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La Ofensa - por Don KendallR.
—¿Quién está de guardia hoy?
—Venancio el Topu.
—…
—Lo ascendieron a sargento —dijo la monja, intentando apartar la mano del cabo Melgares moviéndose bajo la falda del hábito—. No debes hacer eso.
—¡Ah¿No?! Mano fuera, ya está.
—Bueno, un poco más y se acabó.
—Vale, tienes que hacerme un favor. Dentro de un momento, cuando estés lista, irás a buscar tu misal. Llegó la hora de ponerse en marcha.
—¿Qué hago con el nuevo capellán? Me mira de un modo que mete miedo. Ya me invitó a confesar varias veces.
—¿Y lo hiciste? Confesar, digo.
—¡Claro! ¿Qué te crees?
—Cuando salgamos de esta, tienes que confesar conmigo. Algo de eso sé, no te rías, que fui seminarista. Vamos a parar, que me pongo burro y no está la cosa para dispendios y ofensas a los cielos, amada hermana —dijo el soldado forzando la voz hasta el engolamiento burlón.
La monja le ayudó a sentarse en la cama. Visto y no visto, el joven sin más ayuda que su habilidad se colocó el uniforme. Cruzó primero el muñón de la pierna cortada para meter la pernera. Después deslizó la pierna sana en la otra pernera, y en tres movimientos más ajustó y abrochó la prenda para finalizar con reverencia versallesca apoyado en la muleta,
—¡Et voilà!
—Eres el demonio en carne mortal. ¿Para qué necesitas el libro de rezos?
—Tienes que ir hasta la farmacia sin más demora.
—¿Con el misal?
—Sí y sobre todo con lo que lleva dentro. No podemos dejar rastro. Entre el forro y la cubierta del libro están los dos programas de cine que recogiste en la farmacia hace un mes.
—Dices que «no podemos». ¿Eso quiere decir que me llevarás contigo?
—¿Y cómo no, mi querida hermana, sor Angélica, ángel entre los ángeles?— Intentó nuevos arrumacos y caricias, que la monja evitó con un paso atrás.
—Sé que acabarás engañándome si no estás ya en ello, no puedo evitar la ofensa que hago a mi Salvador. Estoy convencida de que si no eres el diablo no andarás muy lejos de su casa. Pero no me importa. ¿Qué quieres que haga después?
—Cortas el programa de la película de «Tarzán de las Fieras» por la mitad. En la mitad inferior hay el dibujo de un gorila mirando a Tarzán herido, como un cristo yacente. Esa parte es la que debes de entregar al encargado de farmacia—. Se acercó a ella y la abrazó, iniciando una caricia en la cruz de sus piernas por encima del hábito—. Y querida mía, no tengas pesar por la ofensa a tu novio celestial. Te contaré algo que dijo una santa y sabia mujer llamada Celestina— Declamó con lentitud: «Porque sabe, si no sabes, que dos conclusiones son verdaderas: la primera, que es forzoso el hombre amar la mujer y la mujer al hombre; la segunda, que el que verdaderamente ama es necesario que se turbe con la dulzura del soberano deleite, que por el Hacedor de las cosas fue puesto, porque el linaje de los hombres se perpetuase, sin lo cual perecería».
—Ahora debes darte prisa, ya tendremos tiempo de practicar el «soberano deleite»—. Cortó de repente.
—¿Y si encuentro al capitán capellán?
—¡Pídele confesión! Le dices con voz susurrante que tu santa Teresa os recomienda «que es gran cosa no tener ofendido al Señor, para que sus siervos y esclavos infernales estén atados», haces un ligero parpadeo y estará dispuesto a perdonar cualquier ofensa y atar lo que haya que atar.
—¿Y en la farmacia?
—Recuerda, entrega la mitad con el dibujo del gorila. Le dices que el camión deberá estar en el almacén del hospital en el momento que oscurezca antes del cambio de vigilancia. Él sabe los detalles. Antes de salir deja en el cuerpo de guardia una botella de coñac saltaparapetos, para rematar la moña que tendrá encima Venancio el Topu.
—¿Y después?
—Haz caso a tu santa : «Nada te turbe, nada te espante todo se pasa». —Soltó una risotada y la empujó sobre la cama—. Tenemos algo de tiempo, no lo perdamos.
