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La ofensa - por marazulR.

LA OFENSA

La foto se publicaría en todos los periódicos sensacionalistas, daría la vuelta al mundo por lo sorprendente del momento captado. Artísticamente perfecta, mezclaba el blanco con el negro y el rojo, aunque la identidad y actitud in fraganti de sus protagonistas eran aún más valiosas: la cara de asombro, casi terror, de Isabella, la conocida soprano, el desconcierto de los que estaban a su alrededor, la enorme mancha roja en el impecable vestido blanco de tul de Dior, el bote de pintura desparramado por las maravillosas escaleras de la Ópera de Viena, el siniestro personaje ataviado de negro dándose a la fuga…
Un instante captado como si ante las palabras: "cámara… acción", comenzase el rodaje de una escena de película.

Oliver se frotaba las manos de satisfacción al recordarlo, pensaba que había tenido suerte en plasmar ese instante, lo que en periodismo se dice: "estar en el lugar y en el momento indicados".
El sabía que esa foto valía dinero y que tenía que aprovechar la ocasión que se le presentaba. Muchas horas de espera, agazapado unas veces, pasando frío de madrugada otras, la dura vida del paparazzi…
Con esos pensamientos se dirigió Oliver a la cita en el Hotel Palace de la ciudad.
—¿Oliver Hogan? —le preguntó un hombre corpulento de ojos pequeños que parecía un gorila.
—Soy yo —contestó, levantándose del sofá.
—Acompáñeme, le están esperando
Oliver se sorprendió al ver a la mujer que no le resultó desconocida; era la misma que se encontraba en las escaleras de la Ópera, recordó, junto a la cantante, el día de la agresión, solo que en esta ocasión llevaba un traje sastre gris de trabajo.
La entrevista duró poco tiempo y a Oliver el mensaje que le transmitió la ayudante de la diva le quedó bien claro: "la foto no se publicaría, la señorita Isabella Rinaldi no lo iba a permitir. A cambio recibiría una suma considerable de dinero".
Después se detuvo en los pormenores de la transacción de los cincuenta mil sin darle la opción a ningún tipo de réplica. A continuación el hombre con cara de gorila le indicó la salida.

Ya en su apartamento no hizo más que darle vueltas al asunto. ¿Tan grande había sido la ofensa para la Rinaldi?. Es verdad que en esos momentos era la número uno en el mundo de la Opera y que en ese ambiente había rivalidades y envidias, razonaba Oliver, pero… ¿Quién la querría ridiculizar de esa manera y por qué la soprano se lo tomaba tan a la tremenda… ?
El camino más fácil sería coger el dinero y olvidarse del asunto, pensó; el otro, el más difícil y tal vez peligroso, ponerse a investigar, pero su vocación de sabueso pesaba más que la virtud de la prudencia de la que carecía.

Tomó la reflex hasta dar con la foto que duplicó para poder manipularla y no perder el original; conocía muy bien la técnica para ampliar imágenes sin que éstas perdieran nitidez.
¡Voilà! Ahí estaba la figura del pasamontañas vestida de negro que solo dejaba ver parte de la cara: menuda, no más de uno sesenta, delgada… Se trataba de una mujer, de eso estaba seguro, y tenía fundadas sospechas de quién podría tratarse.
El siguiente paso fue ponerse en contacto con la Agencia a la que vendía las fotos. Tomó el teléfono y llamó:
—Hola Robert, tengo algo muy jugoso para ti.
—Pues ya estás largando colega —soltó intrigado el jefe.
—Se trata de una excelente foto que muestra la agresión a la gran diva Rinaldi. Y pásmate… la asaltante no es otra que Anita, su rival en el bel canto.
—¿Anita Flores? —aclaró el jefe.
—Si… si… la misma
—Llegas tarde, socio, tenemos algo mejor, las fotos que muestran la relación entre la diva y el marido de la Flores. En veinticuatro horas saldrán en las portadas de la prensa rosa. Esas valen una fortuna.

