telediarios, surgidos de las múltiples tramas de corrupción que lacran nuestro país. Respecto a la forma de escribir, me parece que escribes bien, aunque un poco “periodísticamente” hablando. No sé, es solo mi impresión. En cualquier caso, me ha entretenido. Saludos.

K. Marce

23/03/2019 a las 01:44

Saludos, Carlos

Creo que es primera vez que leo algo tuyo. Te comento que siempre me gusta profundizar en las mejoras que tiene un texto, empiezo con ellas y termino con mi opinión personal.

*Se ha cuidado la ortografía, lo que se agradece.
*Existe repetición de palabras en el largo del relato. Se recomienda evitarlas, máxime cuando están muy cercanas en la misma oración o párrafo, sobre todo en espacios tan cortos en extensión porque se vuelven notorias.
Te marco las que he encontrado.
como (3), habían (8), padre (5), hacía (3), para (5), primer/a (3), y (12)
>> Para que veas la ubicación de las mismas puedes buscarlas con el F3. La corrección que se sugiere es eliminar las palabras repetidas innecesarias, buscar un sinónimo o cambiar la frase. Con respecto a las “y”, aunque son conectores, se han usado un buen número de ellas. Por lo que a mí me resaltaron. Se puede modificar la frase, también si la misma se entiende sin la Y, puede eliminarse.
*los platos de nouvelle cuisine >> los platos de “nouvelle cuisine” – las palabras extranjeras se deben marcar siempre en cursiva. Este formato no lo permite, por lo que debe dejar entre comillas.
*vida de calientasofás >> vida de calienta sofás
*Frases largas: Se recomienda que una oración no supere las veinte palabras. Te marco una:
> Su hija, que hasta entonces había combinado varios microtrabajos y sufrido jornadas tan largas como absurdamente distribuidas, pasó a administrar una fortuna de derechos de autor, entrevistas en exclusiva y costosos regalos de empresarios que buscaban su favor. (tiene treinta y siete palabras).
Esto se corrije en la lectura a voz alta. Una muy extensa, no solo hace perder el aliento al lector, sino su capacidad de interpretación; por lo que puede volverse confuso o no retener la información de manera más eficaz. Como sugerencia:
>> Su hija quien había sufrido explotación laboral en microtrabajos; paso a ser su albacea. Administraba su fortuna por derechos de autor, las entrevistas en exclusiva y los costosos regalos de empresarios que buscaban su favor.
*Como expresó Sergiodammerung, el relato tiene mucha sonoridad periodística. Si bien el narrador omnisciente no puede ser emotivo, no nos acercó lo suficiente a los personajes. Carecemos de información adicional sobre las emociones propias de las frustración del padre, o la hija después para sostener su legado. Esto me hizo no sentir mucha empatía con la historia. Quizá el relato requería un narrador en primera persona, en este caso la hija.

El relato tiene ese sabor agridulce propias de las personas que superan las adversidades, alcanzan sus metas, para terminar perdiéndolo todo. No sé hasta qué punto se puede “culpar” al autor de lo acontecido, ya que él ya había muerto antes de alcanzar el éxito. Por ende, era inocente del caso de corrupción en la organización fundadada por su hija. Aunque dice un refrán, del arbol caído todos sacan leña.

En resumen me ha gustado tu forma de escribir en cuanto al contenido. Me hubiera gustado mucho más si fuera con otro narrador como te expresé, para no sentir esa distancia entre la historia y mi persona como lectora. Aunque la historia es solo tuya, a mi criterio quien podría sufrir todas las consecuencias de lo ocurrido es la hija, aun siendo inocente, como pago por su ingenuidad. Más no su padre, porque él escribió, fue ignorado y luego alabado después de su muerte. Ya suficiente tuvo que morir sin saborear el éxito, para que después de muerto también se le apedreara.
Espero volver a leer algo tuyo, creo que vas a sosprenderme. Ha sido un placer.
¡Nos leemos!

PD: Yo no participé este mes.

María Jesús

28/03/2019 a las 12:19

Hola Carlos: A mi me ha parecido un relato extraordinario, muy bien contado y estructurado. Perfectamente verosímil, por otro lado. He leído con interés de principio a fin la historia del hombre que se convirtió en leyenda y que luego cayó en desgracia ambas cosas después de muerto. Me ha gustado mucho.
Saludos desde el 114.

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