Al día siguiente en el parte de novedades del hospital militar quedó constancia de la desaparición del espía rojo, ex-cabo legionario, Moncho Melgares. Se sabe que fue ayudado por la monja enfermera, sor Angélica. Los centinelas no pudieron detectar el vehículo usado para la fuga debido a la densidad de la niebla en la ribera del río Nalón.
Comentarios (33):
Jose Luis
17/02/2019 a las 20:57
Hola
Tu relato te ha quedado muy bien. Se alterna bien el diálogo con la narración. Mi pega es que tal vez, teniendo en cuenta la poca trama que sustenta, la historia (que es básicamente un diálogo entre dos personajes) es un poco larga. Si se hubiera acortado no habría pasado nada. Pero comprendo que de esta manera nos acercamos más a la psicología y forma de ser de los personajes y los podemos conocer mejor.
Un saludo
Isabel Caballero
18/02/2019 a las 09:35
Ya estamos por aquí Don.
Varias cosas:
-El equilibrio entre la parta narrada y la dialogada me parece perfecto. Las pausas descriptivas dan un respiro a los brillantes diálogos (brillantes por irónicas, cáusticos, ágiles, inteligentes, mordaces…) Hay diálogos muy cortos que dan agilidad, y otros más trabajados, con lo cual, el equilibrio mencionado se refuerza.
– La cosa va de espías, no solo por la línea final aclaratoria en la que se cuenta la desaparición del espía rojo, ya lo cuenta antes la nota del misal.
-El tono coloquial más que conseguido. El de él descarado, vivo, fresco. El de ella más comedido, al fin y al cabo es una monja aunque se deje meter mano.
– El reto más que conseguido, los has insertado con tal naturalidad que tuve que leerlo una segunda vez para ver donde los habías puesto.
Es todo un personaje el cabo legionario Melgarés, su modo de hablar, sus maneras se salen del papel de la pantalla. Le casa la voz sórdida y canalla… A saber en qué cuarteles se ha inspirado el autor 😉
Gran trabajo Don Kendal
Laura
18/02/2019 a las 11:55
Hola Don Kendall.
Gran relato, donde al final se ve de qué va el asunto de los boletos.
Maravillosas salidas del legionario.
Un placer leerte.
Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Amilcar Barça
18/02/2019 a las 13:15
Don, es tanta la similitud que encuentro entre tú y Bitácora Clandestina…. Sería, soy incapaz de pergeñar un relato en línea con los vuestros. Eso me hace ver mis limitaciones. salu2. Avempace.
Paola Panzieri
18/02/2019 a las 13:49
Hola Don
Me has dejado con la miel en los labios… no aclaras si la monja se ha ido con él o no, ese “se sabe que fue ayudado por la monja” no es definitivo. Yo creo que un personaje como el cojo Melgares no se llevaría a una monja en su huida, pero nunca se sabe…
Muy visual y realista, con un ritmo rápido y diálogos desbordantes de “jugo”. Me gustan los motivos por los que la monja no debe de tener pesares por la ofensa a su novio celestial, realistas también, en la línea del relato. Este Melgares entiende de todo!
Buen trabajo. He disfrutado un montón.
Saludos.
Don Kendall
18/02/2019 a las 15:59
Hola Almírcar, bien lo siento pero :
1 – Desconozco Bitácora Clandestina.
2 – No he encontrado texto tuyo este mes.
3 – No he podido entrar a tu blog.
Además de todo eso agradezco tu visita y comentario.
Un abrazo
El Apuntador Mudo
18/02/2019 a las 16:50
Hola Don Kendall, muchas gracias por tu amable visita. Aquí vengo a disfrutar de tu relato.
Me ha gustado tu relato, es divertido a la vez que dinámico. La ambientación así como los personajes están muy logrados. Acertados y escuetos los apuntes para la localización de la escena en el norte peninsular (topu, Nalón). Los diálogos están muy trabajados, quizás me ha llamado un poco la atención el párrafo de la Celestina en boca del cabo Melgares, pero no desentona con el fondo del relato.
Me ha parecido un trabajo muy bueno, y he disfrutado mucho leyéndolo.
Saludos, nos seguimos leyendo.