Caía la niebla cuando Oliver salió del almacén, mochila al hombro. Con la mano en el bolsillo de su cazadora acariciaba los cincuenta mil dólares que, en el intercambio, le acababa de entregar el cara mono. Ese tacto le hizo olvidar el frío de aquella hermosa ciudad.
«A la Rinaldi se le iba a enmudecer la voz por un tiempo y él vería las fotos, esas de la diva con su amante, desde algún cálido lugar del planeta».

Comentarios (21):

Galia

16/02/2019 a las 22:12

Hola Marazul: llevas con mucho ingenio la trama y a la ofensa se le agrega la venganza que deja al paparazzi con algún dinerillo en el bolsillo y al lector con una sonrisa.
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Galia

Laura

17/02/2019 a las 12:33

Hola Marazul.
Buen desarrollo de la trama, con un final, que al decir de Galia, deja al lector con una sonrisa.

Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta.

Otilia

17/02/2019 a las 17:52

Hola Marazul:
Tu relato me ha gustado, aunque se me ha enredado un poco cuando el fotógrafo, que ya tenía apalabrados cincuenta mil, llama a la Agencia a la que vendía las fotos…Lo he entendido, pero en mi opinión se lía la narración.
Creo que infraganti se escribe junto.
Buen trabajo. Saludos.

M.L.Plaza

17/02/2019 a las 23:56

Hola Marazul.
Gracias por comentar mi relato.
Me ha gustado tu historia del paparazzi a la caza de su gran foto. Me ha parecido muy verosimil el mundo que describes.
Lo que me ha chirriado un poco es la concordancia de los verbos en las frases que van entre comillas:”la foto no se publicaría, la señorita Isabella Rinaldi no lo iba a permitir. A cambio recibiría una suma considerable de dinero”. Yo no soy experta pero entiendo que está reproduciendo palabras textuales que, normalmente irían en presente “la foto no se publica o no se va a publicar, la señorita Isabella Rinaldi no lo va a permitir o no lo permite (depende de lo que hayas puesto antes). A cambio recibirá…”
No entiendo el uso de las últimas comillas ¿quién habla? pero creo que es A la Rinaldi se le va a…y el verá…
De todas maneras, yo lo consultaría con alguien que sepa porque lo mismo estoy completamente eqivocada.
Me ha gustado leerte,
Saludos

Patricia Redondo

18/02/2019 a las 14:01

Hola! un relato entretenido y animado sin duda alguna. Describes muy bien la escena(casi veo la foto yo!) así como los entresijos del mundillo del espectaculo y el cuore y su mercadeo con las miserias humanas. Muy realista. Me ha gustado leerlo.

Nos seguimos leyendo!

Saludos!

marazul

18/02/2019 a las 17:06

Hola Galia y Laura: agradezco de veras que os hayáis pasado por mi relato. Os devuelvo la visita en breve. Besos.
Otilia: he mirado lo que me dices de “in fraganti” o “infraganti” y parece ser que se aceptan las dos formas. Muchas gracias por leer y comentar. Un beso
M.L Plaza creo que tengo que revisar lo que me apuntas porque, ahora al decírmelo tú, lo veo un poco raro, es verdad. En la frase final, mi idea es que sea un pensamiento de Oliver pero lo tengo que corregir.
Gracias M.L Plaza por tu aportación. Un beso
Y otro beso para Patricia Redondo. Me alegro que te haya gustado.
Yo siempre leo los relatos de los que me comentan, así que os busco…

Pepelu Martín

18/02/2019 a las 20:26

Marazul:
Una vez más… ¡Genial! Sin ánimo de adularte, tengo que decir que tu capacidad imaginativa es formidable. Un relato ingenioso, glamuroso por los personajes que tratas y con un cierto grado de ingenuidad que el amigo Oliver se beneficia. Según los expertos, también es un cuento literario para adultos, por su único conflicto, su personaje principal, los diálogos y un desenlace que representa una sutil enseñanza.
Me ha gustado de verdad,
Un saludo.

