Literautas - Tu escuela de escritura

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Transformación - por Chus Galego

“El hombre se transformó en recuerdo y el aire recuperó su aliento”. Lola Grecia terminó de escribir el verso en su libreta de anillas y llevó su mirada hacia el reloj de la cocina. Era ya la hora de calentar la sopa y de preparar los bocadillos. Todos los martes, al llegar del entrenamiento, sus hijos y su marido cenaban de bocadillo. La sopa era para ella, que prefería algo ligero. Guardó la libreta en un cajón y, con este acto mínimo y mecánico, la Lola Grecia de los versos se difuminaba entre el cucharón para el caldo y las cerillas, se perdía entre embutidos y panes procesados y desaparecía como si nada con el posado danzante del mantel sobre la mesa. Ahora solo existía, ojeras en ristre, la rapidez malhumorada de Marijose.

La familia abrió la puerta del día invernal y una bocanada de sudor y hojas de eucalipto se coló por el pasillo y se quedó allí un buen rato confusa y desubicada. Marijose apuntó mentalmente “confusa y desubicada como hoja de eucalipto en el pasillo” mientras repartía calzoncillos y ponía vasos y servilletas sin olvidarse de encender el televisor. Mientras abría la ventana y pasaba la fregona al suelo del baño vio su reflejo en el espejo agrietado por el vaho. ¿Qué había pensado de las hojas de eucalipto? Cuando Lola Grecia desaparecía se llevaba con ella la capacidad de retener los versos. Cerró los ojos culpándose de no tener la libreta de anillas cerca, de permitir que Lola Grecia se la llevara. Comprimió su desazón mientras aplastaba la botella de agua vacía, recogía las migas del mantel, ponía en su lugar el mando de la tele, cerraba persianas, limpiaba botas, recordaba el lavado inexcusable de dientes, prometía ir a la cama cuanto antes.

Sobre la mesa, la sopa fría la observaba con desgana. Marijose le devolvió la mirada. Lola Grecia era una hoja de eucalipto que se perdía en la lejanía.

Comentarios (9):

pajesur

16/03/2019 a las 21:12

El segundo párrafo es algo confuso, hay repeticiones. Se leerá en voz alta y señalar lo que no está claro.
Adelante.

JaimeM

17/03/2019 a las 13:52

Hola, Chus Galego:

¡Me ha encantado! Muy sugerente y bien escrito. La frase inicial con la que abres el relato es maravillosa. Creo que la dualidad Marijose/Lola Grecia está muy bien llevada y no me resultó confuso en absoluto.

Nos leemos, ¡un saludo!

paola

17/03/2019 a las 23:08

Hola Chus
Buen relato, original y bien escrito.
Estoy de acuerdo con Jaime.

Es sensible, quizás demasiado,me gustaría verla hacer saltar la sopa por los aires y dedicarse a las hojas de eucalipto.
Saludos y
Enhorabuena

Cassia

18/03/2019 a las 18:58

Suscribo lo dicho por JaimeM. Me ha gustado mucho la dualidad poetisa/ama de casa. Un saludo

Anaisa

20/03/2019 a las 00:43

Qué bien, Chus. En el fondo todos (y por desgracia, especialmente las mujeres) podemos identificarnos con tu protagonista. Los sueños se nos escapan porque el trabajo y las rutinas familiares nos quitan debasiado tiempo. Enhorabuena.

M.L.Plaza

20/03/2019 a las 22:13

Hola Chus.
Precioso el relato de este mes.
Me ha encantado la primera frase y no tanto la última, que se me ha quedado corta. Esperaba algo del tipo Marijose era la sopa fría que se queda y Lola Grecia la hoja de eucalipto que se va. Algo que las una.
No te lo tomes a mal. Seguro que tú tienes una idea muy clara de la escena, pero yo alucino con Marijose repartiendo calzoncillos según va entrando el personal en casa.
Lo de espejo agrietado por el vaho me ha sonado rarísimo. Culpándose por.
Espero no haber sido muy destructiva porque me ha encantado leer tu relato.
Saludos

Baxin

22/03/2019 a las 01:39

Pude ver, al ir leyendo la prisa de la protagonista, hasta me cansé de tantos quehaceres. Me fascinó la primera frase. 🙂

Laura

22/03/2019 a las 11:30

Hola Chus Galego.
Me ha encantado tu relato, muy visual.
Muy bien inserta la primera frase, la obligatoria.
No conocía la expresión de la hoja de eucalipto, pero se entiende por contexto.

Mis saludos.
Hasta la próxima propuesta.

MOT

24/03/2019 a las 18:57

Hola Chus.
¡Clap Clap Clap! Un verdadero aplauso…
Me ha encantado. Breve pero intensa… Emotiva pero no triste… Desgarradoramente, injustamente real (esto ya no debería de suceder en ninguna familia, tan avanzado el siglo XXI, pero por desgracia sigue siendo demasiado común). Grandísima crítica, sutilmente plasmada, del tan odiado y despreciable machismo que nos rodea (o al menos a mí me ha dado esa impresión). Ha sido lo que me ha impactado, no sé si era tu intención.
Con tu permiso, y es solo una idea que me ha venido a la cabeza sin poder evitarlo cuando he acabado de leer tu relato, me gustaría mostrarte otro final. Solo a título de otra posible alternativa. Me explico:
Ya que en el texto has usado tan acertadamente y de manera magistral la frase “confusa y desubicada como hoja de eucalipto en el pasillo”, quizás podría quedar bien acabar con ella, así:

“… Lola Grecia era una hoja de eucalipto en el pasillo.”

Y es que a mí me ha dado esa sensación. He “visto” a Marijose mirando la sopa fría, y, a parte de con desgana, la he “visto” también confusa y desubicada. O al menos, conmigo has logrado que fuese así.
He disfrutado y te doy la ENHORABUENA con mayúsculas.
Por cierto, gracias por pasarte por mi texto.
Recibe un cordial saludo.

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