Amilcar Barça
18/02/2019 a las 18:04
Don, cuando Amilcar descansa, le releva Avempace, un filósofo zaragozano de la época musulmana. El blog, tenía las bisagras oxidadas por falta de uso, ya le he puesto tres en uno
guiomar de zahara
18/02/2019 a las 18:05
Hola D. Kendal me he divertido leyendo tu relato. Pero no he podido dejar de pensar… si Teresa de Cepeda y Ahumada levantara la cabeza…
¡Seguro que reiría a carcajadas!
¡Hasta la próxima!
Beba
19/02/2019 a las 02:24
Hola, Don Kendall: Coreo todos los elogios que te han hecho hasta aquí. Me encantó la dinámica de los diálogos. Los personajes, muy vitales y positivos en medio de una situación difícil: la pasan por encima.
Te invito a leerme (y despellejarme si hace falta) en el !08.
Un saludo
Paola Bavaro
19/02/2019 a las 12:15
Hola Don
¡Me ha encantado!
Me gustan mucho tus relatos, el lenguaje que utilizas y las escenas que propones, por eso no es la primera vez que me entrometo en tus líneas.
No puedo decir más… ¡Ya te lo han dicho todo!
¡Genial!
Un saludo hasta el próximo mes.
Conrad Crad
19/02/2019 a las 16:39
Hola Don
Gran relato el de este mes. Se huele el polvo, se huele el sudor rancio de los cuerpos, se huele la lascivia pecaminosa de la época.
Felicidades, compañero
Un abrazo
isan
19/02/2019 a las 18:14
Hola Don Kendall:
¡Vaya con el rojeras espabilado! Este tipo de personajes me suena que lo has sacado en algún otro relato tuyo. Los bordas, así que espero que continúes la saga.
Ambientación, ritmo y diálogos perfectos. El lenguaje fresco y divertido como nos tienes acostumbrados. No parece que sobre nada y las alusiones a Sta. Teresa muy bien traídas. Relato que me ha hecho sonreír y del que puedes estar muy satisfecho.
Ha sido un placer.
Don Kendall
20/02/2019 a las 15:38
Respuesta a José Luis, Isabel Caballero, Paola Panzieri, Almírcar Barça. Apuntadpor Mudo, Laura :
Es solo un comentario de cumplido reconocimiento a vuestra gentilez por haber leído el texto y hacer una valoración muy interesante para mí, con independencia de la satisfacción y el refuerzo personal en esta tarea apasionante de escribir y relatar cosas.
Un abrazo grande
Don Kendall
20/02/2019 a las 16:03
Hola Guiomar,
La verdad es que el Cojo Melgares además del tatuaje de la nariz de Pinocho tal como se relata aquí :
https://www.javierautor.com/2017/04/el-mentiroso/
supo encontrar el filón con la monja ( que tal vez debería llamarse Agnes como la beata Sor Agnes Blannbekin)la monja del santo prepucio::
No es mal recurso compartir la “espiritualidad” y la “elevación” del «Dominguillo»(véase el poema A LA CIRCUNCISIÓN de Teresa de Ávila jejeje..)
En resumen, gracias por tu atención y muy oportuna la referencia a la Doctora de la Iglesia ;-)))
Un abrazo
Ismael Tomas Perez
20/02/2019 a las 16:34
Hola Don
Tu relato me ha gustado bastante, aunque he tenido que leerlo dos veces para entenderlo bien. Resulta una buena historia aunque corta. El reto opcional muy bien colocado
Un saludo y Felicidades
Don Kendall
20/02/2019 a las 18:00
Respuesta a Isan, Conrad, Paola Babaro, Beba,
Gracias, gracias por vuestra visita y comentario. En lo posible he intentado aportar mi parecer a vuestro trabajo, devolviendo la visita en vuestro espacio “Literautas”.
A vuestra disposición con un abrazo
El chaval
20/02/2019 a las 18:21
Hola Don Kendal
Caray con el cabo, un poco más y disfrutas la tarde.. Muy bien trajinada la historia. Felicidades.
Saludos (40)
Don Kendall
20/02/2019 a las 18:23
Hola Ismael Tomás,
Te agradecería mucho que me comentases las dificultades que tuviste para la comprensión del texto (Si quieres puedes enviarmelo al email kendall@javierautor.com).
En cuanto a la longitud, ¿te refieres a la sensación de que es corta?