Menta

18/02/2019 a las 21:42

Buenas noches marazul: Me ha gustado mucho tu relato.

Has ido exponiendo la trama poco a poco y si aparece alguna duda, la respondes un poco más tarde. La información es total y comprensible.

Está fenomenal.

Enhorabuena. Un saludo. Menta

guiomar de zahara

19/02/2019 a las 08:55

Marazul buenos días: En un primer vistazo a los textos, no te encontré. Mi agradable sorpresa fue tu comentario… volví a la recopilación y ¡Voila! ahí estabas.
Tu relato -como siempre- entretenido y genial. Me gusta leer lo que escribes y sobre todo cómo lo haces. Las palabras se encadenan unas a otras sin esfuerzo para su lectura.
¡Ah! el mundo de los paparazzis.
¡Hasta la próxima!

El Apuntador Mudo

19/02/2019 a las 11:09

Hola Marazul, aquí vengo a disfrutar de tu relato.

He disfrutado, comprobando cómo has afilado, de forma muy veraz, el día a día de un paparazzi engolosinado con una exclusiva entre las manos.
El personaje principal, muy bien caracterizado y creíble. La trama te va arrastrando poco a poco hasta un final digno del más alto cuché.

Me ha gustado el relato.

Saludos.

marazul

19/02/2019 a las 11:26

Pepelu, gracias por tu amable comentario. Veo que te has fijado en esa “pequeña enseñanza “, como tú lo llamas. Y para ser más claros ahí va: “más vale pájaro en mano que ciento volando” porque “ la avaricia rompe el saco”
He leído tu relato y lo comentaré en breve, por supuesto.
Saludos

marazul

19/02/2019 a las 11:30

Menta, Guiomar y Apuntador mudo: me encanta veros por aquí. Lástima que no pueda invitaros a una cervecita cachissss….
Gracias por pasaros
Un abrazo

dopidop

19/02/2019 a las 17:06

Buenas Marazul,

Te he buscado este mes por que el pasado me quedé con buen sabor de boca y bueno, no me has defraudado para nada.

Me parece un relato que engancha desde el principio (de hecho, lo estaba leyendo en el trabajo y he tenido que parar para atender a un cliente, y no hacía mas que darle vueltas de cómo iba a terminar).

La descripción de la foto es muy visual, me parece increíble que con un par de frases puedas dar una imagen tan definida. Eso es habilidad.

También me encanta la voz que has puesto en los diálogos que matizan la personalidad de los personajes, me parecen un acierto.

Lo que no tengo del todo claro, que tal y como es el mundo de la prensa del corazón y el secretismo que hay para que no se roben exclusivas, hasta que punto es normal que el de la “Agencia” (no sé el motivo por el que está en mayúscula) y Oliver se den información tan comprometedora por teléfono, a no ser que tengan mucha confianza… me parece un poco extraño en general. También es cierto que organizar una reunión entre ambos hubiera metido mucha paja al relato que al fin y al cabo no hubiera ido a ningún sitio. Pero a mi me ha resultado extraño.

Por último, te digo que me fascina mil la imagen final de Oliver saliendo del almacén con la pasta en el bolsillo e imaginando en cómo se lo va a gastar.

La verdad es que ha sido un placer volver a leerte, y te aseguro que repetiré otra vez 😛

Un abrazote. ¡Nos leemos!

