Literautas - Tu escuela de escritura

<< Volver a la lista de textos

La ofensa - por DoralúR.

Sola en aquella habitación, Ana espera una llamada. Agobiada, hundida en un sillón ha revisado el celular compulsivamente durante casi una hora. Ya a punto de llorar, lo deja a un lado y va hacia el ventanal. No ve el paisaje, permanece sumida en negros pensamientos, mientras tanto, sus uñas comienzan a desaparecer bajo los dientes. Estas meditaciones la llevan a imaginar la peor de las situaciones para su amigo el Rey Morati, un gorila que ha estudiado por varios años y enseñado el lenguaje de signos. Sabe que está en gran peligro, ha salido de la reservación debido a un supuesto descuido de uno de los cuidadores.
—¡Maldito teléfono! ¡Suena! —grita Ana impaciente mientras agita con furia ambas manos y gira hacia donde se encuentra el celular.
Súbitamente, repica el teléfono. Ana, sorprendida, corre hacia él y con manos temblorosas contesta:
—¿Lo tienes?
—Lo tenemos. El Rey estaba asustado, agresivo. Tuvimos que sedarlo para poder trasladarlo. Vente al almacén, está herido.
Ana, frunce el ceño y con premura echa mano a su bolso y continúa dando vueltas por la habitación buscando las llaves del carro. —¿Qué tan grave es la herida?
—Aparentemente no es grave pero le dificulta la marcha. Lo sabremos en quirófano, por lo pronto, ya paramos el sangrado. —así responde Andrés, el cirujano de la reservación.
Ana, por fin consigue las llaves y mientras sale con premura dice: —Llego en quince minutos.
Una vez fuera, respira con profundidad el aire del atardecer y contiene sus ganas de gritar y maldecir. Le es difícil controlar sus pensamientos cada vez más sombríos: “¿Serán los cazadores furtivos quienes sobornaron al cuidador para que facilitara su salida? ¿Lo quieren para convertirlo en trofeo y sus fuertes manos convertirlas en ceniceros? ¡Que horror! ¡Eso es una ofensa para él y su especie!”
De solo pensar en esas atrocidades sus lágrimas emergen cual manantial y perturban la visión del camino. Ana para evitar un contratiempo, haciendo uso de su fuerza de voluntad dice en voz alta: —Concéntrate, concéntrate o tendrás un accidente. Debes llegar para apoyar a tu amigo.
Ya en el almacén que funciona como quirófano, corre hacia El Rey. Éste, al sentir su presencia voltea con lentitud la cabeza hacia ella. Ana con mucha dulzura le acaricia la frente y lo arrulla con una canción de cuna. Percibe que sus ojos siempre brillantes y atentos muestran una mirada extraviada, como si una niebla se hubiese instalado en su psiquis.
—Mi gran amigo, Andrés me informó que pronto te llevarán a quirófano para revisar bien y limpiar a profundidad la herida. No te preocupes, todo va a estar bien.
Morati, moviendo los brazos intenta decir algo, pero sus procesos mentales lentos y dispersos dificultan que se entienda el mensaje.
—Quédate tranquilo. Pronto se pasarán los efectos de la sedación. —le dice Ana mientras roza suavemente su lomo plateado—. ¿Quieres que Maigua te acompañe unos días? ¿Es eso lo que quieres decir? ¡Ah! ¿Quieres que te consientan?
Morati la mira con detenimiento y asiente con la cabeza.
—¡Ja, ja, ja! ¡Sinvergüenza! ¡Imposible no consentirte! Te lo has ganado.
El Rey merece el respeto y la consideración de todos por ser un digno representante de su especie: Inteligente, dócil y sociable. Con sus casi 200 kilos y su gran tamaño es como un niño pequeño descubriendo el mundo de los humanos.

Comentarios (8):

Laura

16/02/2019 a las 22:17

Hola Doralù.
Gran protesta contra la caza de animales. Mis felicitaciones.
Me ha encantado el mensaje final, donde muestras que los animales no son tan diferentes de nosotros, tienen sentimientos, y mucho mejores que muchos de nosotros.

Mis saludos.

Galia

16/02/2019 a las 22:45

Hola Doralú: como dice Laura haz realizado un alegato en defensa de los animales. La gran ofensa es el hombre que se devora a sí mismo y destruye lo que tiene alrededorpero personas como tú contribuyen a que esa ofensa mute en defensa.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia.

IreneR

17/02/2019 a las 09:09

Buenas, Doralú.

Me ha gustado tu relato. Nos has sabido transmitir la ansiedad y temor que la protagonista siente por el Rey, buen trabajo.
Aunque la palabra “ofensa” me ha resultado que quedaba un poco forzada.

Nos leemos.

Un saludo.

Jose Luis

17/02/2019 a las 19:00

Hola
Me toca hacer un comentario a tu relato
A pesar de que está bastante logrado y bien escrito, con ese mensaje tan ecológico a flor de piel, creo que al relato le falta un final, o por lo menos, un final diferente. El actual me deja un poco frío, como si dejara cosas en el aire por ser dichas.
El relato se resume fácilmente: una persona recibe una llamada para acudir a un lugar donde un gorila está sedado y herido. Ella llega allí y… ya está.
Lo que quiero decir es que la trama, según pienso, tiene poca chicha y el conflicto es más bien un alegato ecológico, un llamamiento a despertar sentimientos de compasión en el lector hacia el personaje del gorila.
Esa es mi opinión, aunque puedo estar equivocado.
Un saludo

Pepe

18/02/2019 a las 23:57

Hola Doralú,

Magnífico relato, está muy bien contado, me gusta mucho la retórica que has usado, y has creado, también, unos personajes muy bien dibujados y perfectamente presentados y eso hace que te identifiques de lleno en los sentimientos de la prota.
Quizá pierde algo de fuerza mientras avanza; coincido con Jose luís: construyes muy bien la trama, pero se termina, para mí (y culpables las 750 dichosas), un poco como “de pronto”.
No obstante es sólo una opinión para que, de alguna manera, pueda sumar algo, ya que el relato en sí me parece muy bueno.
Nos leemos

El chaval

19/02/2019 a las 17:31

Hola Doralú
Cuánta sensibilidad demuestras a una ser que no solemos tener la atención que se merecen.¡Nosotros somos superiores!decimos con jactancia, pero ves que también necesitan cariño y amor.
Gran relato que no necesita más espacio.
Gracias por pasarte por mi texto, siempre tan amable, dando consejos para mejorar.
Un abrazo.

Ismael Tomas Perez

20/02/2019 a las 16:48

Hola Doralu
Gracias por pasarte por mi relato. Por supuesto que no me molestan tus comentarios, todo lo contrario, aquí estamos para aprender. Respecto al tuyo me ha gustado bastante, aunque coincido con la opinión de Jose Luis, le falta “chicha”. Para mi gusto esta historia es muy simple aunque también pienso que has tenido que recortar por el limite de palabras. Por lo demás, estupendo, Felicidades
Un saludo

Netogonzo

22/02/2019 a las 21:53

Hola Doralú,

En tu texto encuentro un lindo mensaje. La escena que nos muestras es corta pero transmite correctamente las emociones de los personajes, a mi me ha gustado.

Saludos,

Deja un comentario:

Tu dirección de correo no se publicará. Los campos obligatorios aparecen marcados *