Gracias por tu comentario. Un abrazo
Patricia Redondo
21/02/2019 a las 21:23
Hola Don
Muchas gracias por pasarte por mi relato y analizar tan extenso. Del tuyo me ha gustado todo, el ritmo , los personajes, esos diálogos de lujo (no tiene desperdicio el cabo Melgares) , y las referencias literarias. En fin , que me ha gustado mucho. Más aún por eses referencias a mi tierra de adopción.
Enhorabuena
Nos seguimos leyendo
Saludos!
Pepe
21/02/2019 a las 22:15
Hola Don,
Diría que es el primer relato que te leo como Don, aunque la maestría es la misma.
Me encantó, empezaste con algo mínimo, como la cabecita de un alfiler y terminaste mostrando una historia insospechablemente grande y muy bien elaborada.
El único cabo que veo un poco tirante, y digo esto sólo por si puedo aportar algo a tu genial pluma, es la frase “se sabe que fue ayudado por la monja…”, me explico: si se sabe es ¿porque los vieron juntos fuera de los rituales hospiralarios? (Si es así se les habría podría haber dado caza) o tal vez ¿porque se les viera cierta complicidad en días anteriores y se llegara a tal epifanía?(lo màs probable, pero ese “se sabe” es muy absoluto para tal suposición) ¿por algún otro asunto tal vez…? Quizá esté intentando rizar demasido el rizo, pero creo que alguna frase aclaratoría de por qué “se sabe” de su ayuda complementaría mejor ese hecho.
Dicho esto, enhorabuena una vez más por el agradable rato que nos haces pasar a todos. Ofreces y enseñas a partes iguales.
Mos leemos!!!
Don Kendall
22/02/2019 a las 17:54
Hola Pepe,
Gracias por tu comentario. Acabo de descubrir un error de “principiante precipitado” (recalco pés jejje..).
Es un párrafo a la carrera donde se vé con claridad que el autor usurpa las funciones del narrador sin paliativos de ninguna clase. Es algo que en ocasiones señalo como posibles puntos a corregir en otras y otros participantes del taller y en esta ocasión he caído yo. Por eso me lo apunto antes de darle la redacción definitiva en mi blog. (Allí puedes ver las escenas relacionadas con El Cojo de Melgares)(*). Al texto le daré un par de vueltas para poder encajar en otras escenas ya escritas, dándole cancha al narrador que es el responsable de comunicar directamente con el lector y sobre todo con un lector atento como tú.
Repito mi agradecimiento y es un reforzador más para compartir experiencias, conocimientos e ignorancias en este magnífico espacio que es el taller de Literautas.
Un abrazo
(*) Algunas de las escenas del cojo Melgares :
https://www.javierautor.com/el-cojo-melgares/
Diego Alba
22/02/2019 a las 21:15
Excelente. Da mucho gusto leerte y bastante vergüenza opinar sobre tu trabajo.
Lo mejor, el personaje central y los diálogos. El tono y el realismo.
Estoy de acuerdo con la mayoría de las apreciaciones que ya han hecho y personalmente cortaría las partes donde aparece el capellán de acuerdo a la teoría del revolver de Chéjov.
Todo esto desde la mas sana admiración por un trabajo de altisimo vuelo. Saludos
Don Kendall
23/02/2019 a las 18:56
Hola Diego,
Gracias por tu visita. Me parece muy interesante esta referencia que haces a la “teoría del revólver de Chejov”. Para no despistar entiendo que es una referencia a la famosa cita de Anton Chejov :
la cual ha tenido diferentes variaciones, de acuerdo con el interés o interpretación de quien la utiliza.
Por lo que escribes tengo la impresión de que tu interpretación difiere de la del narrador del texto, dado que hablas de “cortar” al capellán apoyándote precisamente en la “teoría del revólver de Chejov”.
Efectivamente el “capellán” es “arma de Chejov” utilizada como mecanismo literario. En este caso sirve no solo para presagiar algo, sino que forma parte del TEMA (entendido fundamento del relato) y centrándose en un elemento concreto de ese fundamento.
TEMA del Relato: AMOR : Un soldado seduce a una monja para obtener beneficio propio material eliminando las barreras de protección espirituales o morales.