Conrad Crad

19/02/2019 a las 19:06

Hola, Marazul
Un buen relato sobre el mundo del “cuore” y el precio de la fama. Dicen, por ahí, que empiezas a pagarlo desde el primer minuto. Al principio, como comenta M.L.Plaza, también me chirrió un poco el tiempo verbal usado en el mensaje de la secretaria pero he vuelto a leerlo y creo que funciona bien.
Un placer, Marazul
Saludos

isan

19/02/2019 a las 22:36

Hola Marazul:
Estamos ante lo que se podría denominar una comedia ligera. Se aparta bastante de lo que nos tienes acostumbrados, pero hay que tocar un poco de todo.
Te han comentado lo de las comillas. Utilizas las inglesas para las frases hechas y las latinas para el pensamiento final, por eso creo que la orden del cara mono también debería ir con comillas latinas si se le cambia el tiempo verbal «la foto no se publicará, la señorita Isabela no lo va a permitir.». Si no se cambia el tiempo verbal yo eliminaría las comillas.
A esta frase: “Oliver se sorprendió al ver a la mujer que no le resultó desconocida;” le he estado dando alguna vuelta porque no me convencía. Al final he llegado a la conclusión de que le faltaba una coma después de mujer.
Una buena idea, bien construida la historia y con un final que hace sonreír. Es lo que se llamaría un dos por uno. No publica la foto y se lleva la pasta.
Hasta la próxima.

Osvaldo Vela

21/02/2019 a las 03:16

Hola Marazul.

Antes que cualquier otra cosa quisiera agradecer tu paso por mi escrito pero mas, que cualquier otra cosa, esas palabras tan aduladoras que acarician mi intelecto. ya estoy rebasando a Ugenio.

Tu historia de este mes le da vida nueva a esa vena detectivesca que posees y se la plantas a un paparazzi.

Me encanta tu forma de construir un escenario que hace lucir la capacidad que han adquirido tus letras en temas que dominas. Simplemente no sufrí ningún tropezón al leer.

Te felicito y nos seguimos visitando.

Alex Cea Navarro

22/02/2019 a las 02:30

Jo que bueno.
Que calidad de redacción.
Voy a sacar mis herramientas de vudú, que la envidia me corroe. (Risita malévola).

Por hacer algún aporte:
《Se trata de una excelente foto que muestra la agresión a la gran diva Rinaldi. Y pásmate… la asaltante no es otra que Anita, su rival en el bel canto.》

A la ofendida la tratas como la “Gran diva Isabella Rinaldi”. Sin embargo a su gran rival, que se supone del mismo nivel, solamente “Anita”.

Creo que simplemente añadiendo el apellido, o alguna especie de título como :”La soprano Anita Flores, su gran rival en el Bel canto.”, hubiese sonado mejor.

Un abrazo y te seguiré leyendo cada mes.

marazul

22/02/2019 a las 11:19

Gracias dopidop por comentar. Pues es verdad, dar información así tan confidencial por teléfono no es creíble, pero se me ocurren otras soluciones….
Agencia lo escribo con mayúscula porque se refiere a una en concreto y conocida para Oliver, lugar de trabajo o institución. Pero lo voy a consultar porque me qued la duda….
Gracias dopidop por tus aportaciones.
Un abrazo.

marazul

22/02/2019 a las 11:30

Conrad, Isan, Osvaldo… os he dejado mi comentario en vuestros relatos.
Encantada de pertenecer a este grupo tan variopinto unidos por nuestra afición literaria. Agradezco que os paséis por mi relato, por dedicar vuestro tiempo, por esos comentarios… , dudas y aportaciones que tengo en cuenta.
Un abrazo, amigos

marazul

23/02/2019 a las 18:14

Hola Alex, muchas gracias por comentar. Me alegro mucho que te haya gustado.
En cuanto a lo que me apuntas del trato dado a las divas/rivales, me parecía que en una conversación, en este caso telefónica, con el jefe resultaba mucho más natural hablar en esos términos. Se supone son conocedores de ese mundillo y no hay que puntualizar demasiado. Pero agradezco tu punto de vista. Claro que si… !
Gracias otra vez. Nos leemos.
Saludos

JUANA MEDINA

24/02/2019 a las 00:13

Hola Marazul:
He llegado, por fin, a tu relato y quiero que sepas que me ha encantado.
Tienes una forma de narrar muy agradable, y casi cómplice con el lector. El final, maravilloso-
Gracias por pasarte por mi relato y por tu halagador comentario.
Un abrazo

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