1 – El “capellán” según reitera la voz narrativa es el confesor de la monja.(Barrera fuerte previsiblemente)
2 – El “capellán” presagia algo que se disparará alguna vez más en el resto de la obra. Por ejemplo:
https://www.javierautor.com/2018/09/os-chanqueiristas-en-los-girasoles/
En resumen, me parece muy interesante tu comentario y es una buena ocasión para confrontar y comparar todo lo que dio y da de si, esta reconvención de Chejov que probablemente trataría de desbrozar toda la morralla que se puede colar en ocasiones, pero que sin duda es un artilugio que puede ayudar mucho a la hora de montar la TRAMA del relato a partir del ARGUMENTO.
Ha sido muy gratificante este intercambio.
Un abrazo
María Esther
24/02/2019 a las 03:32
Hola Don Kendall, he leído tu excelente relato y te escribo para agradecerte el disfrute que me ha proporcionado la lectura.También las criticas y tus impecables respuestas, han mostrado el buen nivel literario de muchos integrantes de este taller.
Muchas gracias, te seguiré leyendo.
Don Kendall
24/02/2019 a las 08:36
Gracias Esther,
No encuentro texto con tu firma. Coincido contigo en el nivel de muchas y muchos colegas en este taller de Literautas y es una buena ocasión para reconocer la aportación y el esfuerzo de Los creadores de esta web.
Un abrazo
Aqua
25/02/2019 a las 15:33
Hola, Don.
Tu relato es muy visual, de eso no hay duda.
Lo único que te puntualizaría es que , puede que por ser un diálogo tan largo, a veces cuesta un poco seguir la historia.
Eso sí, aunque esté cerrado, me has creado intriga.
Nos leemos
Osvaldo Vela
25/02/2019 a las 17:16
Hola Don Kendall.
Vaya personaje de fábula eclesiástica y mundana al que le has dado vida el día de hoy.
Imposible seria no reconocer la profundidad de conocimiento sobre las debilidades mundanas de los personajes que el relato muestra. Y lo digo porque no hay nada mas atractivo para un lector que toparse con una monja que permite los avances de un personaje despojado de atractivo físico, pero dotado de un atrevimiento que no conoce fronteras. atributos difíciles de no apreciar.
Los diálogos en el desenvolvimiento de la trama, proveen lo justo para mantener la llama del deseo de ser testigos de una muestra de pasiones prohibidas entre una monja y quien quiera que sea lo que el autor decida. Con eso, la lectura nunca se detiene hasta alcanzar el final.
Te felicito Don. ha sido gratificante leerte.
Paola
26/02/2019 a las 13:13
¡Gracias Don Kendall por tu aporte en mi relato!
Siempre se agradecen las críticas productivas porque aportan mucho a los que estamos dispuestos a escuchar, aprender y mejorar.
Volveré por aquí el mes próximo.
¡Saludos!
Don Kendall
26/02/2019 a las 18:33
Respuesta Aqua y Osvaldo Vela :
Gracias por el aporte al trabajo presentado. Lo tengo e cuenta para matices y futuros trabajos.
Un abrazo
Osvaldo Vela
28/02/2019 a las 15:17
Hola Don Kendall.
De nuevo regreso a tus dominios para agradecer tus comentarios y tratar de dar respuesta a tu aportación. Creo que la pócima de la fábula lo que mas afectó fue a mi percepción.
Ya con la ecuación literaria que plasmas: me doy cuenta de tu sutileza, gracias.
A desilusiona a B
A= recurso al tópico y el brilli-brilli
B= el lector
en una de las respuestas de los comentarios yo plasmo un comentario donde estoy consiente de la desilusión que puede generar mi escrito:
“La historia fue llevando a mis letras por un derrotero que significaba la única solución para finiquitar una tema absurdo desde su nacimiento”.
El adagio, del cual yo hago uso para justificar tu comentario, está mal enfocado y ahora lo percibo.
Quizá, mi percepción permanezca descargada por un tiempo. Espero no me afecte en marzo.
Saludos y un abrazo.
Sophie
28/02/2019 a las 22:08
Hola, Don.
Tu relato fue el segundo que leí y pensé pasarme otro día para felicitarte, pero hoy me he dado cuenta que todavía lo tenía pendiente.
Me sumo a los elogios que te han dispensado otros compañeros.
Te seguiré leyendo porque siempre se aprende de los maestros.
Un abrazo
Don Kendall
02/03/2019 a las 18:46
Gracias Sophie. Eres muy amable.